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La intuición animal y sus aplicaciones en la adaptación humana (página 2)


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¿Por qué son los módulos natos, en esencia, distintos para miembros dentro de la misma especie?

Para elaborar la respuesta de esta importante pregunta, retornemos al animal social que, como nuestra especie, son las hormigas, en cuyas colonias no todas son idénticas, aunque todas laboran en tareas diversas para el bien común.

En las colonias de hormigas y de termitas las tendencias instintivas, como módulos natos, sirven el propósito de dividir y asignar, al nacer, los roles respectivos a cada miembro de la tribu o colonia, garantizando a todos la posibilidad de sobrevivir.

En otras palabras, que tenemos que acatar el dicto de que en organizaciones de animales sociales, la división de clases y de funciones existe biológicamente.

Hormigas organizadas

En la Naturaleza todos nacimos para ser iguales, no obstante que nuestros roles para el beneficio y seguridad de nuestra especie no sean los mismos. No me refiero a diferencia de rango adquirido por medio de la selección social, o, por nacimiento asignado, sino a diferencias más fundamentales y básicas. A diferencias de constitución, talentos innatos, liderazgo, creatividad, coraje, imaginación, función e intuición — cosas que, como módulos natos, son ingénitas y que no se adquieren o no se enseñan.

Para no aventurarnos en una discusión ética acerca de aquellos seres humanos que nacen con la proverbial "cucharita de plata en los labios", aquí me dirigiré, simplemente a los innovadores, descubridores, trazadores de pautas y a quienes son creadores y genitores de movimientos filosóficos — personas quienes aparecerían dentro de la historia en dados momentos para llenar roles esenciales que la Naturaleza les impusiera.

Pensemos…

En muchas lecciones previas hemos explicado las coincidencias, la serendipia, las "reglas del ADN" ofreciendo pruebas empíricas de la tendencia natural que fenómenos de índole paradigmáticos tienen a aparecer juntos y simultáneamente, con frecuencia, a pesar de grandes distancias, como si respondieran a un plan natural.

La prueba de lo científico

En esta coyuntura vale la pena reflexionar en que lo que aquí se expone está tan cimentado en las ciencias puras, como están cimentados los entendimientos de gran parte de las leyes físicas y de comportamientos de partículas subatómicas, muchas de entre ellas operando sin visualización posible y sin que pueda confirmarse o verificarse su presencia. (Véase, especialmente, mi artículo La Teología de la Relatividad).

Thomas Bayes (1702-1761) un clérigo inglés, fue quien avanzó el pensamiento de que es posible encontrar respuestas y predecir eventos, basados en poca información. Por el modo con que muchos deducimos informaciones básicas, muchos científicos se preguntan si el cerebro humano no es en esencia una máquina de tipo "Bayesiano". Una máquina capaz de extraer inferencia en bases de información limitada, pudiendo intuir los designios e intenciones de otras mentes, logrando asimismo influirlos.

Por lo susodicho es que naciera la Neurociencia, con todas sus ramificaciones.

La investigación más rigurosa de estos fenómenos es conclusiva de que sí, de que nuestras mentes pueden navegar el mundo extraño de las intuiciones, haciéndolo basados en pruebas establecidas. En otras palabras, que se pueden predecir comportamientos y aun eventos con información limitada pero con un margen amplio de confianza.

Basado en lo antedicho, una cantidad ínfima de información puede ser usada para hacer predicciones "bayesianas" acertadas. Y que estas predicciones son válidas y útiles, ya que en la vida, la psicoterapia y en los negocios, es necesario que hagamos vaticinios con poca información disponible. (Véanse mis artículos, El Manejo de Materiales Radioactivos y El Entendimiento Humano: Proceso Eficaz para Lograr Nuestras Metas y Alcanzar Nuestros Objetivos. Asimismo recomendamos el artículo, Bayes Rules, que apareciera en The Economist, enero del 2006).

La selección natural, la supervivencia del más apto, y las leyes naturales

En sus publicaciones biológicas, en 1864, Herbert Spencer acuñó la frase "survival of the fittest", la que Charles Darwin adoptara para referirse a la capacidad adaptadora de algunos animales y otros seres vivos para su reproducción exitosa. De modo conveniente y reprobable la frase ha sido tergiversada para significar que algunos miembros de la raza humana son superiores a otros, lo que contribuyera a justificar el holocausto judío de la Segunda Guerra Mundial. Para nosotros lo que significa es que la Naturaleza calibra los roles humanos y asigna a algunas personas cualidades únicas o especiales para el beneficio de los demás. En un sentido misterioso, ciertas enfermedades pueden construirse como elementos que son decisivos en la capacidad de algunos para confrontar la adversidad. (Véase mi artículo, La Sonrisa de Dios).

De lo mencionado deriva que para poder tener éxito en ciertas tareas en la vida, es necesario poder ser guiados por nuestros módulos natos, o por quienes saben como intuir sus usos — lo que no siempre es, para todos, posible.

El coartador de la Ley Natural: el hombre civilizado

Cuando, como seres paleolíticos, salimos de las forestas, invadiendo las sabanas y cuando renunciáramos las tribus para congregarnos en centros urbanos. Cuando también adquiriéramos conocimientos acerca de la agricultura y de la crianza de animales para alimentarnos, descubrimos muchas cosas que transformarían nuestras relaciones con el mundo de la Naturaleza para siempre. Lo hicimos y hemos pagado un precio elevadísimo por haber sido culpables de envanecimiento desmedido como Prometeo lo fuera.

Cuando abandonáramos la necesidad de cazar y recoger para sobrevivir, despertamos una avidez sin límites por lo sensual y muelle. Pensábamos que todo lo que existiera nos pertenecía, ya que nuestros módulos natos habían decretado un imperativo territorial que extendimos a la conquista sojuzgadora, y del goce del placer sensual hicimos un derecho de señor — Pero, para que esta metamorfosis fuera posible, inventamos las religiones organizadas, la política y los agentes de una ley que solamente aplicaba (como aquí aun se ve) a las masas y no a los que son (o se sienten) privilegiados.

La selección automática e intuitiva/instintiva del líder cesó para nuestra especie. Los protagonistas del nepotismo nos legaron las monarquías, las instituciones religioso-represivas y nos impusieron la desigualdad étnica y social.

Pero, si el mundo y nuestra especie se beneficiaran con esta abominación, no hubiera razón para quejarse. Todo estaría bien — pero, no es así.

No lo es, porque nuestros líderes son, en su mayoría, oportunistas y mediocres. Los políticos carecen de conocimientos y los que controlan los destinos comunes mienten.

¿Para qué nos vale el entendimiento si es que nada podemos remediar?

Nos vale, porque la Naturaleza nos dice que para quienes son capaces de ponerse en sintonía con ella. Para quienes pueden escuchar el ritmo discreto de la cadencia de sus módulos natos — para ellos y para ellas, reserva misiones incomparables.

Las aplicaciones de nuestra intuición. El consejero, preceptor natural

A medida que nuestras empresas crecen (sean éstas intra-psíquicas o de negocios), y, a medida, que la tecnología nos obliga a hacer decisiones basadas en el estudio de condiciones que no nos son bien conocidas, es menester que consultemos con quienes poseen el don y el entendimiento para hacerlo bien y para beneficiarnos en el proceso.

En la banca, en la industria, en la ciencia, quienes gozan de los servicios de consejeros versados, con conocimientos profundos de la psicología humana y con la capacidad de intuir, son quienes terminan en la vanguardia de la productividad y rendimiento.

En ese sentido, nosotros, en las ciencias del conocimiento mental representamos "otra" Opción de Hobson. (Véase, La Opción de Hobson en el Tratamiento de la Obesidad).

Bibliografía

Hannonen, M. and Sundstrom, L: Worker Nepotism among Polygynous Ants. Nature 421(6926):910 2003

Larocca, F. E. F: El Nepotismo del Presidente Latinoamericano UD LNTD

Heathcote, J. E: Psychic Pets: How Animal Intuition and Perception has Changed Human Lives (2007) John Blake NY

Slater, P. J. V: Essentials of Animal Behaviors (1999) Cambridge UK

Wilson, E. O: In Search of Nature (1996) Island Press NY

Bayes, T: Essay Towards Solving a Problem in the Doctrine of Chances (), published posthumously by his friend Richard Price in the Philosophical Transactions of the Royal Society London

 

Dr. Félix E. F. Larocca

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