La ideología que emergió al final del siglo pasado para justificar esta situación triste se conoce como el Neoliberalismo. El Neoliberalismo puede definirse como la creencia de que un mercado libre y sin regulaciones es una precondición esencial para la distribución equitativa de la riqueza y para el desarrollo y establecimiento de las democracias políticas. Consecuentemente, los neoliberales oponen toda las medidas o actividades que puedan interferir con la operación sin impedimentos de las fuerzas del mercadeo; sean éstas mayores impuestos para las corporaciones gigantescas y gigantescamente ricas, para la implementación de programas sociales de bienestar común, para la imposición de controles ambientales, o para la introducción y pasaje de leyes que permitan a los trabajadores acceso a mayores beneficios. Para que nadie se entere de sus actividades dolosas, las fuerzas dominantes pagan bien a los políticos locales.
Los Estados Unidos y las agencias que este país controla, también dominan el FMI y el Banco Mundial. Los países que reciben su ayuda parecen ignorar que los préstamos que les ofrecen estas dos organizaciones son préstamos usurarios y esclavizantes. Los préstamos son condicionados a la aceptabilidad y a la adopción de reformas extorsionistas impuestas por ellos.
En otras palabras, la presencia del FMI y del Banco Mundial justifica la expansión del imperio financiero norteamericano al costo de la justicia local, de la soberanía nacional, de la diversificación cultural y de la supervivencia ecológica.
Las políticas de la corrupción
La corrupción es, en sus términos más simples: El abuso del poder, generalmente para beneficios personales, o para el beneficio de un grupo al cual el corrupto le debe obediencia. Esta actitud viciada puede ser motivada por la codicia, por el deseo de retener o de incrementar el poder que uno posee; o (de un modo más perverso) por la creencia de que ésta está subordinada al beneficio común. Y, a pesar de que los políticos aplican el término al abuso del poder público; el término describe un comportamiento que se puede hallar en virtualmente todas las esferas de la vida. Los retos para encontrar una definición satisfactoria de este término se desvanecen en base de la realidad: Todos reconocen la corrupción cuando la ven. El problema es que diferente gente la perciben de modo distinto. Dejándonos con la conclusión final de que la corrupción se resume a ser un proceso social y político. Un proceso que tiene en sí comportamientos merecedores de toda censura universal.
La corrupción con su linaje paleolítico bien establecido; es un fenómeno muy generalizado por todas partes. Lo que es patético es que los efectos de la corrupción pesan más en las espaldas y en las existencias de los pobres.
Ningún gobierno tomaría medidas contra sí mismo. De la misma manera, ningún gobierno parece inspirado o apasionado para combatir la corrupción. Lo que todos hacen es ocultarla. Acusando a otros de ser corruptos parece ser la táctica de favor que utilizan los políticos y gobernantes corruptos. El problema más agudo que deriva de la corrupción es que a medida que los gobiernos se abisman en su práctica, a veces, les es imposible librarse de sus efectos — arrastrándolos a la miseria de convertirse en gobiernos autoritarios o en dictaduras para evitar la prosecución de sus propios líderes.
A medida que la globalización ha crecido, asimismo ha crecido la guerra contra la misma. El Internet es el campo donde se libran las batallas más importantes y más decisivas en este conflicto. La OEA, La Asamblea de las Naciones Unidas, el Banco Mundial y el FMI todos han comenzado a enfatizar los peligros inherentes a la multiplicación exponencial de gobiernos corruptos — especialmente en los países latinoamericanos; donde ésta amenaza el orden social y la estabilidad económica de esos países. El problema es que las estrategias realizadas por dichos organismos internacionales, a menudo están supeditadas a la protección de sus propios capitales — un conflicto de intereses es el resultado final.
Entonces existe una variedad especial de corrupción — La Gran Corrupción (que como las convulsiones epilépticas del Gran Mal, presagian eventos ominosos en su nombre). Ésta se caracteriza como el abuso y la malversación de fondos por cabezas de estado, ministros de gobierno y oficiales de alto rango para fines privados y pecuniarios. Con esta forma de corrupción estamos describiendo a individuos que se prestan a ser sobornados por las grandes corporaciones, los banqueros, los traficantes de armas y de drogas o quienes, simplemente, transfieren sumas inmensas de dinero del erario para depositarlas en su nombre en bancos internacionales. Los nombres de los tantos gobernantes y de sus acólitos culpables de robar billones de dólares a sus países son tan numerosos que nos tomaría demasiado espacio el aquí listarlos. Una fuente banquera suiza estima que en los bancos de ese país, proveniente de los gobernantes de países africanos solamente, existen unos 420 mil millones de dólares depositados.
El crimen organizado se ha convertido en una de las variedades más lucrativas, manejadas por profesionales que han adoptado todas las reglas de la administración moderna de las empresas legales. Estos son conglomerados criminales globales, que trafican en una variedad de mercancías, armamentos, drogas, materiales nucleares, inmigrantes ilegales, partes del cuerpo humano para transplantes, venta de mujeres y niños y lavado de dinero. Cualquier país, como el nuestro donde la disparidad económica entre el rico y el pobre es tan inmensa, los oficiales del gobierno viven anhelando poder cumplir el propósito de no caer en manos de la corrupción —- algo que muy pocos alcanzan.
Muchos economistas serios, nos advierten que bajo la guisa de la Globalización, la gente por todo el mundo está perdiendo control sobre sus destinos, sus medios ambientes, sus ecologías, sus empleos, sus economías, sus gobernantes, sus países y últimamente el destino del planeta Tierra. En el Japón, en México y en los estados del medio-oeste de los Estados Unidos, grupos rebeldes han proliferado que combaten por medio de tácticas terroristas la corrupción existente. Estos grupos son letales y poderosos: En el Japón, los Aum Shrinryleo; en México, los Zapatistas, y en los EE.UU, Los Patriots. Estos tres grupos oponen la Globalización y sus miembros están dispuestos a morir por su causa
El crimen organizado, invierte no solo para el lavado de dinero, sino que también invierte para producir capital legal, para sus actividades ilegales. Los negocios por ellos preferidos son: los bienes raíces de lujo, la industria de vacaciones, la industria noticiera, la industria pesada, la agricultura, los servicios públicos y la banca.
El dinero "sucio" del crimen organizado es utilizado por los bancos comerciales para sus actividades: préstamos, inversiones en mercados financieros, compra de bonos para deudas externas, y para la compra y venta de seguridades. En muchos países, las organizaciones criminales se han convertido en acreedores del Estado y ejercen una influencia inmensa sobre las estrategias macroeconómicas de los mismos gobiernos.
El robo…
La corrupción ha sido movida al tope de la agenda del FMI. En una conferencia contra la corrupción en el año 1999, el Presidente del Banco Mundial James Wolfensohn expresó que los países industrializados "no desean donar dinero para el desarrollo y la asistencia de países donde esas sumas de dinero terminarían en cuentas bancarias "off shore."
Con la atracción de la riqueza fácil, también ha prosperado la resurgencia de grupos terroristas que hacen la vida de los beneficiarios de estos programas imposibles. Es un hecho matemático que los números dominan y que la discrepancia entre el pobre y el rico continúa acentuándose.
Nauru’s Export es una dirección postal para un consorcio Negro de economía global. Cualquier persona con $1,000 puede adquirir esa dirección, localizada en una choza en la isla y registrarla como un banco. La mafia rusa ha comprado esa dirección y ha estando usándola para sus gestiones financieras criminales. Se estima que unos 140 billones de dólares han sido lavados por medio de esa dirección que señala el lugar donde una choza, sin pretensiones, queda.
La corrupción nunca podrá ser totalmente eliminada. Resultaría demasiado caro poder hacerlo efectiva y completamente.
Conclusión
El reconocimiento de las realidades económicas que hoy existen nos llevan a admitir que las actividades de nuestros gobiernos, clientes y a la vez esclavos, y las de sus amos el FMI y el Banco Mundial; nos garantizan que nunca habrán gobiernos esclavos que no sean corruptos a la vez.
Para los más pobres, de los pobres en el mundo; los programas del FMI han sido un fallo monumental y una carga pasmosa resultante en mayor desempleo, sueldos más bajos, y mayores sufrimientos humanos, a medida que los gobiernos han sido forzados a reducir financiamiento para alimentos, salud, educación y otras necesidades básicas. Del mismo modo, el FMI ha debilitado las instituciones de la democracia en país tras país, donde los gobernantes han sido forzados a abdicar control sobre decisiones mayores que influencian el bienestar de los ciudadanos para lograr los préstamos del Fondo. Simultáneamente, el FMI ha sido sordo a las solicitudes de perdonar deudas a los países pobres a los que sigue ordeñando hasta la seca total. El FMI y el Banco Mundial son los dos gigantes apocalípticos responsables por un exceso de las muchas miserias de todos los pobres del mundo.
Los Estados Unidos son una fuerza cuyos plutócratas creen destinada a esclavizar en sus designios imperialistas al resto del mundo. Sus programas de paz y de erradicación de dictaduras y miserias son una máscara hipócrita para esconder el objetivo imperceptible, de máximo imperialismo global.
Que los economistas (alquimistas) que asesoran los gobiernos mundiales no puedan captar esta situación es otro ejemplo de que el economista local, es un profesional marginal, venal y (muy a menudo) rebajado.
El arma más eficiente del dominio mundial ha sido la pobreza; y con la asistencia del FMI y del Banco Mundial — Falanges Imperiales del Gobierno Norteamericano —- los Estados Unidos se compran los gobiernos pobres, garantizando la indigencia y la ruina que sigue…
Epílogo
Todos nuestros comportamientos son esencialmente preestablecidos.
Todos nuestras pasiones, virtudes y tendencias existen en un arsenal bio-socio-psicológico que la Naturaleza nos implantara para que, por medio del uso de nuestras inteligencias enormes, pudiéramos sobrevivir a pesar de estar dotados con recursos físicos tan endebles.
Pero, el ser humano es único en su genio para los excesos. Si la capacidad de acumular unas libras para sobrevivir la escasez periódica y temporaria de comestibles, nos arruinó —- resultando en la obesidad masiva. El deseo de acumular algunas riquezas, para prepararnos para un futuro de escasez relativa, ha resultado en la rapacidad corruptiva y en un crimen contra la misma Naturaleza y contra toda la Humanidad.
Bibliografía
Suministrada por solicitud.
Dr. Félix E. F. Larocca
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |