Las teorías de Erik H. Erikson y sus aplicaciones en la terapia: La primera etapa

Entre los logros más significantes del psicoanálisis ha sido el de proveernos con una teoría dinámica que define, aclara y explica el desarrollo del ser humano dentro de la adolescencia — invención social, única a nuestra civilización. El psicoanálisis también nos ha dado un método científico para conducir el tratamiento de las ansiedades más incapacitadoras y debilitantes que afectan nuestros pacientes.

El psicoanálisis, como doctrina, es una teoría de conflictos entre las varias agencias componentes de nuestras mentes, mientras que las enseñanzas de Erikson son hipótesis de desarrollo emocional y social, haciendo hincapié en las dificultades residuales, si el individuo no avanza exitosamente a través de cada etapa que lo confronta. FEFL en Las Teorías de Erik H. Erikson

En mis últimas actividades didácticas llevadas a cabo por medio de las transmisiones estructuradas de temas específicos dentro del programa Las Cuatro Estaciones (4E) y La Revuelta/Salud (con micrófonos abiertos al público) hemos dirigido nuestros esfuerzos a temas determinados que se adentran, dentro de lo posible, en la investigación y descripción de asuntos de interés social y personal para beneficio de nuestras audiencias radiotelevisivas.

Habiendo concluido exitosamente el ciclo de Los Siete Pecados Capitales en 4E, nos preparamos a presentar otra serie pedagógica de las teorías del destacado psicólogo y psicoanalista Erik Erikson, mientras ajustamos su entendimiento a lo conocido de la propia teoría del psicoanálisis freudiano. Lo haremos aplicando, donde sea posible, los parámetros de la epistemología y de las neurociencias. Las últimas, siempre en nuestras mentes, como siempre lo estuvieron en la mente de Freud, quien las anticipara de manera profética.

Daremos comienzo a esta lección con una estructuración de nuestros pensamientos y propósitos.

Erik H. Erikson

En sus estados del desarrollo Erikson no nos ofrece la génesis mental desde donde provienen los fallos — o fijaciones — evolutivos a los que se refiere, y, apartándose del psicoanálisis tradicional, no nos indica cuáles son los "síntomas" determinados derivados de los mismos que las caracterizan, como sería la ansiedad. En su visión tampoco nos ofrece estrategias para prevenir — de ser posible — o sobreponerse al estancamiento individual en una etapa concreta; ya que se sobreentiende que bajo la égida del desarrollo psicosocial no subyace un procedimiento de terapia con indicaciones estructuradas para lograr un propósito profiláctico o terapéutico.

Gerard Dou ¿La neurociencia del ego?

Reconociendo que existen limitaciones metodologías en las teorías de Erikson, en esta ponencia nos proponemos presentar ideas acerca de cómo lograr aplicaciones de terapia a las hipótesis del desarrollo psicosocial de Erikson, que en ésta y, subsecuentes ponencias, exploramos en detalle.

La primera etapa y la presentación de un caso específico

Primera etapa: Confianza básica vs. Desconfianza (desde el nacimiento hasta aproximadamente los 18 meses)

Esta fase delinea la sensación física y la actitud emocional de la emergencia de la confianza, a medida que esta emerge en la mente del niño recién nacido. El bebé recibe el calor del cuerpo de la madre y sus cuidados amorosos. Es en este período donde se desenvuelve el vínculo que asentará la base de las futuras relaciones que el párvulo formará con otras personas importantes en su entorno. El bebé, siendo receptivo a los estímulos ambientales es por ello, a la vez, sensible y vulnerable. Las experiencias de las necesarias frustraciones, acopladas a la aceptación amorosa por parte de sus progenitores, o figuras subrogadas, constituyen las experiencias más tempranas que proveen la conformidad, seguridad, y satisfacción emocional que forman la base equilibrada para el desarrollo e individualidad de los miembros de nuestra especie. Depende entonces del sentimiento de ternura que tengan los padres en sí mismos y que puedan reflejarlo en sus hijos, donde comienza el progreso armonioso del ser humano en ciernes.

Danny

Alférez de fragata Danny P. Hijo de padres inmigrantes polacos. Creció, en las cercanías del Navy Pier del Lago Michigan en la ciudad de Chicago.

Fue uno de dos retoños nacido a padres que se conocieran y contrajeran nupcias tarde en la vida. El primer hijo nació enfermo, muriendo de complicaciones respiratorias poco después del parto. Danny fue "una inesperada sorpresa" cuando la madre salió encinta (a los 56 años) y sin "estar buscando más hijos".

Alférez de fragata USN

La mamá recién parida, había sufrido de diabetes gestacional durante el embarazo y de preeclampsia antes del parto. Pero, felizmente, a pesar de las complicaciones pre y perinatales el bebé sobrevivió.

Su desarrollo fue muy lento en todas las dimensiones del crecimiento.

Una depresión puerperal afectó a la madre, mientras que el papá de Danny se sumió, indiferentemente en sus viejos hábitos de ir a trabajar a la instalación naval donde era lavador de ventanas y limpia pisos, quedándose en un bar cercano — cuando salía del trabajo — llegando a casa ebrio, a media noche, cuando sigilosamente se acostaba ("para evitar peleas"), diría Danny más tarde.

Debido a sus depresiones, la madre tuvo que dejar al niño a cargo de autoridades de asistencia familiar del estado, el bebé pasando el primer año de su vida en lugares para hijos desamparados. (Para mejor entendimiento: Hospitalismo por René Spitz http://www.ask.com/wiki/Hospitalism).

Desde su infancia, y, por su aislamiento social, Danny nunca encontró alguien quien le dispensara cariño, ni le atraían los juegos que envolvieran demostraciones de simpatía. Maltrataba y era cruel con los animales domésticos que encontrara donde fuera. Una vez, fingiendo ser peluquero, le amputó ambas orejas al gato del lugar donde se hospedaba, resultando en una golpiza desproporcionada.

Mojó la cama hasta los 18 años cuando, habiendo terminado el bachillerato con muchas dificultades académicas, de abuso de drogas y de comportamientos irrespetuosos, se "enganchó en la Marina de Guerra Norteamericana (US Navy).

Fue ahí donde encontró su "verdadera vocación". En los polígonos de tiro era el tirador más acertado, lo que le ganó un enrolamiento en la escuela de Candidatos para Oficiales, donde se graduó y fue comisionado alférez y enviado al teatro de la guerra de Vietnam.

Su crueldad en las misiones en que participara como comandante de un bote patrullero de río se convirtió en leyenda. Odiaba los animales, los que usaba para tiro al blanco. Odiaba los ancianos con pasión desmedida, especialmente las mujeres viejas y asimismo odiaba los niños, a quienes maltrataba si cruzaban su sendero. Por sus acciones y abusos de autoridad militar recibió rapapolvos ocasionales, sin que estos fueran de ninguna repercusión negativa.

Eran los días precursores de la famosamente trágica Masacre de My Lai.

Las drogas eran algo en que dependiera y usara en exceso, hasta que, una vez, descompensara resultando en un colapso mental de índole psicótico por lo que fue enviado de vuelta a los Estados Unidos y asignado, como paciente a la Unidad Psiquiátrica (Eco) de nuestra base naval. El joven alférez, inicialmente, fue paciente de un psiquiatra de ascendencia judía. Este último me lo transfirió a mí porque Danny le expresó desconfianzas vagas por razones inciertas, ya que nunca había tenido experiencias negativas con alguien que perteneciera a la fe hebraica.

Lo explicó así: "Es un hombre extraño con un nombre extraño…" (Chaim).

El tratamiento modificado del nuevo paciente consistió en el uso de medicinas antipsicóticas combinadas con la psicoterapia ajustada para personas carentes de integración psíquica balanceada.

Las alucinaciones auditivas, los terrores nocturnos, las sospechas de que yo controlaba su mente por uso de ondas eléctricas, y la convicción de que sus problemas eran debidos a que los cuerpos de inteligencia militar usaban drogas experimentales en él para observar cómo éstas lograban ejercer sus efectos deletéreos, hicieron del tratamiento un proceso tan laborioso, como difícil.

Cañonera de ríos. Delta del río Me Kong

La grandiosidad paranoica que Danny exhibiera, compensaba por sus sentimientos de inferioridad. No escatimando oportunidad para compararse como superior a otros, aún en las cosas más banales.

"Algún día yo seré almirante. Y usted (en este caso yo) tendrá que ponerse de pie y ofrecerme respeto cuando yo lo visite…"

La terapia concluyó en una descarga médica, con pensión, por incapacidad emocional y física, ya que en una ocasión se resbaló, mientras trataban de contenerlo en medio de una explosión agitada, fracturándose una vértebra lumbar.

Como paciente Danny era petulante, mordaz, argumentativo, e inclinado a las polémicas y al desdén.

Danny, por sus carencias de la integración psíquica de una imagen de madre soportante, no podía asimilar el interés genuino y desinteresado que otros (como el terapeuta, en este caso) le podrían ofrecer.

En resumen

En esta primera instalación de las fases de Erikson; con su primera etapa hemos creído demostrar el daño increíble, indeleble, e irreversible que, para tantas de las personas que no han alcanzado internalizar el soporte de una figura materna, significa. (Seguir leyendo: http://www.monografias.com/trabajos93/apego-y-perdida-tragedias-ninez/apego-y-perdida-tragedias-ninez#enresumena).

Pero, si es cierto que como sucede con el cáncer, las vicisitudes de las incertidumbres que la vida proporciona no pueden soslayarse, las dotes individuales innatas pueden proporcionar la resiliencia para adaptarse a los rigores de la existencia, como lo expresara de manera elegante la metáfora de las tres muñecas como la describe Emanuel Cheraskin:

"Es como si tuviera delante de mí tres muñecas: una está hecha de acero, otra de celuloide, y la otra de cristal. Yo decido golpear las tres muñecas con un martillo usando la misma fuerza.

"¿Por qué es que la muñeca de acero emite una nota musical? ¿Por qué la de celuloide simplemente se deforma y la de cristal se vuelve añicos?

"Esta es una metáfora por la resistencia y la susceptibilidad en salud y enfermedad. El hecho inescapable es que algunas personas son hechas de acero (nunca cayendo enfermas) y otras son como el cristal (para siempre seguir teniendo problemas)"

Fin de la lección.

Esta serie será continuada en futuras ponencias acerca de las etapas psicosociales de Erikson.

Manténganse en sintonía…

Autor:

Félix E. F. Larocca