Y finalmente las circunstancias.
La limitante de muchos son las circunstancias. Muchos no lideran por la escasez que tienen y otros por la abundancia. El contexto en el que están se convierte en una limitante; hay personas que no lideran porque creen que son muy jóvenes, muy viejos o porque dicen que no tienen tiempo. No hay circunstancia alguna en la cual hayas nacido que te impida ser un líder. Tú pudieras tener un impedimento físico y eso no debiera limitarte, pues tienes mucho más que eso. No importa la circunstancia.
Las circunstancias no son una excusa; tu contexto no puede ser un pretexto. El hecho que no hayas crecido en una familia estable o con dinero, esa no es una excusa. Todos cabemos, todos tenemos la responsabilidad.
No esperes tener algo para luego hacer algo, haz algo con lo que ahora tienes.
Se necesitan con urgencia líderes.
Se necesitan líderes que se comprometan con el ideal de una nación próspera, integrada al actual mundo competitivo y no ajena e introvertida, aislada del exterior, anónima y sin protagonismo.
Mirar el mundo alrededor y preguntarse porqué otras naciones crecen tan aceleradamente, países que hacia no muchas décadas habían sido devastadas por guerras y conflictos sociales internos.
Líderes que sean creadores comprometidos, conscientes de la realidad, pero inconformes necios, que tengan en si mismos el carácter de la superioridad.
Líderes de un nuevo milenio, ya no abstractos ni demagogos, sino claros y verdaderos.
El liderazgo obsoleto queda atrás, el populismo es cosa de otro tiempo, las armas no son mas las metralletas, las armas de este nuevo siglo son la preparación, la educación, la calidad, la capacidad, la ética, la transparencia, la productividad, la competitividad y por entre todas la excelencia.
Líderes nuevos, actuales, conscientes de la realidad en todos lo ámbitos, con un carácter de superación y acción.
Líderes que se reclamen el derecho a ser superiores y logren sus objetivos a pesar de todas las circunstancias, líderes Bolivianos para una Bolivia próspera, unida, y verdadera.
Vamos a crear un mundo superior.
A través de la historia de la humanidad los grandes líderes han sido innovadores necios, legando a su generación posterior enseñanzas que han ido en constante superación, el hombre como individuo tiene en el mundo un compromiso de superioridad, los modelos han sido obsoletos por generaciones futuras, si el mundo no hubiese pasado por etapas de superación, aun viviríamos en cavernas y aún no se hubiese inventado la rueda, sino hubiese la constante inspiración creadora de virtudes, seríamos entonces consecuencia de la casualidad, y tampoco no que hayamos alcanzado ya la meta, sino que proseguimos en constante perfección, olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndonos a lo que esta delante.
Hoy en día mas que nunca vivimos en constantes cambios, avances tecnológicos, globalización en todo ámbito, y exigimos que el liderazgo obsoleto sea renovado por un hombre superior, adecuado a la rapidez con que cambia el mundo, un modelo mundial, un hombre de la humanidad, inconforme con el status quo, dominado por su ímpetu necio, ajeno a una identificación regional, sino mas bien global, sin dejar de lado su patriotismo, pero auténtico sin llegar al " patrioterismo demagógico" del nacionalismo, porque sabemos que este corrompe las ideas y es fuente de excesos y fundamentalismos, entendamos que un país fuerte y sano, debe de ser un país abierto al resto del mundo en igualdad de circunstancias, pero esta igualdad solo nos la dará nuestra disposición a mejorar y aprender de los mejores y a sacar el mejor provecho de las múltiples ventajas de nuestra propia cultura. Si la forma de vida de la mayoría de las personas que conforman esta comunidad, es deficiente y llena de carencias, no podemos pensar que el destino no sea el mismo para todos.
Para la existencia de un mundo superior, primero debe existir un hombre superior que prepare el camino, que se renueve día a día, que reflexione su actitud, que se prepare, que investigue, que no se conforme, que pregunte, que se proponga, que se supere, que luche, que cambie, que valore, que sea ético, que sea objetivo, que sea capaz, que guíe, que se informe, que sea productivo, que sea recio y tolerante a la vez, por sobre todo, que esté cerca de Dios y que promueva los mejores valores que nos ha legado la humanidad.
El Futuro a quién le pertenece.
El futuro les pertenece a todos los bolivianos que creen en la grandeza de sus sueños y en un mundo más próspero, equitativo, justo y generador de riqueza material y espiritual. Se requiere de hombres y mujeres soñadores que tengan la fe para ver lo invisible, sentir lo intangible y lograr lo imposible.
Bolivianos, les hago un llamado, el de comprometerse con ustedes mismos, con nuestra nación, con nuestra vocación de ser seres superiores, no seamos víctimas de las circunstancias, busquemos nuestro camino, seamos exportadores de calidad, productores de competencia, fabrica de líderes e idealistas de la prosperidad.
Hombre que mira más allá de sus narices
Autor anónimo
Hoy me despierto tosco y solitario no tengo a nadie para dar mis quejas nadie a quien echar mis culpas de quietud
sé que hoy me van a cerrar todas las puertas y que no llegará cierta carta que espero que habrá malas noticias en los diarios que la que quiero no pensará en mí
y lo que es mucho peor que pensarán en mi los coroneles que el mundo será un oscuro paquete de angustias que muchos otros aquí o en cualquier parte se sentirán también toscos y solos que el cielo se derrumbará como un techo podrido y hasta mi sombra se burlará de mis confianzas
menos mal que me conozco
menos mal que mañana o a más tardar pasado sé que despertaré alegre y solidario con mi culpita bien lavada y planchada y no solo se me abrirán las puertas sino también las ventanas y las vidas y la carta que espero llegará y la leeré seis o siete veces y las malas noticias de los diarios no alcanzarán a cubrir las buenas nuevas y la que quiero pensará en mi hasta conmoverse y lo que es muchísimo mejor los coroneles me echarán al olvido y no solo yo muchos otros también se sentirán solidarios y alegres y a nadie le importará que el cielo se derrumbe y más de uno dirá que ya era hora y mi sombra empezará a mirarme con respeto
será buena tan buena la jornada que desde ya mi soledad se espanta.
FIN
Dedicado a mi hijo
por un futuro mejor…
Autor:
Guido I. Moreira P
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