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Yo te amo… Yo te amo

    Existe la letra de una canción que siempre me ha llamado la atención, quizás por el sentido, el direccionamiento que la mayoría de las personas le da, esto es, pensar que específicamente fue escrita para la mujer amada (el ser amado), tomado el amor como un sentimiento que hace posible la unión de dos seres, y uno de ellos, acorde a la letra, parece estar lejos, muy lejos del implicado en los hechos. La canción es Yo te amo, regularmente escuchada en la voz de Roberto Carlos, mismo autor de la letra Erasmo Carlos.

    Respetando la interpretación que le han dado los supuestos en amor hados desde el siglo pasado, en particular, pienso que la letra vela y revela un mensaje más profundo y desgarrador de alguien, o para alguien, que desde lo más hondo de su corazón, mente y con ciencia verdadera toma de consciencia, clama a gritos por un cambio de condiciones en su vida. ¿A quién?

    Sea cual fuere el concepto de Ser Superior que tenga aquel que inspiró la letra o se inspiró en el logro de la letra, me da la impresión que a dicho Ser va dirigido el clamor, o si se quiere, lamento. Pero, para entender a cabalidad lo que afirmo, hay que haber visto, haber sentido, o haber estado inmerso en una caótica situación de demencia cercana al punto de quiebra, donde la razón se torna sin razón, la inteligencia cede a no ser más que brutalidad y la sabiduría, ría que ría infeliz La Flor de Liz prisionera sobre, el interior y bajo el sátrapa que no reconoce su presencia dentro del corazón.

    Entonces, arrastrada clama venganza como una loca serpiente venenosa osa reír, y luego Lilith Llorar por la ignorancia rancia de La CIA, o la letal Compañía del que empuja (o la que empuja) desde dentro y desde afuera el hombre arrojado al mundanal espectáculo de muchedumbres ciegas, sordas, mudas y tartamudas, a dos manos atadas de paralíticos espirituales tolerantes antes y después letales promotores y patrocinadores de la egolatría en sí misma egoísmo, o la adoración del ego aplicado a la complacencia de la carne mortal en detrimento del alma y el espíritu superior de vida inmanifiesta y manifiesta vida peligrando con morir.

    Hablo de ciertas anti praxis, que de tanta repetición a través de los medios e intermedios como el cine, la televisión, el internet y lamen table mente los video juegos, llegan a no ser más que individual, familiar, comunitaria y socialmente aceptadas, en medio de una especie de locura colectiva que no cura nada, y a defecto, impide ver el peligro que representan enfermedades, y ni qué decir, verdaderas plagas, pandemias y epidemias tales como la infidelidad, el alcoholismo, todo tipo de vicio (si vicio hay exceso y todo exceso es enfermizo) y pasión religiosa y carnal fanatismo por el objeto supuestamente amado.

    Objeto que no tiene que ser necesariamente un homo (Iso: semejanza, no igualdad) o heterosexual, sino cualquier tipo de corriente gubernamental, o ciencia dialéctica materialista o idealista en la larga lista de causas y efectos (acción y reacción, karma y darma), que de una u otra forma conducen al hombre y la mujer al punto de quiebra, donde un paso más allá puede significar la demencia total pérdida de identidad (estado del no ser o no estar conectado a cierta realidad) o la muerte física (a veces una especie de liberación) o peor aún, la muerte espiritual dentro de rituales religiosos, de cultos, ocultas sociedades secretas SS (lo llamado Satanismo llevado al grado extremo de creerlo solución a las problemáticas del mundo, caso fortuito el nazismo, el fascismo y el capitalismo, y todo lo que sea de corte imperial).y sectas degeneradas de las religiones dominantes antes y después letales para el ser humano y el mundo en cuestionamiento.

    Sin embargo, parece que nuestro personaje, casi en el límite de su resistencia, reculó. Es lo que se comprende al escuchar la primera parte de la canción, implicada una especie de confesión de la falta, reconocimiento de la culpa y ciertamente, un ruego. He ahí el primer paso hacia la redención, bajar la cabeza y a fuerza de voluntad, humildad, modestia y mucha fe, eliminar el orgullo y la soberbia que tanto hace sufrir al que la padece, impidiéndole ver con claridad, lo que a simple vista parece evidente.

    Porque evidente es la bondad del perdonarse, perdonar y la sabiduría de pedir perdón cuando la ocasión lo requiere. Así, tomada la decisión de retorno, el autor de la letra aclara que ni el tiempo ni la distancia le impedirán volver a encontrar el amor perdido, y es esta inamovible actitud del que había caído, lo que moviendo los goznes de las puertas que se habían cerrado, obliga al que empuja (la que empuja) desde adentro y desde afuera a disminuir la presión. Veamos la estrofa:

    "Tanto tiempo tan lejos de ti, al menos te quiero hablar.

    La distancia no va a impedir, que tu amor pueda encontrar".

    El amor, he ahí la gran clave. Amor. Amar. Rama roma sin amor se seca, pero rama es amar y roma podría progresar mediante el amor brotan nuevas hojas verde vegetal y verde la esperanza del corazón todo sana, porque el amor verdadero, es lo más poderoso que hay para retomar el camino de la voluntad espiritual razonable, la fuerza espiritual inteligencia, la belleza espiritual sabiduría y el amor espiritual vitalidad de ser. Sólo hay que estar dispuesto a vencerse a sí mismo, auto restringiendo cualquier conato de rebeldía interna de los egos, en procura de lograr la libertad en uso del libre albedrío de hacerse bien y bien a otros, y entonces, se estará preparado para vencer cualquier adversidad externa por difícil que parezca.

    Hay algunas personas que piensan el libre albedrío, como la libertad supuesta del ser humano para elegir entre el bien y el mal, dentro de lo cual estaría entonces, la también supuesta libertad para dañarse a sí mismo, como es el caso de los suicidas. El suicida atenta contra su propia vida y como la vida es una trama de acontecimientos creados y evolutivos que no deja por fuera la transformación o la muerte, tanto así que dentro de las arcanas mayores y menores y menores y mayores arcanos se ubica y numera en la peldaña 13, luego, no es principio, tampoco fin, y entonces, el impaciente paciente termina atentando contra la vida en forma general.

    Ahora bien, o mejor dicho mal, porque ocurre que "Yo Soy El Camino, La Verdad y La Vida"[1], así que no solo está atentando contra su propia vida, si es que en realidad le pertenece, sino contra El Hijo de La Vida y La Vida misma a través de todas las experiencias vitales creadas y evolutivas Hijas e Hijos de Dios, y por ello afronta una muerte peor que la primera, y en forma repetitiva en los estados del no ser más que prisionero de los llamados abismos infernales nacionales e internacionales ruedas del destino, y no es fácil salir de allí cuando se fue suicida.

    Libre albedrío tampoco es la libertad de enfermar y enfermar a otros, menos destruir a otros, y a peor emprenderla contra el mundo azotándolo como cualquier orate empeñado en conquistar el mundo, y supuestamente salvarlo a fuerza de sinrazón, brutalidad e ignorancia rancia de La CIA, o la letal Compañía de las artes marciales o artes de guerra, que de arte no tienen nada si llevan a la destrucción de sí y el entorno. El libre albedrío consiste, repito, en la libertad que tiene todo ser humano de hacerse bien y bien a sus semejantes, a otros seres que habitan el mundo y al mundo en forma general; el resto no es más que desazón y locura que no cura absolutamente nada.

    Siguiendo con la letra, el autor aclara que los métodos tradicionales no le sirven, dígase lo ofrecido por las diversas instituciones gubernamentales, dialécticas científicas materialistas e idealistas religiones y cultos derivados de éstas, que regularmente se convierten en ocultas sociedades secretas y sectas impositivas de sus libros, considerados por ellos mismos como la última y única revelación de la verdad, de un extraño dios que deja por fuera de sus cielos un alto porcentaje de la humanidad condenada a los apocalipsis, como si cada año no sucedieran físico antrales tifones, terremotos y temblores, voraces incendios, diluviales huracanes y abismales maremotos, erupciones volcánicas, tornados, tsunamis, monzones, ciclones y hecatombes, repetida la crónica de una muerte anunciada por el corazón del hombre y la mujer amantes de la guerra nacional e internacional terrorismo.

    Sin embargo, desde el punto de vista del neófito que viene saliendo del sin sentido, en lo profundo dígase crisis, algunas de estas comunidades, sobre todo las de tinte religioso, pueden representar un punto de apoyo, una luz entre tinieblas del no ser más que un pobre diablo necesitado de afecto, de calor humano y de expresar y compartir algo de su dolorosa experiencia.

    Pero a bien, si quiere seguir avanzando en la búsqueda del equilibrio cabal, recuperar el amor perdido hacia sí mismo y sus familiares, sus semejantes, y hacia ese Ser que lo mueve a la renovación con su llamado al camino, la verdad y la vida, ha de aprender, y ciertamente aprehender las verdades que descubra en dicha comunidad, en sus libros, y apartarse, porque se tiende a caer en un apasionado fanatismo, y este ofrece cadenas peores que la anterior atadura. Por ello dice:

    "Cartas (Libros sagrados o profanos) ya no satisfacen más, quiero ya oír tu voz.

    Te voy a llamar diciendo, que estoy casi muriendo, de tristeza por tu amor".

    Es decir, ha comprendido que la comunión, o la común unión con Dios es personal, de Ser a Ser. De ahí el sentido de la afirmación o llamado, invocación o evocación, clave o llave de Yahvé es "YO SOY EL QUE SOY"[2] en el ser humano y a través del ser humano, y dentro de la afirmación de las virtudes, la primera es Yo Soy el invisible a transparente amor razonable, porque si no es razonable, fácilmente puede transformarse en su contrario: odio.

    Si el nombre sagrado se escribe sin la letra h, esto es, Yavé, nótese que si se mira de derecha a izquierda, se obtiene Evay, que podemos separar en Eva Y. Una afirmación completa del Ser Superior Vida al principio del Camino sería: Yavé Es Yo Soy El Que Soy Adán y Eva Y del Jardín Paraíso terrenal. O si obviamos que Yavé es Adán o el hombre superior, veamos un cierre perfecto de la vida en si misma: Yavé y Eva Y, un hermoso palíndromo, tan hermoso como la afirmación que sigue a continuación:

    "Yo te amo… Yo te amo… Yo te amo".

    Una gran declaración de amor, más válida si el tiempo y la distancia separan a los intervinientes y ya implica la esperanza de una posible unión futura y entonces, estarán tan lejos como lo sienta el corazón, pero ese "Yo te amo", en el caso de Dios, lo moviliza desde nuestro propio interior y empezará a estar tan lejos, como tan cerca estemos del conocimiento de nosotros mismos. No en balde a las puertas de un antiguo templo griego erigido en honor al padre invisible, se leía escrito en letras de oro: conócete a ti mismo. Y en ese conocerse a sí mismo, necesariamente interviene Dios, pero no por ello, hemos de creer que el ejercicio esté exento de tristeza y dolor, veamos:

    "Ya no sé por cuánto tiempo más, todavía debo esperar.

    Cuantas veces yo hasta lloré, pues no pude soportar.

    Yo creo que nada importa, nada existe sin tu amor.

    Entonces me desespero, por favor mi bien (Mi Dios) yo quiero,

    Contigo poder hablar".

    Ved que se derrama en sentimiento, en recuerdos dolorosos, momentos en los cuales flaquea la fe y se teme, que a pesar de lo hecho, el progreso se pierda en la arena y que todo no sea más que la ilusión de ser y al final, no ser más que un pobre miserable yendo y viniéndose entre la multitud adoradora de un dios inexistente, o peor aún, si su imagen crucificada y muerta y a defecto sordo y mudo a las plegarias del que clama. "… Por favor mi bien (Mi Dios) yo quiero, contigo poder hablar"…

    ¿Pero cómo? Sólo si el neófito se aparta de la aterradora y tétrica imagen de un santo cristo muerto y crucificado vendido e incrustada imagen a punta de dolor y sufrimiento en corazones de piedra, mentes obtusas y con ciencias falsas tomas de consciencia tolerante de imágenes análogas a través de los medios e intermedios, convenciendo a la turba de la necesidad de la miseria, el dolor, el sufrimiento y el asesinato de muchedumbres para que las minorías perseveren en su intento de destruir el mundo…

    Si, solo cambiando toda esta mediática, a beneficio de un santo cristo vivo señor, vivo en su corazón, le corresponderá la virgen madre viva señora, viva en su corazón, y tendrá la posibilidad de volver a habitar entre señores vivos y vivas señoras. Buenamente hablando, claro está, porque sabida es la otra connotación que tiene la palabra vivo en ciertas regiones de nuestra geografía, nada grato por cierto dicho significado.

    Llegado el entendimiento y pasada la prueba del enjuiciamiento, la auto tortura, pues es lo que pasa cuando uno condena El Camino, La Verdad y La Vida a la crucifixión, la muerte y la parálisis total en la tétrica imagen, o al exilio, la inexistencia en nuestro propio corazón, la tentadora voz que ensordece con su atronador silencio se acalla, o empieza a transformarse en el armónico sonido del silencio del hombre a firmado en sí mismo el pacto con la vida, y empieza a captar los acordes de la gran melodía tocada por su alma renacida como el fénix de sus propias cenizas la esperanza, de aquel que no volverá a declinar jamás en su progreso espiritual y cultural.

    La esperanza. La esperanza de su voz en el interior, la esperanza del encuentro y la mutua redención, quién lo creyera, que uno también tenga que perdonar el santo cristo crucificado, pues su imagen ha sido motivo de miseria, dolor y tantas muertes físicas y espirituales, antitética muesca y burla sin pundonor contra aquel Señor de El Camino, La Verdad y La Vida paga y cobra, cobra y paga.

    Bien que a razón del cobro y la paga, surge la promesa de contarlo todo sin omitir detalles de su propio infierno, el sufrimiento de querer y no poder, poder y no querer obrar el bien para sí y los otros, violentado el libre albedrío confundido con el libertinaje irrestricto de una falsa libertad en uso de querer hacerlo todo, probarlo todo, sin haber ensayado las propias fuerzas para poder escapar de la desdicha y así, detrimento propio y de aquellos que se dice amar. En realidad, un odio irracional que confunde el amor con la pasión y el fanatismo asesino de muchedumbres en nombre de Dios arruinado el mundo, es lo que muestra la historia.

    En esencia, el amor y la verdad tienen que hacer hombres y mujeres libres y si algún sentimiento, por hermoso que parezca, no hace hombres y mujeres libres, ni es amor, ni es verdad. Pero a bien, la promesa que hace el personaje en la última parte de la canción, hace prever que finalmente se ha dado la liberación e implícita la esperanza de que algún día, apoyará suavemente la cabeza en el regazo del ser amado, a eventos idealizado en la mujer, para uno como hombre el más bello poema al amor y la vida, veamos:

    "Más el día que yo, te vuelva a encontrar, te voy a contar lo que yo sufrí,

    Durante ese tiempo que te quise hablar".

    Y si la canción va dirigida a Dios… ¿Qué?

    Habemus muchos que nos preocupa poco o nada, la posibilidad que Dios sea polarmente femenino o femenina, o que sea polarmente masculina o masculino, o Inmanifiesta Vida y Vida Manifiesto simplemente como ha de ser Dios acorde a la situación que requiera Ser La Vida Yo

    Te Amo.

    FUENTES:

    Éxodo 3:14 (Reina-Valera 1960)

    Letra de la canción "Yo Te Amo", autoría de Roberto Carlos

    San Juan: 14; 6

     

     

    Autor:

    Armando de Jesús Castañeda Clavijo

    12-05/2014

    [1] San Juan: 14; 6

    [2] Éxodo 3: 14