"La cura para todo es agua salada: sudor, las lágrimas o el mar". Isak Dinesen (1885-1962).
"La vejez es un proceso dinámico, positivo y deseable que nos afecta a todos". FEFL en La Vejez sin Achaques y como Proceso Normal.Esta lección es acerca de la talasoterapia y sus aplicaciones terapéuticas.
El mar es el origen de la vida. De ese caldo primario que apareció tras la formación de la Tierra surgieron todas las especies que hoy pueblan el planeta. Y ese caldo de la vida es para el hombre, un calderón de salud, como si fuera una llamada al retorno a sus orígenes. Hace 15.000 años, desde el paleolítico superior, que el ser humano recurre a sus aguas para tratarse una variedad de afecciones, desde emocionales, óseo-musculares a respiratorias –– sin que haya sistema alguno que no pueda beneficiarse. El ser humano de este milenio recurrirá, además, al entendimiento del uso medicinal de los organismos que habitan bajo sus olas o en sus profundidades ignotas.
La Reina Nefertiti
La mítica Nefertiti, reina del Egipto, conocía ya en el siglo XIV AC un antibiótico natural contra la clamidia que amenazaba a su ojo: un preparado a base de limos marinos del delta del Nilo. Nefertiti evitó quedarse ciega y las aguas del Nilo conservaron su lugar en la leyenda. Sin embargo fue el padre de la medicina, Hipócrates, quien sentó las bases de la talasoterapia (del griego talaso: agua de mar), una rama de la medicina que trata de utilizar todos los elementos del medio marino (agua, atmósfera, arenas, lodos, limos y algas) con fines terapéuticos.
La Talasoterapia
Son muchas las afecciones que pueden mejorar con la influencia del mar: respiratorias, musculares, dermatológicas, cardíacas, infecciosas, metabólicas y reumáticas, emocionales, alimenticias e infecciosas entre otras. Todas las edades, desde la niñez a la vejez pueden reconocer sus efectos saludables y tonificantes.
Desde el punto de vista general, los efectos más inmediatos son de tipo músculo-esquelético, resultante de la reducción del estrés. El movimiento de las olas en la superficie del cuerpo actúa como masaje que relaja la mente y tonifica los músculos — una experiencia harto conocida por las innumerables personas que, en todas las playas, se mantienen inmóviles o activos dentro del agua, a veces, por horas. Otras, prefieren caminar dentro del líquido, fortaleciendo sus piernas venciendo la resistencia del elemento. Mientras que otros usan el mar en lugar del gimnasio. Pero, uno de los efectos más afirmados reside en el impacto benéfico del baño marino en la tranquilidad y sosiego emocional. (Para ver más: http://es.wikipedia.org/wiki/Talasoterapia).
La Marina Punta Cana
Las posibilidades que ofrece el mar para el fortalecimiento y recuperación de los músculos cansados por el desgaste físico producto de la butaca de oficina, o de la mente agotada por la tensión del estrés, convierten al mar en un lugar idóneo de asistencia tanto para deportistas como para ejecutivos agobiados que apenas sacan el tiempo para ser activos durante sus vidas agitadas. De hecho, modernos establecimientos de talasoterapia, bajo dirección médica especializada, y con todos los confortes de un gran hotel, se han convertido en los lugares de boga elegidos por ambos colectivos no sólo en verano sino durante todo el año.
Puede repetirse aquí con autoridad, que el mar es base de ambas, las medicinas ecológicas y alternativas, mientras que la talasoterapia tiene un lugar prominente y bien merecido en el tratamiento de una variedad amplia de condiciones médicas, incluyendo la obesidad y muchas de las dependencias.
Tecnología
Los sistemas acreditados incorporan las tradicionales propiedades terapéuticas del mar con las técnicas más modernas y conocimientos aplicados a conceptos esenciales como la temperatura, la carga iónica, la presión y la presencia de minerales en sus aguas. El director médico del centro es un facultativo entrenado que se encarga de recomendar el uso de las instalaciones más adecuadas a la condición de cada paciente: una ablución de agua cálida, una de agua fría, un baño de burbujas, una ducha con hidromasaje, psicoterapia, inmersiones terapéuticas, intervención dietética o farmacológica — pero, siempre basadas en la presencia y uso de los elementos pelágicos.
La movilidad que caracteriza el elemento líquido hace que los baños con agua de mar estén indicados para todo tipo de ejercicios de rehabilitación, ya que como indicáramos en otro artículo: "facilitan la recuperación de secuelas físicas e incluso algunas de tipo neurológico, ya que la flotabilidad del agua permite a los pacientes valerse por sí mismos".
Pero lo que distingue el agua de mar de la tratada con elementos químicos o la de río es la cantidad de elementos benéficos que contiene. Las sales marinas en suspensión, como el sodio o el cloro, junto con minerales como el yodo, presente en las algas y ausente en el hombre, ejercen una función favorable sobre el organismo al entrar en contacto con la epidermis. A través de ella, se incorporan a la sangre y al sistema linfático.
Para que sea más efectivo, las algas y limos pueden aplicarse directamente en cataplasma sobre la superficie dérmica, con lo que "se produce una osmosis entre los minerales, el agua y la piel, de efectos terapéuticos inmediatos". Los fangos, por su parte, están indicados para aplacar el dolor de las enfermedades reumáticas, ciático-lumbares, desinfectar la piel y combatir el acné y la celulitis, entre otros.
Para la mujer con tensión premenstrual el baño de mar alivia los síntomas en una gran mayoría de los casos. Para la mujer embarazada es un sedante y bálsamo natural para ella y su nonato.
Clima saludable
Además del agua y las sustancias que se disuelven en ella, el mar proporciona un componente esencial en el reestablecimiento de la salud, el clima.
El descenso de la tensión arterial es destacado a orillas del mar, ya que los ambientes húmedos tienen un efecto sedante, producen relajación y lasitud, sobre todo si además de ser húmedos disponen de una temperatura agradable entre los 20 y 30 grados.
El clima marino ejerce una doble acción: por una parte es estimulante, y por otra sedante. Es estimulante por la luminosidad, el susurro cadencioso del oleaje, la ionización y las sustancias minerales en suspensión. El aire puro y rico en yodo, con brisas perennes, que puede encontrarse en la orilla del mar está especialmente recomendado en alergias, migrañas y síndromes de tensión o ansiedad. La caminata en la playa se hace con comodidad y sin aparatos, la resistencia provista por la arena la torna en actividad aeróbica ideal.
Los facultativos del siglo XIX y principios del XX antes de que las playas se explotaran para el turismo, prescribían a sus pacientes hipertensos y deprimidos "baños de mar".
Todavía muchas personas zambullen en búsqueda de remedio para sus malestares.
Despensa farmacéutica
Y, si en el siglo XIX, el mar se perfilaba como un lugar en cuyas aguas se podía recuperar la salud, en el siglo XXI el mar puede convertirse en la gran despensa farmacéutica en la que se pueden encontrar remedios para enfermedades para las que hasta ahora no se dispone de curación — como la obesidad en algunos casos.
De hecho, yo he tratado exitosamente algunas víctimas de la obesidad de tipo morboso (más de trescientas libras) que, prefirieron un régimen natural al quirúrgico.
Desde hace 30 años los científicos bucean en las profundidades marinas en busca de componentes para uso farmacológico aunque solo en la última década han empezado a aparecer los frutos. No es una tarea fácil. El 90 por ciento de los recursos marinos están sin explotar. Tanto es así, que industrias especializadas como la de los aromas y fragancias, cuyos enormes presupuestos en la fabricación de perfumes nuevos, es legendario, aún no han mercadeado un verdadero producto de origen marítimo.
"La manera más sencilla de intuir los posibles efectos medicinales de una planta en el ser humano es comprobando el comportamiento y la interacción de sus extractos con animales de laboratorio", asegura el biólogo Kentaro Fujita, que ha recopilado informaciones que relacionan los organismos marinos con la salud.
Una de estas pistas es el estudio de las sustancias químicas que desprenden muchas especies marinas para atraer, atacar a sus víctimas o rechazar a sus agresores. Algunos de estas toxinas pueden tener una aplicación en humanos como agentes antibióticos o antitumorales, las dos áreas de investigación más prometedoras en este campo.
Acuaeróbicos
Los mares tropicales, como el Caribe, son un recurso lleno de posibilidades para la investigación, sobre todo desde que existen aparatos que permiten recoger muestras a más de 4.500 metros de profundidad. Es precisamente de este mar de donde procede la Pseudopterogorgia elisabethae, un alga con un componente, el pseudopterosin, capaz de cicatrizar heridas y reducir la inflamación.
La compañía de cosméticos Estèe Lauder ha utilizado un extracto natural de esta especie para una línea de productos destinada a la piel. Otro de sus derivados, la metopterosina, está siendo estudiada por el Centro de Biotecnología y Biomedicina Marina de la Universidad de California en Irvine, como un posible tratamiento contra la artritis, el acné la soriasis y el sarpullido.
Futuro posible
A medida que las medicinas alternativas alcanzan su popularidad y aceptación, y, a medida que un público educado espera más por sus dineros, las posibilidades de mercadeo son inmensas.
Cada organismo, una patología
La lista de organismos que han demostrado eficacia contra alguna enfermedad o afección es interminable. Estos son algunos de los más recientes:
Algas rojas
Un espermicida experimental que contiene un extracto de algas rojas ha probado ser más efectivo que los espermicidas disponibles para proteger contra el embarazo y como complemento en la terapia del herpes simple, según un estudio realizado en laboratorios japoneses.
Algas azules
Diversos estudios han demostrado que los suplementos de algas azul verdosas pueden reducir los niveles de colesterol en la sangre.
Ostras
Según un trabajo publicado recientemente, las ostras son una gran fuente de proteínas y minerales. Consumir una docena de ostras constituye una ración de proteínas suficientes para toda la jornada de una persona adulta. Su contenido en hierro, cobre, calcio y fósforo, además de vitaminas A, B, C, y D hacen que estén indicadas para las personas con anemia, inapetentes y personas con dificultades digestivas.
Las ostras poseen una rica historia y una reputación tanto como afrodisíacos como profilácticos contra la osteoporosis.
Conchas marinas
Las conchas y corales están siendo utilizadas para la reconstrucción dental y ósea. Ahora se entiende que, además, pueden tener una aplicación para perder de peso. Un amino polisacárido procedente de los caparazones se adhiere activamente a la grasa, disminuyendo su asimilación y favoreciendo su eliminación.
De hecho, las grasas de animales marinos son reconocidas por sus efectos positivos en la salud general del ser humano. (Véanse mis trabajos al respecto).
El mejillón
Un laboratorio ha sacado al mercado un complejo de lípidos procedentes del mejillón para el tratamiento de inflamaciones artríticas y reumáticas, así como para el asma y la soriasis. Todo ello sin efectos secundarios.
Los mariscos
Según un trabajo del Hospital de Brigham Young, en Boston, las dietas ricas en mariscos o aceites de pescado benefician a los enfermos con artritis reumatoide o con enfermedades inflamatorias intestinales.
Jan Saudek
En resumen
En su enormidad, el mar brinda posibilidades inmensas para mejorar la calidad de la vida de quienes sepan como enjaezarlo. La talasoterapia es otro instrumento de ricas oportunidades.
Bibliografía
Larocca, FEF: La Vejez sin Achaques y Como Proceso Normal en monografías.com
Larocca, FEF: La Salud Pública: Una Síntesis Moderna en monografías.com
Larocca, FEF: El Futuro y la Futurología de los Negocios en la República Dominicana en monografías.com
Larocca, FEF: La Restricción Calórica: Obesidad en mailxmail.com
Baile a la vida, baile a la mar…
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca