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El uso de Turnitin con retroalimentación mejora la probidad académica de estudiantes de bachillerato


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Marco referencial
  4. La magnitud del problema
  5. Manifestaciones más frecuentes de plagio
  6. Metodología
  7. Resultados
  8. Discusión y conclusiones
  9. Referencias bibliográficas

Resumen

El objetivo fundamental fue analizar el comportamiento de la frecuencia de plagio por copypaste de fuentes de internet después de implementado el uso de la herramienta Turnitin y la retroalimentación en estudiantes de bachillerato. Se investigaron 68 ensa yos académicos realizados entre junio de 2014 a enero de 2015. El Índice General de Similitud fue de 21% para todos los trabajos, con un rango de 2% a 94%, y con una significativa reducción desde el primer ensayo hasta el tercero. La incidencia global de signos de plagio fue del 52,9%, la que se redujo desde 81% en el primer trabajo hasta un 20% en el tercero. Se presentó una mejoría en el parafraseadocitaciónrefe renciación en el 36% de los estudiantes. Se concluye que este tipo de herramientas, empleadas con una retroalimentación adecuada, pueden contribuir a mejorar las des trezas de redacción académica de los estudiantes de bachillerato.

Palabras clave: educación media superior; plagio académico; plagio digital; copypaste; fraude académico

Introducción

El plagio académico constituye una de las formas de deshonestidad más frecuentes entre los estudiantes de todos los niveles de enseñanza. Aunque se presenta notoriamente entre niños y jóvenes desde la educación básica a la universidad, también es penoso observarlo entre los postgraduados y en ocasiones los propios investigadores que ponen sus intereses profesionales y académicos por encima de su ética profesional (Paszkowicz et al; 2011).

La era de la Internet ha agravado este tema. En los últimos 20 años es evidente una migración casi total de las consultas de información desde las fuentes impresas hacia las digitales, representando estas últimas en algunos casos del 70% al 100% de todos los trabajos citados (CastañedaSortibrán et al., 2012; Ballano Olano y Muñoz Aldama, 2014). La rapidez y facilidad de acceso a material académico en la «red de redes», ha promovido entre los estudiantes una especie de «ley de mínimo esfuerzo» en la que se prefiere «copiar y pegar» o resumir y parafrasear inadecuadamente a dedicarle el tiempo suficiente a leer y profundizar en diferentes fuentes para realizar sus deberes e investigaciones (Soto Rodríguez, 2012; Molina et al., 2011).

La mayoría de los trabajos consultados indican entre las posibles razo nes para cometer plagio, no solo las bondades que ofrece Internet, sino el propio desconocimiento de los estudiantes de qué es el plagio, sus formas de presentación, su alcance legal y éticomoral, y cómo prevenirlo. Esta si tuación se hace más evidente en jóvenes de enseñanza universitaria, pero las pesquisas en estudiantes de enseñanza secundaria y bachillerato son escasas a pesar de que en este grupo de educandos los niveles de plagio por copypaste pueden sobrepasar el 50% del estudiantado (Molina et al., 2011; SuredaNegre et al., 2015).

En la actualidad, considerando que las principales manifestaciones de plagio implican fuentes de Internet, se dispone de un gran número de he rramientas web y aplicaciones informáticas que permiten en mayor o menor medida identificar las fuentes copiadas sin autorización o empleadas inade cuadamente en los trabajos académicos. Algunos autores sostienen que las mismas pueden ser de gran relevancia en la concientización de los estudiantes y profesores para una redacción de trabajos investigativos de calidad, perti nentes y auténticos (Ayo Ayelabi, 2013; Davis y Carroll, 2009; Batane, 2010). La institución en la que se realizó la investigación dispone de una de esas herramientas mundialmente conocida como Turnitin a la que han tenido acceso sus estudiantes y profesores de bachillerato desde el anterior curso académico. Es interés de este trabajo analizar el comportamiento de la frecuencia de plagio por copypaste de fuentes de internet en estudiantes de bachillerato una vez implementado el uso de Turnitin y la retroalimentación.

El autor considera que fomentar entre los educandos de niveles previos a la universidad (y de hecho desde mucho antes) habilidades y destrezas en la redacción académica es de vital importancia para reducir este problema que afecta a casi todas las sociedades del mundo. Una de las estrategias podría ser mediante la identificación del copypaste como una de las formas de deshonestidad académica más frecuentes, así como la retroalimentación adecuada para mejorar la paráfrasis, la citación y el referenciado de las fuentes consultadas.

Marco referencial

  • Definiendo el plagio académico

En la actualidad existen muchas definiciones para este problema. La mayoría está enfocada a realidades concretas y áreas específicas del saber.

La Real Academia de la Lengua Española en su Diccionario (drae, 2014) define el plagio como una palabra procedente del latín plagiare siendo la «acción y efecto de plagiar», acción que a su vez define como «copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias». Dicha definición se considera poco útil respecto al ámbito académico considerando las múltiples facetas que presenta este problema.

Por su parte el MerrianWebster Dictionary (2015) lo define también es cuetamente como el «acto de usar las palabras o ideas de otros sin darle el crédito a esa persona», con lo que concuerda también el TheFreeDictionary. com (2015).

Instituciones educativas como la University of Oxford (2015) amplían un poco más la definición como «presentar el trabajo o ideas de otros como propias, con o sin su consentimiento, incorporándolas en su trabajo sin dar crédito a la persona original. Todo trabajo publicado o no (…) se cubre con esta definición. El plagio puede ser intencional o imprudente, o no inten cional.» Definición con la que asiente plenamente el Dictionary.com (2015). Algunos autores individuales también han profundizado en este tema.

More y Shelar (2011) después de revisar varias fuentes agregan a las defini ciones anteriores que el plagio académico es un «acto de fraude por robo de propiedad intelectual», al emplear palabras ajenas como propias consciente o inconscientemente.

En el presente trabajo, se entenderá como plagio a toda idea o parte de ella, sea gráfica, escrita o verbal, que se utilice y se haga entender como propia de forma intencional o por descuido siendo de la creación de otra persona, aunque esta última diera su consentimiento para ello.

La magnitud del problema

El problema del plagio académico se extiende a nivel global estrechamente asociado al acceso libre y rápido a abundante información electrónica que puede fácilmente copiarse sin presentar crédito del autor original.

En el ámbito Iberoamericano, un trabajo relativamente reciente indicó que más del 50% de los alumnos chilenos de Educación Media y del 40% de Nivel Superior sostienen haber copiado textualmente de Internet sin citar la fuente original. Las causas fundamentales dadas por los jóvenes de se cundaria y universitarios fueron «el ahorro de tiempo (utilitaria), así como la creencia de que el trabajo queda mejor si es plagiado (confianza personal)». Asimismo los autores concluyen que el desconocimiento sobre el plagio y el fácil acceso a computadoras e Internet facilitan estas manifestaciones (Molina et al., 2011).

Resultados similares fueron aportados por Sureda et al. (2009) en Mé xico sobre estudiantes de 15 años y más en la Universidad TecMilenio. En este recinto universitario, la prevalencia de plagio de fuentes electrónicas (conocido también como plagio cibernético o ciberplagio) fue de aproxima damente el 44%. Se distingue que alrededor del 30% de los encuestados realizaron trabajos copiando y pegando de diferentes fuentes de internet o bajándose un trabajo completo y presentándolo como propio. En tal caso las razones fundamentales aportadas por los estudiantes del por qué se realiza plagio: «La facilidad que ofrece Internet para encontrar información»; «la costumbre de hacer las cosas en el último momento»; «porque es más fácil, sencillo y cómodo que hacer el trabajo uno/a mismo/a» (p. 21). Otras razones estuvieron asociadas a la percepción de obtener mejores puntajes, la imitación y la falta de confianza en la utilidad didáctica de los trabajos de investigación.

Este problema puede ser aún más preocupante en otras regiones del mundo, especialmente entre estudiantes de Enseñanza Media. En las Islas Baleares, una investigación reciente afirma que más de un 80% de alumnos de secundaria copió y pegó fragmentos de documentos electrónicos en sus trabajos sin dar crédito a la fuente original en algún momento de su vida es tudiantil. Un 17% de ellos manifestó bajar trabajos completos y presentarlos como suyos y otro 43% realizó trabajos tipo «collage» de diferentes fuentes de Internet. Las acciones de plagio «cibernético» predominaron en el género masculino. Aunque estos autores no investigan las causas del plagio entre sus educandos, si manifiestan que esta conducta puede ser favorecida es pecialmente por las políticas educativas permisivas de las instituciones, así como por aspectos ligados a la docencia y por último por factores externos a la práctica educativa (SuredaNegre et al., 2015).

La revisión del tema en otros países no hispanohablantes demuestra que el problema alcanza niveles alarmantes, donde del 30% al 80% de estudian tes de diferentes niveles de enseñanza han cometido en algún momento plagio académico. Nuevamente entre las causas fundamentales asociadas a este fenómeno se indican una repetición cultural o imitación al hacer lo que otros hacen sin tener repercusiones, el abundante y fácil acceso a la información de fuentes electrónicas, carencia de políticas e instrumentos institucionales para la detección y el tratamiento de este acto deshonesto, la presión por mejores calificaciones, realizar las actividades en último mo mento, entre otras (Ercegovac y Richardson, 2004; Lai y Weeks, 2009; Ma, et al.; 2008; Pupovac, et al., 2008; Batane, 2010).

Manifestaciones más frecuentes de plagio

La evolución del concepto de plagio académico está estrechamente ligada al progreso de las sociedades, lo mismo que conduce a diferenciar algunas de sus formas de presentación común entre los estudiantes y profesionales. Existen varias clasificaciones de este problema, las que presentan mati ces muy complejos desde la óptica de análisis de cada autor y su realidad sociocultural y científica. A pesar de ello, en el presente trabajo, después de revisar algunas fuentes (Jones; 2011; Prabhu Shankar y Ramasesh; 2014; More y Shelar; 2011; Joshi y Khanna; 2013), se considera pertinente para los fines del estudio clasificar el plagio académico de forma resumida de la siguiente manera:

  • La copia o reproducción, total o parcial, de la forma o las ideas expre sadas en un trabajo escrito, oral o gráfico, o la copia sin verificación de las fuentes empleadas por otra persona o por el propio autor haciéndole pasar como original.

  • El mal uso o incorrecta interpretación de la paráfrasis, donde el autor considera que las traducciones de documentos, el cambio y arreglo de ora ciones se asumen como paráfrasis o que la paráfrasis en sí misma al ser palabras propias no deben dar crédito a la fuente original.

  • La presentación de un trabajo como propio que fue cedido voluntaria mente o no por otro autor (plagiocolusión).

  • El no empleo de un modelo de citación y referenciado que permita diferenciar entre lo original y lo tomado de otros autores.

  • Cuando el trabajo está correctamente referenciado y citado (textual o parafraseado) pero apenas hay aporte personal.

Sin dudas la anterior es una clasificación bastante general en sus cri terios y por ende no exenta de sesgos. No obstante, el autor la considera operativa y relativamente sencilla para el propósito de la presente inves tigación.

Turnitin como herramienta «antiplagio» de apoyo al docente y a los estudiantes

Paralelo al aumento del plagio de fuentes electrónicas también se han diseñado herramientas que pueden detectar rápidamente este proceder deshonesto. Cada una con sus ventajas y limitaciones, pueden constituirse en una importante arma en las manos de docentes y por qué no, de los mis mos estudiantes para divisar situaciones de riesgo y, mediante la corrección pertinente, mejorar sus destrezas de redacción académica.

Turnitin es una de esas herramientas reconocida a nivel internacional. Realiza sus búsquedas de similitud entre documentos de más de 1 billón de páginas y sitios de Internet, sin contar los más de 300 millones de trabajos que se almacenan en su propia base de datos subidos por los usuarios. Una vez realizadas las comparaciones, presenta un detallado informe con el respectivo Índice General de Similitud (igs) y las fuentes afines al texto presuntamente plagiadas. A estas fuentes el usuario puede acceder y va lorar por sí mismo el grado de copia o plagio mediante una comparación directa entre las secciones sospechosas con la original. Además, permite al docente dejar una calificación del trabajo, comentarios de voz y generales, entre otras bondades. Es empleado por más de 24 millones de estudiantes en 140 países (iParadigms, 2015). Su gran desventaja para la mayoría de las instituciones educativas es su coste de licencia comercial.

Varios centros educativos han empleado esta herramienta para prevenir y educar a sus estudiantes en formas de evitar el plagio académico. En el Redbridge College of Romford, Reino Unido, el Dr. Ayo Ayelabi (2013) mostró las bondades de Turnitin para mejorar las habilidades y destrezas en redacción académica de estudiantes de diferentes edades sometidos a un sistema de educación por Internet. Al inicio del programa dos de cada cinco de los educandos presentó un igs entre al 40% y 98%. Sin embargo, después de retroalimentar dicha información con las calificaciones y comen tarios de voz, en un segundo ensayo solo un 20% presentó igs mayor de 40%, siendo ya en el tercer evento un resultado totalmente opuesto a los del primer trabajo.

Por su parte Davis y Carroll (2009), sobre un total de 66 estudiantes de un diploma de Inglés para Fines Académicos en la Oxford Brookes University, mostró que entre un ensayo inicial con la correspondiente retroalimentación y uno final, el porcentaje de plagio podía reducirse en aproximadamente un 45%. Una encuesta al finalizar el programa resultó en que más de un 70% de los estudiantes indicó que Turnitin les fue muy útil para entender cómo evitar el plagio.

De igual modo, el impacto positivo de esta herramienta en la prevención del plagio entre estudiantes de University of Botswana fue descrita por Bata ne (2010). Esta investigación demostró que al emplear Turnitin la frecuencia de trabajos originales entre un primer ensayo y el segundo se puede incre mentar significativamente desde un 14,4% a un 52,1%.

La reducción del porcentaje de estudiantes que cometen plagio se mani fiesta además entre aquellos que usan el Turnitin para evaluar sus trabajos de fin de grado. Una investigación en la Jacksonville University, USA, indicó que el porcentaje de plagio entre los que emplean esta herramienta es casi dos veces menor a la de aquellos que no lo hacen (Baker et al., 2008).

La utilidad de Turnitin en el mejoramiento de la probidad académica de los educandos, se ensayó además entre estudiantes universitarios de Malasia y Australia (Cheah y Bretag, 2008); Nueva Zelanda (Goddard y Rudzki, 2005) y otras universidades de los Estados Unidos (Martin, 2005) y del Reino Unido (Dahl, 2007; Holi Ali, 2013), donde el uso de la herramienta por profesores y estudiantes ha sido valorada muy favorablemente.

A pesar de lo anterior se disponen de muy pocos trabajos en educación secundaria en los que se haya empleado esta herramienta con fines didác ticos. Un reporte dado por la compañía propietaria de Turnitin (iParadigms, 2014) indica que en estudiantes de la enseñanza media procedentes de colegios de los Estados Unidos se puede lograr en cinco años una mejora porcentual entre el 19% y el 78% en comparación al primer año de aplica do el programa. En otro resumen, los mismos autores citan una encuesta realizada en 2010 a docentes de diversos niveles de enseñanza donde el grado de satisfacción es tan elevado «que más del 90% de las instituciones renuevan su suscripción anual con Turnitin» (iParadigms, 2011).

Todo lo anteriormente expuesto presupone que el desarrollo de la era digital trajo consigo importantes cambios desde el punto de vista moral en los estudiantes de diferentes edades. El no considerar el plagio como un acto deshonesto por parte de los jóvenes, así como la carencia de políticas institucionales que promuevan su detección y su corrección fomentando estrategias para el desarrollo de destrezas de investigación y redacción académica, se consideran por el autor del presente trabajo como puntos críticos en las estrategias a seguir para eliminar este comportamiento de los planteles educativos y de las sociedades.

Metodología

La investigación fue no experimental, descriptiva y de corte transversal. Se seleccionaron los ensayos de investigación académica por revisión biblio gráfica que se disponían en formato digital de los 25 alumnos del tercer año de Bachillerato Internacional promoción 20142015. Los trabajos fueron dife renciados según el momento en el que se realizó el mismo (junio de 2014; octubre de 2014 y enero de 2015). Se tuvo en cuenta además el número de palabras y el género de los autores.

Cada uno de estos trabajos se había subido con anterioridad a Turnitin para verificar su igs y su autenticidad. Todos los trabajos calificados en su momento fueron remitidos a los estudiantes para su correspondiente retroalimentación lo que incluía: el igs, la valoración sobre los signos de plagio, insistiéndose en los problemas de redaccióncitaciónreferenciado y el puntaje correspon diente basado en criterios previamente establecidos. Durante este período, los estudiantes también fueron retroalimentados después de su primer ensayo con material resumido sobre el estilo apa (siglas en inglés de American Psy chological Association) en su 6ª edición para la citación y el referenciado, así como puntos clave para la identificación de fuentes confiables. Cada trabajo retroalimentado llevó consigo no solo el igs aportado por la herramienta, sino además la identificación de los segmentos o párrafos potencialmente copia dos. Posteriormente, los estudiantes con indicios de plagio debían entregar corregido su ensayo en estos aspectos. También se respondieron las dudas e inquietudes de los educandos en clases teóricoprácticas.

Entre las variantes de plagio a detectar se emplearon dos de las dimen siones de la clasificación de sus formas más frecuentes presentadas en los trabajos académicos ya planteadas en párrafos anteriores: o sea la copia textual y la copia casi textual con reacomodo de las oraciones. Se seleccionan las mismas puesto que son aquellas que los estudiantes pudieran distinguir con mayor facilidad y aplicar a sus trabajos académicos (Molina et al., 2011).

Para definir el resultado de la retroalimentación se presentó la siguiente

clave de evaluación al analizar el primer y último trabajo realizado:

  • Satisfactorio: si el estudiante en el último trabajo manejaba un sistema de citación y referenciado que permitiera identificar la fuente original de la información empleada.

  • Intermedio: si el estudiante primeramente presentó signos de plagio por copia textual o casi textual y posteriormente muestra destrezas en la paráfrasis y el referenciado, más no en la citación adecuada de dicha infor mación. En otras palabras, mejora pero no lo suficiente para una redacción académica libre de plagio.

  • Insatisfactorio: cuando el estudiante culmina el estudio con manifesta ciones de copia textual o casi textual en sus trabajos y no maneja un sistema de citación y referenciado adecuado.

Los resultados se procesaron en el paquete estadístico spss v. 22.0. Puesto que los datos no siguieron una distribución normal, los valores del igs y el total de palabras para dos grupos independientes se compararon por la prueba U de MannWhitney, mientras que para más de dos grupos mediante la prueba de KruskalWallis. El grado de asociación se determinó por el coeficiente de correlación de Spearman y las tablas de contingencia mediante Jicuadrado de Pearson. En todos los casos se empleó una pro babilidad de error tipo I menor al 5,0%.

Resultados

Los resultados generales se resumen en la Tabla 1. En total se dispusieron de 68 trabajos de los cuales el 66,2% correspondían a estudiantes del gé nero femenino. La extensión promedio de los ensayos fue de 698 palabras con un rango bastante amplio desde 286 hasta 1504. El igs osciló entre el 2 y el 94%, este último para un trabajo copiado casi literalmente de Internet. El valor medio para esta variable fue de 21%. Ninguna de estas variables mostró diferencias por género.

Asimismo, el 52,9% de todos los trabajos recibidos mostró signos de plagio, ya fuera por copia textual o ligeramente modificada de otras fuentes sin dar crédito a las mismas. Esta variable se relacionó con la extensión de los trabajos y como era de esperarse con el igs (Tabla 1). Tampoco se presentaron diferencias en la frecuencia de plagio por género (Femenino: 48,9% vs. Masculino: 60,9%; p =0,349).

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Por otro lado, el comportamiento del igs respecto al tiempo de realizado el ensayo, muestra una tendencia significativa a la reducción como se repre senta en el Gráfico 1: la mediana del total de palabras copiadas disminuye casi dos veces desde un 24% en el primer ensayo hasta un 13% en el último. No obstante, la amplitud de los cuartiles indica una gran dispersión de los datos en el primer ensayo, cuyo rango de igs se presentó entre 4% y 94%. La disminución de la variabilidad y de los valores medios del igs con el tiempo indica que se tiende a la homogeneidad en la redacción académica evitando las copias textuales o casi textuales de internet.

El coeficiente de correlación de Spearman indica que esta variable se asocia negativamente con el tiempo y de forma creciente con el número total de palabras (Tabla 2). La correlación negativa con el tiempo sugiere que la estrategia empleada para reducir la copia de fuentes de internet ha resulta do positiva. Por su parte la asociación positiva con el número de palabras en los documentos muestra que mientras más largo el trabajo, mayor es la probabilidad de que el estudiante sienta la «necesidad» de aportar ideas a su trabajo, lo cual puede hacer resumiendo o copiando de dichas fuentes cuando no se tienen habilidades en la paráfrasis.

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Por su parte, la correlación negativa entre el número de palabras y la fe cha de entrega observada en la tabla anterior significa una menor extensión de los trabajos revisados hacia enero de 2015 (media de 534 palabras), sien do los de octubre de 2014 los más extensos (media de 809 palabras). Esto puede asociarse a las diferencias en complejidad, profundidad y amplitud de las temáticas evaluadas. El pequeño tamaño muestral limita un análisis multivariante de los datos para determinar el efecto independiente de cada variable sobre la reducción del igs.

Por lo anterior, se decide reducir el efecto de la extensión del documento mediante la obtención de un igs relativo por cada 100 palabras dividiendo el igs observado para el total de palabras y multiplicada la fracción por 100. El análisis de varianza nuevamente indica diferencias significativas por fechas de entrega para esta nueva variable, mostrándose una tendencia a valores inferiores en octubre de 2014 y enero de 2015 donde más de la mitad de los trabajos tuvieron un igs inferior a 2,5 unidades por cada 100 palabras del ensayo mientras que en junio de 2014 este valor superó las 3,5 unidades por cada 100 palabras (Gráfico 2). Aunque la tendencia a la reducción no es lineal, estos resultados sugieren que de existir un efecto del número de palabras sobre la relación entre la fecha de entrega y la acción de copiar de fuentes electrónicas, este debe ser débil o poco significativo en los trabajos analizados.

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El análisis del porcentaje de trabajos sin copias textuales o casi textuales de fuentes de Internet que fueron detectadas en Turnitin se presenta en el Gráfico 3. En concordancia a lo ocurrido con el igs, el porcentaje de do cumentos con indicios de plagio por copia textual o ligeramente modificada se redujo significativamente en cuatro veces desde los primeros ensayos presentados en junio de 2014 hasta los más recientes en enero de 2015 (la comparación se realizó por el Test Chicuadrado de homogeneidad, resul tando en diferencias significativas para p < 0,001).

La relevancia del resultado anterior es que solo abarca seis meses aca démicos empleando Turnitin (considerando julio y agosto de vacaciones) para la detección y retroalimentación de una de las formas más comunes de plagio de este tipo de fuentes entre los jóvenes: el copypaste y la copia y modificación de palabras en el segmento copiado sin darle la correspon diente cita o alusión al documento original.

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Por su parte, las mejoras en la probidad académica entre un primer y un tercer ensayo se presentan en el Gráfico 4. Aproximadamente uno de cada tres estudiantes mejoraron significativamente en la presentación de sus ensayos desde el punto de vista del uso de la paráfrasis, la citación y referenciado adecuados. Asimismo, uno de cada cinco se encuentra en proceso de mejoras mientras que el 40% aún posee dificultades que limi tan la originalidad de su redacción. Téngase en cuenta que en este último caso se incluyen a los estudiantes que no mejoraron en su citación de las fuentes consultadas aunque desde un inicio no realizaran copias textuales o casi textuales de Internet. Por ello no coinciden totalmente estos resulta dos con los planteados en el Gráfico 3, el mismo que hace referencia a los documentos que presentan signos de copypaste y arreglo de oraciones. A pesar de esto, sí es evidente en ambos gráficos que existió una mejora notable en cuanto a la eliminación de esta forma de plagio en los ensayos de los estudiantes analizados.

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Discusión y conclusiones

La prevalencia del copypaste y la modificación de oraciones se consideran elevadas entre los trabajos analizados. Los mismos se encuentran en el rango indicado por otros autores en el ámbito Iberoamericano, donde las encuestas sostienen que este problema se presenta en más del 30% de los jóvenes (Molina et al., 2011; Sureda et al., 2009; Sureda et al. 2015; Beléndez Vázquez, et al., 2011; MutAmengual, et al., 2012).

La correspondencia entre estos resultados es de notar puesto que el diseño de las investigaciones de los autores mencionados evalúa la preva lencia de plagio mediante encuestas, mientras que el presente corrobora la elevada frecuencia de copia de fuentes de electrónicas directamente en los ensayos académicos entregados. Esto apoya los supuestos anteriores de que la frecuencia de plagio entre los adolescentes de la enseñanza media superior es elevada en la institución.

Al estratificar la muestra por género se encuentra que los reportes de plagio difieren a nivel mundial. Mientras Molina et al. (2011) y Honig y Bedi (2012) plantean que puede no haber diferencias en cuanto a las prácticas de plagio entre hombres y mujeres de la enseñanza secundaria, otros como Schlosser Montes (2014), Sureda et al. (2015) y MutAmengual et al. (2012), Becker y Ulstad (2007), Ummi Fa"iezah (2010), indican que la práctica del copypaste es más extendida entre los hombres. El autor del presente trabajo considera que si bien el género puede ser un factor predisponente a la comisión de plagio, lo más importante es detectar a tiempo esta acción deshonesta y promover entre todos una cultura de redacción académica original y de respeto a la propiedad intelectual.

La significancia de la relación entre el conteo total de palabras, el igs y la presencia de plagio académico, también fue presentada con anterio ridad por otros autores. Así, Orthaber (2008) y BiliæZulle, et al. (2005) encontraron una correlación positiva entre el número de palabras total y el grado o nivel de plagio en los ensayos académicos de sus estudiantes. Los trabajos evaluados por ellos tuvieron un promedio del conteo total de palabras también similar a los de la presente investigación. Se debe notar que la determinación del nivel de plagio se realizó por otras herramientas (Viper y WCopyFind) no tan internacionalmente reconocidas como Turnitin. No obstante, sus resultados apoyan los encontrados acá, donde se presenta un mayor riesgo de plagio mientras mayor extensión tenga el documento a realizar. Esto pudiera deberse a que mientras más elevada es la cantidad de palabras a escribir, mayor será la probabilidad de insertar frases similares a las ya publicadas por otros.

Lo más significativo del trabajo realizado fue la mantenida reducción del igs, así como de la frecuencia de copias de fuentes de internet y la mejora significativa de la probidad académica en cerca de un tercio de todos los estudiantes en apenas seis meses de retroalimentación. Las evidencias de Turnitin como herramienta para reducir el plagio de documentos electrónicos a diferentes niveles de enseñanza ya fue presentada en párrafos anteriores. Se deben recalcar los resultados de Ayo Ayelabi (2013) quien logró reducir en un 50% la frecuencia de investigaciones estudiantiles con igs elevados en tan solo dos entregas empleando retroalimentación. Otras pesquisas si milares indican mejoras próximas al 40% entre un primer y segundo ensayo (Davis y Carroll, 2009), aun cuando solo se les indicó que se iban a revisar por la herramienta todos los trabajos y no se realizó retroalimentación (Ba tane, 2010).

Todo lo anterior demuestra que con el empleo de Turnitin u otras herra mientas que ayuden al profesor y a los estudiantes (de forma persuasiva o con la retroalimentación correspondiente) a determinar en qué grado se encuentra el nivel de copia de sus fuentes, es posible mejorar sustancial mente las habilidades y destrezas de redacción académica.

Se debe acotar que la presente investigación tiene la limitante del corto tiempo en el que se probó la herramienta. Además, si bien la pequeña can tidad de estudiantes con los que se trabajó permitió hacer un seguimiento relativamente personalizado de sus errores de redacción y probidad acadé mica, ello pudo influir de forma notable en los resultados finales. Trabajar con grupos de mucho mayor tamaño puede limitar la interacción con los educandos, sin embargo es posible emplear otras formas de retroalimen tación aportadas por Turnitin como los comentarios de voz y escritos, así como ampliar las entradas de los estudiantes a revisar la originalidad de sus propios documentos. Los resultados también pueden estar afectados por la presencia de estudiantes de diferente rendimiento académico, así como por la no disponibilidad de trabajos realizados sin el uso de Turnitin y sin retroalimentación.

Aunque la herramienta empleada no puede detectar el plagio de fuen tes que no se encuentren en internet, la retroalimentación de forma grupal mediante actividades prácticas y el desarrollo e implementación de una política institucional sobre probidad académica desde los cursos básicos y la escuela, podrían constituirse también en estrategias para disminuir la incidencia de plagio en todos los educandos.

A pesar de lo anterior, se considera muy relevante disponer de una base de comparación para futuras investigaciones y para otros autores. La metodología empleada acá no solo es aplicable a Turnitin sino a otras herramientas disponibles en internet como Viper, Duplichecker, Plagiarism. org, iThenticate, entre muchos otros. Se requiere de estudios un poco más profundos y de mayor seguimiento que se dirijan a la identificación, entre estudiantes y profesores, de las causas del «ciberplagio», lo que permitiría corroborar en parte lo observado en esta investigación.

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Revista "Ciencia, Docencia y Tecnología" Universidad Nacional de Entre Ríos

 

 

 

Autor:

Díaz Arce, Dariel.