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Guirima, tierra de nadie (página 3)


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Foto tomada a "Don José Lorenzo Rodríguez" en los años de la década del 40; quien junto a Ceferina Camacho Orta, fundó la familia Rodríguez Camacho en los "Médanos". (En su juventud fue cortador de leña verde en costa Apure y Boca Arauca para los "Barcos a Vapor", que surcaban estos grandes ríos.

Don Agapito Rodríguez Camacho

Padre de los hermanos Rodríguez Cortes

Doña Marta Rodríguez de Guerrero

Doña Marta se autodenominaba, como descendiente de los indígenas Panre o E"ñepá, de filiación lingüística Caribe (de Caicara del Orinoco- Estado Bolívar); y me atrevo a decir que posiblemente tenía sangre Caribe, etnia de la cual Simón Bolívar, se enorgullecía nombrarla, cuenta la historia que algunos detractores de la Independencia de América, profanaron diciendo que éramos una Patria Boba, Bolívar con un gesto varonil y americanista replicó, "Somos una Patria Caribe".

Así mismo cuenta la historia, que el gesto guerrero de estos indígenas era "ANA CARINA ROTE", la más encendida expresión de su altivez, "Solo los Caribes somos hombres, los demás son esclavos".

"ANA CARINA ROTE" ("Amucon apororo italo nauton").

Veamos pues en DOÑA MARTA, la expresión de una auténtica MATRIARCADA, de fuerte y penetrante mirada guerrera, ella pues representó en los Médanos Araucanos, a la mujer espartana Luisa Cáceres de Arismendi en Margarita, a las heroínas independentistas de San Carlos de Cojedes y a Manuelita Saenz en el Perú. Por algo se casó con un hombre de apellido Guerrero.

Palabras del profesor Manuel Rodríguez Cortés, en el entierro de su tío Saturdino Rodríguez Camacho, fallecido el 8 de agosto de 1.995 en San Fernando de apure.

Ya para comienzos de este siglo que está por terminar, se encontraban establecidos en el Bajo Apure, en Los Médanos, como geográficamente se denomina esa región de Boca Arauca, los esposos Rodríguez Camacho, es decir, Don José Lorenzo Rodríguez, un catire ojos azules nacido en el histórico Hato de Cabuyare y Doña Ceferona Camacho Orta.

Don José Lorenzo Rodríguez, nieto del distinguido guariqueño, Juan Andrés Delgado y Ceferina Camacho Orta, nacida en Calabozo, hija de un Camacho en una Orta, ella tuvo además dos hermanos de nombre Pedro y Pablo, calaboceños arraigados a este tranquilo pueblo provinciano, después que pasó aquella llamarada encendida de la ola independentista de Venezuela y América.

Así fue pues, como Don José Lorenzo Rodríguez y su esposa Ceferina Camacho, residenciados en Los Médanos del gran Delta de Boca Arauca, tuvieron a su largo y feliz matrimonio a: Tomás, Ramón Agapito, Narciso, Aniceto, Pancho, Marta, Natividad, Saturdino y Héctor Segundo.

Gente de una conducta intachable y sin vicio alguno, todos ellos formaron sus hogares, bien constituidos y a tanto llegó esta numerosa familia, en este sector del Arauca, que era raro y aún lo es, llegar a cualquier sitio de Los Médanos, que no se encuentre con un Rodríguez Camacho o descendiente de este tronco familiar, todos ellos amarrados al botalón de este eje del Arauca vibrador…

En su época, bien puede decirse, fueron dueños y señores de fértiles y cálidas tierras, desde los límites del Hato Cabuyare hasta Boca Arauca, por eso somos los auténticos araucanos del Apure, sector donde se extienden miles de hectáreas de ríos, bosques y lagunas y unas cuantas leguas de sabana, terrenos privilegiados regados en invierno por un inmenso caudal de agua y en verano embalsa en sus ríos, riachuelos y lagunas una considerable masa del precioso líquido.

Este pues ha sido el escenario de una de las zonas más postergadas y olvidadas del Apure, pero de hombres fuertes para el trabajo rudo, del llanero cien por ciento laborioso del poco campo cultivable, en donde otrora las cosechas no alcanzaban a coger y mucho menos a consumir, conservacionistas de una flora y fauna, hoy sometida a la mayor depredación irracional; y a tanto llegó la industriosidad de esta gente de entonces, que fabricaban desde la alpargata hasta el chinchorro, los objetos de la montura desde las bridas hasta los estribos, equipos para la quesera, trapiches de madera, embarcaciones, tren de pesca y armas para la casería de tigre, matando por necesidad centenares de estos peligrosos felinos, cuerpo a cuerpo y a sangre fía; hombre de valor y con tabaco en la vejiga, valientes a toda prueba y guapos sin alarde; así eras tú Saturdino y hoy estás cerrando el capítulo del último varón que quedaba de los Rodríguez Camacho, porque aún queda una hembra, Doña Natividad, ya también octogenaria e invidente, es decir, ciega por más de un cuarto de siglo, pero con el optimismo de una quinceañera araucana.

Y trayendo estas crónicas del pasado, al actual presente, recuerdo con la misma tristeza que a ustedes mis queridos primos y demás dolientes hoy les embarga; que el día 12 de mayo de 1.959, también falleció mi padre Ramón Agapito Rodríguez Camacho, a la edad de 70 años, pues él había nacido en 1.889; ahora mi tío Saturdino Rodríguez Camacho, llamado comúnmente Don Ochoa, fallece a los 80 años, dura madera la de estos robles y masaguaros de la Coroba y Majaguiyal, Santa Elena y Mereyal, Güirima y Santa Bárbara; hoy caído a la tumba, pero no calcomido por el tiempo.

SEÑOR, paz a sus restos y a sus pecado perdón…

San Fernando, 9/8/95.

PROF. MANUEL RODRÍGUEZ CORTES

Miembro de la Asociación de Escritores de Apure

(Afiliado a la Federación de Escritores de Venezuela)

MANUEL FELIPE RODRÍGUEZ CORTES

Realiza estudios en la Escuela Normal Rural "El Mácaro", en donde obtiene en el año 1951 su título como MAESTRO DE EDUCACIÓN PRIMARIA RURAL. Su interés por mejorar su calidad como docente lo impulsan a realizar numerosos cursos de mejoramiento profesional, se inicia como Preceptor en la Escuela Federal Nº 82 de El Yagual en 1946; de donde luego asciende a Maestro, Director de Planteles y Núcleos Escolares Rurales de Primera Categoría, hasta obtener "EL CERTIFICADO DE PERFECCIONAMIENTO PARA SUPERVISOR RURAL", en el Instituto de Mejoramiento Profesional del Magisterio. Caracas, 16 de Mayo de 1.969; Comisionado Regional en el Programa de Educación Fronteriza e Indígena en la Región Sur del País; recibió su jubilación en el año 1983, después de hacerse merecedor de numerosos reconocimientos, como la Orden "27 de Junio en su 2da. y 3era. clase, la Orden "Ciudad de San Fernando" en su 3era. clase, Orden "María Nicasia Gamarra" en su 1era clase y la Orden "Don Ricardo Montilla" en su 1era clase.

Como escritor ha producido varios trabajos de importancia regional y nacional, entre ellos ha publicado más de 12 y posee más de 17 Trabajos Literarios Inéditos.

DEDICATORIA

  • A mi hermano Hernán Ramón, por estar cumpliendo 80 años. 21/06/1.920 al 21/06/2.000.

A mis padres Agapito Rodríguez Camacho y Ana Socorro Cortés de Rodríguez.

A todos mis hermanos, a todos mi hijos.

AGRADECIMIENTO

A mi Señora Esposa Carmen Clotilde, por su ayuda en este trabajo, espíritu de crítica constructiva y estímulo en ésta mi labor:

A mis hijos: Manuel José, Manuel Felipe, Nancy del Carmen y a mi adorada bordona Anny Nanibelly, que a diario están pendientes de mi trabajo.

Al Dr. Rafael León y a su Señora Esposa Dra. Naney (Mi apreciada hija), por sus frecuentes y sinceros elogios en mi humilde labor de escribir.

A mis hermanos Don Hernán y Don Roso, a mi s primas Guerrero Rodríguez: Magdalena, La Negra y la Dra. Genoveva, a mis primos, nietos de mi tío Ochoa, con especial mención de Mauro y el Dr. Angel Ramón Guerrero.

A toda la buena gente que ha vivido y actualmente vive en esa región araucana de Los Médanos.

Al Ing. José Uviedo, quien ha colaborado en la publicación de mis trabajos escritos.

Y todos, pero a toditos aquellos que un una u otra forma, colaboraron conmigo y me dieron constancia e inspiración, empezando por el SEÑOR: pues no se como llamar a estos escritos si: "RECUERDOS DE PROVINCIAS" como dijera el Argentino Domingo Faustino Sarmiento o el Venezolano Francisco Herrera Luque con su revolucionario estilo de "Historia Fabulada"; por mi parte autocalifico, éstos, mis escritos bien sea de "Memorias" o simplemente de "Relatos Novelados". Hechos sin academicismo porque no lo tengo, así que no presumo ni siquiera de novelista, ni mucho menos; eso sí, he sido respetuoso con mis personajes, porque les he dejado hablar y decir las cosas por todo el cañón; esos Médanos Araucanos, los llevo muy en el alma, porque allí nació mi génesis, en esa geografía llena de magia, encantos y bellezas.

 

 

Autor:

Prof. Manuel Rodríguez Cortés

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