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Patrimonio local (página 2)


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Desarrollo.

Las potencialidades educativas y formativas del patrimonio local, su contribución a la cultura general integral.

En un editorial del periódico Granma, del 3 de julio de 2000 se declara: "La cultura general debe ser integral, no podría concebirse sin cultura política, ni esta sin conocimientos de la historia de la humanidad, su desarrollo, sus frutos y enseñanzas, sin conocimientos de la política internacional y la economía mundial (…) en fin los conocimientos mínimos que cada ciudadano de nuestro país debe alcanzar." (Editorial de 3.7.2000.) En la materialización de este empeño la sociedad, con todas sus instituciones y organizaciones juega un importante papel, pero el protagonismo en esta apremiante tarea lo lleva sin dudas la escuela como agente movilizador que dinamiza la formación de valores en las nuevas generaciones.

Las potencialidades educativas y formativas que tiene el patrimonio son disímiles y están enfocadas a la educación integral de los alumnos: Posibilitan la adquisición de conocimientos históricos base de la formación de conocimientos más complejos sobre todo para niveles superiores, se desarrollan habilidades y dominio de procedimientos para localizar, procesar y exponer información histórica, todo dentro de un enfoque investigativo, se favorece la formación de determinados valores como: el patriotismo, la responsabilidad, la solidaridad, y también fortalecer su identidad, esto facilita la socialización de los aprendizajes al favorecer las relaciones alumno-alumno y alumno-materia .

A lo anterior se suma el desarrollo del pensamiento histórico, que se caracteriza por los siguientes rasgos: la descripción y el análisis de los hechos, fenómenos y procesos históricos ubicados en espacio y tiempo. La capacidad para descifrar las contradicciones, revelar las causas y consecuencias en una amalgama de elementos económicos, políticos, sociales y culturales, pero que se conectan entre sí e interactúan, reflejo de una historia total. La capacidad de percibir el carácter objetivo de la historia, y a su vez la necesaria subjetividad de su interpretación por parte de los hombres. En este sentido, el valor educativo y formativo que tiene el patrimonio, es muy importante, pues acerca al escolar a la comprensión de sus raíces culturales y del medio social que lo rodea.

El aprovechamiento sistemático y oportuno del patrimonio local permite asegurar que su inserción en el currículo de noveno grado, y con énfasis especial en las asignaturas de humanidades, utilizando las potencialidades que este genera, da la posibilidad de: en primer lugar de fomentar la educación sobre el patrimonio, esto se refiere a la importancia de difundir información acerca de lo que es el patrimonio y qué lo constituye, necesitamos saber dónde estamos situados, cuál es el origen del nombre de las calles de nuestra ciudad y de las montañas que la rodean, qué ocurrió en este lugar y en el de más allá, si descuidamos esto se nos pierde la memoria y con ella la capacidad de soñar y edificar un futuro distinto y mejor.

En segundo lugar se puede hablar de una educación para el patrimonio, se refiere con esto a que el sistema educativo y en particular los programas de secundaria básica le pueden aportar una buena contribución a la difusión y conservación del patrimonio, para que el mismo sea sustentable en el tiempo es necesario educar desde pequeños a nuestros niños y adolescentes en el respeto y cuidado de los objetos y sitios patrimoniales, de los monumentos que constituyen nuestro tesoro común más preciado, educamos entonces para enriquecer ese patrimonio y con ellos ganamos en identidad cultural y en calidad de vida.

Por último y no menos importante, educación desde el patrimonio, esto tiene que ver con las profundas transformaciones en las que está inmersa el sistema educacional en el país, que se propone lograr la formación de una cultura general e integral, para alcanzar este objetivo tienen que vincularse el aprendizaje con las experiencias vivas de su patrimonio cultural, en primer lugar el familiar, luego el de la comunidad, y su país y por último el mundial. Aprender no es recibir información, sino elaborar conocimientos y el desarrollo cognitivo de las personas se define a partir del contexto sociocultural en que se desenvuelven, de modo que si buscamos mayor eficiencia y calidad en la educación, no nos queda más que considerar como un punto de partida de los aprendizajes escolares el patrimonio cultural.

El patrimonio local y su contribución al fortalecimiento de la identidad cultural en los alumnos de noveno grado.

Uno de los pilares que sustenta la identidad cultural de un país o región es la relación que las personas mantienen con su patrimonio local, esto posibilita la formación de ciudadanos conscientes de los valores de su patria chica y afianzar el sentido de pertenencia a su comunidad. Es innegable la coincidencia que hay de criterios acerca del valor que tiene la educación ciudadana en la preservación patrimonial y del papel significativo que desempeña la escuela en la materialización de este objetivo.

Educar, significa socializar, transformar al educando en un ser social, en parte constitutiva de una comunidad, al respecto José Ramón Fabelo señala que "…la educación constituye el mecanismo fundamental para la conformación de una identidad propia" (2004: 278), teniendo en cuenta además el criterio que la suma de bienes culturales acumulados de modo voluntario por una comunidad conforman su patrimonio cultural, y que la consecuencia social inmediata de ello es la identificación de este conjunto heterogéneo con ese grupo de hombres, resulta entonces que en principio la identidad cultural se produce a través del patrimonio y como una consecuencia de él; de modo que las potencialidades educativas y formativas del patrimonio local son indiscutibles y contribuyen decididamente al fortalecimiento de la identidad cultural y la mejor manera que estos se hacen comunes a una localidad es a través de la educación constante, organizada y dirigida.

El tratamiento a la dimensión identitaria de la educación implica la cosmovisión integral de los diferentes ámbitos de resolución social, natural y cultural del fenómeno, donde las relaciones del pasado y del presente se resumen en las culturas, proyecciones espirituales, imaginario social, formaciones político sociales, modos de producción y de vida etc., que han adoptado desde el pasado formas económicas, sociales y culturales propias.

Lo anterior debe redundar en un trabajo educativo más eficiente con los adolescentes, que contribuya a un mayor desarrollo de su conciencia, de su espíritu solidario y humano, de su sentido de identidad nacional. Aunque los docentes están conscientes de estos retos, no siempre realizan una labor educativa eficaz, ni aprovechan las potencialidades del entorno donde están enclavadas las escuelas, ni controlan lo logrado en este aspecto del trabajo, de modo que se pierde la oportunidad de realizar el proceso de fortalecer la identidad cultural de una forma más creativa y motivadora.

Otra arista del mismo problema y con mayor grado de vulnerabilidad, es la referida al estudio de la Historia Local, se subestima su valor, sobre todo si consideramos que ella guarda una gran cantidad de hechos, acontecimientos, personalidades y saberes que conforman el acervo patrimonial acumulado por el pueblo; los que debidamente utilizados con fines docentes pueden facilitar la actividad educativa en función de fortalecer valores humanos como la identidad en los hombres y mujeres del presente y del futuro.

No hay formación de la identidad al margen de lo que le aporta el conocimiento de la Historia a cada ciudadano, por eso se afirma que la conciencia histórica necesita de la experiencia para su formación. Es lo práctico lo que devela el protagonismo colectivo al formarse a través de un largo proceso en que va incorporando a la memoria colectiva todos aquellos fenómenos y hechos que ocurren en la vida de un grupo social, una región o un país.

La localidad es un medio por excelencia para explicar y ejemplificar los conocimientos generales que se enseñan y aprenden en el aula y verificar el cumplimiento de las leyes sobre el desarrollo social, sobre la base de las experiencias; a la vez que posibilita el desarrollo en los adolescentes de los aspectos intelectual, volitivo y emocional. Ella brinda la posibilidad de que el alumno palpe la realidad histórica, la sienta cercana a él, imagine que la vive y la construya, utilizando todas las vías y métodos que lo aseguren.

En el caso de la Secundaria Básica es más factible la utilización del patrimonio local como recurso didáctico integrador que como disciplina o asignatura específica. No obstante, En los programas de noveno grado y particularmente en el de Historia de Cuba se integran armónicamente contenidos de Historia de Cuba, Geografía de Cuba, Literatura Cubana, Educación Artística con un enfoque histórico, por todas estas razones, se propone que sea este el que se utilice para darle salida al trabajo con el patrimonio local y fortalecer de ese modo la identidad cultural en los alumnos de este nivel.

Enseñar a partir del patrimonio local facilita la formación de un pensamiento lógico, genera gusto estético, propicia la valoración de significados, estrecha las relaciones educando – comunidad, que incluye a su vez, la interacción con el medio ambiente y su contexto socio – cultural, propicia placer y el desarrollo de capacidades cognitivas, la solidaridad grupal, dignidad personal y autorregulación; todo lo que lleva a la formación de hombres y mujeres dignos de la nueva época, cuyo centro es la cultura.

Sugerencias de actividades a desarrollar para aprovechar el patrimonio local y fortalecer la identidad cultural en los alumnos de noveno grado.

  • ¿Qué valores atesora el Museo de mi localidad?
  • La Comunidad Primitiva en nuestra localidad.
  • ¿Quién soy, de dónde vengo y a dónde voy? Los nombres y apellidos portadores de identidad.
  • "Cada uno es los que guarda" Pablo Picasso. Exposición colectiva del patrimonio familiar.
  • El patrimonio inmueble. Las fachadas de mi localidad.
  • Músicos, poetas, pintores y personajes pintorescos de mi localidad.
  • Literatura y patrimonio local. Preservando la memoria, construyendo la identidad.
  • Sitios históricos, tarjas y monumentos. Lugares para aprender y amar.
  • Conociendo los Monumentos Nacionales y Locales de nuestra comunidad.
  • La experiencia es un tesoro. Ellos conocieron a…(intercambios con personas de la tercera edad)
  • El parque de la localidad. Un testigo excepcional.
  • El nombre de mi escuela. Un símbolo de identidad.
  • Patrimonio y naturaleza conforman la identidad.
  • Un minimuseo en la escuela y una publicación de educación patrimonial.

Cada una de estas actividades pueden ser insertadas en los programas de las diferentes asignaturas de noveno grado, con énfasis en el de Historia de Cuba, según las necesidades y posibilidades de que disponga cada docente en su aula y localidad.

Conclusiones.

Entre el patrimonio local y la identidad cultural existen nexos ineludibles. El tratamiento de los procesos históricos locales, constituye un aporte significativo en la educación de las nuevas generaciones, particularmente en lo que se refiere a la formación de valores y sentimientos y la asunción de una correcta concepción científica del mundo. El conocimiento del patrimonio local es un medio por excelencia para fortalecer la identidad cultural en los alumnos de noveno grado, y la escuela, constituye el escenario ideal para lograrlo y verificar el cumplimiento de las leyes del desarrollo social, sobre la base de las experiencias. El conjunto de actividades sugeridas corroboran que es posible, factible y lógico el aprovechamiento del patrimonio local para el fortalecimiento de la identidad cultural en los alumnos de noveno grado, evidenciando su impacto positivo en correspondencia con las nuevas condiciones y exigencias en que se desenvuelve la Secundaria Básica contemporánea, asegurando que al concluir este nivel de enseñanza estén en condiciones de entender su pasado, comprender los retos del presente y prepararse para los desafíos que les depara el futuro.

Bibliografía.

  1. Arjona, M. (1986). Patrimonio cultural e identidad. La Habana: Editorial Letras Cubanas.
  2. Díaz Pendás, H. A propósito del conocimiento de la historia como componente esencial de la cultura general e integral de todo educador" En Séptimo Seminario Nacional para Educadores. Ministerio de Educación. La Habana: Editorial Pueblo y Educación. Noviembre – 2006.
  3. Editorial. ¿Qué es la cultura general integral? Granma 3 de julio de 2000.
  4. Fabelo Corzo, J. R. (2003). Los valores y sus desafíos actuales. La Habana: Editorial José Martí.
  5. Laurencio Leyva, A. (2003). Identidad y educación: una relación necesaria. Disponible en: http://www.monografias.com/trabajos16
  6. Mayor Zaragoza, F. (1997). "El Patrimonio memoria del porvenir." Correo de la UNESCO, septiembre, 42 – 43.
  7. Ministerio de Educación Cuba. (2007). Modelo de escuela Secundaria Básica. La Habana. Molinos Trade, S.A.
  8. Ministerio de Educación Cuba. (2001). Programa de Historia de Cuba. Enseñanza Secundaria Básica. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.
  9. Portu, C. et al. (1980). Conoce el patrimonio cultural. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.
  10. Reigosa Lorenzo, R. Tesis de opción en grado científico de doctor en ciencias pedagógicas. ISP Félix Varela. Villa Clara. (2006). Estrategia de Superación Profesional de los Profesores Generales Integrales de Secundaria Básica para el fortalecimiento del valor patriotismo en sus estudiantes.

 

 

 

Autor:

Orlando José González Sáez

Licenciado en Educación Artística y Profesor Auxiliar del Instituto Superior Pedagógico Capitán Silverio Blanco Núñez de Sancti Spíritus. Desde hace 20 años ejerce la docencia en la ESBU Mártires de la Familia Romero (Asociada a la UNESCO), en Fomento, los últimos cinco como Profesor General Integral. Ha incursionado en el tema del patrimonio y la identidad cultural, participando en diversos eventos nacionales e internacionales. Actualmente se encuentra cursando la Maestría en Ciencias de la Educación y tiene aprobado su tema de doctorado.

Cuba. Fomento, Sancti Spíritus, 23 de octubre de 2007.

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