Desarrollo y Alteraciones del Patrón Vascular del Cerebro (página 2)
Enviado por Aurea Nereida Urquizo Abanto
Durante el periodo de vesiculación primaria, comienzan a ser aparentes vasos craneales específicos. La vascularización del cerebro embrionario sigue una progresión caudo-rostral, comenzado en el mielencéfalo y finalizando en el telencéfalo.
Las arterias carótidas internas se forman como ramas de los primeros arcos aórticos, y al comienzo del estado branquial, se extienden rostralmente desde el par de aortas dorsales para posteriormente terminar ventrales a la vesícula prosencéfalica. En esta época el primer y segundo arco aórticos regresan y las carótidas se hacen continuas con el tercer par de arcos aórticos; la red vascular perineural establece comunicaciones con este sistema vascular y luego cambia de tal manera que su capa más superficial se organiza en canales arteriales y venosos, mientras la más profunda, más cercana al tejido neural, constituye una red capilar. Conexiones entre ambas capas asegurarán el aporte arterial y el drenaje del sistema capilar profundo. También en este tiempo, pueden ser reconocidos ventrales al rombencéfalo y dorsales y paralelos a las carótidas, dos canales arteriales (plexos), uno a cada lado de la línea media: las arterias longitudinales neurales ventrales (figura 3). Estas constituyen el primordio de la arteria basilar y corren, ventromediales al primordio de las raíces nerviosas craneales. Sus extremidades caudales comunican lateralmente con el sistema carotideo a través de la primera arteria segmentaria, la arteria proatlantal. A nivel del nervio trigémino, se establece otra comunicación transitoria, la arteria trigeminal. Otras anastomosis transitorias adicionales nutren las arterias longitudinales neurales ventrales, la arteria ótica a nivel de la vesícula ótica, y la arteria hipoglosal, en relación con el XII par craneal.
En este punto, el tubo neural ya se encuentra en su estado de vesiculación secundaria, y ocurren muchos cambios en las arterias carótidas internas. Cada una avanza rostralmente y, al nivel de la vesícula óptica, se divide en una rama craneal y una rama caudal. La rama craneal se subdivide para constituir un anillo arterial alrededor del cuello de cada vesícula telencefálica, dando origen a las arterias coroideas anteriores, cerebrales medias, olfatorias primitivas, así como a la arteria cerebral anterior como su rama terminal. La rama caudal alcanza el extremo cefálico de la arteria longitudinal neural ventral ipsilateral para constituir la arteria comunicante posterior. Esto conduce a la regresión de las anastomosis transitorias pre-existentes mencionadas anteriormente.
Simultáneamente, las arterias longitudinales neurales ventrales tienden a fusionarse en la línea media para formar la arteria basilar, y por lo tanto el segmento posterior del polígono de Willis (figura 4). El desarrollo del tectum mesencefálico y de los labios cerebelosos primitivos conduce a la individualización de canales arteriales los cuales circundan el tubo neural para constituir las arterias mesencefálica y cerebelosa superior, a partir de la división craneal de la carótida interna (figura 5).
Figura 3. Embrión de 4 mm, día 36; 1. Vesícula prosencefálica; 2. División cefálica de la arteria carótida interna; 3. Vesícula óptica; 4. Arteria carótida interna; 5. Tercer arco aórtico; 6. Cuarto arco aórtico; 7. Mesencéfalo; 8. División caudal de la arteria carótida interna; 9. Arteria trigeminal; 10.Nervio trigémino; 11.Metencéfalo; 12. Nervio VII y VIII; 13. Arteria ótica; 14. Plexos arteriales (arterias) longitudinales neurales bilaterales; 15. Nervio X; 16. Nervios XII; 17. Mielencéfalo.
Figura 4. Embrión de 5 a 7 mm, días 29 a 34. 1. Diencéfalo; 2. Telencéfalo; 3.Arteria olfatoria primitiva; 4. Arteria carótida interna; 5. Tercer arco aórtico; 6. Mielencéfalo; 7. Mesencéfalo; 8. Arteria comunicante posterior; 9. Arteria basilar en formación; 10. Nervio VIII; 11. Nervio IX; 12. Nervio X; 13. Arteria longitudinal neural (bilateral).
Figura 5. Embrión de 12.5 mm, 34 a40 días.
1. Primordio de la pineal; 2. Arteria comunicante posterior; 3. Arteria coroidea anterior; 4. Arteria cerebral media; 5. Arteria olfatoria primitiva (cerebral anterior); 6. Arteria carótida interna; 7. Arteria espinal anterior; 8. Nervio XII; 9. Arteria vertebral; 10. Arteria diencefálica; 11.Arteria mesencefálica; 12. Tronco de la arteria cerebral posterior; 13. Nervio III; 14. Arteria cerebelosa superior; 15. Arteria basilar; 16. Nervio VIII; 17. Componente de la arteria cerebelosa anteroinferior; 18. Nervio IX; 19. Arteria vertebral; 20. Nervio X; 21.
Anastomosis basilovertebral lateral primitiva
El orden de regresión de las anastomosis transitorias es así: primero la ótica, después la hipoglosal y finalmente la trigeminal. Un segundo par de canales longitudinales, dorsales a las arterias longitudinales neurales ventrales se forma y son llamadas las anastomosis primitivas basilovertebrales laterales (figura 5).
Estas se unen a las arterias proatlantales intersegmentarias y también se comunican con las longitudinales neurales ventrales por canales transversos. Ellos forman anastomosis entre las arterias vertebrales y basilar y dan origen a cada arteria cerebelosa posteroinferior. Durante este tiempo, ocurren otros cambios: la arteria faríngea ventral, precursora de la carótida externa, nace del saco aórtico, y la arteria hioidea (rama de la carótida interna) da curso a una rama llamada la arteria estapedial.
Posteriormente las arterias intersegmentarias que nacen de las aortas dorsales para irrigar los somites cervicales, se fusionan en sus extremos dorsales en sentido rostrocaudal. Al ocurrir esto, todas las comunicaciones a cada aorta dorsal regresan excepto la de la sexta arteria intersegmentaria. Este canal dorsal llega a convertirse en la arteria vertebral, y contribuye a la arteria subclavia. Durante la última fase del período branquial, la arteria estapedial se bifurca en una rama dorsal que continúa como arteria meníngea media y también a la región supraorbitaria, y una rama ventral o maxilomandibular. Esta última se divide en las arterias maxilar y mandibular luego de recibir contribución de la maxilar interna, rama de la carótida externa.
En este punto la anatomía es tal que las arterias meníngea media, supraorbitaria, maxilar y mandibular están nutridas por carótidas interna y externa.
Finalmente, la arteria comunicante posterior convertida en un canal único, completa el polígono de Willis. La porción proximal de la arteria estapedial comienza a regresar, y la arteria hioidea se convierte en la arteria carótico timpánica. El remanente distal de la arteria estapedial se convierte en la arteria timpánica superior y las arterias meníngeas medias, maxilares y mandibulares con sus ramas terminales se hacen territorio de la carótida externa a través de la maxilar interna. A los 40 mm (50 días y más) la configuración arterial ya es comparable a la del adulto, coincide con la parte final del primer trimestre de gestación, y significa el inicio de la fase fetal del desarrollo (figura 6).
Es importante destacar aquí que la organización neural del sistema nervioso central, especialmente el telencéfalo, es aún muy rudimentaria al final del período embrionario.
Figura 6. Embrión de 43 mm, día 60. 1. Hemisferios cerebrales; 2. Ramas de la arteria cerebral media; 3. Arteria cerebral anterior (curso interhemisférico); 4. Arteria coroidea anterior; 5. Arteria oftálmica; 6. Arteria carótida interna; 7. Arteria basilar; 8. Arteria espinal anterior; 9. Arteria vertebral; 10. Pineal; 11. Arteria diencefálica; 12. Arteria mesencefálica; 13. Arteria comunicante posterior; 14. Arteria cerebelosa superior; 15. Nervio IV; 16. Cerebelo en desarrollo; 17. Arteria cerebelosa anteroinferior; 18. Plexo coroide del IV ventrículo; 19. Arteria cerebelosa posteroinferior.
3.2 ETAPA FETAL
El patrón vascular del cerebro en etapa fetal se representa en dos segmentos: rostral y caudal, los cuales a su vez se clasifican en cuatro segmentos. El segmento caudal está formado por la arteria cerebelosa anteroinferior, la arteria cerebelosa posteroinferior, la arteria cerebelosa superior y las arterias mesencefálicas, que derivan del sistema vertebrobasilar. El segmento rostral está compuesto por la arteria cerebral posterior, arteria coroidea anterior, arterias cerebral media y arteria cerebral anterior las cuales se originan de la arteria carótida interna. Cada uno de estos vasos inicialmente originan ramos perforantes centrales, posteriormente ramas laterales, y finalmente ramos perforantes distales a un grupo celular sobre el dorso sellar. Del grupo rostral nace la arteria cerebral anterior, la cual origina la arteria recurrente de Heubner como rama lateral.
Las ramas interhemisféricas fueron descritas en 1874 por Duret y Heubner, sistematizadas por Critchley en 1930 y Almeida en 1933, entre otros. La arteria cerebral anterior (ACA) se origina de la arteria carotidea interna (ACI) distal al sifón carotídeo, en la porción anterior de la cisura de Silvio, lateral al quiasma óptico y por debajo de la sustancia perforada anterior. Posteriormente sigue un curso anteromedial y cursa por encima del nervio óptico o quiasma y por debajo de la estría olfatoria medial a nivel de la cisura interhemisférica.
IV. Desarrollo de la vasculatura venosa cerebral
La mayor parte del sistema venoso cerebral definitivo aparece durante el tercer mes de vida fetal. Es en esta etapa en la que aparecen estructuras como el seno longitudinal superior y la vena de Galeno.
La precursora de las venas embrionarias cerebrales profundas es una vena de la línea media, única y transitoria, denominada vena prosencefálica media. Este vaso transitorio drena los plexos coroideos y se dirige posteriormente hacia un plexo dural dorsal (interhemisférico) en desarrollo denominado sinus falcine. La vena prosencefálica media regresa cuando el desarrollo de los ganglios basales y de los plexos coroideos induce la formación de las venas cerebrales internas definitivas, esto sucede hacia la décima semana del desarrollo. Si las venas prosencefálicas medias no regresan normalmente, puede persistir una conexión fistulosa con las arterias primitivas coroideas. Por lo tanto la malformación de la vena de Galeno fue reconocida como la primer malformación vascular embrionaria; ésta es una patología arteriovenosa (AV) coroidea.
Se distinguen un grupo superficial y uno profundo. El primero drena la corteza y la sustancia blanca subcortical y desemboca principalmente en los senos sagital superior o en los senos de la base. El segundo drena el plexo coroideo, las regiones periventriculares, el diencéfalo, los núcleos basales y la sustancia blanca profunda; desemboca principalmente en las venas cerebrales internas y en las venas de Galeno.
4.1 VENAS CEREBRALES SUPERFICIALES
En la superficie de los hemisferios cerebrales existe un conjunto de venas, las venas cerebrales superficiales, situadas en el espacio subaracnoideo y profusamente anastomadas entre sí. En estas venas vierten su contenido las venas cerebrales profundas que, a su vez, recogen la sangre de la corteza cerebral y del centro ova. La sangre de las venas cerebrales superficiales se dirige principalmente hacia los senos de la duramadre.
Las venas cerebrales superficiales son tanto más gruesas cuanto más cerca se encuentran de los bordes superior e inferior de los hemisferios cerebrales. Estas venas forman dos corrientes sanguíneas, la corriente superior o de la bóveda, formada por las venas cerebrales superiores, y la corriente inferior o de la base, constituida por las venas cerebrales inferiores.(Fig.7)
Corriente Superior: Drena la sangre al seno sagital superior. Cuando las venas se acercan al seno transpasan la aracnoides y fijan su adventicia al tejido conjuntivo duro de la duramadre. Se distinguen los siguientes grupos de venas cerebrales superiores:
· Venas prefrontales, frontales y parietales. Proceden del polo frontal, del tercio superior del lóbulo frontal y del lóbulo parietal. Terminan en el sentido de la corriente del seno sagital superior.
· Venas Occipitales. Drenan la sangre del lóbulo occipital. Terminan en el seno a contracorriente.
· Vena cerebral media superficial. Recorre el surco lateral y termina en el seno sagital superior por medio de la vena anastomótica de Trolard, en una dirección intermedia con los dos grupos anteriores. Además, presenta una anastomosis ocasional con el seno transverso por medio de la vena anastomótica inferior de Labbé.
Corriente inferior. Está constituida por venas situadas en la base del cerebro que desembocan en los senos cavernoso, petroso superior y transverso.
Figura 7. Venas Superficiales del cerebro. 1. Seno cavernoso, 2. Venas cerebrales superiores, 3. Venas cerebrales inferiores, 4. Vena superficial media cerebral, 5. Seno sagital superior, 6. Seno transverso, 7. Vena yugular interna, 8. Vena anastomótica de Labblé, 9. Vena anastomótica superior de Trolard
4.2 VENAS CEREBRALES PROFUNDAS
Esta constituido por el denominado sistema de las venas de Galeno, formado por las venas cerebrales internas y la vena cerebral magna de Galeno. (Fig.8)
Venas Cerebrales Internas: Son dos, una derecha y otra izquierda, que nacen a nivel del agujero interventricular por confluencia de tres venas: la vena coroidea superior, la vena talamoestriada y la vena anterior del septo pelúcido.
· La vena coroidea superior está constituida a lo largo de todo plexo coroideo del ventrículo lateral hasta llegar al agujero interventricular. Recibe ramas procedentes del hipocampo, el fórmix y el cuerpo calloso.
· La vena talamoestriada superior o vena terminal discurre por el ángulo entre el tálamo y el núcleo caudado (surco talamoestriado) y termina en la vena coroidea superior.
· La vena anterior del septo pelúcido se origina a nivel de la sustancia blanca del lóbulo frontal y de la rodilla del cuerpo calloso, estendiendose a través del septo pelúcido hasta la vena talamoestriada.
Vena Cerebral Magna de Galeno: Una vez formadas, las venas cerebrales internas avanzan hacia atrás discurriendo sobre el techo del III ventrículo hasta llegar a los colículos superiores, donde terminan uniéndose entre sí para formar la vena cerebral magna de Galeno. Esta vena es muy corta y termina rápidamente en el extremo anterior del seno recto.
Figura 8. Venas Cerebrales Profundas: 1. Vena cerebral magna de Galeno, 2. Vena cerebral interna, 3. Vena coroidea superior, 4. Vena talamoestriada superior, 5. Vena anterior del septo pelúcido.
ANOMALÍAS DEL PATRÓN VASCULAR
Las malformaciones vasculares cerebrales (MVC) son errores de la morfogénesis vascular, detectables en el momento del nacimiento, causados por un defecto o un mal funcionamiento del proceso de maduración capilar embrionario; tienen como resultado la formación de arterias, venas y canales capilares, con cortocircuitos o sin ellos. Su conducta clínica y su historia natural dependen del tipo de canales vasculares comprometidos, de la presencia o ausencia de cortocircuitos, de los efectos hemodinámicas sobre la estructura y función cerebral, de su localización específica, y de la reacción secundaria adquirida y la adaptación del sistema vascular cerebral.
De acuerdo a Mc Cormick, existen cuatro tipos morfológicos (Figura 9).
– Telangiectasias capilares
– Malformaciones venosas (incluye várices)
– Angioma cavernoso
– Malformación arteriovenosa (MAV)
En relación a su frecuencia como hallazgo de autopsia, Mc Cormick, en 4069 cerebros consecutivos encontró que 165 (4,05%) tenían una o más malformaciones. De ellas las malformaciones venosas fueron en total 109 (2, 7%), las telangiectasias capilares 28 (0, 69%), las MAV 24 (0, 59%) y los angiomas cavernosos 16 (0, 39%).
Figura 9: Tipos de Malformaciones Vasculares Cerebrales
a.Telangiectesia capilar b. Angioma venoso c. Angioma cavernoso d. Malformaciones arteriovenosa
a. Telangiectasias capilares
Están compuestas por pequeños vasos de tipo capilar, separados por tejido cerebral relativamente normal. Por lo general son pequeñas y pueden ocurrir en cualquier lugar del cerebro aunque son algo más frecuentes en la región subcortical de hemisferios cerebrales cerca al cuerpo estriado, en protuberancia, o pedúnculo cerebeloso medio. Es muy raro que sangren y son en realidad hallazgos de estudios de imágenes o de autopsias.
Estas lesiones pueden ser solitarias o múltiples especialmente si se encuentran asociadas a síndromes, como Sturge-Weber, Osler-Weber-Rendu, Wyburn-Mason.
Pueden presentarse concomitantemente con otras malformaciones vasculares como angioma venoso o angioma cavernoso.
En estas lesiones el riesgo de hemorragia es muy bajo, excepto en casos ubicados en tronco cerebral.
b. Malformaciones venosas
Estas lesiones pueden ser de dos tipos:
– Los angiomas venosos, que están compuestos por venas de diferente tamaño que tienden a formar plexos con presencia de tejido cerebral interpuesto. Las venas confluyen en una sola vena gruesa central que puede drenar a venas superficiales, al seno longitudinal superior (SLS) o al sistema venoso de la Vena de Galeno.
Son más comunes en las regiones irrigadas por la arteria cerebral media.
En los estudios de anatomía patológica (AP) son las lesiones vasculares que se encuentran con mayor frecuencia.
Son demostrados por los estudios de imágenes en pacientes con síntomas inespecíficos. Pueden aparecer en tomografía o resonancia magnética o angiorresonancia.
Clínicamente son silentes, rara vez producen convulsiones y aún es más rara la posibilidad de que presenten cuadros de hemorragia.
Esta red de venas malformadas, muchas veces está drenando territorios de tejido cerebral normal entre los vasos o de la vecindad, y tienen un flujo y presión intraluminal bajos (Figura 10).
Figura 10. Resonancia magnética de cerebro que muestra lesión tipo angioma venoso frontal basal derecho, subcortical que inicia a nivel subependimario y drena a venas de polo frontal.
– Las várices venosas consisten en la presencia de una vena única, que por lo general es una vena anormalmente dilatada. Se distingue de una vena cerebral congestionada porque se le encuentra en un lugar de parénquima cerebral que no corresponde al pasaje de venas gruesas de acuerdo al patrón normal de circulación cerebral. Por otro lado tiene diámetro anormal para los casos con ubicación subcortical. Sus paredes se encuentran hialinizadas.
c. Angiomas cavernosos
Estas lesiones, histológicamente están compuestas por vasos sinusoidales de diferente tamaño que muestran una estructura sólida, compacta. Prácticamente no existe parénquima cerebral entre los vasos. Pueden existir diminutos vasos aferentes, eferentes y venas de drenaje. Los vasos se separan por septum de colágeno y muestran sangre en diversos estadios de degradación e incluso pueden encontrarse vasos trombosados. La ausencia de tejido cerebral interpuesto los diferencia de las telangiectasias capilares.
(Fig. 11)
Tienen un aspecto nodular, color rojizo. Su tamaño varía desde lesiones puntiformes hasta lesiones de varios centímetros.
Se encuentran con frecuencia signos de hemorragias previas, con fibrosis y macrófagos con inclusiones de hemosiderina. Se pueden presentar en cualquier lugar del sistema nervioso central, con cierta tendencia a ser múltiples, y más a nivel del tronco cerebral, donde tienden a adoptar con mayor frecuencia la forma quística. Otras localizaciones frecuentes son hemisferios cerebrales en sector subcortical, cerca a la cisura de Rolando y ganglios basales. Rara vez se encuentran adheridos a meninge basal, seno cavernoso o aparato optoquiasmático.
En general se les encuentra con mayor frecuencia a nivel supratentorial (70%).
Figura 11:
Muestra el angioma cavernoso de ubicación intrabulbar, con superficie que protruye a nivel de pedúnculo cerebeloso inferior y cubierto por una capa hemática en reabsorción.
Al retirar capa hemática se descubre el angioma cavernoso.
d. Malformaciones arteriovenosas (MAV)
Están constituidas por una compleja malla de arterias y venas malformadas unidas por fístulas. Las malformaciones arteriovenosas no tienen lecho capilar interpuesto; las pequeñas arterias tienen una deficiente capa muscular y las venas una mal definida capa elástica. La lesión puede ser compacta o de tipo plexiforme. El tejido cerebral entre estos vasos es por lo general gliótico y con hemosiderina como residuo por hemorragias previas. En algunos especímenes se puede encontrar depósito de calcio en la pared de los vasos. Además, es probable encontrar aneurismas intranidales o cercanos a la lesión.
Estas lesiones pueden tener una ubicación supra o infratentorial, siendo las más frecuentes las supratentoriales (70-76%). A este nivel tienden a adoptar forma piramidal, con el vértice hacia la superficie ventricular.
Se considera que de acuerdo a los estudios de autopsia los angiomas venosos son el tipo más común de lesión vascular, pero que la MAV es la lesión que con mayor frecuencia se hace sintomática.
Se considera que clínicamente las MAV (Figura 12) son las más peligrosas de todas las malformaciones vasculares cerebrales. Estas lesiones se pueden hacer sintomáticas a cualquier edad; pero el pico de mayor incidencia es en la cuarta década de vida. Hay un ligero predominio de sexo masculino, en relación 1,4: 1. En estadísticas de EE.UU., la prevalencia es de 0,14% anual de MAV en la población general.
El promedio de edad al primer diagnóstico de los pacientes con MAV es a los 33 años, esto es 10 años antes de lo que sucede en pacientes con aneurismas cerebrales.
El 64% de la MAV se diagnostica antes de los 40 años de edad.
Figura 12: Superficie de una MAV cerebral (lóbulo frontal derecho) cuando es expuesta quirúrgicamente. Obsérvese los vasos anómalos (*) y la gruesa vena de drenaje.
III. Resumen
Aunque solo representa el 2,5% del peso corporal, el encéfalo recibe aproximadamente un sexto del gasto cardiaco y un quinto del oxígeno consumido por el organismo en reposo. La vascularización arterial del cerebro deriva de las arterias carótidas internas y vertebrales que se localizan en el espacio subaracnoideo. El drenaje venoso se realiza a través de las venas cerebrales y cerebelosas, que desembocan en los senos venosos durales adyacentes.
El desarrollo de las arterias cerebrales es un continuo proceso adaptativo de la vascularización a los cambios en la forma, tamaño y metabolismo del cerebro. Es un mecanismo de interacciones recíprocas en el cual el aporte sanguíneo está siendo constantemente adaptado a los requerimientos metabólicos de la actividad cerebral.
El dinámico proceso de la morfología de la vascularización arterial es mejor entendido en términos de las modalidades de irrigación del tejido neural durante los estadios tempranos del desarrollo, junto con la evolución morfológica del cerebro mismo.
El patrón vascular del cerebro en etapa fetal se representa en dos segmentos: rostral y caudal, los cuales a su vez se clasifican en cuatro segmentos. El segmento caudal está formado por la arteria cerebelosa anteroinferior, la arteria cerebelosa posteroinferior, la arteria cerebelosa superior y las arterias mesencefálicas, que derivan del sistema vertebrobasilar. El segmento rostral está compuesto por la arteria cerebral posterior, arteria coroidea anterior, arterias cerebral media y arteria cerebral anterior las cuales se originan de la arteria carótida interna.
Las malformaciones vasculares cerebrales (MVC) son errores de la morfogénesis vascular, detectables en el momento del nacimiento, causados por un defecto o un mal funcionamiento del proceso de maduración capilar embrionario; tienen como resultado la formación de arterias, venas y canales capilares, con cortocircuitos o sin ellos. Su conducta clínica y su historia natural dependen del tipo de canales vasculares comprometidos, de la presencia o ausencia de cortocircuitos, de los efectos hemodinámicas sobre la estructura y función cerebral, de su localización específica, y de la reacción secundaria adquirida y la adaptación del sistema vascular cerebral.
De acuerdo a Mc Cormick, existen cuatro tipos morfológicos.
– Telangiectasias capilares
– Malformaciones venosas (incluye várices)
– Angioma cavernoso
– Malformación arteriovenosa (MAV)
IV. Abstract
Although single it represents 2.5% of the corporal weight, encephalon receives approximately sixth from the cost cardiac and fifth of the oxygen consumed by the organism in rest. The arterial vascularización of the brain derives from the arteries internal and vertebrales carotids that are located in the subarachnoid space. The venous drainage is made through the cerebral and cerebelosas veins, that end at the adjacent durales venous sines. The development of the cerebral arteries is a continuous adaptive process of the vascularización to the changes in the form, size and metabolism of the brain. It is a mechanism of reciprocal interactions in which the sanguineous contribution is constantly being adapted to the metabolic requirements of the cerebral activity. The dynamic process of the morphology of the arterial vascularización better is understood in terms of the irrigation modalities of the neural weave during the early stages of the development, along with the morphologic evolution of the same brain.
The vascular pattern of the brain in fetal stage imagines in two segments: rostral and volume, which are classified as well in four segments. The segment of great volume is formed by the anteroinferior cerebelosa artery, the posteroinferior cerebelosa artery, the superior cerebelosa artery and the mesencefálicas arteries, that derive from the system to vertebrobasilar. The rostral segment is made up of the cerebral artery later, cerebral previous coroidea artery, arteries average and previous cerebral artery which originate of the artery internal carotid. The malformations you will tilt cerebral (MVC) are errors of the vascular morfogénesis, detectable at the moment of the birth, caused by a defect or badly an operation of the embryonic process of hair maturation; they have like result the hair formation of arteries, veins and channels, with short circuits or without them. Their clinical conduct and its natural history depend on the type of channels you will tilt it jeopardize, of the presence or absence of short circuits, of the hemodinámicas effects on the structure and cerebral function, of their specific location, and the secondary reaction acquired and the adaptation of the cerebral vascular system. According to Mc Cormick, four morphologic types exist – Telangiectasias hair – venous Malformations (it includes várices) – cavernous Angioma – arteriovenosa Malformation (MAV)
V. Conclusiones
· El desarrollo de las arterias cerebrales es un continuo proceso adaptativo de la vascularización a los cambios en la forma, tamaño y metabolismo del cerebro.
· La vascularización del cerebro embrionario sigue una progresión caudo-rostral, comenzado en el mielencéfalo y finalizando en el telencéfalo.
· El patrón vascular del cerebro en etapa fetal se representa en dos segmentos: rostral y caudal, los cuales a su vez se clasifican en cuatro segmentos. El segmento caudal está formado por la arteria cerebelosa anteroinferior, la arteria cerebelosa posteroinferior, la arteria cerebelosa superior y las arterias mesencefálicas. El segmento rostral está compuesto por la arteria cerebral posterior, arteria coroidea anterior, arterias cerebral media y arteria cerebral anterior.
· La mayor parte del sistema venoso cerebral definitivo aparece durante el tercer mes de vida fetal.
· En el desarrollo venoso del cerebro se distinguen un grupo superficial y uno profundo.
IV. Bibliografía
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2. Lasjaunias P., Berenstein A. Surgical Neuroangiography. Vol 3. Springer Verlag, 1990.
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6. Ojeda Sahagún.Neuroanatomía humana : Aspectos funciones y clínicos.2005. Editorial Masson. España
Autor:
Aurea Nereida Urquizo Abanto
CURSO : Morfología Integrada
ÁREA: Embriología
DOCENTES:
Dr. Rodil Cruzalegui Henriquez
Dr. Luis Florián Zavaleta
Dr. Javier Alvarez
Dr. Guillermo Fonseca
UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO
FACULTAD DE MEDICINA
ESCUELA DE MEDICINA
DEPARTAMENTO DE MORFOLOGÍA
SECCIÓN DE EMBRIOLOGÍA
FECHA : 21-07-2008
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