El 21 de octubre de 1893 contrajo matrimonio con la señorita Laura Santos Alfaro, de cuya unión nacieron: Pedro Antonio Gutiérrez Alfaro, distinguido medico, Tito y José Gutiérrez Alfaro y Doña Margarita Gutiérrez de Del Corral, casada con el médico, político y ex-Senador de la República, Doctor Pedro Del Corral. En 1895, muere su madre, y en momentos de intenso dolor, escribió su famosa Misa de Réquiem. Esta Misa fue ejecutada en los funerales que hizo celebrar el Presidente Joaquín Crespo en honor al General Antonio Guzmán Blanco, quien había fallecido en esos días.
El 8 de marzo de 1899, en un certamen de la Escuela de Bellas Artes sobre el tema "Ave María", recibe su primer premio como compositor, el Laurel de Oro, en un concurso abierto por la misma institución donde estudiaba. A finales de siglo visitó Ecuador invitado por el presidente de aquel país, General Eloy Alfaro, del cual su esposa era prima hermana, donde le ofrecieron la dirección de la Banda Nacional de Quito, que no aceptó. En agradecimiento escribió su aplaudido vals compuesto Geranio para el año 1903. Pedro Elías Gutiérrez, Tocaba todos los instrumentos de cuerda, pero lo que mejor tocaba era el contrabajo, hasta el punto de ser considerado como el mejor virtuoso de ese instrumento en la América del Sur.
Inicia su actividad en la Banda Marcial del Distrito Federal como contrabajista en 1901 donde llega a ser subdirector, y finalmente, el 8 de febrero de 1911 fue nombrado director, cargo que desempeña hasta 1949 en que fue jubilado. Para dicha banda realizó innumerables transcripciones y adaptaciones. Una zarzuela de las muchas que compuso, le dio fama mundial a través de una de sus piezas: el joropo Alma Llanera de la zarzuela homónima en un acto y tres cuadros, estrenada en Caracas el 19 de septiembre de 1914 escrita por Rafael Bolívar Coronado, por la compañía española de Matilde Ruera. Este joropo se convirtió en un auténtico símbolo de venezolanidad, un segundo himno nacional. Algunas de sus piezas musicales más famosas son: Sinfonía, primera obra que estrena en el Teatro Municipal de Caracas; Percance en Macuto, Zarzuela; El inglés de La Guayana; A nosotros no nos prueba nadie; Un gallero como pocos, Zarzuela; Compuso varias Misas: "Misa de Réquiem" (1895), "Misa de las Mercedes" (1909), "Misa Gregoriana", "Misa de Lourdes", "Misa Panamericana" (estrenada en La Catedral de San Patricio, New York), los más conocidos valses, dedicados casi todos a su amada esposa, Laura Alfaro de Gutiérrez, están enmarcados bajo la influencia del vals europeo: Lazo Azul, Laura, Emilia, Celajes o Geranio, vals compuesto en honor al Presidente de Ecuador General Eloy Alfaro, son algunos de ellos. Además escribió la Sinfonía Militar y las Fantasías Descriptivas "Batalla de Carabobo" (1930) y "El Gaucho y el Llanero" (1930).
Ha sido uno de los directores más memorables de la Banda Marcial de Caracas. A inicios del siglo xx surgirá el proyecto político de la nacionalización de la artes promovido por Juan Vicente Gómez, en donde se orientó a destacar los elementos culturales consecutivos del ser criollo, concebidos como aquellos de la "llaneridad". Pedro Elías Gutiérrez constituye uno de los intelectuales que forjarían esta ideología gomecista. Como militar, compositor y director de la Banda Marcial de Caracas, tenía el poder para llevar a toda clase de público tanto la que asistía al teatro como la que presenciaba a las retretas y matinés de jueves a domingo en la plaza Bolívar. Este personaje como el público que escuchaba y aclamaba el Alma Llanera en cada presentación, siendo ésta originalmente una zarzuela, se convierten los primeros legitimadores de este icono nacional. Estos actos se fueron reproduciendo por más de cuarenta años en las principales manifestaciones públicas de Caracas, convirtiéndose así en el himno popular de Venezuela más reconocido por todo el mundo.
El comendador Adolfo Bracale, dijo: "… la Banda Marcial bajo la dirección de Pedro Elías Gutiérrez es una de las mejores del mundo por su color, ritmo, afinación perfecta y repertorio escogido con criterio". En el patio sombreado de su hermosa casona de factura colonial, situada de Pelota a Punceres, a las orillas de la entonces cristalina quebrada Catuche, tuvieron por mucho tiempo lugar los ensayos de la Banda Marcial de Caracas, así como fueron saliendo de su pluma, bajo aquellos aleros, tantas y tantas de sus aplaudidas obras. Durante su visita a Venezuela, la excepcional bailarina Ana Pavlova trabó gran amistad con la familia Gutiérrez y, en reconocimiento, el maestro le dedicó su Gavota Gutiérrez que fue estrenada en el Teatro Municipal el 6 de diciembre de 1917 en la función de despedida de la artista.
Fue Pedro Elías Gutiérrez de una vasta producción musical: aguinaldos, piezas bailables, barcarolas, canciones, caprichos, chotis, contradanzas y cuadrillas, couplets, joropos, melodías, música religiosa, pasillos, pasodobles, tangos criollos, vals y zarzuelas venezolanas. En la conmemoración del centenario de la muerte del Libertador escribió: "Visión de Gloria", "Himno a Bolívar" y "Entierro del Libertador". Como buen guaireño le dedicó una marcha al Santo Cristo de la Salud de La Guaira. También Escribió la zarzuela venezolana "Percance en Macuto" y recordando que nació en el puerto de La Guaira, a orillas del Mar Caribe, escribió las barcarolas: "Rimas del Mar Caribe", Canción Marina" y "Algas Marinas". Debemos recordar igualmente que el nombre de "Lamas" dado a un teatro guaireño, se debió a su iniciativa. En la inauguración del teatro se estrenó la marcha "Lamas" escrita especialmente por el maestro Gutiérrez para esa ocasión. Don Pedro Elías Gutiérrez se enfermó gravemente a fines de l953. Con motivo de cumplir cincuenta años de vida matrimonial, Gutiérrez compone el vals Bodas de oro, Oh salutaris. Fue nombrado Caballero de la Real Orden de Isabel Católica de España y recibió las Palmas Académicas de Francia.
Su fallecimiento ocurrió a los 84 años de edad, en Macuto, Departamento Vargas, el 31 de mayo de 1954. Su sepelio fue en Caracas, concurriendo más de 80.000 personas.
En los inicios, la música militar había surgido en Venezuela durante el siglo XVIII, cobra su mayor auge y esplendor en el siglo XIX, en la guerra de independencia. Los grupos musicales interpretaban piezas populares de música: La Cachupina, La Conga, alegres bambucos, danzas, contradanzas, eran los aíres que animaban a los soldados patriotas durante las batallas. Parte de la necesidad que tenía el ejercito en Venezuela en el sigo XVIII era la musicalización de los códigos de guerra, a través de la Banda Marcial. Las tropas que lucharon en la guerra de la independencia, tenían sus propios grupos de músicos que cumplían la función de animar a los soldados en las batallas, anunciar las "Llamadas" y "Dianas" y los triunfos. De esa época se puede hacer referencia a la "Banda del Batallón de la Reina" y a la "Banda de Batallón Veteranos", con esta última Santiago de Mariño entro triunfante en Cumaná. La primera agrupación de conciertos funcionó en Caracas a mediados del siglo XVIII, organizándose luego numerosas orquestas que se reunían ocasionalmente sin llegar a ser instituciones estables.
La Banda Marcial Caracas dirigida por el Maestro J.U. Lira.
La Banda Marcial Caracas, actualmente, es la agrupación musical más antigua del país. Fue creada el 17 de diciembre de 1864, aunque sabemos que tiene sus orígenes en la Banda de Música Marcial, que venía funcionando adscrita al Ministerios de Guerra y Marina. El maestro Albino Abbiati y por decreto del Mariscal Falcón, recibe la responsabilidad de reorganizar la denominada Banda Marcial y encargarse de su dirección. Al principio, se la denominó Banda Convención, pero al poco tiempo comenzará a llamarse oficialmente Banda Marcial Caracas, aunque en el ámbito popular, casi todo el mundo la llama ¨banda marcial¨ o simplemente ¨la marcial¨. Los primero pasos, dentro de la formalidad, se dieron con los conciertos populares o retretas que tenían lugar en la Plaza Mayor. En 1874 se cambia el nombre a la plaza y se comienza a denominar Plaza Bolívar. Dice el profesor José Antonio Calcaño en su obra "La Ciudad y su Música", "en la ciudad se efectuaban algunas obras importantes. Se comenzó la demolición de las viejas arcadas y canastillas coloniales de la Plaza Bolívar, con el propósito de darle un nuevo aspecto más despejado y moderno, donde pudiera actuar mejor la banda por aquellos tiempos dirigía Albino Abbiati " La Banda en los tiempos en que era dirigida por Pedro Elías Gutiérrez. Los días jueves, sábados y domingos la banda ofrecía retretas en la Plaza Mayor, nombrada en 1874 Plaza Bolívar, convirtiéndose estas presentaciones en una tradición. Con el devenir del tiempo, prevaleció la costumbre solo los domingos. La agrupación mantuvo un vínculo estrecho con la idiosincrasia propia de la capital, a pesar de ser conmovida por los duros años de la Federación. Las dificultades económicas, políticas y administrativas no pudieron con la constancia de la banda caraqueña, la cual, se aferrada a la simbología musical de la ciudad de finales del siglo XIX. Sus notas se escucharon en los momentos más solemnes de la capital, así el día 7 de noviembre de 1874, señalan los registros, su participación en las fiestas por la inauguración de la estatua de Simón Bolívar, promovida por el presidente Antonio Guzmán Blanco.
EL ALMA LLANERA, Es un joropo venezolano, se encuentra basado en un texto de Rafael Bolívar Coronado y con la música de Pedro Elías Gutiérrez. Su origen proviene de una Zarzuela, la cual se interpreta en un solo acto y que lleva el nombre de "Alma Llanera". Su estreno se llevo a cabo en El Teatro Caracas, inaugurado en 1854, nunca se había visto nada igual como lo que presenciaron los parroquianos de hace 79 años, y jamás habían oído nada tan emocionante, un país que no llegaba a los dos millones y medio de habitantes. Pasarían seis años en la popularidad creciente del joropo "Alma Llanera" para que, en el censo de 1920, Venezuela alcanzara la cifra oficial de 2.479.525 habitantes y Caracas la de 92.212, contando a un personaje muy popular, como antes del joropo ya lo era por sus valses y otras piezas.
En la noche del estreno, en medio de bigotes kaiserianos o "a lo Clemenceau", en medio de una u otra barbita "a lo boulanger", bajo camaritas y pajarillas, frente a las pizarras de El Universal y El Nuevo Diario, germanófilos y aliados, rebuscan argumentos en sus tenaces trincheras de cotidianas discusiones sobre el conflicto europeo. Pero el estreno de "Alma Llanera" lograba posponer artillerías verbales en aquel atardecer caraqueño del año de desgracia universal de 1914.
Fue el Sábado 14 de septiembre de 1914, cuando la compañía española de Matilde Ruedas cuyo nombre resaltaba en las marquesinas del Caracas y gozaba de mucho prestigio en Venezuela, estrenó en el Teatro Municipal de Caracas tres obras: El sainete en un acto de El Capitán Cúñate, de Adán Salas, " El Rey del Cacao" de Leoncio Martínez (conocido como leo), y Alma Llanera, zarzuela en un acto y tres cuadros sobre episodios costumbristas de los llanos venezolanos, con música del contrabajista Pedro Elías Gutiérrez, nativo del puerto de La Guaira, en el Caribe venezolano, y letra del escritor y periodista de Villa de Cura, Aragua, Rafael Bolívar Coronado.
El escenario de Alma Llanera era una casa de campo en los llanos del estado Apure; en un momento dado se escuchó una voz atiplada que entonaba un joropo que inmediatamente cautivó a los asistentes y que, según los reportes de la época, éstos aplaudieron fervorosamente al terminar la obra. La compañía de Matilde Ruedas llevó la zarzuela a las ciudades de Valencia, Puerto Cabello y Barquisimeto y, al mismo tiempo, Pedro Elías Gutiérrez elaboró una reducción de la partitura para ser ejecutada por la Banda Marcial de Caracas, de la cual fue su director durante 43 años. El reparto de la obra, fue con La primera actriz y directora de este elenco que debió haber estado muy en su papel, pues Bolívar
RAFAEL BOLIVAR CORONADO
Coronado cuando editó la obra, al año siguiente, (Tipografía Americana, 1915) le firmó esta dedicatoria: "A Matilde Rueda, que de tan humilde opúsculo ha hecho una llamarada de exaltación y ensueño" y los primeros actores nacionales Jesús izquierdo (1881 – 1937) y Rafael Guinand (1881-1957) destacaron en el reparto del estreno, que la calidad del joropo haría histórico.
"Daniel Bendahan, en su obra Siete Músicos Venezolanos, escribe que fue así como el joropo Alma llanera se popularizó de la noche a la mañana por todos los estratos de la población venezolana para ser escuchado al piano en los salones de los pudientes, y con cuatro y maracas en las rancherías de los peones que laboraban en las haciendas vecinas."
No solamente se estrenaba una zarzuela nacional con "escenas de la vida de las sabanas venezolanas a las riberas del Arauca", como decía una publicación del día, sino que la obra estaba avalada por firmas populares. Dos personajes conocidos y con ambiente en la capital: Bolívar Coronado, de amplia labor periodística, y el maestro Gutiérrez, con su amplio prestigio de compositor y su brillante batuta, tan famosa en los conciertos o retretas así como en actos protocolares al frente de la Banda Marcial, de tan sonora actuación en los fastuosos festejos del Centenario, en 1911.
Además, corría una "bola", de esas de toda índole que jamás han faltado en Caracas. Corría sobre algo "que no estaba en el programa" y que resultaría noticia cierta, evidente, en medio de la función: La obra tiene un joropo y de seguro que lo baila Mamerto: el "negro" Mamerto. Era Mamerto un criollo refistolero, lo que se dice pimientoso, "más alegre que un cascabel", según ciudadanos de la época, coterráneos y contemporáneos que no le olvidan chanzas ni andanzas, ni su chispa venezolanísima de pies, ojos y lengua. ¡Ah, Mamerto!
El polvo que levantó el joropo la noche de su estreno en las tablas históricas y caraqueñísimas del Teatro Caracas, se extendió como las sucesivas polvaredas de las veces que lo bailó Mamerto y las incontables que lo disfrutó todo el mundo en los arroces de San José y San Juan. No hay fiesta o acto popular que no finalice sin escuchar las notas del Alma Llanera, ya que la canción nos lleva a apreciar el sentimiento de concernir nuestra nacionalidad. La canción ha sido interpretada por abundantes artistas nacionales e internacionales que la han llevado a convertirse en la canción (joropo) de mayor importancia dentro del cancionero popular latinoamericano. Por ese camino de la popularidad plena, capitalina y nacional, vino la consagración en las retretas de la Plaza Bolívar caraqueña y una costumbre infalible: que "Alma Llanera" se utilizara como broche de oro para funciones, conciertos y fiestas. Hasta en los bailes de la Casa Amarilla.
LETRA DEL ALMA LLANERA
Yo nací en esta ribera del Arauca vibrador, soy hermano de la espuma, de las garzas, de las rosas, soy hermano de la espuma, de las garzas, de las rosas y del sol, y del sol. Me arrulló la viva diana de la brisa en el palmar y por eso tengo el alma como el alma primorosa, y por eso tengo el alma como el alma primorosa del cristal, del cristal. Amo, lloro, canto, sueño, con claveles de pasión, con claveles de pasión. Amo, Iloro, canto, sueño, para ornar las rubias crines del potro de mi amador. Yo nací en esta ribera del Arauca vibrador, soy hermano de la espuma, de las garzas, de las rosas, y del sol.
En el siguiente listado se señalan discos donde la pieza Alma Llanera ha sido interpretada
Aldemaro Romero. 1999. CD2. Lo mejor de Aldemaro Romero. Una Compilación de BMG Arbola de Venezuela. Caracas – Venezuela.
Alfredo Sadel. 1996. CD. Alma Llanera. Anes Record, C.A. Caracas – Venezuela.
Ángel Chirinos y Egberto Chirinos. 1964. LP. Cuatro Cuatros. Prodinuve, C.A. Caracas – Venezuela.
Egberto Chirinos y Henry Rubio. 1989. CD. Festival Llanero. Producciones León, C.A. Caracas – Venezuela.
Gilberto Santa rosa. 1998. Salsa Sinfónica en vivo, Teatro Teresa Carreño Caracas. Sony Music Internacional.
Liscano, Hugo. 1993. CD. Venezuela un Clásico Inmortal. Anes Record. Caracas – Venezuela.
National Philarmonic Orchestra of London. 1984 (LP) 1991 (CD). Venezuela Suite – Suite Central. Producciones León Classical. Caracas – Venezuela.
Plácido Domingo. 1994. Placido Domingo, de Mi Alma Latina. EMI Records, Ltd.
Simón Díaz. 1999. CD. Simón Díaz Recuerda y Canta. Producido por Simón Díaz Producciones y Comusa, S.A. Distribuido por Anes Records, C.A.
Juan Diego Flórez. 2006. CD. Sentimiento latino. Decca Music Group 475 7576
Entre otros.
Figura N° 1, partitura del ALMA LLANERA
Figura N° 2, Presidente de la Republica Juan Pablo Rojas Paúl
Figura N° 3, Publicación del día
Figura N° 4, Alma Llanera
Figura N° 5, Publicación del día
Figura N° 6, Publicación en "La Revista" por Rafael Bolívar Coronado
Figura N° 7, Academia de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes de Caracas (hoy Escuela de Música José Ángel Lamas)
" Perdóname, vale, pero mañana termino de embromarte o acabo de con-vencerte… Allá viene mi tranvía y tengo que irme a casa ¡lejísimos: en La Pastora! para después salir volando hacia el Caracas. -¡Caramba, yo también voy a ver el estreno de esa zarzuela que anuncian: "Alma Lanera", de Bolívar Coronado…! -Sí: con música del maestro Gutiérrez, que cada día está más inspirado componiendo y también como director de la banda en las retretas de la Plaza Bolívar"
Cuando se habla de música espiritual, se piensa que se trata de música exótica que nos llega desde países lejanos, desde culturas distintas a la nuestra. Pero no es así, música espiritual es aquella que por su sonido y letra elevan la conciencia humana, y las energías del medio ambiente produciendo efectos que liberan el espíritu humano. Muchas son las canciones y valses venezolanos que elevan las energías, pero en Venezuela tenemos en especial, El Alma Llanera. Su música y su letra conjugan sencillez y belleza en forma tal, que no solo se convirtió en símbolo de la venezolanidad, sino en nuestro segundo Himno Nacional, el cual expresa un canto a la vida y al Amor Universal.
Es nuestro deber ser los primeros en reflejar la conciencia del venezolano y el sentido patriótico de nuestra idiosincrasia, haciendo prevalecer todo aquello que nos hace grande y generoso, siendo nuestra obligación el difundir esos valores que encierra nuestra identidad con la tierra que nos vio nacer. El aporte de Pedro Elías Gutiérrez a nuestra cultura es tan importante, como el "Cielito Lindo", y el "Guadalajara" para México, sentirnos orgullosos, de nuestra música, colores y ritmos, los cuales son únicos, y nos hace diferentes enormemente con el resto del mundo. Cuando un venezolano se encuentra fuera de su país, no puede resistir a al gran recuerdo de su tierra al escuchar: Yo nací en esta ribera del Arauca vibrador, soy hermano de la espuma, de las garzas, de las rosas y del sol, lo hace merecedor de una gran herencia simbólica, que fue cultivada por el Maestro Pedro Elías Gutiérrez para nuestro patrimonio, el cual debemos resguardar celosamente.
PERERA, Erika. Alma Llanera: un adefesio convertido en himno popular. Revista Venezolana de Economía y Ciencias Sociales. [online]. dic. 2009, vol.15, no.3 [citado 10 Noviembre 2010], p.137-255. Disponible en la World Wide Web: . ISSN 1315-6411.
http://venezuelamia.mforos.com/1465604/9672811-alma-llanera/
http://www.diariolavoz.net/seccion.asp?pid=18&sid=1755¬id=317931&fecha=01/10/2010
Autor:
Orlando González Infante
UNIVERSIDAD ALEJANDRO DE HUMBOLDT
CICLO BASICO – PLAZA VENEZUELA
FORMACIÓN CULTURAL II
SECCIÓN: PVN0287 CB
PROFESOR: CARLOS MALDONADO -BOURGUTN
En Caracas, a los Dos días del mes de Diciembre de año Dos Mil Diez
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