La protección al consumidor en Cuba. Necesidad de una regulación eficiente y actualizada

Introducción

La fecha fantástica del siglo XXI abrió las puertas a un nuevo milenio cargado de esperanzas y de ilusiones, pero también de incertidumbres. El rápido auge de las comunicaciones; el inmenso desarrollo de los avances científico-técnicos; los graves problemas medio ambientales que hoy enfrenta el planeta y que ponen en peligro la especie humana; la complejización de los procesos económicos y de las relaciones de consumo; la agudización de las políticas guerreristas, económicas, neoliberales; la elevación de los niveles de hambre, analfabetismo, pobreza; el creciente aumento de epidemias y enfermedades contagiosas y mortales para el hombre; la rápida desaparición de especies vegetales y animales de nuestra tierra; en fin, la llegada de una era convulsa, donde dentro de muy poco tiempo, sino luchamos sin cansarnos, la idea reinante será la de sálvese quien pueda, y donde el fuerte solo será el que sobreviva; se hace necesario, y más que necesario se impone, por la lógica y la racionalidad del pensamiento humano, que este le dedique tiempo, y si es posible, todo el tiempo del mundo, a determinar cómo hacer la vida del hombre más placentera, y cómo hacerla más viable, para el desarrollo exitoso de este experimento que es el llamado ser humano. Se hace necesario que se piense, desde ya, antes de que sea demasiado tarde, las formas y vías en las que el hombre, viviendo en una armoniosa relación, aprenda a convivir con sus congéneres, y con la naturaleza toda.

Gran responsabilidad en el logro e inicio de estas ideas las tienen los gobiernos y estados que rigen y dirigen la vida de los pueblos. Aún cuando hoy se adquiere conciencia de lo que sucede por la gran mayoría de los seres humanos, son los mandatarios, presidentes, primeros ministros, gobernantes, reyes y príncipes, líderes religiosos, generales, y personas de bien, los que tienen en sus manos la posibilidad real de impulsar políticas que favorezcan estas misiones. Al final, quienes detentan el poder público-político, serán los que mejor estén preparados para dirigir estas campañas. Solo así, el hombre, demostrará su verdadera noción de civilización, perdida hasta ahora.

La Protección de los derechos de los consumidores, aunque recientes en la historia han logrado imponerse en el mundo de hoy, convirtiéndose en un verdadero campo de batalla, donde ni los estudiosos en la materia, ni los legisladores, se ponen de acuerdo en las definiciones de consumidor, acto de consumo, derechos de los consumidores, y varios fenómenos asociados a ello, como es la responsabilidad de los productores o prestatarios de los servicios.

Muchos son los derechos que los diferentes países reconocen, y variadas son las responsabilidades que se exigen, y las vías reguladas para lograrlo, pero, considerando con seriedad que vivimos en una comunidad jurídica internacional, donde la mayoría de los estados reconocen y respetan ciertos y determinados derechos a los ciudadanos, aunque otros no tengan en cuenta estas disposiciones, se hace necesario implementar, al menos los derechos[1]que se reconocen por la Organización de Naciones Unidas, asumiendo así una postura correcta para la mayoría de los estados.

El caso cubano se manifiesta de forma desalentadora, ya que pasado casi medio siglo de Revolución, y avances, no contamos con una legislación efectiva de protección al consumidor, algo que no podemos justificar de ninguna manera, porque las ideas que defendemos, los principios que refrendamos y las consignas por las que luchamos, nos hacen merecedores de tan sagrado deber.

Es por ello que hemos querido abordar el tema de "La Protección al consumidor", titulando nuestra investigación "La Protección al Consumidor en Cuba. Necesidad de una regulación eficiente y actualizada", y es que la posición de Cuba como país Socialista, la hacen deudora con sus consumidores o usuarios de todas estas consideraciones, aunque real es que las ha defendido en cada momento de su historia digna y soberana en el ámbito nacional e internacional. En este sistema, el hombre se convierte en razón de ser del estado, y en objetivo central de su vida. Es por ello que ningún otro país, con un sistema diferente al nuestro, donde el hombre no es su eje central, sino el mercado, o el capital, o la plusvalía, puede tener más desarrollo en el ámbito de protección a los consumidores, que es casi lo mismo que protección de los derechos de los hombres.

Así, y basándonos en el problema científico que a continuación se plantea: "¿Existen insuficiencias en la regulación jurídica de Protección al Consumidor en Cuba?", intentamos presentar las preguntas científicas que en lógica concordancia y coherencia con el problema y los objetivos, se erigen como sostén fundamental de la temática a desarrollar, y que serían:

• 1. ¿Cuáles son las insuficiencias de la Protección al Consumidor en Cuba?

• 2. ¿Qué categorías jurídicas deben conformar el diseño del proyecto de lege referenda?,