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El Sentido Histórico del Proyecto Educativo de Lutero (I)

Enviado por Jorge Dávila

Partes: 1, 2, 3

    1. El rechazo del orden medieval
    2. La problemática educativa
    3. Las propuestas educativas de Lutero
    4. Transición
    5. Referencias bibliográficas

    El presente es el primero de un conjunto de artículos dedicados a la comprensión histórica de la reforma educativa que Martín Lutero impulsó en Alemania a principios del siglo XVI. Luego de ofrecer algunos indicios preliminares acerca de la vinculación entre el pensamiento de Lutero y la crisis del orden de sentido medieval, se procede a tratar en detalle las ideas educativas de este pensador. Se muestra, en primer lugar, de qué modo el tema educativo se le presenta a Lutero como problemático y digno de atención. En segundo lugar se despliega la propuesta educativa que Lutero formula en vista de la problemática que tiene entre manos.

    Palabras claves: reforma educativa, Lutero, orden medieval, comprensión histórica

    This is the first of two papers devoted to the historical comprehension of the educational reform promoted by Martin Luther in the early 16th century Germany. After showing some preliminary connections between Luther’s thought and the crisis of the medieval order, Luther’s educational ideas are treated in detail. First, it is shown in what way education is an issue for Luther, and why it seems to demand closer attention. Second, Luther’s proposals for an educational reform are unfolded as a response to the wider problems confronted by his thought.

    Key words: educational reform, Luther, medieval order, historical comprehension

    1. Introducción

    El presente trabajo despliega un camino inquisitivo que busca comprender a fondo el pensamiento de Martín Lutero en el campo de la educación. La expresión

    "comprender a fondo" debe ser entendida, aquí, en un doble sentido. En primer lugar, se trata de superar (ir más allá de) el enfoque usualmente adoptado en esta clase de trabajos. Podríamos caracterizar tal enfoque diciendo que éste supone dogmáticamente que las ideas educativas de un pensador del pasado forman parte de un proceso histórico de continuo progreso del saber humano en esa materia; progreso que culmina —al menos por ahora— en nuestras presentes convicciones acerca de cómo y por qué debe educarse a los jóvenes de una cierta manera. Desde esta perspectiva, lo que interesa del pensamiento educativo de otras épocas es en qué medida y de qué forma éste hizo "avanzar" esa "área" particular del saber —de la cual se presume que está, y siempre ha estado, en continuo perfeccionamiento. Por eso esta clase de investigación busca detectar aquellas ideas del pensador que resultan novedosas para su época, y que parecen ser precursoras de las nuestras actuales, y distinguirlas de aquellas otras que lucen como conservadoras o retrógradas. Nótese que esto implica ver la obra del pensador como una especie de colección de ideas independientes entre sí, donde cada una de ellas puede perfectamente sostenerse por sí sola, sin necesidad de acudir a las demás. Más aún, de acuerdo con esa misma lógica, el conjunto de ideas educativas de un pensador forma un "área" de conocimiento auto-subsistente, es decir, fundamentalmente independiente de cualquier otra área en la cual haya podido trabajar ese pensador.

    Es por ello que las investigaciones realizadas bajo ese enfoque pocas veces necesitan recurrir a temas ajenos al estrictamente educativo para construir sus explicaciones.

    Lo que el presente trabajo pretende "superar" con respecto a ese enfoque dominante es, en pocas palabras, la ingenuidad histórica en la que éste incurre. Por "ingenuidad histórica" entiendo la falta de conciencia crítica acerca del carácter históricamente contingente de los presupuestos sobre los cuales se basa ese (o cualquier otro) enfoque. Tal ingenuidad permite suponer que la problemática educativa de nuestra época particular fue el tema de fondo al que trató de dar respuesta el pensamiento educativo desde sus mismos inicios, y que nuestras convicciones actuales en ese campo fueron, desde siempre, el gran objetivo que ese pensamiento se propuso alcanzar —aunque ciertamente de manera defectuosa y balbuceante. Esta posición parece olvidarse de una de las mayores ganancias que, en términos de conocimiento crítico, nos ofrecieron la antropología y la filosofía del siglo XX: la noción de "relativismo cultural", es decir, la idea de que toda realidad percibida y/o comprendida depende (y se da sobre la base) del sustrato cultural en el que ella aparece y del cual forma parte. Bien conocidos son, en ese campo, los trabajos filosóficos de pensadores de la talla de Heidegger, Foucault, Lyotard, MacIntyre y otros similares. De ellos se deduce, claramente, que el tratamiento que una cierta época da a una determinada temática sólo puede ser comprendido adecuadamente —es decir, "a fondo"— si logra comprenderse el sentido que dicha temática tenía en su contexto original. El despliegue de ese contexto de sentido epocal torna a ser, entonces, una tarea de vital importancia para el investigador (Fuenmayor, 1991).

    Así arribamos al segundo significado de nuestro afán por "comprender a fondo" el pensamiento educativo de Lutero. Se trata de un tipo de comprensión que busca destapar el "fondo" de ese pensamiento —o, mejor dicho, su "tras-fondo". Ese trasfondo no es otro que la época particular en la que Lutero vive, y que constituye el contexto fundamental e inseparable de su trabajo. La inseparabilidad de ambos puede ser pensada en términos de la relación figura-fondo de la Gestalt: cada uno de los lados de dicha relación implica al otro, al punto que intentar prescindir de uno de ellos es destruir al otro. De hecho, el procedimiento utilizado por el enfoque dominante que antes describimos no hace más que tratar de separar la "figura" de su "trasfondo", obteniendo como resultado un conjunto inconexo de elementos —en este caso: ideas educativas o "áreas" independientes entre sí— carentes de un sentido unitario que los englobe a todos. Como veremos más adelante, lo particular del pensamiento educativo de Lutero es que éste parece responder a un cambio de fondo en la cultura occidental. En efecto, a lo largo de nuestro camino inquisitivo iremos mostrando cómo este pensamiento nace de la necesidad histórica de develar un nuevo orden de sentido para Occidente, capaz de sustituir al declinante orden de sentido medieval. Veremos, también, que ese momento histórico particular parece constituir el umbral de la Modernidad, es decir, prefigura el orden de sentido al que aún hoy nos hallamos sometidos, al menos parcialmente.

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