El estrés y la hipertensión arterial en la ocupación laboral
Enviado por Emiliano Andrés Reyes Barrizonte
- Resumen
- Introducción
- Desarrollo
- ¿Nos afecta a todos por igual?
- Causas que pueden producir estrés en el trabajo
- ¿Puede el estrés ser el principio de hipertensión arterial?
- ¿Qué consecuencia posee el estrés laboral en la hipertensión?
- Conclusiones
- Bibliografía
Hoy en día el estrés reviste una gran importancia porque afecta a un gran número de personas y tiene numerosas implicaciones en la salud de quienes lo padecen. La atención de los expertos se centra en el estrés laboral a mediados de la década de 1970, entre otras cosas porque disminuye nuestro rendimiento y motivación y puede ser el origen de accidentes de trabajo.
Dado que el estrés no es algo que podamos evitar totalmente, la mejor manera de hacerle frente es saber en qué consiste, reconocerlo cuando nos esté afectando e identificar que es lo que produce ese estrés, para así eliminarlo o paliar sus efectos.
En el presente trabajo nos proponemos poner de manifiesto la relación existente entre el estrés y su relación con la ocupación laboral. La relajación y el tratamiento del estrés disminuyen solo moderadamente la presión arterial, incluso en pacientes altamente motivados. Por tanto, aunque estas técnicas pueden tener efectos secundarios beneficiosos, como disminución de la ansiedad y de la sensación de mayor bienestar, sus aplicaciones clínicas en el tratamiento de la hipertensión son limitadas. En algunos casos el estímulo stressante es de tal magnitud que constituye una forma especial de los trastornos de ansiedad que recibe el nombre de stress post-traumático. Se denomina así a la sensación de intenso temor, desamparo u horror, que comienza poco tiempo después de una experiencia traumática, con remembranzas intrusivas recurrentes, sentimiento de culpa, trastorno del sueño, etc., con múltiples síntomas somáticos. El stress crónico suele estar asociado a distintas situaciones vivenciales, entre las cuales se destacan por su importancia la presión laboral, la desadaptación matrimonial y el bajo nivel socioeconómico. De las numerosas teorías que existen para explicar el estrés, hemos escogido la que a nuestro juicio es la más fácil de entender. Ante una situación que nos produce estrés, nuestro organismo sufre múltiples reacciones. A través de nuestros sentidos detectamos la situación. Esta información llega al cerebro donde es calificada como perjudicial o peligrosa para nosotros. Nuestro organismo procede entonces a prepararnos, para una situación de defensa y rápida capacidad de respuesta. Para ello, se libera adrenalina, sustancia que eleva la presión arterial y el número de latidos por minuto de nuestro corazón.
En los momentos actuales es importante destacar que en la mayoría de los trabajos no solemos enfrentarnos a riesgos físicos, por lo que el origen de nuestras tensiones se debe más a las interacciones con nuestros compañeros, superiores o subordinados, o surgen de la propia tarea a realizar o del papel que desempeñamos dentro de la organización.
Otro aspecto que se debe conocer sobre el estrés, es que puede afectar a cualquier persona dentro de una organización. Como analizaremos en este artículo, el director general de una organización tiene, sin duda, muchas responsabilidades; pero no tiene por qué sufrir más estrés que un operario de la línea de montaje de su compañía. Varios mecanismos se han postulado para explicar una posible correlación entre el stress, la ansiedad y la depresión con el desarrollo de hipertensión arterial y con el incremento de la morbimortalidad
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