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Crítica al Concepto de Bien Común


    Crítica al concepto de bien común – Monografias.com

    Crítica al concepto de bien común[1]

    Con el concepto de Bien Común se ha hecho alusión, a través de la historia, a todos aquellos bienes materiales e inmateriales que no se ciñen a una persona en particular sino que remite a todos y cada uno de los miembros que componen a la sociedad. Entre dichos bienes suelen considerarse los elementos básicos para la supervivencia humana, como el aire y el agua, pero también al derecho a participar en el beneficio de los bienes propios de la cultura.

    En algunos casos, el Bien Común es equiparado al bienestar general; en otros, a la suma de intereses particulares o al beneficio de la mayoría, como cuando se busca el mayor bien para la mayor cantidad posible de individuos. Más allá de las diversas interpretaciones, la promoción del Bien Común sigue siendo en la actualidad un objetivo clave del Estado, en el ideario democrático de los países y un tema demandante de la ética pública de ellos.

    El Bien Común es un concepto que se comenzó a utilizar hace más de dos mil años atrás en los escritos griegos como "La República" de Platón[1]la "Ética" de Aristóteles[2]revisado en la época medieval en "La Suma Teológica" de Santo Tomás de Aquino[3]analizado en la modernidad en "El Príncipe" de Maquiavelo[4]y por "La Utopía" de Tomás Moro[5]en la época contemporánea por la "Encíclica Rerum Novarum"[6]de la Iglesia Católica, y en la obra "La Persona Humana y el Bien Común" del filósofo católico Jacques Maritain[7]siendo un concepto ampliamente analizado y discutido, claro y ambiguo a la vez.

    Para Widow[8]el Bien Común es un bien de suyo comunicable o participable, es un bien del todo, siendo la perfección de éste en cuanto todo. Desde la perspectiva filosófica representa el valor supremo de la moral, desde lo económico corresponde a cualquiera de los elementos que es susceptible de satisfacer las necesidades del hombre. Según Moreno[9]el fin de toda sociedad humana es el Bien Común, dado que es el principio y fin de la tarea a realizar siempre, el cual supone la justicia, pues el Bien Común se realiza en base a las virtudes y en la paz de la comunidad.

    Por su parte, Rodríguez[10]señala que en toda sociedad humana es posible distinguir un Bien Común "trascendente" como la finalidad última buscada por una sociedad; otro que es, "intrínseco" o temporal, que corresponde al conjunto de medios, condiciones vitales y morales que toda sociedad debe tratar de procurar a sus miembros, para que éstos puedan alcanzar los fines de su vida, que permite alcanzar el fin trascendente, siendo el bien interno el que hace posible conseguir el fin principal, por el que la sociedad se ha constituido. Igualmente comprende una serie de bienes cuya posesión posibilitará al hombre su perfección temporal, en orden a lo eterno. Y los bienes "particulares de los individuos", que es el corresponde a cada uno de las personas que integran la sociedad. En tanto Vidal[11]señala que el deber supremo para con la sociedad que representa el conjunto de seres humanos y sus relaciones mutuas, es el Bien Común.

    Por otro lado, se considera a la sociedad humana como un todo moral potestativo, en la cual existe una supremacía del Bien Común sobre los bienes particulares de los integrantes de dicha sociedad, siendo su misión natural el facilitar a los hombres, mediante la cooperación social, la obtención de su bien pleno y definitivo, vale decir su felicidad.

    Asimismo, el orden social lleva consigo el respeto de la debida jerarquía entre los bienes y concretamente la primacía de los bienes espirituales. Existiendo una sociedad que está integrada por personas humanas que encuentran en Dios la felicidad, por lo que, el fin último de toda sociedad es la gloria de Dios y la felicidad perfecta de los hombres. Siendo, la colaboración social una ayuda que se presta al hombre, creando las condiciones propicias para que éste logre su realización más plena, esto es, llegar a Dios, pero es el individuo en particular, quien debe realmente alcanzarla. El hecho de conocer la finalidad última de la sociedad, es muy útil e importante para guiar la vida y organización de las sociedades humanas.

    Así, el Bien Común incluye bienes que son "útiles" como la técnica, las artes y los oficios, y las riquezas materiales; algunos que son "deleitables" porque responden a las necesidades del cuerpo y del alma, como el deporte, el descanso, el ocio, y las bellas artes; y otros que son "honestos" en cuanto son fines intermedios respecto de Dios. En lo general, son bienes que puedan ser materiales y espirituales.

    Moreno sostiene que se logra el Bien Común a través de la educación, de la autoridad y del poder, dado que suponen la verdad, la justicia y la paz con relación al fin que se quiere lograr. Así, la autoridad se logra en la capacidad moral de mandar y de ser obedecido, y el poder como instrumento, el cual es un medio que depende del fin a alcanzar, esto es, la paz. Además, que en la relación existente en el Estado, entre gobernante y gobernados debe existir autoridad y poder, ya que dicha relación se da, precisamente, en ejercicio de la libertad.

    Entonces, por Bien Común ha de entenderse como el conjunto de aquellas condiciones de la vida social[12]que permiten a los grupos humanos[13]y a cada uno de sus miembros conseguir más plena y fácilmente su propia perfección[14]afectando a la vida de todos, exigiendo la prudencia por parte de cada uno, y más aún, por la de aquellos que ejercen la autoridad.

    Sin embargo, el Bien Común no es igual para todos los ciudadanos del Estado, pues la diferencia radica en los grados del manejo de las responsabilidades entre los que gobiernan y los que son gobernados, pues entre la minoría gobernante se espera que actúen correctamente, dado que la mayoría gobernada tenderá a imitar la conducta de quienes los guían.

    Asimismo, de la mayoría gobernada también se espera que actúen correctamente, dado que es un deber ciudadano fundamental intervenir en el Estado, claro que, según las capacidades y/o potencialidades que, en las distintas esferas a desarrollar en del ámbito público, que posean cada uno de los seres humanos.

    Lo anteriormente expuesto, permitiría sostener que de no actuar correctamente, o mejor dicho, prudentemente, por parte de los gobernantes como de los gobernados, surgirá el desinterés hacia lo que es de todos, el egoísmo, la abulia y el desencanto en la política, la crítica sin argumentos hacia la autoridad, especialmente, la defensa de los privilegios particulares, a costa del Bien Común, lo que al parecer es bastante común en la sociedad contemporánea hoy.

    A mi parecer, el desarrollo del bien común en una sociedad como la nuestra es una tarea ardua y muy compleja, sin embargo posible, aunque requiere de un gran esfuerzo, no sólo para transformar la realidad, sino que además, para lograr una nueva forma de convivencia, que comprenda el bienestar y el desarrollo económico, sustentada en lo que podríamos llamar una ética de corresponsabilidad solidaria.

    Para lograr lo anterior, sería necesario repensar el concepto de Bien Común en el marco de una "ética pública"[15]capaz de descifrar los desafíos que ofrece la actual situación histórica y de dar una respuesta acorde a las exigencias materiales y los desafíos comunicativos de la convivencia humana.

    Ahora bien, cabe preguntarse, ¿es posible pensar en una convivencia justa en medio de los desafíos que presenta el mundo globalizado hoy? La respuesta podría ser sí, siempre y cuando dicha "ética pública" se sustente en el diálogo entre las partes, considerando el contexto histórico de la propia comunidad, pero abierta a lo universal.

    Sin embargo, todo ello requiere de un desarrollo integral de la persona humana y de la sociedad, guiada por el principio de corresponsabilidad y de una clara conciencia de los efectos colaterales que previsiblemente se sigan de las acciones humanas, las que en ocasiones parecen ser impredecibles.

    Lo anterior implicaría, un replanteamiento del concepto de "Bien Común", pues con la globalización han surgido nuevas relaciones locales, regionales y globales, de producción, enriquecimiento y pobreza, de poder y dominación, de posicionamiento, marginalidad y exclusión. Fenómenos que producen condicionamientos inéditos para la acción individual y colectiva presentando desafíos para la formulación de una ética en la política, en la economía, en la cultura y especialmente en la educación, la que deberá cumplir u rol activo para provocar el cambio, a una nueva perspectiva de la ética, entendida como una "ética pública".

    BIBLIOGRAFÍA

    Michelini, J. "Bien Común y Ética Pública: Alcances y Límites del Concepto Tradicional de Bien Común". Tópicos (Sta. Fe). De Enero/Diciembre. N° 15. pp. 37-54. (2007).

    Moreno, F. Apuntes de Clases del Curso Filosofía Política. Valparaíso de Chile: Academia de Guerra Naval. (2008).

    Rodríguez, A. Ética. Pamplona: Universidad de Navarra. pp. 163-166. (1982).

    Vidal, J. El Bien Común. Valparaíso de Chile: Revista de Marina. De Marzo-Abril. N° 2. pp. 158-162. (2005).

    Widow, J. El hombre, Animal Político. Buenos Aires – Santander: Nueva Hispanidad Académica. pp. 21-37. (2007).

     

     

    Autor:

    Blanca Ramírez Torrejón

     

    [1] Blanca Ram?rez Torrej?n. Profesora de Estado en Historia y Geograf?a, Universidad de Playa Ancha (1989). Mag?ster en Gesti?n Educacional, Universidad Mar?tima de Chile (2007). Mag?ster en Ciencias Pol?ticas Integradas (2009). Docente de la Escuela Naval Arturo Prat. Correspondencia: bramirez[arroba]armada.cl – boramirezt[arroba]gmail.com

    [1] OTAS ACLARATORIAS

    Plat?n (c. 428-c. 347 a.C.). Fil?sofo griego, uno de los pensadores m?s influyentes la Historia de la Filosof?a Occidental.

    [2] Arist?teles (384-322 a.C.). Fil?sofo y cient?fico griego, considerado como uno de los pensadores m?s destacados de la antigua filosof?a griega y occidental.

    [3] Santo Tom?s de Aquino (1225-1274). Fil?sofo y te?logo italiano, cuyas obras le han convertido en la figura m?s importante de la filosof?a escol?stica.

    [4] Nicol?s Maquiavelo (1469-1527). Fil?sofo y pol?tico italiano, cuyos escritos sobre habilidad pol?tica, amoral pero influyente, convirtieron su nombre en un sin?nimo de astucia y duplicidad.

    [5] Tom?s Moro (1478-1535). Ingl?s. Miembro de la Tercera Orden Franciscana, humanista y jurista, escritor y hombre de gobierno. Canonizado por P?o XI en 1935, y Juan Pablo II lo proclam? patrono de los gobernantes y de los pol?ticos en el 2000.

    [6] Enc?clica publicada por el Papa Le?n XIII el 15 de mayo de 1891. Dedicada a la cuesti?n obrera, intentaba proponer una soluci?n que se opon?a tanto a las planteadas hasta entonces por el liberalismo extremo como a las expuestas por el socialismo.

    [7] Jacques Maritain (1882-1973). Fil?sofo franc?s, conocido por su aplicaci?n de las ense?anzas del fil?sofo escol?stico medieval Santo Tom?s de Aquino a los problemas de la vida moderna.

    [8] Juan Antonio Widow Antonicich. Doctor en Filosof?a, Universidad Complutense de Madrid, Espa?a. Licenciado y Profesor de Filosof?a, Universidad Cat?lica de Valpara?so.

    [9] Fernando Moreno Valencia. Fil?sofo. Doctor en Ciencias Pol?ticas y Sociales de la Pontificia Universidad Cat?lica de Lovaina, Profesor Titular de la Pontificia Universidad Cat?lica de Chile y de la Universidad de Chile.

    [10] ?ngel Rodr?guez Lu?o. Miembro ordinario de la Academia Pontificia para la Vida, cree que los temas de bio?tica necesitan ser explicados mejor y propone que expertos en bio?tica aprendan tambi?n comunicaci?n. Profesor de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz.

    [11] Jorge Vidal Stuardo. Contraalmirante AB de la Armada de Chile. Naci? en Concepci?n el 27 de Diciembre de 1959. Ingeniero en Ejecuci?n en Abastecimiento y Contador Auditor de la Universidad de Valpara?so. Diplomado en Gesti?n Financiera, Universidad de Chile. Diplomado en Historia Naval y Mar?tima de la Universidad Mar?tima. Mag?ster en Ciencia Pol?tica Integrada de la Academia de Guerra Naval.

    [12] Entendemos como las estructuras, libertad, orden, seguridad, educaci?n, empleo, salud como perfeccionamiento f?sico y espiritual, justicia, familia, vivienda, religi?n pues el hombre tiene una dimensi?n sobrenatural que es preciso desarrollar.

    [13] Como asociaciones y cada uno de sus miembros: integrantes de la sociedad agrupados o individualmente.

    [14] Como la plenitud de las potencias.

    [15] En ?Bien Com?n y ?tica p?blica. Alcances y l?mites del concepto tradicional de Bien Com?n?, de Dorando J. Michelini. Profesor de la Universidad Nacional de R?o Cuarto.