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Caso difícil Número 25: Tanorexia, la piel, y las emociones (página 2)


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Ésta es, a menudo, causada por infecciones micóticas, bacterianas, la presencia de parásitos, la piel reseca, y por las toxinas producidas por plantas venenosas, como es la hiedra.

Entre todas éstas, las más frecuentes son las de causas alérgicas, las debidas a los piojos y otros parásitos, las secundarias a la acción de los alcaloides de ciertas hiedras venenosas, y a la piel reseca.

"Aunque existen otras de causas más serias — dice el experto — las que resultan de enfermedades del riñón o del hígado, el SIDA, o el linfoma, son las que para el alivio que proporcionan los ungüentos usuales son más inefectivos".

Giesler ha visto casos en los que, incapaz de parar rascándose, los pacientes se han hecho daños extensivos a sí mismos.

Probablemente, rascarse es útil si se sufre de parásitos, o picadas de mosquitos, pero para la picazón del SIDA o la del Mal de Hodgkin, escarbar la piel es de valor muy escaso.

Las investigaciones del grupo de Minnesota, actualmente, se están conduciendo en conjunto, con un grupo de médicos australianos de la Universidad de Adelaide.

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Desde Australia, el Profesor Marcello Costa, nos dice que no existe un remedio conocido para tratar la picazón cuando ésta es crónica. Aunque nos asegura que la acupuntura, proceso levemente invasivo, da resultados en algunos casos.

La esperanza del grupo de investigadores, procedente de ambos continentes, es que de alguna manera lograr "apagar" la señal que dispara la picazón en la mayoría de los casos. Dr. Stephen Schumack del Colegio de Dermatólogos Austral-asiático, dice que la picazón a menudo causa problemas psicológicos profundos. "No deja, [a los pacientes] dormir, reposar, estar tranquilos, o vivir en paz".

El dermatólogo admite que el dolor crónico resulta ser más tolerable, que la comezón por ser mejor entendido, y porque existen analgésicos que son efectivos para calmarlo.

El misterio biológico del rascado

Las preguntas al respecto siempre han sido: ¿Es la fatiga de las células de la epidermis que lo requieren, para lograr ser estimuladas? O ¿es un impulso nervioso que se origina en el cerebro mismo?, donde comienza el rascarse.

En el estudio ya mencionado, de la Universidad de Minnesota, se concluye que células especializadas en la médula espinal son responsables por la sensación de la picazón y, asimismo, por el alivio que sigue al uso de las uñas que lo tratan de aplacar — por lo menos, es así como sucede en individuos que son saludables, afirman los investigadores.

El Dr. Glen Giesler, quien fuera coautor del presente estudio, nos informa que en el cerebro es donde todo confluye. Ya que rascarse tiene mucho en común con las sensaciones asociadas con el dolor. Las mismas células que registran la picazón son las que registran el dolor.

Comentando acerca del estudio, y sin demostrar mucho entusiasmo, el doctor Gil Yosipovitch de Wake Forest University Medical School, considera este estudio una "mayor contribución al entendimiento de un problema que afecta a millones de pacientes".

Aunque Yosipovitch nos advierte de que los hallazgos puede que sean inaplicables al tipo de picazón que afecta a los pacientes que son HIV positivos, a los que sufren de algunas dermatitis y eczemas, y a los que padecen de trastornos crónicos renales.

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Picazón golfista.

Acerca de los orígenes de la picazón, los científicos argumentan que la sensación está relacionada evolutivamente con la higiene y el acicalamiento animal, y que su evolución fue debida para proteger algunos vertebrados contra plantas tóxicas, contra insectos, y contra las enfermedades que estos transmiten. La malaria, la fiebre amarilla, el dengue y la ceguera de ríos (u oncocercosis), son algunas de las más comunes entre éstas. Aunque la biología de la picazón permanece recóndita y la explicación ofrecida para la misma, poco plausible.

La comezón es síntoma muy prevalente

Existen unas 50 enfermedades que deja a sus sufridores en la miseria, todas relacionadas a la comezón. Estudios conducidos entre pacientes renales, y psiquiátricos han demostrado que la picazón es la causa más frecuente de inquietudes. Y, que cuando es severa, interfiere con el sueño, complicando cualquier otra condición subyacente.

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Oncocercosis

¿Las neuronas espejo?

Las neuronas espejo, pensamos nosotros, puede que tengan un rol en este asunto, ya que el rascado, a menudo, como el bostezo, es contagioso.

Finalmente, como es habitual en estos reportes, el jarrón de agua fría lo vierte en la testa de los investigadores, el propio doctor Yosipovitch, cuando nos recuerda que estos hallazgos son solamente promisorios y no del todo conclusivos. Añadiendo que "este es un campo que está realmente evolucionando."

Prosigamos

La Tanorexia, la piel, y nuestras emociones.

Leyendo una sección en el periódico digital MailOnLine encontramos un artículo que describe los tormentos que resultan de una nueva condición causada por sus propias víctimas. Trastorno que los tabloides han apodado con el sobriquet de Tanorexia o adicción a las camas de bronceado, artefactos encontrados en todo spa "decente."

Tanorexia: The Insidious Lure of Tanning Beds

Por Robert Roy Britt, Director Editorial

08 April 2009

Un resumen del artículo se ofrece a continuación, antes de discutir el caso difícil que nos ocupa en esta lección.

Esta mañana [nos informa R. R. Britt] tuve la oportunidad de leer el caso de una mujer de 19 años, residente de la GB que admite que su adicción a las camas del broceado le ha causado problemas infinitos. Ella sufre de la Tanorexia.

La tanorexia, como ahora se llama, no es asunto nuevo, David Sedaris, en su memoria del año 2000, Me Talk Pretty One Day, usó este término, cuyo uso persiste, y continúa creciendo.

Aproximadamente 30 millones de personas se broncean la piel en sitios dedicados a esta comodidad dudosa. De acuerdo a las estadísticas norteamericanas de los 30 millones que se broncean anualmente en camas para estos fines, 2.3 millones son adolescentes, quienes, al hacerlo, incrementan sus riesgos de padecer de cáncer de la piel enormemente. Un estudio sugiere que estas actividades alteran las emociones de quienes a ellas se dedican, y que además resultan siendo adictivas, entre las otras cosas dañinas que causan.

Aún, síntomas de cesación, como si fueran drogas, se han reportado en quienes yacen en estas camas habitualmente.

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Cuando pica. ¡pica!

Las camas del bronceado constituyen una entrada de 5 mil millones de dólares anuales a una industria que ha enjaezado los rayos de luz UV resultando en daños a la información genética de las células de la piel que producen formas peligrosas de cánceres de ese órgano.

Los expertos nos dicen que, aún sesiones ocasionales de esta actividad son peligrosas, ya que triplican los chances de estas malignidades.

El caso difícil Número 25

El caso difícil número 25 se adapta de la historia que publicara su víctima en el MailOnLine, seguida de información apropiada a la condición médica que con ésta se asocia.

La paciente cumple quince años de edad y su nombre es, Aimee Broberg.

Este es, entonces, el Caso de Aimee

La paciente comienza el relato de su historial clínico, expresando lo siguiente:

Yo estaba enganchada en el uso de las camas de bronceo, las que usaba dos veces al día. A la sazón, cuando mi piel comenzara a caerse y tuve que resignarme al uso de la quimioterapia, fue cuando despertara de mi trágica ilusión.

Aimee, como tantas mujeres jóvenes, estaba insatisfecha con su apariencia, decidiendo hacer lo imposible para lucir mejor. Y, ¿qué sería mejor que exhibir una piel bronceada en un país donde sólo quienes pueden ir de vacaciones a lugares exclusivos pueden lucirla?

Cuando apareciera con la piel más oscura — como sucede a las anoréxicas cuando lucen bien flacas — y todos la admiraran, la idea sería la de no detenerse en donde ya estuviera, sino en llevar sus propósitos al extremo. Así fue cuando Aimee comenzara a gastar todo el dinero que consiguiera para dos sesiones de bronceado al día.

La Tanorexia, bomba de tiempo.

De acuerdo al artículo, de las muchas mujeres entrevistadas para el mismo, parece ser que la tanorexia es una bomba en espera de su estallido final.

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Aimee

Aimee no se detendría a pensar en qué algo serio le pasara hasta que fuera demasiado tarde para ella.

Cuando Aimee se mudó de su casa para ir a la universidad, su hábito empeoró. Ya que el uso de las camas incrementó de 30 minutos diarios a 90 minutos al día — todos los días. Para lograr hacerlo, tenía que mentir yendo a sitios diferentes ya que muchos lugares, no lo hubieran permitido el uso de las camas con tanta intensidad y asiduidad.

Mis amigas me apodaron "tanoréxica" y "permatan", pero eso a mí no me importaba. Yo me sentía feliz siendo de color marrón. No podía faltar un día a mi plan, ya que temía que mi color se aclararía. De esta manera logré convencerme a mi misma que no existía daño alguno en lo que hiciera.

Pero un día, cuando Aimee estaba con sus amigas, notó la presencia de una ampolla en un dedo de la mano.

La piel estaba colgando fuera de mi dedo. Yo ni lo podía creer ni lo quería entender.

El día siguiente cuando Aimee se despertó, descubrió que tenía ampollas pequeñas esparcidas por todo su cuerpo. En algunos lugares, la piel estaba pelándose.

Mi piel se sentía como si estuviera en llamas. era como si estuviera quemándome de tanto ardor.

La mamá la llevó a un médico que le recetó algunos ungüentos que de nada sirvieron.

La paciente continúa su relato

Cuando me cepillaba el pelo, la piel se me desprendía en montones, era como si fuera una forma gigante de caspa constante.

Entonces, descubrió que la mera exposición a la luz solar hacía que la erupción explotara en forma de vesículas dolorosas.

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Tanorexia en su mejor expresión.

Yo me encerré en mi cuarto y rehusé ser vista por nadie. No podía confrontar ir al trabajo donde me expondría a ser vista por todos, y me sentía avergonzada por el estado y la condición de mi piel.

El médico la refirió a un dermatólogo, quien recetó más ungüentos y lociones que de nada valieran.

Un día, en desesperación, Aimee decidió suicidarse con todas las medicinas que había en el botiquín de la casa, cuando su mamá la sorprendió.

La horrorizada madre, la llevó directamente a un hospital privado. Allí fue donde la joven mujer fue admitida al James Cook University Hospital, donde permaneció por tres semanas mientras que un grupo de especialistas trataba su depresión, cuando al mismo tiempo se hicieran esfuerzos para controlar la erupción de su piel.

Finalmente, un consultante vino a verla, quien le hizo esta pregunta: ¿Has usado alguna vez una cama para broncearte? Cuando la respuesta fuera afirmativa, el consultante les informó a ambas, madre e hija, que Aimee sufría de una condición muy rara, conocida como Pitiriasis rubra pilaris, que se desencadenaba con el uso de estas camas.

La enfermedad no es fatal, pero carece de cura conocida. Hoy, Aimee está en un régimen terapéutico que envuelve el uso de tabletas de metotrexato, y otras formas de quimioterapia para tratar de controlar las lesiones de su piel.

Yo me desmoroné [dice Aimee] cuando me dijeron que mi condición no es fatal, pero que puede que me afecte de por vida. Las drogas me han causado que me quede calva, que tenga que evitar toda luz solar y que me sienta muy desagradable cuando me ven los demás.

Mi piel nunca será normal. Yo me siento estúpida por haber usado las malditas camas.

Otras no sufrieron de Pitiriasis, otras han sufrido de cáncer de la piel lo que resultara en cirugías, que, a veces, causan desfiguración.

La experiencia de lo que aquí se denomina como tanorexia no es poco común y afecta a personas de ambos sexos igualmente.

En los trópicos las personas de piel muy blanca que se arrojan a la luz del sol de manera insensata, lo rematan todo, con dosis adicionales de sesiones de cama de bronceo en una de las tantas spas que las proveen para sus clientes. El resultado, como hemos visto, puede ser desastroso y crónico, sino fatal, como puede ser en el caso con algunos de los cánceres.

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Lesiones típicas

Ahora prosigamos avanzando algunas nociones de la enfermedad que motivara esta ponencia y que inspirara la nueva aberración de nomenclatura, inspirada en la óptica.

La pitiriasis rubra pilaris (PRP)

Es una condición rara de la piel de etiología desconocida. Descrita por Tarral en el 1828 y nombrada por Besnier en el 1889. Es una enfermedad crónica pápulo-escamosa de la piel caracterizada por la aparición de placas exfoliativas epidérmicas, con queratodermia palmoplantar y la presencia de pápulas foliculares queratóticas con islas de piel intactas entre las lesiones…

La etiología de esta dolencia es desconocida, pero hoy se le asigna una causalidad al uso excesivo de las camas de bronceo y a la exposición exagerada a la luz solar.

Afecta a ambos sexos con igual presencia, a todos los grupos raciales, y tiende a la cronicidad.

No existen formas de tratamientos efectivos que se hayan documentado.

Esto en todo lo conocido. Existen grupos de soporte por todo el Internet y en la bibliografía de esta lección se ofrecen artículos pertinentes.

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"Etiología" de la Tanorexia.

En resumen

En esta ponencia hemos presentado una revisión de uno de los síntomas más comunes de la medicina, que se presenta con igual frecuencia a todos los especialistas, y uno de los que permanece tan poco estudiado como mal entendido. Nos referimos a la comezón.

Asimismo presentamos un caso que ha dado la vuelta al mundo de los periódicos y de los tabloides con la introducción de otra aberración de la nomenclatura, como expresara la ilustre investigadora Hilde Bruch, cuando le dijeran que Boskin-Lodalh había decidido llamar a la "bulimia" simple, la "bulimarexia". Término, este último, que felizmente no se arraigara.

Para todas las mujeres que sacrifican sus vidas y que destruyen sus cuerpos en aras de una belleza tan efímera como perniciosa, les recordamos que la belleza de la mujer está en su propio destino por la circunstancia especial de ser mujeres.

Amén, Selah (???)

Bibliografía

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Larocca, F: (2008) Neuronas Espejo: Neurociencia Aplicada en monografías.com

Larocca, F: (2007) Nuestras percepciones en monografías.com

Larocca, F: (2007) Selección sexual y el Problema de la Gordura en monografías.com

Larocca, F: (2007) Las tres gracias. Una celebración a la Mujer en monografías.com

Larocca, F: (2007) Las cirugías plásticas: Belleza enlatada para aliviar nuestras faltas repudiadas en psikis.cl

Giesler, G: (2009) Scratching relieves itch by quieting nerve cells in J. Cognit. Neurosciences (April 2, 2009)

Haenssle, H: (2004) Extracorporeal photochemotherapy for the treatment of exanthematic pityriasis rubra pilaris in  Clin Exp Dermatol 29(3):244-6

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Autor:

Dr. Félix E. F. Larocca

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