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Las virtudes de la expresión (página 3)

Enviado por E. J. Ríos


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31 32 33 34 35 2) De lo inanimado por lo inanimado

“La belleza y el brillo deslumbradores a ceñirse el vestido y áurea diadema la invitarán, tocado para el infierno: ese lazo es la muerte que ya la espera y no podrá eludirla ¡Desventurada!” 31

3) De lo inanimado por lo animado

“La esperanza es diosa” 32

“La oportunidad es el mejor maestro de los hombres”33

“Traición tramó el parricidio que amor ejecutó”34

4) De lo animado por lo inanimado

César es la columna del imperio

Catacresis y Silepsis: La catacresis y la silepsis no son esencialmente distintas de los tropos mencionados. En la catacresis los vocablos se toman en sentido trópico extensivo y no figurado. Se llama extensivo el sentido que se emplea por necesidad, y figurado, el que se emplea con el único objeto de realzar la expresión. P. ej., si decimos cabeza de alfiler, el sentido es extensivo; en cabeza de motín, es figurado. En la silepsis, una misma palabra se toma a la vez en sentido propio y en sentido figurado.35

Tropos de Sentencia

En los tropos de sentencia no se traslada el sentido de las palabras, sino el sentido total de la oración o cláusula; no se expresa una idea con el signo de otra, pero se refleja un pensamiento con otro pensamiento literalmente expresado. La relación entre el sentido literal y el intelectual se funda en la semejanza, en la oposición o contraste, o bien en otras cosas que no pueden referirse a un principio general. De ahí la división de los tropos en por semejanza, por oposición y por reflexión.

idem 23, p.225 Eurípides, Ifigenia en Aulide, p. 170 Sófocles, Electra, p. 51 idem 33, p.52 Diccionario Enciclopédico Quillet tomo IV apart. Figura p.106

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Tropos por semejanza Alegoría: En griego « » de « », otro, y de « », discurso, arenga: literalmente, otro discurso.d Proposición o cláusula que, en virtud de una comparación tácita, presenta completos el sentido literal y el intelectual. A veces, no es completo por estar tomadas en sentido propio algunas palabras de la oración y otras en sentido figurado; en este caso la alegoría recibe el nombre de mixta, de metáfora continuada o de alegorismo, para distinguirse de la alegoría pura. Algunas veces, una creación poética o una composición entera ofrecen sentido alegórico, como sucede en las ficciones de la mitología, fábulas, obras como la Divina Comedia etc.

Personificación o prosopopeya: Consiste en atribuir cualidades propias de los seres animados y corpóreos (particularmente del hombre) a los seres animados, a los incorpóreos y abstractos. En algunas ocasiones, la personificación enlazada con la alegoría constituye más bien toda una creación poética que una simple figura. Tales son las personificaciones de las virtudes, vicios, ciencias, artes, las de la mitología, la de los autos sacramentales. Tropos por Oposición o Contraste d Preterición o pretermisión: En latín «Prœteritio» de «Prœterire», formado de «prœter», más allá, y de «ire», ir: acción de ir más allá, de pasar allende. Por medio de este tropo fingimos querer pasar por alto algo, cuando precisamente lo estamos diciendo con claridad, y a veces con energía.

Permisión: Consiste en dar licencia a otro para que haga aquello mismo de que nos estamos quejando con despecho amargo.

Ironía: Consiste en decir en tono de burla todo lo contrario de lo que expresa la letra. A veces la ironía tiene carácter insultante, mordaz; en este caso recibe el nombre de sarcasmo.

Asteísmo o parresia: Es una alabanza delicada que se hace bajo el aparente carácter de represión o vituperio.

Idem: c.

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14 Tropos por Reflexión

Hipérbole: Consiste en exagerar las cosas, aumentándolas o disminuyéndolas de un modo extraordinario.

Atenuación: Tropo por medio del cual, en vez de afirmar positivamente una cosa, se niega absolutamente la contraria o se disminuye más o menos, dejando empero que el lector penetre toda la intención del que habla.

Alusión: Es en referencia que se hace alguna cosa. El tropo así llamado consiste en hacer notar la relación que media entre lo que se dice y un objeto que no se nombra y se supone conocido. Es muy propio de la comedia, de la sátira y sobre todo de la fábula.

Metalepsis: Consiste en tomar el antecedente por el consiguiente, o viceversa, o en dar a comprender una cosa por medio de otra que necesariamente la precede, la acompaña o la sigue. No debe confundirse esta figura con la metonimia, porque en la metonimia (como en los demás tropos de dicción) se traslada el sentido de una sola palabra o expresión, mientras que en la metalepsis se traslada el sentido de la oración.

Reticencia: En este tropo se omiten uno o más pensamientos, que fácilmente suple el lector, atendidas las circunstancias del discurso.

Asociación: Consiste en decir de muchos lo que sólo debe aplicarse a algunos, a uno solo o al mismo que habla. Por medio de esta figura cubrimos con el velo de la modestia el elogio propio, haciendo partícipe de él a los demás, o bien atenuamos aparentemente las faltas ajenas, haciéndonos en cierto modo cómplices nosotros mismos.

Paradoja: La paradoja enlaza de manera artificiosa dos ideas al parecer inconcebibles y que encierran un absurdo si las palabras se tomasen al pie de la letra.

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15 Armonía de la Prosa

Se refiere a la cierta “musicalidad” que debe poseer la prosa, o sea al ritmo interno que debe tener cada frase del discurso en conformidad con su totalidad, pero se debe hacer la observación, de que ésta no debe estar sujeta a medida ni a cadencia como el verso sino más bien a un ritmo sutil inmerso en su construcción; y en este sentido se anexiona al orden de las palabras, de modo que sea imperceptible, ya que la prosa debe asimilarse a la estructura o forma que toma naturalmente el lenguaje para expresar los conceptos e ideas, es decir, a la expresión sencilla y clara o habla común, pero se debe recalcar que no debe caer en lo meramente vulgar, o sea debe evitarse expresiones propias del vulgo. Además se observa, por lo menos, dos razones por la cual la prosa debe alejarse de la métrica propia de la poesía y es que el metro supone un “artificio”o una elaboración previa; cuestión que no conviene a la prosa, puesto que le restaría naturalidad y por ende capacidad persuasiva al discurso, y por otro lado la cadencia llevaría al auditorio a la confusión y/o distracción del tema, puesto que, inconscientemente se atendería más a la forma que al contenido del discurso. Comentario [LP4]: Según Lausberg hay dos disciplinas que se encargan de regular el flujo natural e inarmónico de las sílabas largas y breves propias de las lenguas clásicas, como son el griego y el latín , estas son: el ars poetica y el ars rhetorica. En ambas se denomina pie « pes» a la unidad mínima de la sucesión de sílabas largas y breves. Hay diversas clases de pies (yambo,dáctilo,hexámetro,etc.)y es a partir de su distribución en que ambas “artes” hallan su rasgos distintivos, pues, la poética los distribuye de manera que abarca la totalidad del discurso, mientras que la retórica se muestra más indulgente en cuanto a la disposición de los pies en el curso del discurso.

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16 Bibliografía -Apuleyo, El Asno de Oro, Biblioteca Clásica Gredos, 1978, Círculo de Lectores, S.A. Valencia, Barcelona- España, 1980. -Aristóteles, Poética, traducción de A. Cappelletti, Monte Avila Editores, C.A., Caracas Venezuela, 1994. -Diccionario Enciclopédico Quillet, tomo IV, Editorial Argentina Arístides Quillet, S.A., Buenos Aires, 1973. -Enciclopedia Temática Ciesa, Vol. XIII, Compañía Internacional Editora, S.a., Paseo de San Juan, 97. Barcelona. España -Eurípides, Tragedias, Editorial Bruguera, S.A., Barcelona, 1974 -Fontanier Pièrre, Les Figures du Discours, ed. Flammarion, Paris, 1977. –Homero, La Iliada, Ediciones y Distribuciones Alba, S.A., Madrid-España, 2ª edición 1985 -Homero, La Odisea, Verón/editor, Barcelona- España, 1968. – Horacio, Obras Completas, Editorial Planeta, S.A., 1992. -Mounin Georges, Diccionario de Lingüística, Editorial Labor, S.A., Calabria, 235-239., Barcelona- 29, 1982. -Paglialunga Esther, Manual de Teoría Literaria Clásica, Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico Universidad de los Andes, Mérida-Venezuela, 2001. -Paglialunga Esther, “Figuras y Tropos en las Sagradas Escrituras: El tratado del venerable Beda”, Praesentia Revista Venezolana de Estudios Clásicos, nº2-3, Mérida-Venezuela 1998-99. -Platón, Diálogos Socráticos, W. M. Jackson, Inc., Bolívar 8- México, D.F., Primera Edición: 1963. -Sófocles, Las Siete Tragedias, Editores Mexicanos Unidos, S.A., L. González Obregón n· 5-B-México 1, D. F., 4ª edición marzo de 1983. -Virgilio, La Eneida, Verón/Editor, Barcelona-España, 1968.

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Glosario del Manual De Teoría Literaria Clásica De Esther Paglialunga ?Anagnóresis: ( ) reconocimiento, acción y efecto de volver a conocer. A partir de su etimología, se comprende el sentido de esta palabra: « (ignorancia) y « desconocimiento de algo, alguien u alguna circunstancia, al descubrimiento o conocimiento pleno de dichas cuestiones. En cuanto a la tragedia la anagnórisis se contempla casi siempre, cuando ésta tiene lugar genera determinadas reacciones que marcan el comienzo del desenlace de la obra, o al menos, promueve o repercute en las directrices del eje de acción de la misma. El ejemplo más claro de esto y donde encaja perfectamente lo anterior, lo encontramos en Edipo, cuando el héroe devela la funesta ofensa cometida hacia sus parientes; este hecho es el propulsor de la exaltación trágica de la obra. ?Carácter : Aristóteles llamó carácter; “a aquello por lo cual se dice que los personajes son de determinada manera”. Ahora bien, el carácter preside el modo personal con que se realizan la vivencia, el valor y la volición de un ser humano, ya que la manera personal de valorar condiciona la peculiaridad formal del querer y sus direcciones teleológicas preferidas, cabe definir el carácter como “sistema personal de máximas valorativas ” †

Requerimientos que deben cumplir los caracteres:

1) Bondad : La obra mostrará los carácteres, si en el diálogo o la acción, ellos revelan una elección moral y el carácter será bueno, si la elección es buena. 2) Conveniencia : Se refiere a la noción de « no entre el personaje y su condición. 3) Semejanza : Se sustenta con la finalidad del drama trágico en lo referente al temor y la compasión, es decir, se refiere a la proximidad o semejanza que los espectadores deben sentir con los personajes del drama. 4) Coherencia : Se refiere a la exigencia de que el discurso y las acciones del personaje deben estar de acuerdo a su manera de ser. ?Catársis : . Se refiere a la purificación de los afectos del miedo y la compasión mediante la dramatización de la tragedia. Sin embargo, se han manejado diversas interpretaciones del término, quizás las más prominentes son; aquellas que quieren ver en la « » una “clarificación intelectual” y aquellas otras que la sitúan en el plano de las emociones, es decir, en su función purificadora o expiatoria. † R. Atters en “Naturaleza y Educación del Carácter”,1950.

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?Conveniencia: ( notar, convenir. La definición que generalmente se suele dar a este vocablo es la siguiente: La armónica concordancia de todos los elementos que componen el discurso o texto y/o que guardan relación con él, tales como: tema, lenguaje, público, poeta u orador, circunstancias de tiempo y lugar que rodean la interrelación comunicativa. De su significado inicial distinguirse, sobresalir, hacer notar; se desprende la acepción de: “anunciar por su exterior”, “parecer y ser propio de”, “ adecuado”. “conveniente”. Por lo tanto, en este sentido, se emplea para referirse a lo conveniente en cuanto a la acción, gestos, apariencia, al discurso propio (o que “conviene”) de hombres, mujeres de acuerdo con las diversas condiciones que presenten éstos, como por ejemplo, la edad, el estatus social, profesión, etc. ‡ Los tratadistas latinos lo tradujeron por los vocablos: «decorum, dicens, aptum, conveniens.» y lo desarrollaron en la fase de la «elocutio» de las «partes rethoricae » como una de las virtudes de la expresión. Sin embargo hay que resaltar que también abarca las otras fases de elaboración de la obra, pero quizá se dé en mayor grado en la susodicha fase.

??Compasión : ( temor la compasión es la otra emoción señalada por el estagirita que debe expiarse mediante la representación trágica. Los factores que la producen están muy vinculados a los del temor, pero lo que se debe resaltar es la condición o requerimiento “esencial” para que se pueda atribuir como valedera, o sea, la imputación de un acto injusto a un hombre justo puesto que de otro modo sería infundada la compasión. ?Engaño: ( ) engaño, estratagema, fraude. Podría decirse que es resultante del efecto psicagógico de la palabra, pues consiste en la capacidad, por parte del receptor, de percibir y asimilar emocionalmente, “dejándose llevar” por la proposición del discurso o texto.

?Error Trágico: ( menos, cuatro interpretaciones principales en torno al concepto de la « »: como un error trágico, como una culpa trágica, como una falta o defecto en el carácter, y como una equivocación “fatal”, en el sentido de algo ocasionado por el «fatum » o destino. Sin embargo, cabe considerar que sea como sea que se interprete la « » ‡ lo que subyace en ella es que está dada por un error en el juicio, o sea a través de una decisión desacertada, de modo que lo cometido por «

Paglialunga E. “Manual de Teoría Literaria Clásica” p. 38

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por la ignorancia que por el defecto en el carácter del que obra. Así pues en la « », el agente realiza algún “prejuicio” sin ser plenamente responsable por él sino a causa de su ignorancia; así, por ejemplo, Edipo quien no sabía que el hombre que había asesinado en el camino, era su propio padre, asimismo que Yocasta, con quien yacía, era su madre, por tanto, un acto dado, en el sentido de la « ropiamente, un acto humano voluntario, sino involuntario, debido a la ignorancia del agente. De modo que la acción, aún siendo físicamente perniciosa, no puede ser, sin embargo, moralmente reprobable tampoco imputable, puesto que, en dicho caso, no se actuó bajo un criterio racional y responsable. Sin embargo, dicha “apelación” es solo aplicable al caso de Edipo, puesto que en personajes como Medea quien en todo momento “razona” su perfidia, o como Eteocles, en “Siete contra Tebas” que a pesar de las advertencias hechas y a sabiendas que era su hermano a quien afrentaría, “decide” luchar. Así pues en personajes como éstos, la « » sí es condenable, puesto que acarrea una «culpa» (pecado filosófico), de este modo la « ?Extensión: ( ) extensión, magnitud, dimensión, importancia. Se refiere a la extensión o dimensión que debe alcanzar una obra para ajustarse a la idea del orden y la belleza. Aristóteles plantea que la dimensión adecuada ha de ser una especie de «justo medio», o sea evitando los extremos entre lo demasiado extenso y lo asaz sucinto; dando así una extensión coherente comprendida como un organismo vivo « », es decir debe poseer un todo armónico con sus partes, presentando un principio, un medio y un final y dicho conjunto debe ser perceptible o captable, de modo que facilite la comprensión e inteligibilidad del mismo.

?Mímesis: ( entiende por mimesis al proceso existente en el acto creador (entendiéndose que para los griegos la creación artística e intelectual no surgía «ex nihilo», es decir, de la nada absoluta) que se sustenta o genera desde la reproducción o reconstrucción de los elementos de la naturaleza y de la vida, especialmente, la vida humana; es decir, supone la re-elaboración del objeto a partir de los “hallazgos” dados en la naturaleza.

?Mito: ( Como se observa en las diversas acepciones del vocablo designa al objeto del discurso, es decir, a la composición en sí misma. Por ello la traducción más argumento,” “trama”, esta última alude al sentido de la composición, es decir, a la disposición ordenada de los elementos que conforman la “urdimbre” que la constituye. Aristóteles en su Poética la define como: “la unitaria disposición de los hechos” u “ordenada sucesión de

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4 los hechos ” esto responde a la totalidad armónica de la obra sujeta al orden y por ende a su belleza estética.

?Momento Oportuno: ( oportuno, conveniencia. Con este vocablo se designa un valor temporal enmarcado en las circunstancias con respecto a la acción, es decir el conocimiento del momento justo en que es preciso actuar. Para los antiguos este concepto llegó a ser una máxima de vida y, por supuesto, elemento esencial de la retórica.

?Peripecia: ( entiende por ello un cambio en la situación dramática o argumento. ?Psicagogía: ( ) conducir las almas; cautivar, seducir, encantar, arrebatar el alma. Este término se despliega como atributo del vocablo « ». Es pues la capacidad persuasiva que posee para modificar el ánimo, sentimientos, conducta e incluso el pensamiento de la audiencia; de allí el sentido del término como manipulador o conductor del alma pues supone un arrebato psíquico-intelectual que posteriormente influirá sobre la conducta o la voluntad del receptor. ?Temor: ( ) temor, mover a miedo. En ilación con la tragedia es una de las emociones que se pretende “purgar” por medio del drama trágico. Ahora bien, éste viene dado como un acto reflejo provocado desde el exterior, en tanto que el sujeto paciente perciba y valore, inconscientemente, el grado perjudicial de las circunstancias. Hay, sin embargo, una serie de factores, establecidos por Aristóteles, que inducen al temor y lo esencial que se determina a través de tales factores es el hecho de que “se experimenta temor al ver sufrir a aquellos que son semejantes a nosotros” de aquí resulta el fin catárquico de la tragedia, es decir, se da en los espectadores la extrapolación de las emociones y circunstancias que lo conducen a experimentar temor de que tales hechos funestos puedan acaecerle; lo curioso en ello es que tal reacción se suscita a pesar de que el auditorio está consciente de que se halla ante acontecimientos ficticios.

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5 ?Tragedia: ( su Poética presenta la siguiente definición: “Es así, la tragedia imitación de una acción elevada y perfecta, de una derterminada extensión, con un lenguaje diversamente ornado en cada parte, por medio de la acción y no de la narración, que conduce, a través de la compasión y del temor, a la purificación de estas pasiones”§ y en cuanto a las partes que la componen señala: “los elementos de toda tragedia son seis, y de acuerdo a cómo son ellos resulta una tragedia de tal o cual especie. Ellos son: el argumento, los caracteres, el lenguaje, el pensamiento, el espectáculo y el canto”.** Hay que resaltar que Aristóteles basa su definición en la «esencia» de la misma conseguida a través del parangón con la epopeya y de la “parafernalia” que le atañe; así pues llega a ella a través de una inferencia inductiva. Por otro lado, además de puntualizarlas características que presenta, se centra en su efecto, es decir, en lo que se espera que produzca: la purificación « » (a través) de determinadas emociones como son el temor y la compasión. De estos elementos conjuntamente con la idea de la acción sublime da por sentado los requerimientos del género. § Poética VI p.6 de la traducción de Cappelletti ** Poética VI 1450ª p.7

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