- Breve reseña histórica de la opresión y esclavismo en el Perú
- La propuesta pedagógica de Paulo Freire
- El rol del educador en la pedagogía liberadora
- El rol del educando en la pedagogía liberadora
- La experiencia educativa en el contexto de la pedagogía liberadora de Paulo Freire
- Las desventajas de la pedagogía liberadora
- Conclusiones
- Recomendaciones
- Bibliografía
INTRODUCCIÓN
La genial escuela cubana, liderada por la Universidad de La Habana, ha permitido estudiar y analizar doce tendencias pedagógicas contemporáneas.
Todas éstas tienen bondades fabulosas para cambiar, mejorar y ubicar mejor la práctica pedagógica. Estudiar y analizar cada una de ellas requiere amplitud de mente y mucha abstracción. De las doce tendencias, se ha elegido la tendencia pedagógica liberadora de Manuel Zúñiga Camacho (Perú) y Paulo Freire (Brasil).
La elección de la escuela pedagógica liberadora de Zúñiga Camacho y Freire obedece a la situación real del educando de la región de Puno. En la gran mayoría, por qué no decir en su totalidad impera la imposición de los contenidos, una educación tradicional y bancaria; a tal extremo que la educación en el Perú se ha declarado en emergencia (2004-2006). Entonces es oportuna la ocasión para reflexionar y analizar la pedagogía liberadora de Zúñiga Camacho y Freire, y reorientar la práctica pedagógica en la región de Puno.
En el desarrollo del trabajo se ha considerado seis aspectos: el primero se refiere a una breve reseña histórica de la opresión y esclavismo implantado en el Perú y cómo esto ha afectado en la condición humana del poblador peruano, luego iniciar con una educación liberadora propuesta por Manuel Zúñiga Camacho y Paulo Freire; el segundo resalta la propuesta pedagógica liberadora Zúñiga y Freire; el tercero alude al papel que desempeña el educador en el contexto de la pedagogía liberadora; el cuarto hace referencia al rol que le toca desempeñar al educando en este marco; el quinto destaca la experiencia pedagógica en el marco de la pedagogía liberadora, enfocada desde una perspectiva real y contundente; y el sexto resalta algunas falencias de la tendencia pedagógica liberadora, reconocida por el mismo Freire.
El trabajo emprendido haga meditar y reflexionar a cada educador y trascienda en las escuelas, colegios y universidades de la región de Puno para que no se siga reproduciendo la sociedad del antaño sino que se eduque para transformar la sociedad.
Hoy se necesita de hombres y mujeres capaces de defender sus convicciones, que no sean esclavos de las circunstancias sino que resistan; que tengan una personalidad altamente desarrollada, que piensen, que sean críticos de su realidad circundante y que sean fuertes para pensar y obrar. Éste es el fin último que Zúñiga y Freire quiere lograr con su propuesta pedagógica liberadora.
Antes de abordar la propuesta pedagógica de Manuel Zúñiga Camacho y Paulo Freire, la Pedagogía Liberadora, que surge como Tendencia Pedagógica Contemporánea en la década del 60 (1961), cuyo precursor fue Zúñiga Camacho (1902); se hace referencia al hecho histórico ocurrido en el País de los Incas a partir del año 1532, fecha en que los españoles iniciaron el proceso de colonización del Perú. Historiadores y cronistas como Inca Gracilazo de la Vega, Felipe Huamán Poma de Ayala y Pedro Cieza de León hacen un recuento histórico de la más execrable vasallaje, matanza despiadada y dominación férrea que impusieron los españoles en el Perú, bajo el liderazgo de Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Hernando de Luque; a tal punto que exterminaron a los indígenas peruanos mucho más capaces de defender sus convicciones, eliminaron a los quipucamayoc y demás hombres de ciencia y conocimiento.
Con la muerte del Inca Atahualpa, ocurrido en el año 1533, el poderío español echó sus raíces en el Perú que duró aproximadamente 300 años, denominado "Época del Colonialismo Español". Después de estos tres siglos, en 1780 un cacique fornido y valeroso llamado José Gabriel Condorcanqui, conocido como Túpac Amaru II se rebeló contra toda la opresión y esclavismo español, hecho que conmocionó a todo Latinoamérica. A partir de esta fecha se inicia el período de la Emancipación. Años más tarde, en 1824 se originó la batalla de Ayacucho, donde supuestamente se derrota al poderío español; sin embargo, las secuelas y las taras de la opresión y esclavismo español se reprodujeron y quedaron profundamente enraizados en nuestros ancestros, a tal punto que el esclavismo y la opresión siguieron su curso normal; así como lo describe José Carlos Mariátegui en su obra "Los Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana" (1999). Lo que llama la atención aquí es la falta de accesibilidad a una educación digna del poblador indígena peruano, pues, ésta era privilegio de la clase social alta mas no de la clase social media ni baja.
Este sistema imperó aproximadamente hasta mediados del siglo XX. Sin embargo, en el año 1902, un personaje con alta autoestima e identidad cultural aymara llamado Manuel Zúñiga Camacho decide fundar la primera escuela liberadora de la opresión y esclavismo que imperaba hasta ese entonces, bajo la tiranía de los terratenientes, los jueces y los curas católicos (Gonzáles, 1984). Esta escuela se llamaba "Escuela Liberadora de Utawilaya" (Chambi, 1985), se fundó para que el indígena aymara retome lo que había perdido hace siglos, pues, había llegado a un extremo de ser una bestia y sin uso de razón, profundamente adoctrinado en creencias absurdas y extremadamente inhumanas, no conocía los principios de higiene y limpieza, no sabían leer ni escribir y vivían en una ignorancia completa (Stahl, 2006).
La Escuela Liberadora de Utawilaya, se fundó en el año 1902; fue la primera escuela donde se enseñó al indígena aymara a leer y escribir, es decir a alfabetizar, tal como propone Paulo Freire. En esta escuela no solamente se enseñó a leer y escribir, también se enseñó los valores de autoestima, la higiene en todos los aspectos, los principios del sano vivir, dejar de masticar la coca para mitigar el hambre, dejar de beber el alcohol que adormecía el cuerpo contra las inclemencias de la naturaleza, a vestirse como personas dignas y otros principios de una vida correcta y sana. Todo esto que se ha mencionado se encuentra en la obra titulada "En el País de los Incas", escrito por Fernando Stahl". A modo de referencia, Stahl afirma lo siguiente acerca de la condición en que encontró a los nativos aymaras de Puno:
"Encontramos a los indígenas en una condición verdaderamente deplorable. Vivían en la más abyecta miseria e ignorancia; desconocían hasta las reglas más sencillas de higiene; y eran adictos a las más horribles borracheras y al uso de la coca… Nunca se bañaban, ni lavaban sus vestidos. Había niños que llevaban cosidos sobre sí, pues a nadie se le ocurría que se hubiesen de mudar, a no ser que se les cayeran de viejos o de mugre.
"Los indígenas estaban maltratados y engañados en todas formas por los blancos que los consideraban como menos valiosos que las bestias… Como no sabían llevar cuentas, nunca podían librarse de las deudas, y por lo tanto, estaban siempre virtualmente en esclavitud. Había muchos miles de indígenas en esta condición.
"Los que son directamente responsables de esta terrible condición son los sacerdotes, que han tenido en sus manos la suerte de los indígenas desde las conquistas españolas. Simulando ser sus amigos y consejeros, los han traicionado todo el tiempo. Se han opuesto siempre a cualquier medida que tienda a elevarlos, y siempre los han mantenido en la ignorancia y superstición. Han estimulado la embriaguez, haciendo del uso del alcohol un complemento y parte de sus fiestas religiosas, que se celebran con intervalos de dos meses en cada distrito. Para anunciarlas envían mensajeros que invitan a los indígenas a asistir. Para lograrlo hacen creer a los indígenas que estas fiestas se dan en honor de Cristo, y usan todo medio para persuadirlos y aun obligarlos a asistir a ellas, y aquellos que no se muestran dispuestos a ir, se ven muchas veces amenazados con multas y encarcelamientos…" ( Stahl. En el País de los Incas, págs 85-100)
Por su parte, escritores y literatos peruanos como Manuel Gonzales Prada, Clorinda Matto de Turner, César Vallejo Mendoza, Enrique López Albújar, Ciro Alegría, José María Arguedas, José Carlos Mariátegui, Luis E. Valcárcel y José Tamayo Herrera resaltan la situación lastimera del indígena peruano; era una raza oprimida y considerada como bestias de carga; se había perdido completamente el humanismo. De estos autores destacamos la voz de protesta de Manuel Gonzales Prada contra esta opresión cruel del poblador indígena, un ser sin acceso a la educación como fuente de su verdadera liberación. Esta protesta lo registra en sus obras tituladas "Páginas Libres", "Horas de Lucha" y "Bajo el Oprobio"; expresamente lo manifiesta así:
"… La nación está formada por las muchedumbres de indios diseminadas en la banda oriental de la cordillera. Trescientos años hace que el indio rastrea en las capas inferiores de la civilización, siendo un híbrido con los vicios del bárbaro y sin las virtudes del: Enseñadle siquiera a leer y escribir, y veréis si en un cuarto de siglo se levanta o no a la dignidad del hombre. A vosotros, maestros de escuela, toca galvanizar una raza que se adormece bajo la tiranía del juez de paz, del gobernador y del cura, esa trinidad embrutecedora del indio." (Gonzáles Prada. Páginas Libres, pág. 72)
Entonces, la posición pedagógica liberadora de Manuel Zúñiga Camacho implantado en el Perú el año 1902 es exactamente similar con la concepción pedagógica liberadora patentado por Paulo Freire; donde en el Perú surge la primera escuela liberadora para el indígena peruano. A partir de este año, por primera vez en la historia del Perú surge la educación como fuente de liberación de la dominación y opresión imperante bajo el liderazgo del obispo Valentín Ampuero, de la iglesia católica, donde decenas y cientos de protestantes adventistas murieron en manos del catolicismo. La obra educativa liberadora de Zúñiga Camacho dio sus inicios a fuego de cañón, pues, muchos sellaron con sus vidas esta obra educativa liberadora del poblador andino peruano. Esta educación liberadora fue reforzada por Fernando Stahl, Luciano Chambi y Pedro Kalbermatter.
Después de 58 años de ardua lucha y tenaz resistencia, en el año 1961, en Brasil, revoluciona el mundo latinoamericano la teoría pedagógica de Paulo Freire, sustentado en sus obras "La Pedagogía del Oprimido" (1970), "La Educación como Práctica de la Libertad" (1979), "La Pedagogía de la Esperanza" (1993), "La Pedagogía de la Indignación" (2000).
BREVE RESEÑA HISTÓRICA DE LA OPRESIÓN Y ESCLAVISMO EN EL PERÚ
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