Tareas docentes para desarrollar una cultura energética en escolares
Enviado por Alfredo Alejandro Leyva Céspedes
- Resumen
- Introducción
- Desarrollo
- Caracterización actual de la preparación energética
- Fundamentación metodológica para la preparación energética
- Acciones encaminadas a transformar la situación existente
- Tareas docentes para contribuir al desarrollo de una cultura energética
- Resultados obtenidos al implementar las tareas docentes
- Conclusiones
- Bibliografía
La sociedad cubana actual impone múltiples demandas educativas a la educación pre – universitaria. Pues, es una necesidad desarrollar una cultura energética en los estudiantes, para fomentar el uso racional de energía, es una prioridad, pero los estudios diagnósticos aplicados demostraron que los estudiantes no tienen el conocimiento necesario sobre la energía, ni actitudes que generen comportamiento de ahorro; de igual manera, el tratamiento dado a los anuncios sobre energía es insuficiente.
En este trabajo se presentan los resultados obtenidos en la investigación a partir de la problemática relacionada con las insuficiencias en la preparación energética en los escolares de décimo grado y la elaboración de tareas docentes para desarrollar una cultura energética desde la asignatura Física.
En el proceso investigativo se aplicaron métodos teóricos y empíricos. Las tareas docentes se validaron mediante un pre-experimento pedagógico.
La puesta en práctica de las tareas docentes y la evaluación de sus resultados, demostraron la efectividad de las mismas para desarrollar una cultura energética en los escolares del décimo grado.
La sociedad cubana actual se encuentra inmersa en la ejecución de profundas transformaciones educacionales, que conforman lo que pedagógicamente se ha denominado" Tercera Revolución Educacional".
Es propósito esencial de estas transformaciones formar personalidades con una elevada cultura general integral, es decir, niños, adolescentes y jóvenes que sean capaces de aprender acorde con los objetivos de los diferentes niveles de educación y que puedan conducirse socialmente en consonancia con los principios y la ética de la moral.
La situación que muestra el mundo, resalta la imperiosa necesidad de elevar la cultura energética de las nuevas generaciones y esa responsabilidad recae básicamente en la escuela, desde donde, de conjunto con la familia y los diferentes factores de la comunidad se prepara a los ciudadanos de hoy y del futuro.
El tratamiento del tema de la energía ha tenido sus propias características en el ámbito internacional. Muchos autores han investigado acerca de los conocimientos y actitudes de estudiantes y maestros de diferentes niveles de enseñanza en relación con la energía y su ahorro. La mayor parte de los trabajos relativos a la educación energética, en los últimos treinta años han versado acerca de la conservación de la energía En el orden científico – metodológico, existen resultados nacionales, internacionales y territoriales, que dan recursos metodológicos y orientaciones para diferentes educaciones, generalmente desde la perspectiva de una asignatura, dos o de un área del conocimiento, que abordan aristas de la Educación Ambiental, en las que la Cultura Energética permanece implícita. Entre estos autores se encuentran: Novo M. (1985, 1986 y 1996), Floriani E. (1998), Ander Egg E. (1994), Mc Pherson M. (1997), Valdés H. (1999), y 1999), Proenza J. (2001), Rodríguez M. (2001), Núñez N. (2003), Piñeiro O. (2003), Martínez C. (2005).
En cuanto al tratamiento de la Cultura Energética para su desarrollo en los estudiantes, se reportan trabajos en diferentes latitudes, desde 1992, por ejemplo, Varela P. y otros (1993), México Parra L. y Barranza P. (1997), Francia, Souchon Ch. (1997) España, Solves P. y Tarín J. (1998, y 1999), en Brasil, Pérez L., M.C., Varela P. Y Favieres A. (2000), Venezuela, Sebastiá J. (2000), Argentina Raviolo A. y Riverón R. (2002), Cuba, Valdés H. (1999), Paula A. (2002), Pérez E. (2002 y 2005).
Ninguno contempla el tratamiento de la Cultura Energética con fines formativos. La mayoría de los que abordan la temática energética miden fundamentalmente conocimientos; no actitudes y comportamientos. Las propuestas no incluyen la caracterización de los diferentes estadios o niveles por los que transitan los estudiantes durante el proceso del desarrollo de su cultura energética. (Pupo L., Noemí, 2005)
La situación que muestra el mundo y en especial América Latina, resalta la imperiosa necesidad de elevar la cultura energético ambiental de las nuevas generaciones y esa responsabilidad recae básicamente en la escuela, desde donde, de conjunto con la familia y los diferentes factores de la comunidad, se prepara a los ciudadanos de hoy y del futuro (Msc. Pérez Alí Osmán Edilberto J, 2002).
Se han realizado proyectos vinculados a programas de ahorro y eficiencia energética en diferentes países como: España, Estados Unidos, Perú, Ecuador, México, China y Dinamarca.
En el mundo el paradigma energético que está llamado a prevalecer deberá descansar sobre tres bases fundamentales:
1. El ahorro y uso racional y eficiente de los recursos energéticos disponibles.
2. El empleo cada vez a mayor escala de la energía solar.
3. Solidaridad energética.
En la escuela cubana, el marco para la formación de una cultura energética sostenible lo constituye el Programa Docente – Educativo de Ahorro de Energía del Ministerio de Educación (PAEME)
Página siguiente |