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Desarrollo semántico y formación de conceptos: la metáfora, un recurso para la comprensión de conceptos abstractos en la edad escolar

Enviado por Thays Adrián Segovia


Partes: 1, 2

    1. Resumen
    2. El desarrollo del lenguaje
    3. Metáfora y formación de conceptos
    4. La metáfora como recurso para la comprensión de conceptos abstractos
    5. Referencias

    (Semantic development and formation of concepts: the metaphor, a resource for the formation of concepts in the scholastic age).*

    Resumen

    El desarrollo semántico –más que al incremento del léxico- se halla estrechamente vinculado al desarrollo cognoscitivo y éste a la formación de conceptos, proceso que se inicia en la edad preescolar y se sistematiza en la adolescencia. Una manera de influir en la formación de conceptos y su comprensión es mediante el uso de la metáfora, considerada "un puente entre los preconceptos y la conceptualización". En otras palabras, cuando se emplea la metáfora no se prescinde de los conceptos espontáneos o preconceptos. Esta ponencia tiene como principal objetivo demostrar que la metáfora, al explicar lo desconocido a partir de lo conocido, puede ser un recurso útil para propiciar el desarrollo de conceptos abstractos en la edad escolar.

    El desarrollo del lenguaje

    De todos los aspectos inherentes al desarrollo del lenguaje, el semántico es el más ligado al desarrollo cognoscitivo (Dale, 1987). No obstante, el desarrollo semántico ha sido uno de los menos estudiados por la psicolingüística evolutiva; la mayoría de los trabajos se limita a "establecer recuentos léxicos y niveles de incremento del vocabulario", lo que se relaciona más bien con el nivel morfoléxico (Barrera y Fraca, 1999).

    La comprensión semántica, inicialmente, se halla asociada al aquí y ahora y se encuentra limitada por los conocimientos y experiencias inmediatas. Gradualmente, y dependiendo de la calidad de las interacciones con el medio, y de la instrucción, se pasa de la comprensión de referentes concretos a la de conceptos y relaciones abstractas expresadas a través de determinados tipos de proposiciones. Por ejemplo, el discurso de la ficción y la metáfora requieren para su comprensión mecanismos cognoscitivos propios de estadios posteriores a los iniciales. Esto hace improcedente exigir a un niño de preescolar que interprete contenidos metafóricos en adivinanzas, proverbios o refranes, entre otros tipos de texto, pues no pasará de hacerlo literalmente (Barrera y Fraca, 1999). La discriminación entre significados literales y no literales es propia de etapas más tardías.

    Ya se dijo que el desarrollo semántico se vincula a la adquisición de significados. A los fines de este trabajo se diferenciará entre tres tipos de significados: el léxico, el gramatical (vinculados a la interpretación literal) y el figurativo (relacionado con la interpretación no literal). Pero la adquisición de léxico y la comprensión de su significado no es ajena a la formación de conceptos, antes bien, los dos aspectos están indisolublemente unidos, en razón de esto, a continuación se explicará la relación entre metáforas y formación de conceptos.

    Metáfora y formación de conceptos

    Un autor representativo en cuya teoría se sustentan los programas de estudio de educación primaria en Venezuela es Lev Vygotsky (1973). En su libro Pensamiento y lenguaje, relaciona los procesos cognoscitivos con este último, específicamente con la palabra, y alude al cambio radical que se produce en el intelecto desde la niñez hasta llegar a la adolescencia. Para alcanzar ese nivel de madurez se transita de los pseudoconceptos, propios de los niños en edad preescolar, a los conceptos espontáneos, característicos de los escolares, y base de los conceptos científicos. Los conceptos científicos en virtud de su carácter abstracto, requieren de la instrucción y el aprendizaje, lo que los diferencia de los otros dos tipos de conceptos.

    Una de las formas halladas para lograr un aprendizaje significativo, partiendo de los conceptos espontáneos, es el uso de metáforas, por eso se les considera un puente entre los preconceptos y la conceptualización (Soto, 2001).

    La metáfora "permite entender un dominio relativamente abstracto o poco estructurado en base a términos de otro más sencillo (…) o (…) más estructurado" (Gayo y Fernández, 2000). Ella "une y compacta lo conocido con lo desconocido, lo tangible y lo menos tangible, lo familiar y lo nuevo" (Soto, 2001), interpreta un campo de experiencias en términos de otro ya conocido (Lakoff y Jonson, 1991).

    El currículo escolar exige la enseñanza de numerosos conceptos. Si este proceso se lleva a cabo directamente, a la manera convencional, sólo se obtiene un "verbalismo hueco" (Vygotsky, 1973), la repetición de palabras que simulan un conocimiento conceptual. El empleo de la metáfora como estrategia didáctica estimula la conciencia reflexiva necesaria para aprehender los conceptos científicos e insertarlos en un contexto sistemático. La metáfora comunica realidades abstractas en términos de otras más concretas. Aporta "claridad pedagógica" sin perder de vista la comprensión eficaz de conceptos abstractos por su condición de "clave lingüística de conceptualizaciones cognoscitivas en la enseñanza" (Oliveira, 2005-2006).

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