Comportamiento de las enfermedades cerebrovasculares en la unidad de cuidados Intermedios
Enviado por Rodolfo Vega
Resumen
Los Accidentes Cerebrovasculares (AVE) son la tercera causa de morbimortalidad en nuestro país y en los países desarrollados, ocasionan el 10% de las muertes y son la mayor causa de invalidez y discapacidad en la comunidad. Decidimo realizar la presente investigación al obtener resultados destacados en el servicio durante 2 años, con una letalidad global de 8.9%, por debajo de los índices aceptados internacionalmente. Se efectuó una investigación observacional analítica, tipo transversal, que reunió a todos los pacientes hospitalizados por AVE en la Unidad de Cuidados Intermedios Polivalente del Hospital Universitario "Comandante Manuel Fajardo". Presento mayor frecuencia en los mayores de 60 años y en la forma clínica isquémica. El factor de riesgo más influyente fue la hipertensión arterial, seguido de las enfermedades cardiacas, el hábito de fumar y el alcoholismo. Las complicaciones neurológicas fueron fundamentalmente en la enfermedad cerebrovascular hemorrágica y las no neurológicas en las formas isquémicas. La letalidad global fue de 8.9%.
Introducción
Las Enfermedades Cerebrovasculares (ECV) son procesos del Sistema Nervioso
causados por la afección de sus vasos sanguíneos. Pueden ser intrínsecos al vaso como: ateroesclerosis, lipohialinosis, inflamación, deposito de material amiloide, disección arterial, malformaciones, dilatación aneurismática o trombosis venosa; y también puede originarse en algún lugar remoto, cuando un embolo del corazon o la circulación extracraneal se aloja en el interior de un vaso intracraneal. Clínicamente la expresión del fenómeno variara en dependencia del área lesionada y la severidad del daño. (1)
La Organización Mundial de la Salud define la ECV como la entidad caracterizada por el rápido desarrollo de signos clínicos de alteración focal o global de la función cerebral con síntomas que duran 24 horas o mas que conducen a la muerte sin ninguna otra causa aparente diferente de una vascular. (2)
Ocupan el tercer lugar en la morbimortalidad de los países desarrollados, luego de las cardiopatías y el cáncer (3-5), ocasionando el 10 % de las muertes, siendo responsable de una vasta carga de invalidez en la comunidad pues entre el 50 % y 70 % de los sobrevivientes quedan con secuelas y necesitaran ayuda para realizar funciones básicas de la vida diaria, considerándose como la primera causa de discapacidad en países desarrollados y la segunda causa de Demencia después de la enfermedad de Alhzhaimer. (6,7)
Su incidencia varia entre 150 a 200 casos por cada 100 000 habitantes por años y la prevalencia esta entre 500 y 700 casos por cada 100 000 habitantes, de ahí la
importancia en el diagnostico precoz y el efectivo control de los factores de riesgo que influyen en su desencadenamiento. (8)
Existe una tendencia en las ultimas décadas a una disminución en la mortalidad por ECV atribuida a un mejor conocimiento y manejo de la enfermedad pero a pesar de ello la mortalidad oscila entre 35 y 200 casos por 100 000 habitantes por años en los diversos países estudiados. En Cuba, al igual que en otros países, constituyen la tercera causa de muerte, con tasa de mortalidad de 71 y 75,4 por 100 000 habitantes, en 1998 y 1999, respectivamente. En los últimos 5 años mueren como promedio anualmente unas 7900 personas por esta causa, de ellas el 85 % tienen 60 años o más lo que hace a estas edades las de mayor riesgo a morir por esta enfermedad. (1,8,9)
Actualmente ocurren en EE.UU. cerca de medio millón de casos nuevos que causan aproximadamente 200 000 muertes, de ellos el 75 % se presentan en el territorio de la carótida. (1,10)
El ictus es considerado como una urgencia neurológica, las formas isquémicas son las más frecuentes y las hemorrágicas, a pesar de ser las menos frecuentes (10-15%), tienen una mayor mortalidad intrahospitalaria. El ictus es un acontecimiento catastrófico, rápidamente mortal o que deja secuelas incapacitantes. La fase aguda es en realidad un proceso que se ha iniciado muchos años antes y cuya prevención ha fracasado, en realidad la manifestación clínica del infarto por trombosis o embolia, o la hemorragia de un vaso dañado previamente por la hipertensión es el resultado de una serie de factores de riesgos que pueden ser corregidos. (1,3)
La única posibilidad en la actualidad de modificar la morbimortalidad de las ECV es su prevención, modificando los factores de riesgo, los estilos de vida y controlando las enfermedades crónicas que actúan como factores de riesgo, entre las que se encuentran la hipertensión arterial, la enfermedad cardiaca, diabetes mellitus, hematocrito elevado, ataques isquémicos cerebrales previos, tabaquismo, alcoholismo, obesidad, sedentarismo y la hiperlipidemia. Por otro lado, existen factores no modificables como son la edad, sexo, raza, embarazo y puerperio y se habla también de determinantes ambientales. (9,11,12)
El conocimiento fisiopatológico de la muerte neuronal parte de mecanismos
Página siguiente |