- Generalidades
- Desarrollo de la vasculatura arterial cerebral
- Desarrollo de las vasculatura venoso del cerebro
- Anomalías del patrón vascular
- Resumen
- Conclusiones
- Bibliografía
I. Introducción
Hacer un resumen del desarrollo vascular del cerebro es una tarea ardua y compleja. A esto contribuye la escasez de fuentes en donde se detalle este tema, y la poca disponibilidad de imágenes referentes al mismo. Los textos revisados hacen referencia a trabajos del doctor Miguel Enrique Berbeo Calderón, Congdon E., Padget D., etc.
Aunque solo representa el 2,5% del peso corporal, el encéfalo recibe aproximadamente un sexto del gasto cardiaco y un quinto del oxígeno consumido por el organismo en reposo. La vascularización arterial del cerebro deriva de las arterias carótidas internas y vertebrales que se localizan en el espacio subaracnoideo. El drenaje venoso se realiza a través de las venas cerebrales y cerebelosas, que desembocan en los senos venosos durales adyacentes.
El desarrollo de las arterias cerebrales es un continuo proceso adaptativo de la vascularización a los cambios en la forma, tamaño y metabolismo del cerebro. Es un mecanismo de interacciones recíprocas en el cual el aporte sanguíneo está siendo constantemente adaptado a los requerimientos metabólicos de la actividad cerebral.
El dinámico proceso de la morfología de la vascularización arterial es mejor entendido en términos de las modalidades de irrigación del tejido neural durante los estadios tempranos del desarrollo, junto con la evolución morfológica del cerebro mismo.
II. Generalidades
Estado Pre coroideo:
En los estadios más tempranos del desarrollo, debido a que el tubo neural está todavía abierto, los nutrientes difunden directamente desde el líquido amniótico a través de la superficie ependimaria del tubo. Tan pronto como se cierra después de separarse de sus cubiertas ectodérmicas, el tubo neural está rodeado por tejido conectivo derivado de la cresta neural que forma la meninge premitiva, de donde se deriva posteriormente las leptomeninges (aracnoides y piamadre). Esta provee el apoyo nutricional inicial para el tubo neural cerrado gracias a un mecanismo de difusión a través de la superficie externa (meninge). Fig.1
Figura 1. Estado Precoroideo. La difusión e nutrientes a todo el tubo neural es suficiente desde el plexo vascular superficial de las leptomeninges primitivas. 1. Ectodermo no neural; 2. Tubo neural; 3. Leptomeninge primitiva; 4. Vasos arteriales y venosos primitivos; 5. Cavidad del tubo neural.
Estado Coroideo:
Debido al continuo crecimiento cerebral, esta forma de nutrición desde la meninge primitiva comienza a ser suplementada por la invaginación local de la meninge hacia la luz de las cavidades ventriculares para constituir los plexos coroides, de tal forma que la nutrición del tubo neural viene entonces tanto de su superficie externa como de su superficie ependimaria.
Figura 2. Estado coroideo. El desarrollo de la fisura coroidea y del plexo coroide en respuesta al constante aumento del espesor de las paredes del tubo neural, asegura un aporte de nutrientes satisfactorio. 1. Ectodermo no neural; 2. Tubo neural; 3. Vasos del plexo coroide; 4. Leptomeninges primitivas; 5. Vasos arteriales y venosos de las leptomeninges; 6. Fisura coroidea; 7. Cavidad del tubo neural.
III. Desarrollo de la vasculatura arterial cerebral
3.1. ETAPA DE EMBRIÓN
En los días siguientes al cierre del extremo rostral del tubo neural (día 23- 25), y precisamente en esta zona, se desarrolla una vesiculación del mismo con la formación de tres vesículas primitivas (prosencéfalo, mesencéfalo y rombencéfalo) al comienzo de la tercera semana, y de cinco vesículas secundarias al final de la misma semana: el prosencéfalo se divide en telencéfalo y diencéfalo, el mesencéfalo permanece sin cambios, y el rombencéfalo se divide en metencéfalo y mielencéfalo.
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