Evolución del Movimiento. Dinámica Interna.
A fines del años pasado el agravamiento de la crisis (no sólo económica sino también política y social), dispararon un quiebre en la sociedad argentina, llevando a la irrupción en el plano social de movimientos de carácter original para la historia de nuestro país.
El desgaste que sufrió la relación de los votantes con la clase política (desgaste que se remonta en el tiempo, no unos pocos meses sino mucho más atrás) venía generando un aumento en la práctica del voto castigo, así como su modalidad mas moderna, el "voto bronca". Así como el creciente abstencionismo. (Vale hacer mención de movimiento Km. 501, que se generó en los últimos años para eludir la obligatoriedad del voto)
En el presente trabajo intentaremos abordar desde un punto de vista teórico -utilizando el material aportado por la cátedra, así como los datos empíricos recogidos en documentos y encuestas realizadas-, el nacimiento y la evolución de estos movimientos.
No escapa a nosotros la dificultad que presenta estudiar movimientos sociales de creación tan reciente; que no han tenido todavía posibilidad de generar los cambios que promueven, inclusive, estando actualmente en una etapa donde el cambio anhelado no esta totalmente delineado.
Me gustaría señalar que para la elaboración de este trabajo he utilizado, además de las encuestas realizadas por mi, otras realizadas por compañeros del curso, que han sido de gran aporte.
- Determinar las características del surgimiento y evolución de las asambleas populares. En cuanto al momento de aparición, hecho desencadenante, y grupos sociales participantes.
- Delinear las motivaciones de los integrantes y adherentes de los grupos, así como su grado de participación.
- Reconocer los diferentes estados dentro de la dinámica interna de estos grupos, e intentar delinear sus posibles estados futuros.
- Distinguir los métodos de reclutamiento que se observan en estos grupos.
- Intentar una conclusión que nos acerque a la comprensión de estos movimientos.
Evolución del Movimiento. Dinámica Interna.
Parece imposible separar el surgimiento de las asambleas barriales de la situación coyuntural por la que atraviesa nuestro país.
Para ser más precisos, no sólo es imposible sino equivocado intentarlo, ya que el estado inicial de las cosas es el suelo donde se insertan las raíces de un movimiento surgido a posteriori.
Casi podríamos afirmar que a un estado de situación dado, en un momento dado, se corresponderá el surgimiento de un movimiento posterior. Pero claro, siendo que hablamos de conductas humanas, no se podrá establecer un silogismo tal, ya que no nos encontramos en una ciencia exacta, y sólo podríamos llegar a aproximaciones o tendencias.
Primer Estadio de Evolución (Estructura Preexistente)
Siguiendo a Sztompka, podemos distinguir cuatro estadios en la evolución de un movimiento social, ellos son: orígenes, movilización, elaboración estructural, y terminación.
El autor polaco destaca que, "la estructura preexistente constituye un depósito de recursos y de facilidades para el movimiento", de esto derivamos que en un primer momento hablamos de un movimiento pero no de movilización.
Distinguiremos ahora, en base al autor mencionado las diferentes bases del movimiento estudiado.
En el área normativa, el movimiento no parece tener una cohesión plena, ya que si bien es cierto que gran parte de los adherentes que se unieron en un primer momento al grupo lo hicieron por orientaciones de valor, cierta porción de los integrantes lo hicieron por una orientación contra una norma específica, la aparición de restricciones al sistema bancario, el denominado "corralito".
En ocasión de una conferencia en la Facultad de Ciencias Económicas, la periodista Naomi Klein, especialista en temas de la globalización, hizo una pregunta a quienes habían ido a escucharla, "¿Creen que sería posible esta alianza de clase que se ve hoy sin el marco de esta profunda crisis?". La respuesta fue un largo silencio del auditorio colmado, hasta que alguien susurró un no.
Esta reacción puede acercarnos a la existencia de la convivencia de actores orientados por las dos vertientes antes marcadas.
Así también lo considera Federico Schuster, decano electo de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA:
"Si el corralito desapareciera la protesta perdería buena parte de su intensidad y masividad, y éste no es un dato menor. El cacerolazo y las asambleas que lo siguieron, según su opinión, tienen como origen la fuerte resistencia y oposición de una buena parte de la sociedad al sistema político representativo. Esta oposición tuvo una manifestación clara en las elecciones de octubre. En ese momento, ni oficialismo ni oposición hicieron la lectura correcta de los resultados. Esta oposición de carácter antipolítico (antiestatal) se ha alimentado básicamente de la sensación colectiva de desamparo ante la liquidación suicida del Estado que se realizó durante toda la década del noventa."
El levantamiento del "corralito" no llevará a la desaparición del movimiento, aseguran desde las asambleas; suena mas a una expresión de deseos que a una verdad probada. Parecería que a nadie le interesa formar parte de un movimiento que defienda exclusivamente derechos patrimoniales, como son los afectados por las mencionadas medidas. Ese no es el perfil de movimiento que desean las asambleas, aunque es una incógnita cual sería la reacción de estas ante la modificación de esas normas.
Pero no sólo del "corralito" viven las asambleas, dentro del área de los ideales encontramos la gran base de los movimientos, está dicho por el autor "el movimiento nunca produce su sistema ideológico de la nada".
Dentro de éstas ideas podemos encontrar aspectos relacionados con el concepto de "gobernabilidad", así como con la "crisis de representatividad"
El primer concepto mencionado, nos parece realmente determinante. Dentro de las diversas teorías que lo definen, nos inclinamos por aquella de Huntington, la que Pasquino explica como un problema de naturaleza política. Esta postura explica que "la disminución de la desconfianza de los ciudadanos respecto de las instituciones de gobierno y la falta de credibilidad de los gobernantes provocan automáticamente una disminución de las capacidades de estos últimos para afrontar lo problemas…,esto puede definirse como la espiral de la ingobernabilidad."
No es difícil encontrar el repudio hacia los gobernantes que plantea esta teoría en las asambleas populares. El slogan "que se vayan todos", tan difundido en estos grupos es una pauta muy clara. Este lema aparece repetidamente en las encuestas que realizamos, asi como en varios de los testimonios recopilados por los diarios que han sido consultados. A este dato podemos sumar que la mayoría de los escraches, apoyados por las asambleas, están dirigidos a la clase política.
Vemos en las entrevistas realizadas que los encuestados no sólo rechazan la intervención, sino que es uno de los elementos aglutinantes de este proceso. (Que, vale aclarar, ya hizo caer un gobierno electo por el pueblo, y generó grandes presiones para el momento de la designación de su sucesor.)
El otro concepto que creemos importante destacar es la "crisis de la representatividad"; como bien afirma Filmus, ha llevado a cuestionar los sistemas electivos, así como a la clase política, teniéndola como defensora de intereses propios.
Dentro de las propias asambleas el debate se mantiene. ¿Deben participar de éstas los partidos políticos?
De uno de los recortes acompañados se deduce que este problema esta lejos de resolverse, aunque no parece ocupar un tema central en la agenda es estos grupos.
Sintetiza el autor antes mencionado que la única salida para este tipo de crisis esta dada por el fortalecimiento de la gobernabilidad.
Es nuestra opinión que las asambleas son un gran paso en lo que el autor denomina profundización de una cultura política.
En otro aspecto, cabe destacar las desigualdades del sistema, y de la situación al momento de la aparición del movimiento.
Si tenemos en cuenta datos macroeconómicos, veremos que con el paso del tiempo y con la profundización del modelo neoliberal en nuestro país, la estructura de las clases sociales, que se aplicaba hasta mediados de la década del 80 ha mutado ostensiblemente.
La llamada clase media se había ido empobreciendo paulatinamente; generando una subdivisión la de la clase media-baja. Así también se agravó la situación de la clase baja, a la que se sumaron grandes masas de gente, desplazadas de la clase media.
En relación a esto, podemos decir que la concentración de riqueza fue en aumento, lo que amplió la brecha entre la clase mas alta y las demás.
Estas desigualdades se reflejan también en los enemigos que identifica el movimiento. En nuestro caso la banca, como representante de esa clase alta; y organismos de crédito internacional como el FMI, designados responsables de esta política.
Suceso desencadenante. Fin de la Primera etapa.
El cierre de la primera etapa esta dado por el suceso desencadenante.
Distinguirlo en el caso en estudio parecería a primera vista algo no muy complejo, pero que podría tener diferentes interpretaciones.
Decir que la aparición del "corralito" financiero es el factor desencadenante, nos parece lo mas acertado.
Nos decidimos por la elección de éste, pues luego de él se produce la reacción de un gran sector de la población que no se había visto directamente afectado por la situación previa.
La clase media argentina, a ella nos referimos, fue tal vez la última en integrarse a este grupo; pero la masividad con la que adhirió generó una gran aceleración en el proceso evolutivo del movimiento.
Fase movilización
En esta etapa se da la segunda ola de reclutamiento.
Si nos basamos en las encuestas, podemos decir que ninguno de los encuestados se considera como reclutado, debido a la negativa connotación de esta palabra, que haría pensar en que han sido llevados a unirse al grupo, en lugar de unirse por decisión y motivaciones propias.
No creemos que como asevera Sztompka, la segunda ola de reclutamiento este dada sólo por aquellos que se unen por conveniencia. Por lo menos no en nuestro caso particular.
Si observamos el tiempo que según las encuestas realizadas, llevan algunos de los asambleístas acudiendo a ellas, podremos incluirlos en este período, ya que pocos estaban integrados a ellas antes del suceso precipitador.
Creemos que la explicación a esto podemos encontrarla en otro concepto vertido por el autor, el de "síndrome cultural de desconfianza".
Uno de las consecuencias que el autor encuentra a este proceso es el retiro de la vida pública de la gente. Algo que se venía sufriendo, en forma muy acentuada en nuestro país en los últimos años.
Ahora bien, creemos que ese repliegue tan pronunciado retardó la incorporación de esa masa de gente a los movimientos.
A pesar de lo expuesto, vale destacar que el efecto "caballo ganador" que produjo la caída del gobierno anterior, es un dato de importancia culminante.
Si bien es cierto que el mencionado evento no surgió propiamente de la acción de las asambleas. El común de la gente las ve como el elemento continuador de ese proceso, por lo que estos movimientos recogen los beneficios de ese proceso espontáneo anterior.
Pero no todo puede encolumnarse en lo positivo; desde ese logro tan grande la influencia del movimiento parece haber sido absorbida por la sociedad política, y esta falta de consecución de grandes objetivos en plazos cortos (como se había dado) generan la desazón, y un comienzo de crítica interna. La sensación de que por la falta de una organización se esta perdiendo la oportunidad de actuar, con el riesgo de la disgregación posterior, una suerte de muerte por inacción.
Párrafo aparte merece el hecho que las asambleas se reúnan en base a una distribución zonal.
La disposición barrial de las asambleas nos genera una primera conclusión, y es que la unión no se da bajo criterio ideológico. O sea, lo importante parece ser participar, unir voluntades. El efecto del reflejo de los demás afectados, aumenta la cohesión con base en la solidaridad.
Esto, por supuesto tiene sus contras, ya que la diversidad ideológica provoca la diversidad de fines y objetivos del movimiento, así como la discrepancia entre los métodos de producir los cambios deseados.
En esta etapa aparece también un germen de organización en las asambleas.
Se delinean, a su vez, el perfil de los integrantes
Pero no se verifica la aparición de lideres en los grupos. De nuestras encuestas se extrae claramente el porqué.
La idea de los lideres parecería minar la participación. Generar una dependencia.
La horizontalidad parece una de las bases del movimiento en la que todos coinciden.
Así también hay quién difiere de esta opinión.
El historiador Félix Luna, como especialista en la historia de nuestro país, argumenta en contra de esta postura que este nuevo fenómeno corre varios peligros, entre ellos que la gente crea que esto es democracia; no lo es. La democracia consiste en una representación mejor o peor que es la que habla en nombre de los intereses de la ciudadanía. Luna cita otro peligro: Estas reuniones, por la inexperiencia de los vecinos, suelen ser presas fáciles de intereses políticos, y también de vándalos, de aprovechadores y de oportunistas. El historiador habla, también, de la falta de propuestas: Las asambleas no tienen objetivos muy claros; unos vecinos apuntan contra los bancos, otros contra la Corte. No hay una propuesta más que el malestar manifestado de esta forma, por suerte pacíficamente. Sin embargo, se puede resbalar muy fácilmente hacia la violencia porque el malhumor colectivo es muy grande.
Elaboración Estructural
Entramos entonces en el tercer estadio de evolución, posiblemente el mas extenso.
Creemos que a excepción de asambleas de creación muy reciente, como alguna de las mencionadas en las encuestas; la mayoría de las asambleas se encuentran ya en este periodo, por supuesto con diversidad en los grados de evolución.
En este campo son destacables la aparición de subcomisiones internas en temas de salud, prensa y difusión, economía, temas comunales, movilización y escraches, entre otras.
Gran cantidad de asambleas han comenzado con la publicación de boletines, a modo de difusión, y que tienen como fin, no sólo el hacer conocer el movimiento, sino también cumplen una función interna comunicando las actividades y avances de las subcomisiones.
Como señalara Sztompka en este periodo aumenta la identificación de los integrantes con el movimiento, así como con los demás integrantes.
Ya hemos mencionado que en nuestro caso se ha visto de parte de los grupos una mayor estructuración interna, a pesar de no haber una estructura formal, ni estatutos, ni manifiestos de intención.
La organización de asambleas interbarriales es el paso que siguió el grupo estudiado. A largo plazo, un paso necesario para ensanchar las bases del movimiento.
A pesar de no contar con testimonios entre las encuestas realizadas, se dan casos de abandono del grupo por parte de los integrantes.
Las razones suelen ser el hecho que el grupo se desvíe del objetivo inicial, o en mayor medida que los objetivos que el participante tenía no se encolumnen directamente con los del grupo, como él esperaba al momento de su integración.
Saliente es en esta etapa, que la organización interna del grupo empieza a rendir sus frutos en su faz externa. A la que haremos mención brevemente.
Así, podemos ver como subcomisiones de diferentes asambleas han sido reconocidas como interlocutores validos en sus ambitos de competencia.
Ejemplos de esto encontramos en la instancia de negociación que abrió la empresa Edenor al dialogo con un grupo de asambleas que coordinan un plan para evitar los cortes por falta de pago.
También la mayoría de las asambleas han coordinado planes de salud con los hospitales zonales, intentando dar solución al grave estado del sector sanitario. Inclusive se han presentado planes generados en estas comisiones para la reducción de los gastos, y así permitir la continuidad y la mejora del servicio hospitalario.
Manifestábamos en los objetivos del trabajo la intención de intentar prescribir un futuro a estos movimientos sociales. (Haciendo en cierta forma una especie de futurología)
Tal vez por la falta de costumbre en el examen de estos grupos nos parece que no tendrán podrán producir grandes cambios. Esperemos estar equivocados.
Dentro de los problemas que encontramos para su proyección es la falta de una organización formal. La idea de la democracia directa, por mas atractivamente poética que sea no nos oculta la necesidad en sociedades del tamaño y la evolución de la actual, de una canalización de esa fuerza. Que no necesariamente tendría que estar dada por partidos políticos; aunque sin una reforma grave del sistema electoral, no se vislumbra una alternativa.
Otro obstáculo a vencer, es la oposición de medios de comunicación a estas asambleas. En poco tiempo han ido perdiendo espacio en diarios y televisión, lo que produce un verdadero achicamiento de los potenciales adherentes que, desinformados, no pueden sumarse grupo. A su vez, la no trascendencia mediática de sus logros, y progresos, genera en el público general la sensación de derrota del movimiento.
A pesar de todo creemos en la posibilidad de que los movimientos se desarrollen localmente, aunque sin llegar a una trascendencia a nivel nacional.
Seguramente suena injusto exigirle a estos movimientos que reviertan en poco tiempo un proceso que lleva décadas. Tal vez, con paciencia podamos ver los frutos del cambio en no mucho tiempo, pero con tanta ansiedad instalada parece correrse una carrera contra reloj.
Asimismo sufren de una agravada desaceleración, parecería que su futuro esta atado a la consecución de objetivos permanentemente, para evitar la impresión de estar encerrados en debates internos. Esto fue alimentado por los primeros resultados conseguidos; pero no debe escapársenos que en este caso, los objetivos inmediatos suelen ser mas fáciles de cumplir que los mediatos.
Como señalábamos en la introducción, este trabajo tiene como objeto movimientos que aparecieron en un tiempo muy corto, y a su vez muy cercano.
Esta falta de perspectiva genera distorsiones en los análisis realizados. En ciertos casos porque la devoción que estos movimientos provocan hacen inútiles los intentos de imparcialidad a la hora de juzgar los verdaderos resultados del cambio social.
Sin embargo creemos importante destacar la aparición de un movimiento de estas características. Que se opone a la tendencia del achicamiento del espacio social, que se viene dando en las sociedades occidentales, en las últimas décadas.
La recuperación de un espacio social amplio parece necesario para la reconstitución de una sociedad mas responsable, mas justa y mas participativa.
Sea cual sea el futuro de estos grupos, bienvenidos sean.
Sebastián Varni