Aparato reproductor femenino
Enviado por Kelly Zambrano Zambrano
- Órganos internos
- Médula ovárica
- Trompas de Falopio
- Útero
- El ciclo endometrial
- Placenta
- Vagina
- Glándulas mamarias
- Bibliografía
El aparato reproductor femenino radica en los órganos reproductores internos (ovarios y los oviductos (pares) vagina y útero) y órganos externos (clítoris, labios mayores y menores), los cuales en un comienzo no se desarrollan completamente y se encuentran en un estado de reposo hasta la secreción de hormonas gonadotrópicas que provienen de la glándula hipófisis, las cuales marcan el inicio de la pubertad generando cambios en todo el sistema reproductor que incluyen la diferenciación de los órganos de la reproducción y la menarquia que es el primer flujo menstrual que varía entre 9 y 15 años, tras el primer flujo menstrual empieza el ciclo menstrual, el cual se repite cada 28 días a menos que se interrumpan por el embarazo; presentando cambios hormonales, histológicos y fisiológicos. Conforme la mujer se acerca al final de sus años de reproducción sus ciclos menstruales se vuelven irregulares por el cambio de las señales hormonales y neurológicas, que inician la menopausia, el flujo menstrual cesa. En efecto el sistema reproductor femenino se encuentra controlado por interacciones complejas entre factores hormonales, neurológicos y psicológicos.
Órganos internos
OVARIOS
Órgano par, localizado en el interior de la pelvis, en forma de almendra de 3 cm de largo, 1,5 a 2cm de ancho y 1cm de grosor, suspendidos en el ligamento ancho del útero, insertados por un pliegue llamado mesoovario, el cual lleva vasos sanguíneos a los mismos.
Los ovarios cumplen dos funciones primordiales, la producción de óvulos (ovogénesis) y la producción de esteroides, secretando dos grupos principales de hormonas que son: los estrógenos y los progestágenos.
Los estrógenos que inician el crecimiento y la maduración de los órganos sexuales y las características sexuales femeninas, también actuaran sobre las glándulas mamarias en las que estimulan el crecimiento de los conductos, el estroma y el tejido adiposo. Los progestágenos preparan a los órganos sexuales internos principalmente al útero para el embarazo, también preparan a las glándulas mamarias para la lactancia promoviendo la proliferación de los lobulillos.
Los ovarios se encuentran recubiertos por un epitelio, llamado epitelio germinal, formado por células cúbicas, debajo de este encontramos la túnica albugínea, la cual, es una capsula de tejido conectivo denso irregular, colagenoso, poco vascularizada. Cada ovario se subdivide en una corteza muy celular y una médula que es tejido conectivo lazo con vascularización exuberante, los cuales derivan de las arterias ováricas. Aun así la división histológica de estas partes es indefinida.
Corteza Ovárica
Llamada estroma, constituida por una red de tejido conectivo, que contiene células estromáticas similares a fibroblastos y folículos ováricos cada uno con un ovocito, en diversas etapas de desarrollo. A través del tamaño del folículo se determina el estado de desarrollo del ovocito.
Producción y maduración de los gametos en el ovario: Las células germinales primordiales u ovogonios se desarrollan en el saco vitelino un poco después del primer mes de gestación; experimentan varias divisiones mitóticas y durante la sexta semana después de la fecundación migran al borde de la corteza en desarrollo; aquí continúan dividiéndose hasta el final del 5to mes de la vida fetal.
Ya aquí cada ovario contiene de 5 a 7 millones de ovogonios, casi 1 millón de estas se rodea de células foliculares y sobrevive hasta el nacimiento, las restantes no se incorporan en folículos y sufren atresia. Los ovogonios q sobreviven se conocen como ovocitos primarios los cuales pasan a la etapa de profase de la meiosis I, esta se detiene en la etapa diplotena por la sustancia preventiva de la meiosis que producen las células granulosas, estos ovocitos permanecen en esta etapa hasta después de la ovulación, cuando son estimuladas por la LH, por medio de la sustancia inductora de la meiosis terminando su primera división meiótica. Del millón de ovogonios que sobreviven, 600000 se atresian durante la vida llegando la mujer a la menarquia con 400000 folículos. Por lo general la ovulación se da cada 28 días durante los consiguientes 30 a 40 años, donde se libera un ovocito por cada ovulación dando un total de 450 ovocitos liberados durante la etapa reproductiva de la mujer; los folículos restantes se degeneran y mueren durante el mismo periodo.
Corteza del ovario al inicio de la pubertad
Antes de la pubertad los folículos presentes en la corteza se encuentran en etapa de folículos primordiales, la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) que es elaborada por neuronas neurosecretoras del núcleo arqueado del hipotálamo, realiza una función importante al inicio de la pubertad, su liberación es intermitente, cada 90 min y su vida media en el torrente sanguíneo es de unos 2 a 4 min. Esta liberación es necesaria para el inicio de la menarquia y para conservar los ciclos ovulatorios y menstruales normales durante toda la vida reproductiva de una mujer.
La liberación de esta hormona causa una liberación similar intermitente de gonadotropinas de las células basófilos de la adenohipófisis (hormona estimulante del folículo {FSH} y la hormona luteinizante {LH}) esta liberación culmina al inicio del desarrollo folicular y el comienzo del ciclo ovulatorio.
Folículos ováricos
Los folículos ováricos rodeas por tejido estromático están formados por un ovocito primario y células foliculares que se disponen en capas esféricas concéntricas alrededor del ovocito.
Existen cuatro etapas del desarrollo folicular con base en el crecimiento del folículo y el desarrollo del ovocito:
Folículos primordiales
Folículos primarios unilaminares y multilaminares
Folículos secundarios (antrales)
Folículos graafianos (maduros)
Folículos primordiales: son los más primitivos, se compone de un ovocito primario rodeado por una capa de células foliculares aplanadas. El ovocito primario es una célula esférica de unos 25um de diámetro, posee un núcleo acéntrico grande con nucléolo, el nucleoplasma vesicular por los cromosomas desenrollados, múltiples mitocondrias, complejos de Golgi en abundancia, retículo endoplasmático rugoso con unos cuantos ribosomas y láminas anulares. Las células foliculares escamosas rodean al ovocito y se unen entre sí mediante desmosomas, mientras una lámina basal las separa del estroma de tejido conectivo.
Folículos primarios: los folículos primordiales se transforman en folículos primarios como un resultado de cambios en el ovocito primario, las células foliculares y el tejido estromático circundante. El ovocito primario crece hasta unos 199 a 150 um de diámetro con un núcleo grande. Las células foliculares se tornan cuboides, y el folículo pasa a llamarse folículo primario unilaminar en tanto una sola capa de células foliculares circunde al ovocito; luego estas células foliculares proliferan se estratifican y forman varias capas de células alrededor del ovocito, entonces el folículo pasa a llamarse folículo primario multilaminar y las células foliculares pasan a llamarse células granulosas. Esta actividad proliferativa se da por la molécula de señalamiento activina elaborada por el ovocito. Durante esta etapa aparece la zona pelúcida que separa al ovocito de las células granulosas circundantes. La zona pelúcida está compuesta por 3 glucoproteínas: Zp1, Zp2, Zp3, que el ovocito secreta, esta zona es invadida por microvellosidades del ovocito y filopodios de las células foliculares que entran en contacto entre si formando uniones de intersticio a través de las cuales se comunican durante todo el desarrollo.
Las células del estroma comienzan a organizarse alrededor del folículo primario multilaminar y forman la teca interna, compuesta por una capa celular muy vascularizada y una teca externa compuesta en esencia por tejido conectivo fibroso. Las células de la teca interna poseen receptores de LH en su plasmalema, entonces actúan como células productoras de esteroides. Estas células producen androstenediona, que penetra en las células granulosas, donde la enzima aromatasa, la convierte en estrógeno estradiol.
Folículos secundarios (Antrales): el folículo primario multilaminar crece hasta medir 200um, formando un folículo esférico grande con varias capas, se desarrollan espacios intercelulares dentro de las células granulosas y se llenan con líquido llamado licor folicular, y este marca el paso a folículo secundario. Las células granulosas y el licor folicular continúan aumento bajo la influencia de la FSH que proviene de la adenohipófisis. El licor folicular es un exudado del plasma, incluye glucosaminoglicanos, proteoglicanos y proteínas de unión de esteroides producidas por las células granulosas; además contiene progesterona, estradiol, inhibina, foliostatina (foliculostatina) y activina, las cuales regulan la liberación de LH y FSH. Esta última induce que las células granulosas elaboren receptores para la LH, se incorporen en su plasmalema. El licor folicular se acumula formando una cámara llena de líquido denominado antro. El ovocito primarios queda rodeado por un pequeño número de células granulosas que se proyectan de la pared al antro, esta estructura se llama cumulo oóforo. Las células granulosas se alejan un poco del ovocito pero sus filopodios permanecen en la zona pelúcida y en contacto con el ovocito. Esta capa única que rodea al ovocito primario se conoce como corona radiada.
Ya al final de esta etapa, las células estromáticas se alargan y la teca interna es invadida por capilares que las nutren al igual que a las células granulosas. Algunos folículos en esta etapa se atresian pero algunas células granulosas no se degeneran y forman glándulas intersticiales, que secretan cantidades pequeñas de andrógenos hasta la menopausia.
Folículos graafianos (maduros): la proliferación continua de las células granulosas y la acumulación del licor folicular forman el folículo maduro cuyo diámetro alcanza 2.5 cm al momento de la ovulación. Las células de la pared del folículo forman la membrana granulosa. El acumulo del licor provoca el desprendimiento del cumulo oóforo, que flotan en el líquido folicular.
Ovulación
Es la liberación del ovocito secundario del folículo graafiano. Al decimocuarto día del ciclo menstrual el aumento del estrógeno sanguíneo da a lugar los siguientes efectos:
La inhibición por retroalimentación negativa suprime la liberación de FSH.
Las células basófilas de la adenohipófisis causan un incremento súbito de LH.
El aumento de LH produce un incremento de flujo sanguíneo a los ovarios y los capilares dentro de la teca externa comienzan a filtrar plasma, lo que ocasiona un edema más la liberación de histamina, prostaglandinas y colagenasa en la cercanía del folículo graafiano.
El aumento súbito de la LH da a lugar a los siguientes fenómenos:
Liberación de un factor local, sustancias inductora de la meiosis
Bajo la influencia del factor local, el ovocito primario reanuda y termina su primera división meiótica, que da como resultado el ovocito secundario y el primer cuerpo polar.
El ovocito secundario pasa a la segunda división meiótica y se detiene en la metafase.
La presencia de proteoglicano y ácido hialurónico por las células granulosas atrae agua, y esta ocasiona un incremento en el tamaño del folículo graafiano y el desprendimiento de la membrana granulosa
Antes de la ovulación, la superficie del ovario, donde el folículo presiona contra la túnica albugínea, pierde su aporte sanguíneo. Esta región avascular, se torna pálida, y se conoce como estigma, el tejido conectivo del estigma se degenera, igual que la pared de folicular graafiano en contacto con el estigma y forma una abertura entre la cavidad peritoneal y el antro del folículo graafiano.
A través de esta abertura el ovocito secundario y sus células foliculares se liberan del ovario, lo que da la ovulación. La ovulación siempre ocurre en el decimocuarto día del ciclo menstrual.
Los remanentes del folículo graafiano se convierten en el cuerpo hemorrágico y luego en cuerpo amarillo.
El extremo distal fimbriado del oviducto, que se presiona contra el ovario, lleva el ovocito secundario y las células foliculares al infundíbulo del oviducto para iniciar el trayecto a la ampolla, donde el ovocito puede fecundarse. El ovocito se degenera y es fagocitado cuando no se fecunda en el transcurso de unas 24h.
Cuerpo amarillo: es formado por los remanentes del folículo graafiano, es una glándula endocrina temporal que elabora y libera hormonas que apoyan el endometrio del útero.
Células granulosas leteínicas: son las que permanecen en la región central del folículo y constituyen alrededor del 50% de población celular del cuerpo amarillo; son células grandes con múltiples microvellosidades largas y desarrollan todos los organelos necesarios para la producción de esteroides, las cuales producen progesterona y convierten los andrógenos elaborados por las células de la teca luteínicas en estrógenos.
Células de la teca leteínicas son células de la teca interna situadas en la periferia del cuerpo amarillo constituyen alrededor del 20% de la población celular lútea, se modifican en células secretoras de hormona como progesterona, algunos estrógenos y andrógenos.
Cuerpo blanco: el cuerpo amarillo de la menstruación o del embarazo es invadido por fibroblastos que elaboran colágeno tipo I, se torna fibroso y deja de funcionar. Sus remanentes se autolisan, un proceso que se conoce como luteólisis, y son fagocitados por macrófagos. El tejido conectivo fibroso que se forma en su sitio se conoce como cuerpo blanco y persiste durante algún tiempo antes de resorberse. Los remanentes del cuerpo blanco persisten como una cicatriz en la superficie del ovario.
Folículos atrésicos: el ovario contiene folículos en varias etapas, durante cada ciclo menstrual se desarrollan múltiples folículos maduros, pero cada vez que un folículo maduro se rompe y libera su ovocito secundario junto con las células relacionadas, los folículos maduros restantes experimentan atresia, y estos folículos son fagocitados por macrófagos.
Médula ovárica
Es la región central del ovario, está compuesta por fibroblastos en una malla rica en colágeno que contienes fibras elásticas, también contiene varios vasos sanguíneos, linfáticos y fibras nerviosas. La medula ovárica premenstrual tiene unos cuantos grupos de células intersticiales epiteloides que secretan estrógenos. En la mujer mayor parte de estas células involucionan durante el primer ciclo menstrual y tienen una escasa función, si acaso desempeña alguna.
Las células hiliares constituyen otro grupo de células presentes en la medula ovárica, tienen una configuración parecida a los orgánulos y en su citoplasma contienen las mismas sustancias que las células de Leydig del testículos, estas células secretan andrógenos.
Correlaciones clínicas
Poliquistosis ovárica: Agrandamiento bilateral de los ovarios que contienen quistes foliculares abundantes producidos por restricciones físicas creadas por la túnica albugínea engreosada. Cuando una mujer presenta esta anomalía es estéril por causa de falta de ovulación. Morfológicamente los ovarios parecen pequeños globos blancos llenos de canicas muy juntas, presentan una superficie lisa de color blanco nacarado sin cicatrices porque no ha ocurrido ovulaciones, ya que la túnica albugínea se encuentra excepcionalmente muy gruesa. Esta patología no se conoce bien pero se cree que esta relacionada con un defecto en la regulación de la biosíntesis androgénica que causa exceso de producción de andrógenos que son convertidos en estrógenos, la cual estimula únicamente al endometrio, por inhibición de la progesterona en consecuencia de a incapacidad del folículo maduro de Graf de transformarse en cuerpo lúteo secretor de esta hormona.
Trompas de Falopio
Las trompas de Falopio (u oviductos) transportan los óvulos desde el ovario hasta el cuerpo del útero y constituyen el lugar donde se produce su fertilización por los espermatozoides. Tras la fertilización, la trompa transfiere el óvulo fertilizado a la cavidad endometrial, donde puede producirse la implantación.
Cada trompa de Falopio tiene 10-12 cm de longitud y se extiende desde un extremo abierto y dilatado, próximo al ovario, hasta una porción estrecha que atraviesa la pared del miometrio uterino antes de desembocar en la cavidad uterina. Se pueden identificar cuatro segmentos en cada trompa, que difieren histológicamente entre sí, en especial en la proporción de músculo y epitelio y en el grado de plegamiento de su epitelio.
El infundíbulo, que está rodeado por un fleco de fimbrias provistas de un revestimiento epitelial, algunas de las cuales pueden adnerirse al ovario que se encuentra próximo.
A continuación del infundíbulo hay una zona de paredes delgadas denominada ampolla, en la que generalmente se produce la fertilización del óvulo. La ampolla conduce a un segmento más estrecho, de paredes gruesas, denominado istmo. A su vez el istmo está en continuidad con el segmento intramural corto, que se abre en el útero.
La trompa de Falopio es, básicamente, un tubo muscular revestido en su cara interna por un epitelio especializado con unos pliegues variables, que difiere en su aspecto a lo largo de su recorrido.
Musculatura y lámina propia de la trompa
La pared del músculo liso de la trompa de Falopio está formada por dos capas: la capa interna, que parece circular en los cortes histológicos, y la capa externa, que parece longitudinal. En realidad, estas capas están dispuestas, casi con seguridad, en forma de una espiral acusada (circular) y una espiral poco pronunciada (longitudinal), como se observa en el uréter. Cerca del útero, hay también una tercera capa muscular.
Por dentro de estas capas musculares existe una delicada lámina propia vascular que da sostén al revestimiento epitelial de la trompa.
Útero
El útero es un órgano muscular que recibe a las trompas de Falopio derecha e izquierda. Esta revestid por un epitelio columnar y en su extremo inferir se abre en la vagina.
El útero puede dividirse en tres partes, el fundus, el cuerpo y el cérvix. El fundus y el cuerpo uterinos tienen la misma estructura histológica mientras que la del cérvix es diferente
CUERPO UTERINO
Miometrio
El cuerpo y el fundus del útero tienen paredes gruesas, formadas por músculo liso, que está dispuesto en tres capas poco definidas.
El miometrio es sensible a las hormonas y sufre hipertrofia y una hiperplasia durante el embarazo, viviendo progresivamente a su tamaño normal en las semanas que siguen al parto.
Endometrio
El cuerpo y el fundus del útero tienen un revestimiento mucoso firmemente especializado, el endometrio, que está formado por un estroma de sostén.
Antes de la pubertad, el endometrio es simple y está formado por epitelio cúbico bajo y una estroma de sostén poco desarrollada representada por células fusiformes. La invaginación del epitelio en el estroma produce un pequeño número de glándulas tubulares rudimenrias.
Entre la menarquía (el primer periodo menstrual) y la menopausia pueden diferenciarse en el endometrio dos capas: una capa basal profunda en la unión con el miométrio y una capa funcional superficial que está en contacto con la luz. Esta capa funcional es la que es sensible a las hormonas y sufre un ciclo mensual de proliferación, secreción, necrosis y desprendimiento.
Si se producen la fertilización y la implantación satisfactoria de óvulo, el endometrio no se desprende y forma la decidua.
La capa basal no se desprende durante la menstruación sino que proporciona una reserva celular a partir de la cual se desarrolla una nueva capa funcional tras el desprendimiento menstrual. La respuesta del endometrio a la estimulación hormonal ovárica no es uniforme; así, el endometrio funcional de la porción inferior próxima a la unión con el cérvix, y algunas zonas que rodean las entradas de las trompas de Falopio, pueden presentar una actividad proliferativa o secretora escasa y a menudo se asemejan a la capa basal. Al aproximarse la menopausia, cada vez aumenta más el endometrio que no responde plenamente al estímulo hormonal.
En la menopausia, cuando cesa la estimulación hormonal, el endometrio recupera el patrón simple prepuberal, aunque las invaginaciones tubulares pueden sufrir una distensión quistica y la estroma volverse compacta (endometrio quistico atrófico).
Ciclo Menstrual
La menstruación es la pérdida de sangre por vía vaginal debida a la descamación del endometrio, que se produce con un intérvalo aproximado de un mes, durante la vida reproductiva de una mujer, ésta pérdida sanguinolenta se denomina período o flujo menstrual.
El primer día de la menstruación es el día 1 del ciclo menstrual. La duración media de la menstruación es de 5(+/- 2) días. Aunque la media de la duración del ciclo menstrual es de 28 días, solo el 10-15% de los ciclos normales tiene esa duración; el rango normal para un ciclo ovulatorio es de entre 25 y 36 días. La variación máxima de los intervalos intermenstruales se produce generalmente en los años que siguen a la menarquia y en los que preceden a la menopausia, cuando son más comunes los ciclos anovulatorios.
La pérdida sanguínea es de unos 130 ml por ciclo, con un rango desde 13 a 300 ml, siendo generalmente más copiosa en el 2º día. Habitualmente el sangrado menstrual no se coagula, a menos que sea muy copioso, probablemente debido a la presencia de fibrinolisina y de otros factores inhibidores de la coagulación.
Basándose en los acontecimientos endocrinos, el ciclo menstrual se puede dividir en tres fases.
Unos 7-8 días antes de la oleada preovulatoria, la secreción estrogénica ovárica del folículo seleccionado, en particular estradiol, aumenta, lentamente en principio y luego con rapidez, hasta alcanzar su pico generalmente en el día previo a la oleada de LH. Este aumento de estrógenos se acompaña de un aumento lento pero constante de los valores de LH y de una disminución de los de FSH. La divergencia entre los valores de LH y de FSH puede deberse a la acción inhibidora sobre la FSH de los estrógenos junto con la acción específica por la inhibina. Antes de la oleada de LH, los valores de progesterona empiezan a aumentar de forma significativa.
Fase Folicular (Preovulatoria): Comienza el primer día de sangrado y se extiende hasta el día anterior al aumento preovulatorio de la LH; es la fase más variable en cuanto a duración. En la primera mitad de esta fase, aumenta ligeramente la secreción de FSH, estimulando el crecimiento de un grupo de 3 a 30 folículos que han sido reclutados debido a su crecimiento acelerado durante los últimos días del ciclo precedente. Conforme descienden .los niveles de FSH, se selecciona uno de estos folículos para ovular; éste madura y los demás sufren atresia. Los niveles circulantes de LH aumentan lentamente, a partir de 1-2 días tras la elevación de la FSH. La secreción de estrógenos y progesterona por los ovarios es relativamente constante y se mantiene baja en este período.
Durante el aumento de la LH, el folículo preovulatorio de hincha y protruye e el epitelio ovárico. Aparece un estigma o mancha avascular en la superficie del folículo. Se forma una pequeña vesícula en el estigma, la cual se rompe, y el agregado; es decir el oocito junto con algunas células de la granulosa, eclosiona. La producción de prostaglandinas por el mismo folículo, tal vez regulada por la LH y/o FSH, también parece esencial en el proceso ovulatorio. Las enzimas proteolíticas de las células de la granulosa y de las células epiteliales que se encuentran sobre el folículo preovulatorio, factores de crecimiento locales y citocinas parecen desempeñar un papel importante en la rotura del folículo. El oocito permanece en la profase meiótica hasta el momento posterior al pulso de LH. En las siguientes 36 hrs. El oocito completa su 1º división meiótica, en la que cada célula recibe 23 cromosomas de los 46 originales ye s expulsado el primer corpúsculo polar. En la segunda división meiótica, en la cual cada cromosoma se divide longitudinalmente en pares idénticos, no se completa ni se elimina el 2º corpúsculo polar a menos que el huevo sea penetrado por un espermatozoide.
Fase Ovulatoria
En esta fase una serie de complejos acontecimientos endocrinos culminan en la oleada de LH; la liberación masiva preovulatoria de LH por la hipófisis. La liberación ovulatoria de LH se produce en parte como consecuencia de una retroacción estrogénica positiva. Se produce simultáneamente un incremento menor de la secreción de FSH, cuyo significado se desconoce. Al aumentar los valores de LH, bajan los de estradiol, pero las concentraciones de progesterona siguen aumentando. La oleada de LH dura típicamente 36-48 horas y consta de múltiples y amplias oleadas de LH liberadas de forma pulsátil. La oleada de LH, que da lugar a la madurez del folículo, es necesaria para la ovulación, que ocurre 16-32 horas después del inicio de la oleada. Se desconoce el mecanismo que causa la ovulación.
Fase Lútea (Posovulatoria)
En esta fase las células de la teca y la granulosa, que constituyen el folículo, se reorganizan para formar el cuerpo lúteo (cuerpo amarillo), que da nombre a esta fase. La duración de esta fase es la más constante, un promedio de 14 días en ausencia de embarazo, finalizando con el primer día de la menstruación. La duración de esta fase proviene de la duración de la fase funcional del cuerpo lúteo, que segrega progesterona y estradiol durante unos catorce días, degenerando posteriormente si no se produce la fertilización. El cuerpo lúteo mantiene la implantación del óvulo fecundado, segregando progesterona en cantidades crecientes, alcanzando un pico de 25 mg/d en los 6-8 días posteriores a la oleada de LH. Debido a que la progesterona es termogénica, la temperatura basal aumenta en por lo menos 0.5 ºC en la fase lútea y se mantiene elevada hasta la menstruación. Las prostaglandinas y el IGF-II pueden desempeñar un papel en la regulación del tiempo de vida del cuerpo lúteo; sin embargo, poco se sabe sobre ello en la actualidad.
Si se produce la fertilización la Gonadotropina Coriónica Humana (HCG) del óvulo fecundado mantiene al cuerpo lúteo hasta que la unidad fetoplacentaria puede mantenerse a si misma endocrinológicamente. La HCG es estructural y funcionalmente similar a la LH. Durante casi toda la fase lútea, los niveles de LH y FSH circulantes disminuyen y se mantienen bajos durante la mayor parte de la fase lútea, pero comienzan a aumentar nuevamente con la menstruación.
El ciclo endometrial
El inicio del ciclo endometrial está enmarcado por la pérdida mensual del epitelio durante la menstruación. Tras la menstruación solo una fina capa de estroma permanece indemne y las únicas células epiteliales que quedan son las localizadas en las porciones profundas de las glándulas y criptas del endometrio.
Fase Proliferativa (estrogénica):
Bajo la influencia de los estrógenos, que se secretan en cantidades crecientes durante la fase proliferativa, las células del estroma y las células epiteliales proliferan rápidamente. La superficie endometrial se re-epiteliza completamente en 4 a 7 días tras la menstruación. Durante el periodo previo a la ovulación el endometrio se espesa, e parte debido al creciente número de células del estroma, pero primordialmente al crecimiento progresivo de las glándulas endometriales y de nuevos vasos sanguíneos en el interior del endometrio. Al momento de la ovulación el endometrio tiene unos 3 a 5 milímetros de espesor. Las glándulas endometriales, especialmente las de la región cervical secretan un moco poco denso, filante.
Fase Secretora (Progestacional):
Posterior a la ovulación, se secretan grandes cantidades de progesterona y estrógenos por parte del cuerpo lúteo. Los estrógenos producen una ligera proliferación adicional del endometrio, mientras que la progesterona provoca una notable tumefacción y el desarrollo secretor del endometrio.
Las glándulas se vuelven más tortuosas; y en las cellas del epitelio glandular se acumula un exceso de sustancias secretoras. Igualmente aumenta el citoplasma de las células del estroma junto al depósito de lípidos y proteínas; y el aporte sanguíneo al endometrio sigue incrementándose de forma proporcional al desarrollo de la actividad secretora, con gran tortuosidad de los vasos sanguíneos. En el momento culminante de la fase secretora, aproximadamente una semana después de la ovulación, el endometrio tiene un espesor de 5 a 6 mm.
MENSTRUACIÓN
La menstruación se debe a la supresión repentina del influjo estrogénico y progestacional, al final del ciclo ovárico mensual. El primer efecto es la disminución de la estimulación de las células endometriales por estas dos hormonas, seguido de la rápida involución del propio endometrio a un espesor aproximado del 65% del inicial.
Posteriormente los tortuosos vasos sanguíneos sufren vasoespasmo, posiblemente a causa de algún efecto de la involución, como la liberación de un material vasoconstrictor, probablemente prostaglandinas, que abundan en ese momento. El vasoespasmo, la disminución de nutrientes del endometrio, y la pérdida de la estimulación hormonal provocan una necrosis incipiente del endometrio.
Gradualmente las capas necróticas del endometrio se separan del útero en estas zonas de hemorragia hasta que, unas 48 horas después del inicio de la menstruación todas las capas superficiales se han escamado. La masa de tejido descamado y de sangre en la cavidad uterina, más los efectos contráctiles de las prostaglandinas u otras sustancias, inician las contracciones uterinas que expulsan el contenido uterino.
Cambios Cíclicos en otros órganos de la reproducción
Cuello Uterino: Durante la fase folicular se produce un aumento progresivo de la vascularización cervical, de la congestión, del edema y de la secreción de moco cervical. El orificio cervical externo se abre hasta alcanzar un diámetro de 3mm en la ovulación, reduciéndose posteriormente a 1 mm. El incremento progresivo de los estrógenos provoca un aumento de 10-30 veces en la cantidad de moco cervical. Las características del moco cervical son útiles clínicamente para evaluar la etapa del ciclo y el estado hormonal de la paciente.
La elasticidad (filancia) aumenta y la arborización se hace evidente justo antes de la ovulación. Esta imagen es el resultado de un aumento de NaCl en el moco cervical por la influencia estrogénica. Durante la fase luteínica, bajo la influencia de progesterona, el moco cervical se espesa, se hace menos acuoso y pierde su elasticidad y capacidad para formar arborizaciones en helecho.
Vagina: La proliferación y la maduración del epitelio vaginal también se ven influidas por los estrógenos y la progesterona. Cuando al inicio de la fase folicular la secreción de estrógenos ováricos es baja, el epitelio vaginal es delgado y pálido.
A medida que aumentan os niveles de estrógenos en la fase folicular, las células escamosas maduran y se cornifican, engrosándose el epitelio. Durante la fase luteínica, el número de células intermedias precornificadas aumenta, y se incrementa el número de leucocitos y detritos a medida que se van desprendiendo las células escamosas maduras. Los cambios del epitelio vaginal pueden cuantificarse histológicamente y utilizarse como índice cualitativo de la estimulación estrogénica.
Regulación del ritmo mensual femenino: interrelación entre las hormonas ováricas e hipotálamo-hipofisarias
El hipotálamo secreta GnRH; esto hace que la adenohipófisis secrete FSH y LH: La secreción de la mayor parte de las hormonas adenohipofisarias, es controlado por "hormonas liberadoras" formadas en el hipotálamo y transportadas después a la adenohipófisis por el sistema portal hipotalámico hipofisiario. En el caso de las gonadotropinas, es importante una hormona liberadora, la GnRH. Esta hormona ha sido purificada y se ha demostrado que es un decapéptido.
Secreción intermitente y pulsatil de la GnRH por el hipotálamo y secreción pulsátil de LH por la adenohipófisis: El hipotálamo no secreta la GnRH de forma continua, si no que lo hace en pulsos que duran 5 a 25 min y se producen cada 1 a 2 horas. La liberación pulsátil de GnRH también produce una liberación intermitente de LH aproximadamente cada 20 min.
Centros hipotalámicos de liberación de GnRH: La actividad neuronal que determina la liberación pulsátil de GnRH se produce principalmente en el hipotálamo medio basal, en especial en el núcleo infundibular de esa zona. Por lo tanto, se cree que estos núcleos infundibulares controlan la mayor parte de la actividad sexual femenina, aunque también otras neuronas situadas en el área preoptica del hipotálamo anterior secreten cantidades moderadas de GnRH, cuya función no está clara.
Múltiples centros neuronales del sistema limbito encefálico transmiten señales a los núcleos infundibulares tanto para modificar la intensidad de la liberación como la frecuencia de los pulsos de la GnRH, ofreciendo asi una posible explicación de por qué los factores psicológicos con frecuencia modifican la función sexual femenina.
Efecto de retroacción negativa de los estrógenos y la progesterona para disminuir la secreción de LH y FSH: Los estrógenos en cantidades pequeñas ejercen un poderoso efecto inhibidor de la producción de LH y FSH. Además, cuando está disponible la progesterona, el efecto inhibidor de los estrógenos se multiplica, incluso aunque la progesterona por si misma tiene poco efecto.
Estos efectos de retroacción parecen operar principalmente de forma directa sobre la adenohipófisis, y en menos mediada sobre el hipotálamo, para disminuir la secreción de GnRH, sobre todo alterando la frecuencia de los pulsos de GnRH.
La hormona inhibina del cuerpo lúteo inhibe la secreción de LH y FSH.
Además de los efectos de retracción de los estrógenos y la progesterona todavía parece estar implicada otra hormona. Se trata de la inhibina secretada junto con las hormonas esteroideas sexuales por las células de la granulosa del cuerpo lúteo ovárico de la misma forma que las células de sertoli secretan la misma hormona en los testículos del varón.
Esta hormona tiene el mismo efecto en la mujer que en el hombre, inhibiendo la secreción de FSH por la adenohipófisis, y en menos medida la de LH. Por tanto se cree, que la inhibina puede ser especialmente importante a la hora de disminuir la secreción de LH y FSH al final del ciclo mensual sexual femenino.
Efectos de retroacción positiva del estrógeno antes de la ovulación
El pico preovulatorio de LH: Por razones no del todo conocidas, la adenohipófisis secreta cantidades mucho mayores de LH durante uno o dos días comenzando 24 a 48 horas antes de la ovulación.
La infusión de estrógenos en una mujer por encima de un valor crítico durante la última parte de la primera mitad del ciclo ovárico provoca un crecimiento rápidamente acelerado de los folículos, asi como una aceleración de la secreción de estrógenos ováricos.
Durante este periodo la secreción de FSH y LH por la adenohipófisis se suprime primero ligeramente. Después, la secreción de LH aumente bruscamente entre 6 y 8 veces, y la de FSH 1 a 2 veces. Este rápido aumento de secreción de LH produce la ovulación.
Se desconoce la causa de este brusco pico de secreción de LH. Sin embargo, son posibles las siguientes explicaciones: 1.- Se ha sugerido que el estrógeno, en este punto del ciclo, ejerce un efecto de retroacción positiva peculiar que estimula la secreción hipofisaria de LH y en menos media de FSH; esto contrasta con el efecto de retroacción negativa que ocurren durante el resto del ciclo mensual femenino; 2.- las células de la granulosa de los folículos comienzan a secretar cantidades pequeñas pero crecientes de progesterona, aproximadamente un día antes del pico preovulatorio de LH y se ha sugerido que este puede ser el factor que estimula el exceso de secreción de LH. Sin el pico preovulatorio normal de LH no se produce la ovulación.
Oscilación de retroacción del sistema hipotalámico – hipofisario – ovárico
1.- Secreción Postovulatoria de hormonas ováricas y depresión de la gonadotropina hipofisarias. La parte del siclo más fácil de explicar son los fenómenos que se produces durante la fase post ovulatoria, entre la ovulación y el comienzo de la menstruación. Durante este tiempo, el cuerpo lúteo secreta grandes cantidades tanto de progesterona como de estrógenos, además de hormona inhibina. Todas estas hormonas combinadas ejercen una retroalimentación negativa sobre la adenohipófisis y el hipotálamo para causar supresión de la FSH y de la LH, haciendo que desciendan a sus niveles más bajos unos 3 a 4 días antes del comienzo de la menstruación.
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