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Los mediadores en la escuela: las mediaciones (página 2)


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Fue respetado en todo momento el principio de confidencialidad.

Se observó en algunos niños, que tenían alguna problemática en particular (líder negativo, timidez, etc.), un importante crecimiento personal y un cambio positivo con relación a los demás.

La cantidad de docentes y alumnos entrenados influyó en la disminución de conflictos escolares ya que las técnicas adquiridas han sido llevadas a la práctica, favoreciendo el diálogo y la reflexión. Esto se corrobora con las expresiones del personal de conducción, docentes y con las propias expresiones de los niños.

La visión de los adultos cambió. Por un lado al ver la continuidad del proyecto y por el otro los resultados obtenidos. Lo cual generó un mayor compromiso de parte de ellos y un voto de confianza al programa.

El proyecto de mediación escolar no sólo continúa sino que la comunidad escolar lo enriqueció con otros tres ejes:

– EDUCACIÓN PARA LA PAZ.

– EDUCACIÓN EN LOS DERECHOS HUMANOS.

– PREVENCIÓN COMUNITARIA.

Conflicto, Mediación y Psicología Social

"El conflicto es un signo de que existen verdades más amplias y perspectivas más bellas"

A.N. Whitehead

   

El conflicto es inherente a la interacción humana. Conflictos entre los hombres. Conflictos en y entre las áreas y ámbitos en los que se desarrolla la vida cotidiana de los seres humanos (individuos, grupos, instituciones, comunidades). La resolución de los conflictos se refiere tanto a la superación de los obstáculos que se presentan como a los procesos que implican los caminos que conducen a la satisfacción de las necesidades: los acuerdos y desacuerdos, los encuentros y desencuentros, las tareas complementarias, las diferencias y los juegos de poder, las coincidencias y los objetivos en común, etc.

 

Cuando hablamos de conflicto, nos referimos al amplio espectro que en la interacción e interrelación humana va desde situaciones y cuestiones que se elaboran con cierta rapidez, casi sin "problema" (aun cuando toda satisfacción de necesidades es búsqueda, mediatez, y por lo tanto es problema), hasta situaciones complejas que derivan en complicaciones, antagonismos, llegando a veces a estereotipias, rigideces o cristalizaciones, cuya posibilidad de resolución requiere la consulta o intervención de operadores (terceros) que aporten elementos o instrumentos eficaces para la superación del conflicto. En este último caso nos estamos refiriendo a situaciones enmarcadas en lo que Pichón-Riviére señalaría como adaptación pasiva a la realidad.

 

Dicho de otro modo, conflicto alude al motor vital del acontecer humano tanto en el sentido de la adaptación activa como pasiva a la realidad y es una noción clave para cualquier operador en salud y educación, preocupado por los conceptos y criterios que direccionan su accionar, tanto desde el punto de vista de la Prevención (y sus distintas formas) como de la Promoción de Salud.

 

Hablar sobre la noción de conflicto nos remite al tema de Mediación. Para la Mediación también esta es la clave y el eje de su teoría y metodología.

 

 Dentro de las líneas existentes en Mediación, la que posiblemente enfatiza mas en lo actitudinal y en la comprensión psicológica es la que propone Sara Cobb que desde hace muchos años trabaja en Estados Unidos con un modelo denominado "circular".

 

Para Sara Cobb, mediar no es arbitrar u "ordenar" entre las partes en conflicto sino ingresar a un sistema (con "tercero" incluido) de búsqueda de acuerdos mínimos, en el cual se transparente una meta sistema: la aprehensión de los mecanismos que permiten la salida o el logro de esos acuerdos. Donde si bien importa el logro de los acuerdos, también importa el protagonismo de las partes, y el logro de un aprendizaje mas profundo que es el que las partes obtengan recursos para aprender a resolver conflictos (deutero-aprendizaje). Si tuviéramos que pensar articulaciones con la Psicología Social podríamos hacerlo con la tarea del psicólogo social cuando coopera (co-piensa) para que las situaciones dilemáticas devengan problemáticas. Mediador y psicólogo social no solucionan "en el lugar de" sino que se posicionan en la intervención (etimológicamente un venir entre) para que los polos (o partes) que configuran la tensión de los conflictos se dialecticen, dialoguen construyendo una nueva Narrativa (Mediación) o Novela (Psicología Social).

 

Pero, si decimos que el conflicto es motor vital en nuestra vida cotidiana porque la satisfacción de necesidades es siempre búsqueda y mediatez, y por lo tanto problemática, generadora de tensión, significa esto que siempre necesitaremos de terceros, de operadores, de mediadores, de psicólogos sociales, de terapeutas, etc., para andar por la vida Como responder esta pregunta? Nos remite a las concepciones, ideologías, mas profundas de nuestra existencia, a nuestras filosofías de vida en general y en particular a como pensamos la salud y la salud mental (nuestra salud).  

 

El conflicto del conflicto es quizás que alcanzamos a visualizarlo cuando no nos queda mas "remedio" que reconocerlo como tal. El conflicto lo asociamos a la enfermedad, a lo que no "debería ser" o "estar", a lo que hay que "suprimir", a lo que hay que curar. Es evidente que nuestra educación está atravesada por un modelo médico hegemónico que se nos impone en nuestra interioridad: síntoma- enfermedad- remedio- cura. Hemos aprendido poco a prevenir, a fortalecer y enriquecer nuestros potenciales para mejorarlos porque tendemos a creer que lo conflictivo es solo cuando no nos entendemos o malentendemos con los otros.

 

La interacción y vinculación con los otros esta asociada a cómo nos vinculamos con nosotros mismos (intra e intersubjetividad), somos cuerpo y conducta (la "y" es de integración y no de disociación). Y una idea acerca del conflicto diferente a la que utilizamos cotidianamente.

 

E. De Bono considera que el problema del conflicto no se encuentra en el conflicto mismo, sino en las creencias de las personas, dice al respecto:

 

"Las creencias son muy difíciles de erradicar o alterar. A menudo las personas prefieren mantener una creencia y no aceptar la evidencia de sus sentidos. El conflicto surge cuando un sistema de creencias cree que los valores que de él se desprenden deben ser aplicados en todas partes y adopta como misión hacer que esto suceda".

 

Y lo más interesante de este autor es su propuesta de dos neologismos.

 

De-conflicción: sería la disipación o eliminación de los fundamentos de los conflictos. Y la conflicción: sería establecer, estimular y promover el conflicto.

 

Si pensáramos un sentido mas restringido de la noción de conflicto podríamos decir que conflicto es un choque de creencias o valores o intereses o direcciones. En este caso la conflicción estaría ligada a todo aquello que precede a ese choque pero no en una "espontaneidad" del mismo sino a un proceso deliberado en el que se "construye" el conflicto. La De-conflicción sería la tarea de desarticulación de los elementos precedentes (fundamentos incluidos) que generan el choque para derivarlos, ya no a una negociación o acuerdo o resolución, sino a un proyecto que trasciende hacia una alternativa o perspectiva nueva y diferente. De Bono, precisamente, habla de proyectos como la mejor manera de resolver conflictos.

 

La tarea de desarticulación como de proyecto, sin embargo, no es una tarea simple, alude a una complejidad de aspectos. Un "choque" conflictivo no se produce solamente por diferencias de intereses, sino también porque estas diferencias son consideradas significativas, y para que sean consideradas de esta manera requiere, según lo expresa Sara Cobb, de un consenso que es construido por instituciones y grupos y por lo tanto son resultado de procesos sociales. Según dicha autora "los conflictos deben ser entendidos como un fenómeno discursivo, un proceso que involucra la interacción de historias, una interacción que acaba por ser rotulada como problemática por el sistema en el interior del cual estas historias son contadas", pero y además los conflictos son definidos como tal "por el sistema en cuyo interior son observados". Los profesionales de la práctica de resolución de los conflictos que ellos median; están, mas bien, activa y paradójicamente involucrados en la construcción del conflicto como tal.

 

A modo de ejemplo: un proceso de mediación puede comenzar con el "aparente" simple choque de intereses de dos alumnos en conflicto por la cercanía de sus bancos para llegar a un trasfondo de base que quizás no era visible, como podría ser una problemática de discriminación racial o religiosa, que posicionan a las partes en actitudes "irreconciliables" (Intereses individuales atravesados o "sobrecargados" con ideologías producto de procesos sociales). La intervención del operador no puede prescindir de una revisión de como en el proceso pueden ponerse en juego sus propios aspectos discriminadores o prejuiciosos. Las decisiones para un "acuerdo mínimo" van mas allá del discurso de derechos que puede amparar a cada una de las partes, sino que han ingresado en un sistema mas complejo, mas amplio, de fuerte incidencia en el discurso que obstaculiza la posibilidad de un acuerdo inmediato, ya que las partes consideran cada cual lógica y legítima su posición (inclusive el logro de un acuerdo no significa necesariamente resolución del conflicto). La tarea de conflicción, deconflicción y proyecto se ubicaría no tanto en la cercanía de los bancos en sí, sino en la "legitimidad" de las posiciones de las partes, en las intenciones, en los valores puestos en juego, en el proceso que derivo en el conflicto y en el juego de las "identificaciones" (circularización). En otras palabras: en la posibilidad de las partes de comprender que lo "depositado" en la cercanía de los bancos y que genere un cambio hacia una "historia" alternativa.

 

Pretendí acercarme a la noción de conflicto para abrirlo antes que para agotarlo. Quedaron en el tintero muchas mas cosas por decir y profundizar acerca de los conflictos.

La resolución alternativa de conflictos en el ámbito escolar- en especial la resolución entre pares- ha cobrado vigencia en las tendencias pedagógicas, siendo un tema de gran interés para los docentes.

Es probable que este interés se haya despertado ante las demandas sociales que piden a la escuela tener en cuenta diversas temáticas transversales unido a la reforma del sistema educativo y la necesidad que tienen los docentes de capacitarse para abordar los contenidos actitudinales y no sólo los conceptuales o procedimentales. Asimismo el saber qué hacer ante los actos agresivos de los chicos y cómo prevenirlos, el cómo hacer con las normas de convivencia, han motivado también interés.

Esta propuesta apunta a:

  • Resolver conflictos escolares sin caer en la confrontación agresiva (beneficio mutuo)
  • Prevenir la violencia en las escuelas
  • Generar una "alfabetización de paz", el aprendizaje de modos de convivencia pacíficos, en co-operación y participación, que trascendiendo el ámbito de lo escolar se proyecten a la sociedad.

En la actualidad, es muy difícil manejar los conflictos por medios no violentos, tanto en la escuela como en cualquier otra parte.

Esta dificultad muestra la necesidad de incluir en los aprendizajes escolares propuestas alternativas de solución de conflictos y modalidades operativas en el convivir.

Esto no significa atribuir a la escuela toda responsabilidad en el empleo de la fuerza no violenta. Sí supone que la institución escolar tiene una función específica y muy importante en este tema. Esta tares debe darse en forma conjunta con la familia y con la sociedad toda.

La violencia que, como situación de riesgo, en mayor o menor medida nos involucra a todos requiere de una propuesta de aprendizaje para su remisión.

La solución de conflictos en la convivencia escolar abarca diversas propuesta alternativas que se contrastan con una disciplina rígida, basada en la obediencia acrítica a normas y sanciones. El modelo de escuela transmisora orienta la disciplina a un sometimiento pasivo, reglas, normativas y sanciones a cumplir por los alumnos, donde simplemente se sanciona la violencia y no se la previene.

Este modelo considera al conflicto como algo exclusivamente negativo, que debe evitarse o sancionarse.

Esta propuesta apunta a resolver los conflictos y requiere de la participación activa y responsable de todos los actores de la comunidad escolar: directivos, docentes, auxiliares, padres.

Por eso es importante la co-operación: operar con el otro, con los otros y no contra el otro.

Se considera al conflicto es parte de la vida, que puede darse con distintas variables, como la intrapersonal (en el sujeto) o la interpersonal (entre dos o más sujetos) o la intergrupal.

Esta propuesta alternativa tiene que ver con un ganar entre todos, como beneficio mutuo, y no un ganar – perder como un beneficio de unos en perjuicio de otros. Bajo esta perspectiva se hace hincapié en el aspecto positivo del conflicto como necesidad de cambio.

Esto implica promover un diálogo operativo donde se produzca el beneficio mutuo y donde sea posible:

  • Crear una instancia superadora de las problemáticas.
  • Construir algo nuevo junto con los demás, en un ámbito de confianza, creatividad y respeto.

Esta innovación en la solución de conflictos escolares busca prevenir la violencia, la irrupción de la fuerza violenta como acto agresivo, en las instituciones educativas.

El proyecto es sumamente importante al proponer un aprendizaje participativo y co-operativo de modos de convivencia pacífica, una alfabetización de paz.

Como objetivo final apuntan a generar

La posibilidad de la paz en la interacción social

Espacios donde sea posible

El desarrollo de la fuerza no violenta en la sociedad

Las propuestas de solución de conflictos escolares se enmarcan de los lineamientos del aprender que apuntan a la prevención y a un "aprender para ser".

Este aprender para ser tiene que ver con una búsqueda que apunte al bienestar del sujeto aprendiente consigo mismo y con los demás. Es decir al vivir y con- vivir; un aprendizaje para ser en la construcción de un proyecto de vida.

La resolución de conflictos y la con- vivencia debe ser parte del aprender y de una alfabetización de paz. Hablar de aprendizaje significa hablar de un proceso de construcción, interacción y apropiación. Implica una mirada integradora ante la solución del conflictos, la convivencia y otras problemáticas conexas.

La construcción de la convivencia (que incluye a la resolución de conflictos) debe ser una propuesta alternativa de aprendizaje o modalidad operativa, más que como un conjunto de técnicas o un método aislado. Hablar de construcción supone hablar de procesos que no son lineales, esto implica sucesivas reestructuraciones y reorganizaciones.

El con- vivir como construcción de un bien- estar posible se relaciona con la autonomía responsable, con la participación democrática y la capacidad de preocuparse por el otro. Asimismo con la cooperación, con la salud bio- psico- social.

Todas estas son actitudes vitales que requieren de un proceso de construcción vincular, no sólo del aprendiente sino también de la comunidad escolar.

Mediación en la escuela

Resolución de conflictos en el ámbito adolescente

Sara Rozenblum de Horowitz Aique

La mediación abre el camino para resolver diferencias, incorporando soluciones basadas en criterios justos y no en caprichos o arbitrariedades. Ayuda a reflexionar antes de la acción, aprendiendo de nuestra participación en la situación conflictiva actual, capitalizando experiencia para un futuro.

BENEFICIOS DE LA MEDIACIÓN EN LA ESCUELA

La modificación de hábitos y conductas lleva tiempo y necesita la inversión de esfuerzos.

El éxito de la implementación del programa reside en toda la comunidad educativa, en especial en el compromiso docente de incorporar las nuevas habilidades y el cambio teórico de abordaje que el programa implica en la vida de la comunidad educativa.

El 80% del personal recomiendan el programa

88% de los estudiantes entrenados informaron que se sienten seguros de resolver conflictos entre compañeros

77% de los mediadores informaron que habían mejorado sus propias habilidades de resolución de conflictos

La dirección informó que la mediación entre pares reducía las sanciones disciplinarias.

CONCLUSIONES.

El objetivo de la educación no es sólo proporcionar información, sino también transmitir valores que contribuyan a la formación de la personalidad de los jóvenes y al establecimiento de patrones para sus relaciones con los otros.

En este sentido, una iniciativa tan interesante como imaginativa es el Programa de Mediación Escolar, por el cual los mismos estudiantes resuelven sus conflictos con la intervención de alumnos mediadores, aprendiendo a ponerse en el lugar del otro, a escuchar los argumentos ajenos, a ponderarlos y reconocer su valía.

De esta forma se trata de promover la importancia del diálogo, de la valoración de los argumentos ajenos y de la búsqueda de consenso.

Indudablemente, esta experiencia puede contribuir a que la interacción escolar sea más pacífica y razonable y a que, en general, los chicos trasladen estos criterios a otras esferas.

Que la escuela se constituya en un campo de aprendizaje para la convivencia y el diálogo, del ejercicio de la libertad con responsabilidad y respeto de los derechos del otro es especialmente oportuno en tiempos de erosión de los lazos que unen a la sociedad.

Para la vida comunitaria es importante, ya que puede contribuir a la formación de ciudadanos comprometidos y respetuosos, capaces de innovar para la mejora de la vida colectiva.

La experiencia educativa es uno de los primeros escalones de construcción del sistema institucional.

En este sentido, los sistemas que promueven la responsabilidad y la participación de los estudiantes constituyen también un aporte al enriquecimiento y fortalecimiento del sistema democrático.

La escuela es una comunidad en la cual conviven alumnos, docentes, directivos, personal no docente, padres y familia. En estas relaciones surgen determinadas situaciones que generan un clima de insatisfacción y dificultan el proceso de enseñanza aprendizaje.

Hablar de conflictos en las escuelas no es un problema. Es necesario un cambio cultural que permita afrontarlos de forma constructiva como naturales e inevitables, porque el conflicto es inherente al ser humano y a la vida y no tiene por qué ser negativo. Lo que es negativo es la manifestación violenta del conflicto.

Para ello, es fundamental el papel que juegan los docentes, ya que la forma en que ellos entiendan los conflictos condicionará la visión que los alumnos puedan tener de los mismos y de la mediación como alternativa de solución.

 

Patricia Mónica IDACHKIN,

Licenciada en Gestión educativa,

Argentina. Buenos Aires.

 

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