El perfil de la industria farmacéutica de la Argentina. Interrogantes a mediano plazo
Enviado por César Agustín Flores
- Resumen
- Introducción
- Rasgos estilizados de la industria farmacéutica
- Análisis cuantitativo de la industria farmacéutica
- Novedades en la Investigación y Desarrollo
- Conclusiones e interrogantes
- Referencias bibliográficas
Resumen
En este artículo nos proponemos explorar el desarrollo industrial de la industria far- macéutica entre los años 1993 y 2012 a través de indicadores de producción de medi- cinas, comercio exterior y de niveles de precios relativos y analizar la sustentabilidad a mediano plazo de esta industria. A partir de ello analizaremos las características del crecimiento de esta industria y las implicancias económicas y sociales del mismo, considerando que las actividades relacionadas con la salud como la producción de medicamentos y la investigación y desarrollo son bienes sociales o meritorios, cuya provisión debe ser accesible para el conjunto de la sociedad, en especial en medica- mentos esenciales o situaciones epidemiológicas.
Palabras clave: industria farmacéutica; comercio internacional; producción; precios relativos; balanza comercial
La provisión y demanda de medicamentos tienen rasgos particulares, aun desde el punto de vista restringidamente económico: las marcadas asime- trías de información entre la industria oferente de medicinas, los agentes del sistema de salud que aplican y recetan medicinas en sus tratamientos, y los pacientes que finalmente utilizan los fármacos y, del lado, de la organiza- ción industrial del sector farmacéutico, su carácter típicamente concentrado y poblado de grandes firmas, a menudo multinacionales; la influencia de po- líticas y regulaciones como las que definen los regímenes de patentes, y la presencia de externalidades difundidas, como en materia epidemiológica, le confieren al mercado de estos bienes características propias, que distan mu- cho de corresponderse con los esquemas simples de producción, intercam- bio y consumo en condiciones competitivas por parte de agentes autónomos (aislados) que deciden racionalmente en un contexto donde la coordinación de conductas se puede suponer dada en primera aproximación (Maceira y Peralta Alcat, 2008; Stephan et al., 2008)
Al mismo tiempo, la naturaleza misma de los medicamentos como bie- nes asociados estrechamente con la salud y aun, en ciertos casos, con las posibilidades de supervivencia de las personas, llama necesariamente a considerar a la configuración y evolución de los respectivos mercados des- de una perspectiva humana y social, como elementos que condicionan de manera relevante el bienestar individual y colectivo. Así, se entiende que los medicamentos y el acceso a servicios de salud sean tratados como «bienes meritorios», cuya disponibilidad adecuada para el conjunto de la población, independientemente de su nivel de ingreso, constituye una responsabilidad social cuyo cumplimiento interpela a las políticas públicas.
Por otro lado, el comportamiento del sector está definido tanto por sus características singulares como por el contexto general de la economía de la cual se trate: este efecto del entorno sería particularmente fuerte en un caso como el de la Argentina, dados los marcados vaivenes de las políticas y del desempeño económico (en la línea de pensamiento de Nelson y Winter, 1982; Sabel, 1988).
Este trabajo tiene por objetivo explorar algunos de los cambios en la oferta de la industria farmacéutica en los últimos veinte años. La hipótesis central es que la industria farmacéutica en el siglo xxi se ha convertido en una actividad crecientemente dependiente de las importaciones. Las hipótesis adicionales son que hubo un cambio de estrategia de empresas matrices extranjeras de trasladar empresas filiales de la Argentina hacia otros países; que el impulso estatal en los Programas de i+d de impulso a la biotecnología ha provocado la incorporación de estos conocimientos en la industria farmacéutica y finalmente que la Ley de Prescripción por Nombre Genérico creó desprendimientos de empresas líderes para elaborar «copias» de las marcas registradas más conocidas.
Este artículo utiliza información primaria sobre el crecimiento de la actividad farmacéutica Se elaboraron tablas y gráficos que dan cuenta de la evolución del producto industrial, de las exportaciones e importaciones sectoriales, de sus precios en relación al conjunto del índice de precios y su peso relativo en la canasta familiar. Se utilizaron series estadísticas oficia- les, elaboradas por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (indec), comparaciones censales de los últimos Censos Industriales, estimaciones de evolución de precios de fuentes alternativas. Asimismo se consultaron fuentes secundarias especializadas en esta rama industrial que elaboran estimaciones sobre rankings de empresas y fusiones empresarias.
El objetivo es revelar los rasgos estructurales que se han configurado recientemente en la industria farmacéutica y sus repercusiones a mediano plazo en la provisión de salud de la población y la sustentabilidad de este perfil, considerando la salud como «bien meritorio».
Rasgos estilizados de la industria farmacéutica
Tanto a nivel internacional como nacional, la industria farmacéutica constituye un típico oligopolio con empresas pequeñas, medianas y grandes, estas últimas con una clara posición dominante. El tipo de productos, el grado de diferenciación de los mismos, y la complejidad de los procesos de elabora- ción son algunos de los factores que explican este fenómeno (Azpiazu 1999; Nochteff, 1997; Katz, 1974, 1987; Katz, Muñoz, Tafani, 1988; Katz, Burachik, Brodovsky y Queiroz, 1997; Katz, 1995; Bisang y Maceira, 1999; González García, 2005; Tobar 2002, 2004).
En la industria farmacéutica las grandes innovaciones se realizan en los países desarrollados. En estos países existe una fuerza autónoma que lleva a las empresas grandes que compiten en el campo farmacológico a explo- rar nuevas vetas de innovación en la biología molecular, biotecnología e ingeniería genética. Estas investigaciones son realizadas conjuntamente por empresas, universidades y entes gubernamentales. Dado el elevado riesgo de los procesos de investigación y el prolongado tiempo de maduración de la inversión en tecnología, el apoyo y financiamiento estatales juegan un rol estratégico en el desarrollo industrial.
En los países desarrollados se produjo recientemente un profundo cambio estructural en la industria farmoquímica inducida por los avances en la biotecnología con la búsqueda de drogas para el sistema nervioso central y el sistema cardiovascular. La investigación asociada a este tipo de drogas ha sido compleja, larga y riesgosa aumentando el período de gestación de las innovaciones (Katz 1995). La década de 1990 estuvo signada por numerosas alianzas, fusiones y adquisiciones, que contribuyeron a la consolidación, concentración e internacionalización de la industria. Este proceso continúa hasta la primera década de este siglo. A nivel internacional la industria farmacéutica tuvo un desarrollo muy veloz debido en gran parte, a la aparición de nuevas drogas para el tratamiento del sistema nervioso central, retrovirales y tratamientos para enfermedades específicas como el cáncer. Durante esos años, los rankings elaborados por fuentes privadas situaban a la industria farmacéutica entre la primera posición del listado de las industrias más rentables, medidas en términos de tasa de ganancia en relación a sus activos, y en segunda posición en términos de niveles de ingresos. A su vez, ocuparía la vigésima segunda y vigésima cuarta posición entre las industrias que crecen con mayor velocidad, calculadas según las variaciones de la facturación y de las ganancias respectivamente. (Correa 2001, 2007; Azpiazu, 1999).
En las últimas décadas, con el desarrollo de la biotecnología, se produjeron importantes cambios cualitativos y científicos en el paradigma de investigación sobre drogas. Recientemente, el «diseño racional» de drogas, esquema basado en la selección de una reacción bioquímica que genera una enfermedad y la proyección de un componente químico para alterarla o frenarla fue reemplazada por el de mass screening. El diseño racional permite reducir la incertidumbre y la duración de la investigación en comparación con los métodos de mass screening. Sin embargo los costos de i+d y de introducción de la misma al mercado no se han reducido sustancialmente, sino que, por el contrario, se elevaron sustantivamente. Se ha observado que la tasa declinante de «descubrimiento» de nuevos productos no se ha revertido (Correa, 2001; Mossialos, 1993; mincyt 2012). Apareció, asimismo, una nueva tecnología, basada en la química combinatoria. Consiste en un método que permite la simulación de miles de nuevos compuestos en un tiempo muy reducido para encontrar moléculas que se combinen con ciertas células receptoras o con enzimas asociadas con una determinada enfermedad. Este método permite una drástica reducción del orden de más de 60 veces, del costo de identificación y testeo de compuestos con un valor terapéutico potencial (Correa, 2007).
En los países periféricos la evolución histórica de la industria farmacéutica siguió un proceso diferente. En el subconjunto de países como Argentina, Brasil y México hubo una incipiente expansión farmacéutica en la década de 1920 y 1930. La elaboración de productos biológicos, vacunas, sueros y algunas materias primas básicas como hormonas derivadas de la producción agrícola y ganadera y de productos naturales, comenzó a desarrollar- se. Como ilustración se puede resaltar que la producción de insulina en la Argentina se inició en 1924, poco después que en los Estados Unidos. Típicamente, las empresas farmacéuticas de estos países como Argentina, Brasil y México utilizan materias primas claves, drogas activas, de origen importado, realizan escasa actividad de investigación y desarrollo y desembolsan un elevado pago al exterior en concepto de regalías. Las razones para la importación de drogas activas son: la utilización de economías de escala en las plantas productoras y la utilización de precios «de transferencia» o «precios de cuenta» entre las casas matrices y filiales (Katz, 1987, 1995; Correa, 2001 y 2007; Correa y Jeppesen, 1996).
Los «precios de transferencia» constituyen un elemento que no tiene otro significado económico que servir como instrumento para mostrar la rentabilidad contable que se desea presentar en los balances empresarios en cada una de sus filiales. La forma típica de operar de la empresa transnacional consiste en maximizar la ganancia global de todas sus plantas. Dado que esta es la lógica de las empresas multinacionales a largo plazo, su presencia en los países periféricos genera conflictos con las empresas farmacéuticas locales.
El perfil de crecimiento en la industria farmacéutica argentina actual difiere del vigente en décadas anteriores, durante las cuales la existencia de una política arancelaria de protección a la industria nacional favoreció el impulso a la industria farmoquímica argentina en la cual se realizaban innovaciones, si bien incrementales, protegían el abastecimiento de productos farmacéuticos frente a problemas de déficits del sector externo. Existía un submercado de materias primas farmacéuticas que ha desaparecido. La actividad innovadora del submercado de materias primas farmoquímicas o drogas activas se caracterizaba porque permitía el autoaprovisonamiento de copias de principios activos de la industria farmacéutica argentina (Azpiazu, 1999). El peso de la industria nacional había sido mayor en la elaboración de materias primas, sobre todo las antibióticas y otros fármacos producidos mediante fermentación y síntesis orgánica. (Azpiazu, 1999; Katz 1995; Bisang y Maceira, 1999). Sólo un reducido número de empresas, tanto de capital nacional como extranjero, mostraba signos de integración vertical desde la elaboración de materias primas farmacéuticas hasta el producto final. Salvo algunas excepciones, producían insumos para uso propio. Este autoaprovisionamiento de insumos intermedios es un rasgo estructural que ha distinguido a la industria farmacéutica de la Argentina históricamente hasta la década de 1990. Se producían en escala reducida productos que en países desarrollados se elaboraban en plantas de mayor tamaño y con tecnologías de proceso más complejas. En general, se trataba de materias primas farmacéuticas de precio relativamente bajo y conocidas en el mercado.
Desde los noventa, la industria farmacéutica se distingue por el elevado componente importado, tanto de insumos como de productos finales con que operaron las firmas del sector. Gran parte de las empresas, en su mayoría grandes, dada la estructura altamente concentrada de la industria, dejará de producir localmente para volcarse más hacia actividades vinculadas con el comercio de bienes importados a partir del aprovechamiento de sus canales de distribución y comercialización, abandonando la producción farmoquímica. Tal fue el impacto en estas empresas, que gran parte del déficit comercial proviene del desempeño de las firmas productoras de productos medicinales (Azpiazu, 1999; Azpiazu, Schorr y Manzanelli, 2011; Schorr, 2000)
Al igual que en la mayor parte de los sectores de actividad, la industria farmacéutica sufrió las profundas transformaciones estructurales ocurridas entre finales de la década de 1980 y principios de los años 90 que han conllevado alteraciones en el contexto operativo en el que se desenvolvió el mercado de especialidades medicinales en la Argentina. El quiebre definitivo del modelo sustitutivo de importaciones que por más de cuatro décadas sustentó la dinámica y el perfil evolutivo del sector, transitó hacia nuevas formas de organización económico-social y de reformulación de las estrategias productivas y de comercialización de medicamentos. Este hecho se ilustra por una medida de política arancelaria del año 1992, que estableció que para los bienes de capital, los medicamentos, y los combustibles, corresponde un arancel de 0%. Esta estructura arancelaria se mantuvo hasta 1994, en que comenzó a regir el Arancel Externo Común del Mercosur. En este contexto tanto las importaciones como las exportaciones y el precio de los medicamentos aumentaron significativamente (Azpiazu, 1999, 2011).
De hecho, en el período 1991-1996, la participación de los laboratorios nacionales en las ventas cayó un 6% (Azpiazu, 1999). Según los datos censales de 1993, el valor de producción de esta rama ha sido, en términos de la industria manufacturera total, una de las más dinámicas en los últimos veinte años (Azpiazu 1999).1
En el año 2002 se fijó la obligatoriedad de utilizar nombres genéricos en todas las prescripciones de profesionales autorizados a prescribir medicamentos, así como en todos los textos normativos. Esta Ley de Prescripción de Medicamentos por Nombre Genérico en un contexto de profunda crisis social y económica tuvo efectos en la oferta de medicamentos y la evolución relativa de los precios de los mismos (de la Puente, Tarragona, 2003 y 2005; Farmacéuticos sin Fronteras, 2011)
En la industria farmacéutica argentina, como en otros sectores productivos, las inversiones directas extranjeras han tenido características nuevas como la ampliación de escala y altos niveles de especialización, atributos decisivos en las nuevas condiciones de competencia. En los casos de crecimiento por fusión o adquisición de empresas locales se tendió a desintegrar verticalmente la planta, tercerizando algunas secciones, se racionalizaron actividades, concentrando las áreas administrativas y maximizando las sinergias corporativas y se reconvirtieron empresas. En la rama farmacéutica, los nuevos inversores desarrollaron este tipo de proyecto de planta nueva o de inversión denominada greenfield. Las plantas nuevas tendieron a incorporar tecnología a nivel del estado del arte internacional en las áreas de producto y gestión y, en menor medida, también a nivel de procesos. Es en este último aspecto donde aparecen las mayores heterogeneidades y asimetrías, no sólo entre los proyectos de modernización y los greenfields, sino también en relación con las mejores prácticas internacionales. En la Argentina son de escala no mayor a la mínima, lo cual induce a la adopción de un relativamente menor grado de automatización en algunas etapas. Desde el punto de vista de su eficiencia operativa, las plantas de las filiales en Argentina tienen una buena performance con sus similares brasileñas y también, aunque en menor medida, con las «de punta» a nivel internacional (Kulfas, Porta y Ramos 2002).
La investigación y desarrollo son fundamentales para el desenvolvimiento de actividades productivas, particularmente en la industria farmacéutica. En la Argentina, muchas innovaciones están basadas en mejoras o adaptaciones de productos y procesos existentes, y otros cambios tecnológicos que no constituyen actividades de i+d, de acuerdo a cómo ésta es definida con propósitos estadísticos. De hecho, el sendero de desarrollo tecnológico en el proceso de industrialización de Argentina, como en otros países de América Latina, se ha basado fundamentalmente en innovaciones «menores» o «incrementales», tal como las denominó el especialista en economía industrial Jorge Katz, haciendo referencia a aquellas innovaciones que surgen mediante el proceso de aprendizaje o learning by doing. En la Argentina, han sido los grandes laboratorios, en general de origen extranjero, los que han iniciado la producción de imitaciones de los principales medicamentos. El sistema de innovación de la industria manufacturera argentina se ha caracterizado por realizar innovaciones menores, es decir, no ha creado nuevas moléculas pero reproduce eficientemente las existentes (Abrutzky, Bramuglia, Godio, 2008; cilfa, 2012; Gutman, Lavarello, 2010; mincyt, 2012).
Es así que aún hoy los laboratorios argentinos han reproducido imitaciones de los medicamentos originales. La industria local no está en condiciones de realizar los estudios de equivalencia y biodisponibilidad necesarios para producir fármacos genéricos, por lo tanto, lo que la industria farmacéutica produce son medicamentos copia. En la actualidad, se estima que el 85% de los medicamentos disponibles en Argentina son imitaciones de los remedios originales. Típicamente, las empresas farmacéuticas de países como Argentina, Brasil y México, utilizan materias primas claves, drogas activas, de origen importado; realizan escasa actividad de investigación y desarrollo, y desembolsan un elevado pago al exterior en concepto de regalías. Las razones para la importación de drogas activas son: la utilización de economías de escala en las plantas productoras y la utilización de precios «de transferencia» o «precios de cuenta» entre las casas matrices y filiales. Significa que estos precios muestran la rentabilidad contable en los balances empresarios en cada una de sus filiales. En la estructura de la demanda de fármacos se observa que, en la medida que se incrementa el consumo interno de productos farmacéuticos, las importaciones crecen.
Análisis cuantitativo de la industria farmacéutica
La década de 1990 tuvo diversos efectos sobre la actividad farmacéutica. Hubo un reordenamiento de empresas en este período de expansión que condujo a la concentración de ventas en pocas compañías y a un desplazamiento de firmas nacionales. Los fenómenos significativos fueron, a gran- des rasgos: la apertura externa de la economía, la desregulación sectorial, el cambio del marco de regulación del sector, la desaparición de la industria farmoquímica, una creciente incidencia de la biotecnología en la misma y las inversiones en greenfields (campos nuevos de inversión) que tuvieron repercusiones en el intercambio comercial. Por último, se resalta que estas innovaciones han sido promovidas y financiadas por el Ministerio de Ciencia y Tecnología e Innovación Productiva, revelando la importancia del sector público en las actividades de i+d (mincyt, 2012; cilfa, 2012).
Los cambios ocurridos durante la última década en la composición de la oferta privada de medicamentos en la Argentina plantean incógnitas acerca de su evolución a mediano plazo. Para dar cuenta de la misma se realizó un análisis de las series de producción, comercio exterior y precios relativos en las últimas décadas.
El análisis de las series del Producto Bruto Interno desagregado por actividad económica muestra la posición relativa de la industria manufacturera y de la farmacéutica en particular desde la década de 1990. Entre 1993 y 2013 el producto de la actividad farmacéutica creció aunque mantiene una participación relativamente estable respecto al de la producción manufacturera2. La producción industrial se ha desarrollado en la última década, acompañando la tasa de crecimiento del conjunto de la economía. Del total de actividades relacionadas con la producción de bienes, la industria manu- facturera no impulsó la reactivación posterior a la crisis 2001-2002. El pbi creció en el período 1993-2012 un 98% y la construcción un 89%. La industria manufacturera acompañó dicho crecimiento a una tasa global del 73% y la industria farmacéutica un 48% (Gráfico y Tabla 1). En términos de producto, actividades como la construcción y servicios han mostrado ser el motor del crecimiento en los últimos años. Sin embargo, desde el punto de vista de la participación de las exportaciones y del sector externo el peso relativo de las exportaciones agropecuarias y extractivas ha sido muy significativo.
Gráfico 1. Evolución del producto Bruto Interno por sector de Actividad En Millones de pesos a precios de 1993
Fuente: elaboración propia en base a Datos elaborados por la Dirección de Estadísticas del indec
Tabla 1. Evolución del producto Bruto Interno por sector de Actividad En Millones de pesos a precios de 1993
Año | PBI Total | Agricultura, Ganadería, Silvicultura | Minería | Construcción | Industria manufacturera | ||||
1993 | 23650.50 | 11736.94 | 3527.00 | 13392.93 | 4313.83 | ||||
1994 | 23650.50 | 12652.80 | 4012.26 | 14163.91 | 4507.94 | ||||
1995 | 24318.61 | 13380.02 | 4670.00 | 12441.10 | 4184.96 | ||||
1996 | 25662.62 | 13167.16 | 4881.54 | 13491.54 | 4454.97 | ||||
1997 | 27744.13 | 13194.74 | 4915.07 | 15728.60 | 4862.66 | ||||
1998 | 28812.33 | 14444.73 | 4726.67 | 17094.67 | 4952.56 | ||||
1999 | 27836.90 | 14824.41 | 4572.12 | 15751.91 | 4559.88 | ||||
2000 | 27617.27 | 14567.05 | 4879.58 | 14284.17 | 4385.55 | ||||
2001 | 26399.67 | 14612.30 | 5107.12 | 12627.05 | 4062.68 | ||||
2002 | 23523.56 | 14369.71 | 4916.02 | 8409.60 | 3617.61 | ||||
2003 | 25602.35 | 15381.78 | 5099.03 | 11300.05 | 4195.24 | ||||
2004 | 27914.13 | 15223.50 | 5077.54 | 14622.72 | 4697.66 | ||||
2005 | 30476.35 | 17004.91 | 5068.15 | 17605.25 | 5048.03 | ||||
2006 | 33056.50 | 17264.77 | 5218.58 | 20750.91 | 5497.49 | ||||
2007 | 35916.99 | 19037.05 | 5194.51 | 22806.44 | 5915.29 | ||||
2008 | 38344.42 | 18522.97 | 5249.75 | 23641.22 | 6184.19 | ||||
2009 | 38670.44 | 15601.42 | 5193.47 | 22743.56 | 6150.30 | ||||
2010 | 42213.01 | 20046.02 | 5113.23 | 23915.44 | 6754.73 | ||||
2011 | 45957.11 | 19557.44 | 4933.22 | 26084.76 | 7496.25 | ||||
2012 | 46830.10 | 17342.13 | 4980.05 | 25395.95 | 7465.95 |
Fuente: elaboración propia en base a Datos elaborados por la Dirección de Estadísticas del indec
Estos indicadores reflejan que en la última década en la Argentina se ha- bría consolidado rol de Argentina como abastecedor de recursos naturales y de productos manufactureros de origen agropecuario.
A partir del año 2002, las políticas públicas en salud fueron activas e impulsaron iniciativas que redundaron en una mejor calidad de vida de la sociedad. En el año 2002 el Estado implementó la Política Nacional de Medicamentos en un contexto de emergencia sanitaria. En este marco se sancionó la Ley de Prescripción de Medicamentos por Nombre Genérico y el Plan Remediar. Este conjunto de políticas tuvo un efecto positivo en el grado de accesibilidad a los medicamentos por parte de la sociedad. Con posterioridad se detectaron iniciativas tendientes a impulsar laboratorios estatales (Abrutzky, Bramuglia, Godio, 2008).
En términos relativos el desarrollo de la industria se mantuvo estable entre 1993 y el año 2013. Las comparaciones de los Censos Industriales muestran que el peso relativo de la industria farmacéutica en el producto industrial estimado en base al censo industrial del año 2003 es similar al de la década de 1990, del orden del 3,3%.
Los datos de los censos industriales de 1994 y 2003 muestran que alrededor del 80% del valor bruto de la industria farmacéutica se con- centraba en las 10 empresas más grandes en los noventa, mientras una década después, las 8 más grandes empresas representaban el 90% del mismo. Esto significa que en el siglo xxi, el nivel de concentración de la industria farmacéutica aumentó alrededor de 10%. Información específica de fuentes privadas estiman altos índices de concentración no sólo en la producción de medicamentos sino en la distribución. Las 4 droguerías más grandes de las 445 existentes concentran el 70% y las 4 distribuidoras existentes el 99% de la distribución de medicamentos. Sólo la venta de fármacos refleja atomización e incipientes cadenas de farmacias que son muy numerosas (Azpiazu, 1999; Azpiazu et al, 2011; Salvia, 2010; Azpiazu y Schorr, 2010).
Los rankings de las principales empresas farmacéuticas se elaboran en base a estimaciones de valores de venta de las empresas farmacéuticas. Estas estimaciones difieren entre sí. Sin embargo, se observa que hubo mo- dificaciones en la composición de la oferta de la industria farmacéutica, originadas tanto por las fusiones empresarias producto del cambio de estrategia de las empresas treansnacionales como por la aparición de joint-ventures entre organismos estatales y empresas privadas, a partir de la incorporación de la biotecnología en la elaboración de fármacos. El Estado promovió y financió estos emprendimientos. En conjunto, se observan indicadores de cambio en la industria en los últimos años.
El peso relativo de las empresas y grupos nacionales y extranjeros constituye un tema de profundo debate en los estudios sobre la dinámica de los grupos económicos y su prevalencia en la industria farmacéutica. Cuando observamos el origen de capital de las empresas, existe una participación, a veces sustantiva, de aportes de grupos económicos internacionales (Az- piazu et al., 2011, Bureau de Salud de G&a Pharma Consulting, 2010; «La Nueva Huella». Novedades de la industria farmacéutica, 2010; Bramuglia, Abrutzky, Godio, 2013)
Las empresas extranjeras localizadas en la Argentina, organizacional- mente utilizan tecnologías y métodos de producción desarrollados en las casas matrices y los avances quedan acotados a mejoras en formulaciones medicinales. Las grandes empresas nacionales producen a gran escala y venden productos de marca con importante penetración de mercado.
La evolución de la balanza comercial de la industria farmacéutica refleja que el desarrollo productivo de esta industria está asociado a crecientes ni- veles de importación. Los Gráficos y Tablas 2 y 3 dan cuenta de la relación entre producto de la actividad y niveles de importación.
Este rasgo de desarrollo sectorial es preocupante, porque su sustentabilidad es frágil no sólo frente a eventuales problemas en el sector externo de la economía no previsibles actualmente, sino en la capacidad local de provisión de productos farmacéuticos esenciales para cubrir las patologías más frecuentes de la Argentina y situaciones epidemiológicas específicas.
La evolución de las importaciones está asociada al peso relativo del costo de adquisición de drogas y principios activos y al de medicamentos provenientes de las firmas transnacionales, las cuales abastecen en gran medida el mercado local. Las importaciones farmacéuticas representan alrededor de un tercio del total importado (Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación, 2007; Becher y Asociados s.r.l., 2008; cilfa, 2006; Ministerio de Economía, 2011; mincyt, 2012). Se estima (cilfa, 2012 página 6) Que simultáneamente crecieron las exportaciones de principios activos, pero para la fabricación nacional el déficit de principios activos en la industria farmacéutica creció en un 50% entre 2003 y 2010.
Gráfico 2. Evolución de la Industria Farmacéutica de la Argentina en relación al Producto Industrial En Millones de pesos a precios de 1993
Fuente: Elaboración propia en base a Datos elaborados por la Dirección de Estadísticas del indec sobre Producto Bruto Interno Total y por actividad económica.
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