- Introducción
- Borrador del guión de las entrevistas semiestructuradas
- Trascripción de las entrevistas
- Análisis de las entrevistas
- Análisis cruzado de ambas entrevistas
- Bibliografía
Introducción
Un peligro de la sociedad moderna es que los poderes estatales y de gobernabilidad, (en el sentido de Foucault) crean condiciones de orden objetivo fuera del alcance de la capacidad de transformación individual. Esto tiende a generar un aislamiento creciente. Pero, si las relaciones de gobernabilidad se resquebrajan, la lucha por volverse un agente o presencia significativos en la construcción de la vida social aumenta. No es que sea controlable por individuos aislados, pero ya no se trata de un ámbito completamente ajeno donde el orden se establece independientemente de uno, sino que el orden es algo que uno tiene que luchar por obtener.
Hoy, los sujetos refutan las formas en que ha sido modelada su subjetividad, refutan las técnicas aplicadas sobre sí, el trabajo impuesto por la cultura para hacer de ellos sujetos en el doble sentido de la palabra: sujetado a otro, y sujetados a sí mismos por la conciencia y el conocimiento de sí.
La resistencia hace aquí su aparición, en cuanto que la relación del sujeto consigo mismo se constituye en uno de esos nudos resistentes. Esa fuerza es capaz de transformarse en energía para afectar el afuera, y encuentra la forma de afectarse a sí misma, en un continuo enfrentamiento, diálogo, pacto y lucha entre las partes que constituyen eso que se da en llamar el adentro del sujeto, su subjetividad. La lucha tiene lugar entre uno y uno mismo en el interior dividido… "el adversario que debe combatirse no representa otro poder ontológicamente extraño (…) es medirse consigo mismo" (Foucault 1982).
Esta práctica de los sujetos sobre sí mismo, este diálogo permanente entre las partes que lo constituyen; la forma en que se relacionan con las reglas y valores propuestos socialmente; la manera en que se somete a un principio de conducta, que obedece o se resiste a una prescripción o prohibición; las modalidades en que el sujeto da forma a cierta parte de sí como materia prima de su conducta moral; las zonas de su interioridad que problematiza por encima de otras y que trabaja sobre ella sin descanso, constituyen las técnicas de sí mismo tendientes a la elaboración de la subjetividad.
Así definimos a las Tecnologías del Yo como: "Técnicas que permiten a los individuos efectuar un cierto número de operaciones en sus propios cuerpos, en sus almas, en sus pensamientos, en sus conductas, y ello de un modo tal que los transforme a sí mismos, que los modifique, con el fin de alcanzar un cierto estado de perfección, o de felicidad, o de pureza, o de poder sobrenatural" (Foucault 1982). De forma que esta relación del sujeto consigo mismo, de producción de la subjetividad se centra alrededor de cuatro ejes:
– El eje material, la relación del sujeto con su cuerpo, el modo de cuidarlo, de hacer uso de los placeres o responder a los deseos, a las inclinaciones, la manera de responder a las necesidades y exigencias del cuerpo.
– El eje ético, las reglas morales que estructuran el tipo de trabajo a realizar en la interioridad.
– El eje del saber o de la verdad que marca la forma en que se busca la verdad sobre sí mismo, manera de descifrarse y de saberse.
– El eje de lo esperable que estructura lo que los sujetos esperan: la inmortalidad, la eternidad, la salud, la libertad, la muerte, la renuncia, el reconocimiento.
Así, toda la labor de reflexión de Foucault ha estado marcada por preguntas tales como ¿quiénes somos?, ¿cómo y bajo qué mecanismos hemos sido configurados en nuestros pensamientos, en nuestros cuerpos, ritmos y gestos, en nuestros afectos, sentimientos y sensaciones?; ¿bajo qué formas se elaboró nuestra sensibilidad?… Y, por otro lado, para este autor, el verdadero ejercicio de poder se caracteriza por su capacidad de "inducir", de encauzar las conductas en una dirección que, lejos de vulnerar su reproducción, se convierta en condición de esta. Lo esencial es este condicionamiento de un marco determinado de posibilidades de acción. Un poder "pastoral", que logra ejercer una labor de conducción espiritual de los individuos, porque establece y fija las estructuras y canales sociales de producción de la subjetividad humana. Así pues, la construcción de la subjetividad no es un proceso libre y espontáneo. Mediante la intervención de estructuras de socialización creadas desde el poder, se logra que el despliegue conductual del individuo se convierta en prolongación de esquemas impositivos.
En este trabajo, se nos pide que realicemos una "entrevista en profundidad" a un individuo (en este caso a dos), y creemos necesario hacer unas indicaciones del significado de esta modalidad de entrevistas:
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