Los valores éticos frente a las deficiencias del trabajo contable financiero

El acceso al conocimiento y la cultura no significa por sí solo la adquisición de principios éticos; pero sin conocimiento y cultura no se puede acceder a la ética.

Fidel Castro Ruz.(Clausura del Congreso Pedagogía 2003)

Introducción

La Nueva Universidad Cubana ha sufrido transformaciones importantes en los últimos cinco años. El proceso de municipalización de la educación superior es una nueva experiencia y un reto en la formación de profesionales con una cultura general integral, y que ha surgido, para darle a los territorios, un salto cualitativo del saber. Pero es importante, que unido al conocimiento, la formación de valores alcance nuevos horizontes. Las Sedes Universitarias Municipales constituyen un novedoso modelo pedagógico que busca perfeccionar la labor docente de la educación superior.

Defiendo el criterio de que la Universidad es pertinente si cumple, ante todo, con el deber supremo de educar en los valores morales, en los principios éticos que rigen una conducta profesional y ciudadana.[1]

El presente trabajo se plantea como una exposición de la línea ética que debe seguir un graduado en Economía, o más específicamente, en Licenciatura en Contabilidad, cuando comience su vida laboral en las empresas o entidades económicas de nuestro país, plantea además el papel rector que debe desempeñar la Nueva Universidad Cubana en la educación en valores y cómo ésta constituye un instrumento de fuerza para combatir las deficiencias existentes en los controles de nuestra economía.

El nuevo profesional de la contabilidad, además de estar destinado principalmente a apoyar la toma de decisiones administrativas a través de su trabajo, debe mantener en todo momento un papel moral a la altura de una ética profesional digna y enfrentarse en todo momento contra cualquier indicio de fraude o corrupción que en su área de acción pueda producirse. La superación personal constante será una herramienta valiosa para su futuro.

Cuando a través de los medios de prensa nacional, conocemos los resultados de la reciente quinta Comprobación Nacional al Control Interno que se les realizó a diferentes entidades económicas del país, podemos darnos cuenta que aún existen deficiencias en cuanto al actuar conciente y puro de muchos profesionales de la economía. Una verdad incuestionable es que el campo de acción del control interno no solamente se limitó a los subsistemas contables y financieros, fue mucho más abarcador, tocando otros perfiles del trabajo administrativo, pero también es una realidad, que las deficiencias económicas persisten aún y ponen en riesgos los bienes materiales y monetarios de las entidades, y gran responsabilidad de éstas, recaen sobre los profesionales económicos.

La media nacional con evaluación de Mal o Deficiente fue del 41 %, según informa el periódico Escambray, de la provincia de Sancti Spíritus, el día 21 de junio del 2010, en el artículo ¨Mejora eficacia del control interno¨, en ese mismo artículo aparece el siguiente párrafo:

Sin embargo, Miguel Acebo Cortiñas, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido aquí, expresó que no podemos regocijarnos con estos resultados porque lo cierto es que todavía existe un grupo de entidades donde se aprecian serias deficiencias en la actividad contable y en la labor administrativa, con manifestaciones de presuntos hechos delictivos en algunas de ellas, lo que conlleva ahora a la aplicación de medidas disciplinarias.[2]

También se conoce de la ofensiva realizada por parte de nuestras organizaciones políticas y la Fiscalía General de la República de Cuba, contra los delitos económicos, los cuales habían proliferado en algunos sectores.

Tanto las deficiencias en controles internos y auditorías como delitos económicos, están interrelacionado de una u otra forma con la falta de valores éticos de nuestros profesionales. Por ello, el Licenciado en Contabilidad, además de armarse de conocimientos técnicos inherentes a su especialidad, -que en muchas ocasiones es la principal causa de las deficiencias de su trabajo-, debe ser una persona con altos principios morales, que mantenga una ética adecuada y sea valiente para enfrentar cualquier síntoma de debilitamiento de sus valores en su radio de acción, para evitar que su nombre se vea envuelto en asuntos de dudosas procedencias, con ello logrará que de su empresa no salga algún criterio que lo comprometa o ponga en tela de juicio su moralidad misma.

Los valores éticos y el futuro profesional de la economía

Es muy complejo realmente definir el concepto de valor por lo que la propia palabra abarca, ya que constituye una categoría que está relacionada de diversas formas con distintos aspectos subjetivos y objetivos, determinado por la época y la sociedad. Cada ciencia lo toma como un objeto de estudio desde su perspectiva particular, sin que ello deforme su categoría general.