Apuntes
I. El hombre desde el primer momento de la asunción consciente de su existencia en el planeta, primero errante o nómada, en búsqueda de certezas y comprender realidades y fenómenos que en su entorno debían adecuarse a lo lógico, y cuando ese fenómeno de lógica no acudía a su comprensión, lo añadía a su pensamiento mágico como algo que debía situarse en su contexto de vida y aceptarlo bajo un razonamiento de inclusión como algo normal, aunque incomprensible todavía; me refiero a los fenómenos, un rayo, la luna, el movimiento de las nubes o del mar, la noche, la luna para poder guardarlo en su intelecto, sin que eso que no entendía fuera aceptado sin mayores altercados mentales sino con aquellos que por demasiados incomprensibles eran parte des supersticiones, cábalas, magia o hechizarías.
Luego como un ser sedentario, más calmado, pensando, inteligente, que razonaba; cuando ya había establecido un raciocinio entre su realidad y su manera de intuir, aceptar, modificar, o interpretar esa circunstancia, cuando se desprendió del hecho de vivir por vivir, de existir aferrado solo al día a día, tiene que haberse puesto a pensar, si ese solo hecho era suficiente para llenar su angustia y su incertidumbre, saberse dispuesto hacia un razonamiento mayor, más allá del mundo circunscrito a la casual, lo inesperado o lo pragmático, ese mundo materialista, con sus dudas, interrogantes, búsquedas, su vida se llenó de preguntas, ya no solo sobre lo que no entendía de su mundo, sino del porque debía interrogarse así mismo de su presencia en su circunstancia, y quizás la principal de ellas, era la de su propia vida, y la trascendencia sobre el que, y para que, de la existencia misma.
Pregunta que aun hoy en día nos hacemos. Hoy en el siglo XXI, los que aun sienten la angustia del "Ser o no ser", seguimos insistiendo: ¿porque nuestra presencia y motivos en este mundo, o en el Cosmos? ¿Para qué estamos aquí, porque, cual es nuestro destino o finalidad en el planeta? Que hacer para contestar esta pregunta y dilucidar el enigma.
Quizás es en aquel momento el hombre vislumbra o su atavismo o su ADN le da sentido de interrogante al querer saber más allá de la simple aceptación, y empieza lo que comúnmente se conoce como filosofía, (Del griego, (filos, amor) y (Sofía, sabiduría) = (amor a la sabiduría), y en un sentido más universal, es la búsqueda de la verdad, y se diferencia del mito y la religión, en que busca respuestas utilizando la razón, analizando el universo, y sus causas.
"Los hombres comenzaron a filosofar al quedarse maravillados ante algo, maravillándose comúnmente causa extrañeza, y después, al progresar poco a poco, sintiéndose perplejos ante cosas de mayor importancia, por ejemplo, ante las peculiaridades de la luna y las del sol y de los astros, y ante el origen del Todo" Aristóteles (Metafísica)
Lógicamente el pensar da origen a la ciencia, que trata de dar explicación a muchas preguntas, la diferencia entre ciencia y filosofía está en que la ciencia sólo se ocupa de una parte de la realidad, mientras que la filosofía aspira a explicar la totalidad, allí donde no llega la ciencia ni la religión aparece el saber filosófico. Los primeros que trataron de dar una respuesta a ese enigma fueron las antiguas culturas griega y romana, sometiendo las incertidumbres a razonamiento lógicos que trataban de dar alguna respuesta, que fuera adecuada a cada uno de los hombres que se veían en el trance da buscar una respuesta.
Sócrates junto con Platón y Aristóteles son los tres pilares de la filosofía grecorromana, que se inicia en el siglo VI antes de Cristo. Sócrates supone el descubrimiento de la razón para los griegos, llegó al convencimiento de que muchos hombres no basaban sus conocimientos en fundamentos lógicos sino en memorizar lo que habían aprendido de otros, lo cual no significa un conocimiento verdadero. "Sólo sé que no sé nada", a partir de este axioma es posible reconstruir el camino hacia la verdad, mediante un esfuerzo puramente racional hasta descubrir la respuesta.
Platón discípulo de Sócrates formulaba sus ideas mediante metáforas que ayudan a entender su filosofía, por ejemplo, el da la "Caverna": – Unos hombres están encadenados de cara a la pared de una cueva de manera que sólo pueden ver las sombras que proyecta el fuego cuando los objetos pasan delante de él. A través de la apariencia de las cosas (las sombras) el hombre debe descubrir qué es lo que acontece dentro de la caverna, qué representa la verdadera realidad.
Aristóteles discípulo de Platón, a diferencia de Platón no concebía lo percibido a través de los sentidos como un mero reflejo de una realidad superior. Los objetos concretos son seres que existen y en cuanto al mundo de las ideas no está separado del mundo sensible terrenal, porque si la esencia de las cosas no está en las cosas no se pueden explicar.
Aristóteles es la cima de la filosofía clásica, por primera vez se establecen los principios de la lógica y del método científico basado en la observación y verificación de las teorías, la experiencia se convierte en la principal fuente de conocimiento al partir de lo particular a lo general o sea la inducción y a la inversa por deducción. Aristóteles identifica la verdad con la felicidad y el goce supremo, su figura marcará toda la filosofía posterior como paradigma del pensamiento occidental.
II. Partiendo de estas tesis que ya enrumbaban el pensamiento racional, entendemos y aceptamos que esta definición clásica convierte a la filosofía en una búsqueda sin final del verdadero conocimiento. Podemos decir que la filosofía es un saber de tipo general y completo, pues pretende ofrecer respuesta a cuestiones de tipo general y dar contestación a las mismas. Es además un saber crítico, pues analiza los fundamentos de todo lo que investiga y nunca se limita a aceptarlos de forma implícita o ingenua.
Finalmente, la filosofía es un saber de segundo grado, que emplea los datos y contribuciones de las ciencias, que son siempre un conocimiento de primer grado sobre la realidad. Dentro de la filosofía: es posible distinguir varias áreas de investigación filosófica: ontología y metafísica (análisis crítico de la estructura de la realidad); teoría del conocimiento, epistemología o gnoseología (análisis del origen, estructura y alcance del conocimiento); lógica (estudio del razonamiento o argumento válido); ética (teoría de la acción humana y de sus valores); estética (teoría de la belleza y del arte); y la historia de la filosofía en cuanto ésta no se limita a una exposición de las distintas doctrinas filosóficas, sino que pretende reconstruir críticamente determinadas argumentaciones o sistemas filosóficos.
Existen variedades de análisis filosóficos de determinadas ramas de la ciencia o de la actividad humana, son áreas especializadas, por ejemplo: la filosofía de la ciencia, la filosofía del derecho o la filosofía de las ciencias sociales, entre otras. Como tantas otras disciplinas la filosofía, aunque conserva su enunciado original acerca de la sabiduría y la verdad, ha evolucionado en cuanto a sus enunciados, comprensiones, determinaciones y finalidades, siempre preguntas y siempre respuestas y más interrogantes.
En la filosofía Griega, se inaugura la razón como un instrumento para la búsqueda de la verdad, se siembran los principios de la ciencia moderna. Surge como una respuesta a los mitos, para dar argumento acerca de su naturaleza (el porqué de las cosas), ya que la mitología no es un pensamiento filosófico, puesto que no da una afirmación racional y deductiva de sus afirmaciones. Se postula para la filosofía una ley interna que asegura la uniformidad de los fenómenos y sus consecuencias: la misma causa determina siempre, en todas partes y sin excepción alguna, los mismos efectos.
Mencionamos a Sócrates, Platón y Aristóteles, este último como paradigma del pensamiento filosófico. En su teoría metafísica Aristóteles discutió la separación que hizo Platón de idea y materia, y afirmó que las ideas o esencias están contenidas dentro de los objetos mismos que las demuestran. Para Aristóteles, cada cosa real es una mezcla de poder y acto; en otras palabras, cada cosa es una combinación de aquello que puede ser (pero que todavía no es) y de aquello que ya es (distinguido como materia y forma), porque todas las cosas cambian y se convierten en otra cosa diferente de lo que son, excepto los intelectos activos humanos y divinos, que son formas puras.
Sin este postulado no hay ciencia, ni racionalidad, ni lógica. Bien es sabida la poderosa influencia de Aristóteles sobre el pensamiento a lo largo de 18 siglos, incluyendo al cristianismo, diferentes escuelas y teorías, nuevos pensamientos y discursos se fueron acercando a ese intento interminable en la búsqueda de la verdad y la sabiduría hasta que surge un hombre que plantea a partir de una tesis toda una revisión al concepto filosófico existente. "Pienso, luego existo", se trata de Rene Descartes.
Después de Aristóteles y muchos y valiosos pensadores y necesarias teorías filosóficas, nos encontramos con uno de los más claros pensadores de la historia se trata de Rene Descartes, (1596-1650), después de ese largo periodo llamado Edad Media el conflicto entre la fe y la razón empieza a canalizarse a favor de esta última, los descubrimientos científicos de Copérnico y Galileo ponen de manifiesto la forma como nos engañan las apariencias, por ejemplo: ni la Tierra es plana ni está inmóvil y no es el sol el que se mueve alrededor sino al contrario.
Las verdades de los juicios humanos despiertan ciertas dudas, ya que las cualidades que atribuimos a los objetos son percepciones nuestras que en algunos casos pueden deformar la realidad, la fe y la confianza en los avances del hombre renacentista parecen tambalearse. Siguiendo el ejemplo de Sócrates, Descartes empieza a replantearse todo el saber de su tiempo hasta dudar de todo conocimiento. ¿Cómo estar seguro de algo? Lo único que puedo afirmar es que dudo y si dudo pienso, luego entonces existo. Esta duda metódica los lleva a un nuevo axioma: "Pienso, luego existo", partiendo de esta verdad incuestionable se puede establecer un criterio de certeza mediante el cual no es posible dudar de la realidad; por tanto, toda idea que se presenta a la mente de una forma clara y distinta supone una evidencia necesariamente verdadera.
Descartes afirma que la razón es única y distingue lo verdadero de lo falso, lo conveniente de lo inconveniente, y la que nos ayuda a ordenar nuestra conducta. Puesto que la razón es única, interesa conocer cuál es su estructura y funcionamiento. El Filósofo distingue dos modos de conocimiento: Intuición: Consiste en un instinto natural que nos permite conocer los conceptos simples. Deducción: Es aquel modo de conocimiento del ser humano que nos permite conocer las nociones sencillas. Por lo tanto, la premisa principal consiste en tener plena confianza en la razón humana. Se considera que la razón es la única que puede llevar al hombre a la verdad.
Descartes promulgador de ideas humanistas importantes, manifiesta el poder del racionalismo en su fin o en la capacidad de sacar las verdades primeras y fundamentales a partir de las cuales, y por deducción se pueden obtener todas las demás, y construir "el sistema en la razón". La confianza en la razón es tal, que se acepta su valor sin desconfiar en ella. El racionalismo se opone al empirismo, (El empirismo considera a la experiencia como única fuente válida del conocimiento en el contacto de los sentidos con las cosas.) al considerar que los sentidos son engañosos. Siguiendo este discurso de entre todas las ideas hay una que destaca como una marca innata e imborrable: La idea de perfección que Descartes identifica con Dios, cuya bondad garantiza la existencia de las entidades externas al Sujeto. Descartes es el fundador de la filosofía moderna.
III. Axiomas de la filosofía
Universal. Porque la filosofía pretende ser el conocimiento de la totalidad de las cosas, la realidad entera.
Problemática. Siempre esta buscando el porqué de las cosas, sus causas y efectos.
Reflexiva. Recurre a la autoconcepción, a la meditación de las personas sobre el espíritu humano, sobre el mundo en su intento de conocer la realidad.
Analítica. Descompone la realidad en partes, para estudiarla mejor y conocerlo.
Crítica. Toda afirmación es puesta en tela de juicio.
Incondicional. No admite ninguna base, ningún hecho de antemano.
Objetiva. Trata de proporcionar datos, tal y conforme se dan los hechos en la realidad. Se fundamenta en nuestra realidad abarcando aspectos plurales del mundo y de la vida.
Metódica. Emplea una metodología adecuada por medio de la razón para comprender e interpretar la realidad.
Sistemática. Ordena y busca coherencia entre las partes.
Radical o Esencial. Persigue la raíz de todo fundamento, se dirige a lo profundo del ser. Es radical en doble sentido: a) alcanzan la totalidad de lo real b) pretende llegar a los principios explicativos últimos de lo real.
Racional. Porque la filosofía se desarrolla teniendo como principal instrumento a la razón.
La única posibilidad de conocer al mundo y sus razones y su sin razones es a través del conocimiento, y lo que plantea el estudio de la filosofía, en todas sus ramas y con todo sus alcances, es la posibilidad de llegar a una mejor comprensión del porqué, la finalidad y el objetivo de ser lo que pretendemos, creadores, de mitos y leyendas, de inventos fantásticos, de ser los amos de la creación, que ya vamos en pos de las ultimas fronteras el Océano y sus misterios y viajando a las estrellas, aun cabalgamos en esa maravillosa frase del principal filosofo "Solo sé que yo no sé nada" Sócrates.
"Porque la síntesis de esta tesis es la única verdad absoluta que se pueda conocer y esgrimir como argumento de la finalidad última que es DIOS". Domingo Chacon
A pesar de Kant cuando sostenía: "Entidad trascendente y causa del mundo. No se puede conocer su existencia, pero sí postularla a partir de la reflexión relativa al mundo moral"
O Federico Nietzsche: "Dios ha muerto. Dios sigue muerto. Y nosotros lo hemos matado. ¿Cómo podríamos reconfortarnos, los asesinos de todos los asesinos? El más santo y el más poderoso que el mundo ha poseído se ha desangrado bajo nuestros cuchillos: ¿quién limpiará esta sangre de nosotros? ¿Qué agua nos limpiará? ¿Qué rito expiatorio, qué juegos sagrados deberíamos inventar? ¿No es la grandeza de este hecho demasiado grande para nosotros? ¿Debemos aparecer dignos de ella?
La filosofía plantea entre miles por ejemplo: estas interrogantes, cada individuo es responsable de hasta qué mundo las acepta o no y en todo caso raciocinar de manera inteligente una respuesta que le satisfaga y que posiblemente lo lleve a otra pregunta, cuya posible respuesta planteen otra serie interminables de preguntas.
Autor:
Domingo Chacon.