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Transporte y medio ambiente

Partes: 1, 2

    1. Ocupación del suelo
    2. El coche devora la ciudad
    3. Demasiados decibelios
    4. Alternativas al transporte
    5. Las flores del campo
    6. El problema de la accesibilidad
    7. Tarifas políticas
    8. Ferrocarriles en vía muerta
    9. Modos no motorizados
    10. Referencias

     

    Una adecuada jerarquización de los medios de transporte público, complementada con los modos no motorizados, como el caminar y la bicicleta, y las nuevas tecnologías de comunicación, permitiría reducir considerablemente el uso del automóvil.

     

    "Peor que estar enfermo es tener un mal médico", escribía Quevedo, y el médico que trata las enfermedades del transporte, el ministro Álvarez Cascos, no podía ser más peligroso.

    La política de infraestructuras del gobierno del PP va encaminado a facilitar aún más el uso insostenible del automóvil privado, con miles de kilómetros más de autovías y autopistas, que es como querer tratar la adicción del yonqui con una sobredosis de heroína, aplicando la eutanasia al ferrocarril tradicional con una mortal inyección de nuevas líneas de AVE. El precio de la sobredosis de infraestructuras de transporte es el enorme coste de miles de millones de euros, a pagar por todos y a cobrar por unas pocas empresas, como Dragados y Construcciones, Cubiertas y MZOV, Fomento de Construcciones, Ferrovial o Agromán.

    El retraso histórico de las infraestructuras españolas, punto es una verdad o una mentira a medias. ¿Frente a quién se define tal retraso?. Frente a Estados Unidos, Alemania y otros países de la Comunidad Europea. ¿Y por qué no frente al llamado Tercer Mundo o el Este de Europa? Pero como enseña cualquier manual de economía, las necesidades son infinitas y los recursos limitados, incluida la capacidad de sumidero de la atmósfera. Se olvidan de citar a las multinacionales del automóvil y a las grandes empresas constructoras, pero un olvido así lo tiene cualquier gobierno tan ocupado en destrozar el medio ambiente durante la mañana y por la tarde evaluar el impacto ambiental de los destrozos. El problema del transporte en España no es la carencia de autovías, autopistas, vías de circunvalación y aparcamientos subterráneos, sino las causas que inducen a multiplicar las necesidades de desplazamientos, cada vez más frecuentes y distantes, el incremento de la accesibilidad del vehículo privado y la orientación de la demanda hacia los modos menos eficientes energéticamente, como la carretera y el transporteaéreo. La solución no es aumentar la movilidad y el empleo del automóvil privado, para ir a comprar al hipermercado arruinando al pequeño comercio de barrio o desplazarse a un puesto de trabajo localizado a 30 kilómetros del lugar de residencia, dejando el ferrocarril para algún desplazamiento rápido en el AVE en sustitución del avión a Barcelona, Sevilla o Valencia. La solución es la reducción de la necesidad dedesplazarse, que no su posibilidad, y el cambio de la heroína por la metadona, del automóvil por otros modos de transporte, como el caminar, la bicicleta, los autobuses, el tranvía y el tren.

    Transporte y cambio climático

    El parque de vehículos en España hoy llega a los 24 millones, de los que 18 millones son turismos, cifra seis veces superior a la suma de los coches de India y China, países cuya población supera los 2.000 millones de personas, 53 veces más que España. Nuestra motorización es 315 veces mayor que la de India y China. El modelo norteamericano, con 190 millones de vehículos para 250 millones de personas, no es viable, pues de extenderse al resto del mundo el parque automovilístico debería ser hoy de 4.000 millones, siete veces más que los 560 millones de vehículos que ahora circulan por las carreteras de todo el mundo. El modelo no es viable, pero todos lo imitan, y lo imitarán hasta que la crisis ambiental sea irreversible.

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