- Introducción
- El papel del líder en la empresa
- Calidad: una revolución continua
- Mejora de la calidad
- Control de la calidad
- Gestión estratégica de la calidad (GEC)
- Motivación para la calidad
- Conclusiones
Introducción
Los sistemas de gestión de la calidad, en el entorno ISO 9001: 2008 Tienen como segundo principio el LIDERAZGO.
El liderazgo ha existido siempre, de hecho ha estado inherente a la propia existencia del hombre y lo ha acompañado a lo largo de su historia.
Según la Real Academia Española, "líder" es la persona a la que un grupo reconoce como jefe u orientadora. El liderazgo de una persona debe estar basado en su comportamiento y comprimiso, su finalidad es dirigir e influir positivamente en el comportamiento de los demás para la consecución de unos determinados objetivos.
El liderazgo es el conjunto de Habilidades gerenciales o directivas que un individuo tiene para influir en la forma de ser de las personas o en un grupo de personas determinado, haciendo que este equipo trabaje con entusiasmo, en el logro de metas y objetivos.
También se entiende como la capacidad de tomar la iniciativa, gestionar, convocar, promover, incentivar, motivar y evaluar a un grupo o equipo. En la administración de empresas el liderazgo es el ejercicio de la actividad ejecutiva en un proyecto, de forma eficaz y eficiente, sea éste personal, gerencial o institucional (dentro del proceso administrativo de la organización).
El mundo empresarial trata de mejorar la calidad de los productos o servicios que ofrece, sabiendo que este proceso de mejora continua radica el éxito de sus empresas e incluso, su propia supervivencia.
La calidad debe entenderse como un proceso de mejora continua, los trabajadores deben implicarse en los procesos de producción organizándose en círculos de calidad.
La empresa hace flexible su estructura organizativa para adaptarla permanentemente a las necesidades y expectativas de los clientes y el continuo perfeccionamiento de los procesos de calidad.
La gestión de la calidad abarca actualmente todas las formas a través de las cuales la empresa satisface las necesidades y expectativas de sus clientes, de su personal, de las entidades implicadas.
El objetivo de cada equipo de mejora, es diseñar, hacer seguimiento y mejorar los procesos críticos que añaden valor a la organización y que permiten conseguir resultados de calidad.
Una gestión de calidad significa conseguir los objetivos que uno se propone, facilitando los medios necesarios para ello.
El camino hacia la calidad es un camino difícil que exige un gran esfuerzo personal y colectivo que a veces compensa y otras produce verdadera frustración
Los modelos de gestión de la calidad dan una enorme importancia al liderazgo horizontal
Para que exista calidad es condición indispensable que la dirección ejerza un liderazgo claro y comprometido con los proyectos de mejora.
El líder, que se mueve en el espacio de la autoridad informal, se le exige integridad, fidelidad a principios y valores que comparte con sus seguidores.
El líder afronta el cambio, para lo cual transmite con emoción una visión de futuro, crea estrategias, fomenta el compromiso de los miembros del equipo y estimula frente a los obstáculos
Los líderes más efectivos dan más importancia a la participación de los subordinados en el control y la toma de decisiones
El estilo idóneo de dirección es el que escapa de adecuarse a cada una de las situaciones que presentan los distintos subgrupos que conforman la organización.
El liderazgo, en su funcionamiento parece sencillo, pero es un conjunto complejísimo de relaciones, sistemas y procesos que pocas personas dominan hoy en día en solitario.
La principal preocupación del líder no es resolver el mismo los problemas, sino el comportamiento del líder no es resolver el mismo los problemas, sino el comportamiento del grupo en el proceso de resolución de los mismos.
Nadie duda de la importancia del liderazgo para tres situaciones:
Para facilitar el cambio y la innovación
Para proporcionar una visión de la organización
Para animar sus primeros pasos
El papel del líder en la empresa
Al líder se le asigna una serie de funciones:
? Líder como ejecutivo: Coordina las tareas del grupo y supervisa las actividades.
? Líder como organizador: Planifica, programa y orienta.
? Líder como estratega: Ordena, distribuye, dispone y arbitra recursos.
? Líder como experto: Ayuda, aconseja y complementa.
? Líder como fuente de recompensa y castigos: Premia, censura y reprime.
? Líder como árbitro y mediador: Ayuda, coopera, motiva y regula.
? Líder como portero del grupo: Representa, identifica y avala.
Calidad: una revolución continua
Las necesidades de calidad han existido desde el alba de la historia. A lo largo de los siglos, las estrategias de la gestión para la calidad han sufrido cambios continuos en respuesta a un proceso continuo de cambios en las fuerzas políticas, sociales y económicas. Durante esta secuencia de acontecimientos, los altos directivos se despegaron del proceso de la gestión para la calidad. Sin embargo, la revolución japonesa de la calidad se basó en la creación de unas estrategias sin precedentes (ocupándose de la misma la alta dirección, con una formación en todos los niveles, mejorando la calidad a un ritmo continuo y revolucionario y haciendo participar a la mano de obra a través de los llamados Círculos de Calidad).
La competitividad en la calidad para los años venideros requiere un enfoque básico nuevo. Este enfoque se centra en el concepto de aumentar el plan empresarial estratégico para incluir los objetivos de calidad. Se define así la llamada Trilogía de juran para la gestión de la calidad. Esta gestión se lleva a cabo por medio de tres procesos: planificación, control y mejora.
Mejora de la calidad
Tal y como se utiliza aquí, mejora significa la creación organizada de un cambio ventajoso. Un sinónimo es avance.
Lo primero a lo que obliga esta mejora es al establecimiento de un consejo de calidad formado por los altos directivos, cuya responsabilidad básica será lanzar, coordinar e institucionalizar la mejora anual de la calidad.
Este consejo de calidad deberá, en última instancia:
· · Nominar los distintos proyectos de mejora.
· · Seleccionar los proyectos. En esta selección cabe diferenciar los criterios para elegir los primeros proyectos de los criterios para proyectos posteriores. El primer proyecto tiene que ser un ganador; suele estar relacionado con problemas crónicos de la empresa cuya solución sea factible y cuyo resultado sea mensurable tanto en dinero como tecnológicamente.
· · Declarar la misión del proyecto: esta declaración establece el objetivo del proyecto.
· · Publicar oficialmente la lista de proyectos seleccionados con el fin de conferir legitimidad a las mismas.
· · Por debajo de este consejo de calidad deberá existir un equipo interdepartamental asignado a cada proyecto.
Control de la calidad
Es el proceso de gestión durante el cual evaluamos el comportamiento real, comparamos dicho comportamiento real con los objetivos y actuamos sobre las diferencias. De forma ideal, la responsabilidad del control se debería asignar a cada individuo, es decir, el autor propone como mejor sistema, uno de autocontrol.
Dado que no hay posibilidad de que los directores y especialistas profesionales hagan todo el trabajo de control, se define un sistema piramidal de control cuyos niveles son:
· · Nivel básico: en el que se da un control automatizado, sin intervención de medios humanos.
· · Nivel medio: el control se ejercita por la mano de obra (los empleados, trabajadores de fábrica, vendedores, etc.).
· · Nivel superior: el control se realiza por supervisores y directores medios que se dedican a aquellos productos y procesos verdaderamente importantes.
· · En el nivel más alto se realiza el control de los altos directivos que desempeñan un doble papel: ejercer personalmente el control con respecto a los objetivos estratégicos y asegurarse de que se ha establecido un sistema de control para el resto de la pirámide de control.
Gestión estratégica de la calidad (GEC)
Esta es la expresión que utiliza el autor para denominar el enfoque sistemático para establecer y cumplir los objetivos de calidad para toda la empresa. Un elemento fundamental de la GEC es el
establecimiento de objetivos de calidad generales dentro de la planificación empresarial, junto con los objetivos de ventas, inversiones y beneficios. Un ejemplo real de objetivo de calidad a nivel corporativo sería "reducir a la mitad el tiempo para cumplimentar los pedidos de los clientes" o "reducir los errores de los recibos en un 90%". A su vez, estos objetivos se deben subdividir, y, se debe asignar esos objetivos a niveles inferiores dentro de la empresa.
Motivación para la calidad
Nadie está en contra de la calidad. Sin embargo, se tiene que hablar sobre la motivación para la calidad, pero no en el sentido de convencer a las personas de que la calidad es deseable, sino porque hay algunos obstáculos muy reales para lograr la calidad. La eliminación de los siguientes obstáculos sí que supone una motivación:
· · La ignorancia: las personas no son conscientes de que están creando problemas de calidad.
· · La competencia entre prioridades: las personas son incapaces de lograr la calidad porque otros objetivos que tienen mayor prioridad se cruzan en el camino. Ej.: el cumplimiento de las fechas de entrega.
· · La suboptimización: el logro de la calidad se cruza en el camino de la calidad total.
· · Los mitos culturales: las personas mantienen ciertas creencias sinceras que están relacionadas con la calidad, pero que no se basan en los hechos. Ej.: de mitos, los operarios podrían hacer un trabajo de buena calidad pero carecen de la motivación para ello; la calidad tendría máxima prioridad si la alta dirección así lo decreta, etc.
Conclusiones
El papel del líder sigue en auge y cada día se requieren líderes aún más cualificados.
Es imposible imaginar una empresa sin líder, puesto que este es el punto de referencia de la misma.
Un líder debe ser caristamatico, seguro de si mismo, sincero, fiel a sus objetivos y ante todo, ganarse la confianza de sus subordinados y confiar en estos.
La gestión para la calidad exige algunas rupturas profundas con la tradición, una de las cuales se debe manifestar en los cambios en el área de formación. La experiencia, además, parece indicar que la alta dirección debería dar pasos para ampliar la formación de la gestión a todo el equipo de dirección, a todas las funciones y a todos los niveles.
Esta formación debería ser impuesta por la alta dirección, siendo éstos los primeros en adquirirla, para después adquirirla por los niveles inferiores, debido a que estos altos directivos están mejor cualificados, sirven de ejemplo para las estructuras inferiores y posibilitan de manera más fácil el cambio en la cultura organizativa.
Autor:
Erediaumasi