Emilio Heredia, el museo nacional y las memorias de un comisionado (Cuba) (página 2)
Enviado por Abelardo Mena
Cruzar los instrumentos de la computación con los del Arte era una posibilidad impostergable para devolver el Museo de 1913 a su justo espacio en la historia cubana. E iluminar espacios inexplorados de una historia del arte, nutrida por lo general más de criterios subjetivos que de las inmersiones precisas en datos y archivos. En todo caso, debíamos avanzar más allá de las enumeraciones del propio arquitecto, y propiciar a través del análisis de datos un panorama más preciso de las expectativas artísticas y corporativas de la sociedad cubana del momento, protagonista indiscutible en la fundación de la institución.
Ciertamente, esta tarea será evidentemente parcial e inconclusa hasta que la institución no publique otro monumento documental de su evolución: el Registro General de Adquisiciones y Donaciones de objetos del Museo Nacional 1912 –1959, compilado con gracia caligráfica por Antonio Rodríguez Morey, su más longevo director. "El libro de Morey", como se le conoce en el argot de los curadores patrimoniales, registra y amplifica el texto de Heredia con prolijas descripciones que facilitan la identificación de los objetos adquiridos por el arquitecto en 1913. Y constituye –con implícita voluntad cívica- el rastro más fiel del patrimonio (no por valioso menos volátil) custodiado por el Museo a lo largo de la República, hasta el advenimiento de la Revolución y la muerte de Rodríguez Morey.
En este sentido, los Índices de Materias y el Índice Onomástico de Donantes Privados e Institucionales, que integran los anexos, son especialmente útiles para el lector. El primero revela el alcance verdadero del coleccionismo en la isla, refutando con creces la afirmación sobre la escasa valía de las obras de arte y esculturas coleccionadas, en virtud del carácter enciclopédico del museo propuesto por Heredia. Por su parte, el Índice Onomástico de Donantes esclarece acerca de la construcción histórica del coleccionismo insular, donde detectamos no sólo las "afinidades" culturales de cada propietario o empresa, sino incluso se hacen visibles actos de despojo sucedidos en la dinámica cultural del momento. Como los practicados sobre los artefactos musicales y rituales de las culturas de origen africano: aportados por numerosos "Donantes Anónimos", esta frase encubre las capturas de estos objetos, efectuadas por las razzias policiales sobre las fiestas afrocubanas.
La técnica es la técnica.
Para cuantificar y agrupar toda la información brindada por Heredia, se elaboró una base de datos en Microsoft Access 2013. La misma consta de 5 tablas relacionadas, a saber: tbl_categoria, tbl_donantes, tbl_objetos, tbl_subcategoria1 y tbl_subcategoria2. La tabla principal es la tbl_objetos, la cual presenta los siguientes campos:
1. Id_objeto: es el campo identificador y autonumérico (que toma el número de forma automática)
2. número: representa el número otorgado por Heredia dentro del catálogo.
3. objeto: representa el nombre y descripción (cuando la hubiera) del o los objetos donados.
4. Donantes: representa el nombre(s) y apellido(s) de los donantes, ya sean personas o instituciones.
5. cantidad: representa la cantidad de objetos donados en cada entrada referida por Heredia.
6. categoría: representa la categoría dentro de la cual Heredia ubicó cada objeto.
7. subcategoría1: representa la primera subcategoría en la que Heredia divide cada categoría.
8. subcategoría1: representa la segunda subcategoría en la que Heredia divide cada subcategoría1.
9. página: representa la página en la que se encuentra (dentro del catálogo) cada objeto referenciado.
Esta estructura de la base de datos permite diferentes tipos de agrupaciones de ítems y filtrado de datos. Con ellos, se pudo elaborar el Índice onomástico de Donantes, proceso para lo cual se efectuó previamente un análisis y reagrupación de éstos, pues se presentaba el mismo nombre bajo distintas estructuras. Por ejemplo: Sr. E. Heredia/Sr. Emilio Heredia; Sres. Cayón Hnos./Sres Cayón y Hermanos. Igualmente, al filtrar y agrupar las categorías y subcategorías en las que Heredia ubicó los objetos donados, fue posible elaborar un índice de materias, realizando los cálculos de las entradas y los objetos donados en total de cada uno. Con estos datos se elaboraron gráficos de pastel para ilustrar el porciento que representa cada materia: las Bellas Artes (como señala Heredia) fue la materia a la cual se destinó el mayor número de donaciones, seguida de Historia Patria.
Además, se establecieron dos índices de donantes privados: por cantidad de entradas (como su nombre indica, por cada entrada registrada en las Memorias, más allá de su clasificación o agrupamiento) y por ítems (cantidad de objetos mencionados en cada entrada). Se utilizó el mismo procedimiento En cada caso se calculó el porciento que representaban y se crearon los gráficos de pastel ilustrativos.
La cantidad de objetos alcanzó los 8921, superando con creces los cálculos de Heredia. Para no ceder ante optimismos vacuos, hicimos caso a agrias voces que clamaban: "…el procedimiento empleado no es preciso ni científico…", o "permite (por la naturaleza casi etérea de las materias registradas por el arquitecto) un grado de imprecisión que lo hace francamente deleznable, inútil, para el estudioso".
Para refutar o afirmar dichas sentencias francamente escépticas, decidimos volver a calcular las cifras totales, tras excluir aquellas entradas que no precisaban números exactos en sus entradas. La cifra resultante es de 8901, apenas veinte menos. Es decir, la cifra total resulta todavía superior en miles de objetos a los cálculos del arquitecto. Si cada una de estas entradas fuese contrastada y ampliada con la nota correspondiente en el Registro de Morey, el resultado será probablemente mayor. Una tarea presta para futuras investigaciones.
Con certeza, lo verdaderamente anti-científico hubiera sido renunciar a computar por métodos modernos, la inmensa contribución que Heredia, los cubanos y cubanos de 1913 hicieron a la cultura y la resistencia nacional. Guiados por esta convicción, en esta edición personal –que denominamos "Emilio Heredia, el Museo Nacional y las Memorias de un Comisionado"- decidimos incluir el Anexo, mutilado en el tomo que el Museo -con nuestro texto de presentación- decidiera publicar meses atrás.
Portada de Memorias de un Comisionado, primer catálogo de la colección Museo Nacional 1913
Primer sello del Museo Nacional de Cuba 1913
Página de Memorias de un Comisionado que contiene los filmes coleccionados en el Archivo Cinematográfico.
Foto de la inauguración del Museo, publicada en El Fígaro.
Foto actual de Frontón de Concordia y Lucena, primera sede del Museo Nacional de 1913.
Autor:
Abelardo G. Mena Chicuri
Concepto, Edición y Texto de Presentación:
(La Habana 1962) Historiador, crítico de arte y promotor cultural. Ex curador de la colección Arte Internacional Siglo XX-XXI del Museo de Bellas Artes, Cuba. Curador de la colección Farber de arte cubano (www.thefarbercollection.com), Estados Unidos.
Delia López Campistrous.
Cronología de Emilio Heredia
Curadora de la colección Arte Cubano de Cambio de Siglo, Museo Nacional de Bellas Artes, La Habana, 2013.
Ingrid Paz García
Índices y gráficos.
(La Habana 1971) Msc. en Ciencias Informáticas.
Se permite toda reproducción enunciando la fuente.
La Habana, 2013
Publicación con motivo del Centenario del Museo Nacional de Cuba, 1913-2013
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