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Nicolasa Pedraza y Bonachea. Decana del magisterio en Santa Clara

Enviado por Adela Alamo


    Nicolasa Pedraza y Bonachea. Decana del magisterio en Santa Clara – Monografias.com

    Nicolasa Pedraza y Bonachea. Decana del magisterio en Santa Clara

    María de la Concepción Nicolasa Pedraza y Bonachea conocida por los santaclareños como la maestra Nicolasa nació el día 6 de diciembre de 1770 y fue bautizada el 13 del propio mes y año en la iglesia Parroquial Mayor de en Santa Clara según consta en el libro 4, folio 163. Hija de Antonio de Padua Pedraza y de Rita de la Concepción Bonachea Santiago.

    Comienza la labor magisterial la maestra Nicolasa a fines del siglo XVIII, marcada por una gran fe cristiana característica de la época en que le tocó vivir, organizó una escuela en su misma casa, donde acudían las niñas a recibir lecciones de gramática, doctrina cristiana, costura y conocimientos generales de disposiciones domésticas[1]La casa escuela estuvo situada en la calle Candelaria (actual Maestra Nicolasa) entre Maceo y Unión (hoy Pedro Estévez Abreu).

    Consagrada a la enseñanza de la niñez con fervor y perseverancia muy dignos de todo elogio, y a pesar de su corta edad los padres pusieron en sus manos la enseñanza de sus hijos, por lo que simboliza la idea moralizadora, el elemento de un bien inapreciable, el de la educación, la obra en fin del progreso intelectual de tres generaciones de villaclareños[2]. Tuvo la satisfacción a los nietos de las primeras alumnas[3]

    Miguel Jerónimo Gutiérrez, al ocurrir el fallecimiento de quien fuera su maestra refiere…"que el nombre de la benéfica mujer que consagró su niñez, su juventud, su educación y su vejez con toda abnegación a la santa causa de la enseñanza. Ella fue la maestra de nuestras madres, de ella fueron discípulos muchas de nuestras abuelas y en su escuela bebieron sus principios algunos de nuestros padres[4]

    La escuela tuvo varias denominaciones a través de los tiempos de niñas, de niños y La Caridad.

    Fueron educados en su colegio la patriota Francisca Javiera Consuegra, …"Con la propia Maestra Nicolasa aprendieron a leer y escribir y las cuatro reglas que necesitaban como caudal mínimo de conocimientos para la época Don Pedro Nolasco Abreu y Da. Rosalia[5], padres de Marta Abreu de Estevez, Miguel Jerónimo Gutiérrez, el poeta Rafael Antonio Valdés fue su aventajado discípulo, Juan Manuel Federico Jova y González Abreu, personalidad de la revolución de 1868 en Villaclara, Eduardo Machado Gómez, patriota e intelectual santaclareño quien tomó la iniciativa de colocar una lápida sobre la puerta de la casa que decía asi:"En esta casa nació la Maestra Nicolasa; Aquí vivió y murió enseñando y practicando la virtud".

    En 1860 el señor Don Ramón de la Sagra (1798-1871)[6] en su viaje a Cuba y su paso por Villaclara visitó a la maestra Nicolasa ya traía referencias de ella, la catalogó como la decana de las maestras y a quien debía la instrucción el mayor número de personas del pueblo, junto al Padre Belaza se cumplió su deseo en visitarla y…" yacía decrépita y extenuada en el lecho del dolor y de la miseria", por lo que salió profundamente conmovido.

    El Ayuntamiento santaclareño en el mes de mayo de 1866 nombra una comisión encargada de valorar la situación de la educadora por encontrarse enferma y escasa de recursos económicos, con el propósito de otorgarle una retribución económica. La dilatada pensión nunca se le otorgó. Por esta fecha se realizaron además funciones dramáticas a beneficio de la maestra para recaudar fondos para ella por estar enferma y por la precaria situación en que se encontraba.

    Su muerte ocurrió en la primera mitad del siglo XIX el día 1º de enero de 1867 casi a los 97 años de edad en la modesta casa donde vivió y ejerció su labor. Fue sepultada en el nicho número 21 izquierdo del llamado cementerio viejo, en 1887 por iniciativa del Alcalde Municipal Don Rafael Tristá se concede una parcela de terreno en el cementerio local por suscripción pública para depositar los restos de la noble educadora y en marzo de 1932 la Cámara Municipal adoptó el acuerdo relativo a la reparación del referido panteón donde descansan sus restos.

    A partir del 28 de enero de 1901 fue acordado por el ayuntamiento local y a solicitud de los vecinos de la calle Candelaria que esta calle lleve el nombre de Maestra Nicolasa para perpetuar su memoria.

    En la carta enviada por el historiador Manuel García Garófalo Mesa al Sr. Dr. Emeterio Santovenia, quien fuera en aquel entonces Presidente de la Academia de Historia de Cuba de fecha 4 de mayo de 1944 le hace saber que la casa donde nació y vivió la maestra y que quedó vacía al fallecer, se pretendía demoler para la construcción de un moderno edificio, obviando el …"unanime sentir de los villaclareños con la súplica más encarecida de la actuación urgente, rápida de esa academia, para ver si es posible obtener un Decreto del Sr. Ministro de Educación declarándola Monumento Nacional y del Honorable Sr Presidente de la República un crédito, para comprar dicha casa y de esa manera evitaría, que un monumento de esa categoría fuera destruida[7]

    Con el decursar de los años y al estar "la casa semidestruida y con cambios en su arquitectura es acuerdo de la comisión de monumentos, demolerla y construir en su lugar, con la tarja que muestre a la posteridad la vida y obra de la maestra eximia, una zona arbolada y acogedora, lugar alegre para la infancia de hoy en la vecindad que vivió la mentora del pueblo"[8]

    Por acuerdo de la comisión de monumentos demolerla y construir en su lugar con la tarja que muestre la vida y obra de la maestra

    Al parecer los santaclareños le tenían un inmenso amor y cariño a la casa en la que fueron educados los alumnos de la decana del magisterio en Santa Clara quien pasó a la posteridad con el cariñoso nombre de la Maestra Nicolasa.

    Muchos poetas santaclareños le escribieron versos a la maestra: Miguel Jerónimo Gutiérrez ("A la Maestra Nicolasa"), Félix Martínez ("La Maestra Nicolasa), Salvador A. Domínguez ("La Maestra Nicolasa), Antonio Vidaurreta Alvarez ("La Maestra Nicolasa", Villaclara, 1880) , Manuel Dionisio González (En la tumba de la Maestra Nicolasa), Antonio Rosales (A la inolvidable Maestra Nicolasa), Miguel A. Feites, Miguel A. Pérez de Alejo (Aniceto) (A la Maestra Nicolasa), María de la Cruz Prieto (Amira) (A la memoria de la señora Nicolasa Pedraza Bonachea), Sofía Ferrari (Laura) ("A la memoria de la Maestra Nicolasa"), Juan B. Ferrari ("Un recuerdo a la maestra Nicolasa"), Juan N. Valdés ("A la memoria de la Maestra Nicolasa, decana del Magisterio en Villaclara"), Es importante para la cultura local que una sociedad colonial recoja como patrimonio documental tantas poesías dedicadas a una educadora, pero además el escritor Carlos Hernández López en su libro de poemas Chamberi poemas pilongos, en 1944 le dedica un poema a la maestra : Hablaron tu albor de vela y tu silencio de luna desde la mejor tribuna: la tribuna de la escuela

    Entre los libros que enriquecen la historia local publicados por el Dr. Manuel García Garófalo Mesa en Ediciones Botas, en Ciudad Méjico, se encuentra la Biografía de la maestra Nicolasa. Educadora villaclareña que contiene datos inéditos, su único y original retrato. La escuela La Caridad y Eduardo Machado Gómez.

    La historiadora Silvia Lubián en el libro el Club revolucionario de Juan Bruno Zayas a hablar de la santaclareña Victoria Pedraza y Rodríguez, maestra jubilada con residencia en la propia calle en que nació, vivió y murió la maestra Nicolasa como autora de la bandera donada al General Máximo Gómez, afirma que fue sobrina biznieta de la esclarecida mentora.

    A LA MEMORIA

    De la señora doña Nicolasa Pedraza y Bonachea

    Oh! Siempre es grato que al templar la lira,

    Bañe una chispa de extensión suprema

    La dulce inspiraci"on; y halle la mente

    De amor y de verdad santo poema

    Hoy, como nunca, puro el sentimiento,

    Al tierno pecho su efusion imprime,

    Al recordar á la matrona noble,

    Tierno modelo de virtud sublime.

    Descansa en paz mentora bendecida,

    Y oye el acento que de amor te envío,

    Tú que formaste con cristiano egemplo

    El jóven corazon del padre mio

    Tú que guiaste con cariño santo

    Sus pasos ay! En sus primeros años,

    Y le enseñaste á adorar lo bello,

    Sin entrever los tristes desengaños.

    Tú le enseñaste á venerar el cielo,

    Tú de moral, que el alma enseñorea,

    Le enseñaste lo grande, puro y noble,

    Que cual chispa divina centellea.

    Y si fuiste tan santa, casta y buena,

    Cómo no consagrar a tu memoria

    El son del plectro, y colocar mi nombre

    En las modestas hojas de tu historia?

    Descansa en paz en la morada santa,

    Donde se permita el sufrimiento pio

    De la austera virtud, tú que formaste

    Seres tan buenos como el padre mio

    MARIA ANA DE LA CRUZ PRIETO. (AMIRA)

     

    A LA MAESTRA NICOLASA

    I

    Has muerto, pero tu nombre,

    Cual en túmulo de gloria,

    Inscrito se halla en la historia

    Con un divinal renombre.

    No es tu fama pasajera

    Como flor que dura un día,

    Es de más alta valía,

    De gloria más duradera.

    Es siempreviva gallarda,

    Que perfuma la maleza,

    Y modesta su belleza

    Allá entre sus sombras guarda

    II

    Fuiste divina mentora

    De excelsa virtud modelo,

    Y fuiste con noble anhelo

    De la niñez bienhechora.

    Siempre seguiste la huella

    De Concedo y tu memoria

    Tiene la poblana historia

    Escrita en página bella.

    Mostraste con virtud rara

    El verdadero adelanto:

    Durará tu nombre tanto

    Como dure Villaclara.

    III

    Tu recuerdo nunca pasa,

    Eterno, inmortal será

    Pues ninguno olvidará

    LA MAESTRA NICOLASA

    MIGUEL A. PEREZ DE ALEJO

    (ANICETO)

    A LA MAESTRA NICOLASA.

    ___

    EL TRIUNFO DE LA VIRTUD

    Al ver el génio en su faz de niña

    Angélico brillaba y bienhechor,

    Concibieron los genios del averno

    El pensamiento de troncharla en flor:

    Empero la infantil sacerdotisa

    Halló sin templo en la virtud y el bien

    Y allí emprendiera su misión de ángel,

    Huérfana y sola, pobre y sin sostén.

    Joven después y fuerte en su desgracia

    La temieron las vívoras del mal,

    Y la tentaron, de oropel vestidas,

    Guardas infames de su pobre umbral;

    Pero la vírgen, pura como un lirio,

    Torció indignada el rostro al oro vil,

    Accarició su manto de desdichas

    Y limpia en él se guareció sutil.

    Luego la contemplaron, árbol santo,

    Maduros frutos dar de bendicion,

    Y el huracán de sus tremendas iras

    Le desataron en glacial turbion;

    Mas ella se sostuvo á sus embates,

    Cual firme roca en borrascoso mar,

    Y prosiguió, cual ángel, repartiendo

    Paz y ventura en el ageno hogar.

    No pudieron las cóleras malignas

    Contra el poder de su genial virtud,

    Y en mísera vejez la confundieron

    Y en pálida y mortal descreptitud.

    Mas, resignada en el angosto lecho,

    Contenta con su pan de caridad,

    Ella enseñaba como muere el justo,

    Final leccion en su postrera edad;

    Y cuando aquella bendecida antorcha

    Su llama devolviera al Hacedor,

    Soplaron con escarnio su paveza

    Los torpes enemigos del amor;

    Mas no triunfaron, nó, que así cual deja

    La violeta su aroma, así tambien

    Ella dejó su nombre al patrio suelo,

    Entre perfumes de virtud y bien.

    MIGUEL G. GUTIERREZ

     

    A la memoria de la Maestra Nicolasa, decana del

    Magisterio en Villaclara

    La atroz cuchilla de lla parca fiera

    Surgió con furia la p;reciosa vida,

    De la anciana Mentora tan querida,

    Del pueblo donde vió la luz primera:

    La que tranquila en su hora postrimera,

    Supo dar el "adiós" de despedida

    A este mundo falaz, con fé crecida

    En la celeste patria duradera.

    La que guió a la niñez por buen camino

    Con santa abnegación, con fé cristiana,

    A ejemplo del Pastor Justo y Divino:

    La que fue tan humilde, tan humana,

    Debe ocupar el puesto peregrino,

    Que solo el justo en el Empíreo gana.

    JUAN N. VALDÉS

     

    A la inolvidable Maestra Nicolasa

    Un tiempo fuera el arcángel

    De la educación moral,

    Astro que alumbró la esfera

    De la santa cristiandad:

    Asi, sobre el mármol blanco

    Que cubre sus restos ya,

    Irá la instrucción ¡Dios mio!

    Desconsolada á llorar.

    Y aquellas jóvenes puras,

    Modelo de castidad,

    Que de sus labios oyeron

    Consejos de amor y paz,

    Irán también ¡ infelices ¡

    A gemir y á suspirar,

    Y la oracion de sus pechos

    Fervientes elevarán.

    Y un laurel cabe su losa

    Tristísimos sembrarán,

    Cual monumento sagrado

    A su memoria inmortal;

    Laurel cuyas tiernas hojas

    Nunca azote el vendabal,

    Y de la incuria del tiempo

    Guarde la posteridad.

    ANTONIO ROSALES

    Marzo 11 de 1867.

     

    "La Maestra Nicolasa"

    Con profundo dolor, noble mentora,

    En el recinto de tu losa fria,

    Inclinada la faz mústia y sombría,

    El pueblo todo congregado llora:

    Perdiera en ti la digna protectora,

    Que el pan de la enseñanza repartía,

    El tierno amor su generosa guía,

    Y la amistad su luz consoladora.

    Si hoy clama el alma en suspirar doliente:

    Tesoro de virtudes sin segundo

    Fuiste en la tierra donde todo pasa,

    La mano de los siglos prepotente,

    Señalando en la historia, diga al mundo:

    ¡Vive aquí la Maestra Nicolasa!

    Antonio Vidaurreta Alvarez

    Villaclara, 1880)

    Se respeta la ortografía del original

    Bibliografía consultada

    Anales de la Academia de Historia de Cuba. Publicación anual. Tomo XVIII enero-diciembre, La Habana, Imprenta El Siglo XX, Ttte Rey 21-23 A. Muñiz y Hno, 1936, p 68

    Autobiografía de Eduardo Machado Gómez, Imprenta de Juan A. Castillo, Santa Clara, 1908.

    Berenguer Sed, Antonio. Tradiciones villaclareñas, Imprenta Bouza Rambla y Cia, Habana, 1929 pp 188-190

    Bohemia. Año 95, No. 1 La Maestra Nicolasa en Santa Clara, por Fausto Vilches, p 121, col 1-2.

    Camacho, Pánfilo D. Marta Abreu una mujer comprendida, Editorial Trópico, La Habana, 1947, p. 43

    El Club de Juan Bruno Zayas. Dirección de publicaciones. Universidad Central de Las Villas, Santa Clara, 1961, pp 76-78

    El Villareño, Año VII, lunes 3 de diciembre de 1956, No. 27, p 1 col 1-2: La maestra Nicolasa por Florentino Martínez Rodríguez.

    El Villareño, Año VII, Santa Clara, 1º. de noviembre de 1956, No. 247, p 2 col 6-7 La tarja de la maestra.

    Fondo Actas Capitulares del Ayuntamiento de Santa Clara, 1866, 4 de mayo de 1866, Tomo 23, folio 423

    Fondo Actas Capitulares del Ayuntamiento de Santa Clara 8 de marzo de 1887, Tomo 40, folios 44-45.

    Fondo Donativos y Remisiones, Legajo 2, Expediente 28, p 28

    Fondo García Garófalo, Legajo 2 Expediente 117, 4 de mayo de 1944 (mecanografiado) Carta enviada por Garófalo a Emeterio Santovenia comunicándole la posible distribución de la casa de la maestra Nicolasa Pedraza y Bonachea

    Fondo García Garófalo, Legajo 9, Expedientes 486, 580 (original-manuscrito)

    Fondo García Garófalo, Legajo 13, Expediente 592, s/f

    Fondo García Garófalo, Legajo 18 Expediente 700 Revista infantil Ninfas, Año II, 30 de agosto de 1930, No. 39, p 5 Emulemos a los dignos

    García Garófalo Mesa, Dr. Manuel. Carmen Gutiérrez Morillo: biografía, Tipografía El Score,

    La Habana, 1919.

    García Garófalo Mesa, Dr. Manuel. Los poetas villaclareños, La Habana, Imp de J.

    Arroyo, 1927.

    García Garófalo Mesa, Dra. María. La instrucción pública en Villaclara hasta Mariano Clemente Prado, Imprenta Impresor, Villaclara, 1939, p 14

    González, Manuel Dionisio. Memoria histórica de la villa de Santa Clara y su

    jurisdicción, Imprenta El Siglo, Villaclara, 1858, p 146.

    Hernández López, Carlos. Chamberi poemas pilongos, Villaclara, 1944

    La Publicidad. Año XL, Santa Clara 18 de marzo de 1944, No. 13816, p 3 col 1 Sección

    Historia: Estudio biográfico.

    La Publicidad. Año XL, Santa Clara 28 de junio de 1944, No. 13831, p 1 col 1, p 6 col 1-3

    La Publicidad. Año XLV, Santa Clara 31 de agosto de 1948, No. 14109, p 1 col 4.

    Mi diaria cuartilla por Sergio R. Alvarez Mariño.

    Las Villas. Álbum resumen ilustrado. Imp. La Milagrosa, La Habana, 1941.

    Libro de Oro 15 de julio de 1689-1954. Impreso en los talleres gráficos del Colegio

    de las Antillas, Santa Clara, 1954, sin paginar.

    Libro Nichos del Cementerio general, Folio 10 . Iglesia Catedral Santa Clara de Asís.

    Revista 15 de Julio, Edición Especial, Santa Clara, 15 de Julio, 1918, sin paginar.

    Marquina Angulo, Rafael. La Ciudad de Marta y Marta de la ciudad, Imprenta El Siglo XX, La Habana, 1950, p. 43 Con la propia maestra Nicolasa aprendieron a leer y a escribir y las 4 reglas q necesitaban como caudal minimo de conocimientos para la época dice.

    Ofrenda de gratitud a la memoria de la Maestra Nicolasa, Imprenta La Época, Plaza Mayor No. 12, 1867.

    Ramón de la Sagra . En http://es.wikipedia.org/wiki/Ram _de_la_Sagra

    Rodríguez Altunaga, Dr. Rafael. Las Villas biografía de una provincia, Imprenta el Siglo XX, Muñiz Hno y Cía, La Habana, 1955.

    Peña Herrera, Dayaniris. La Época: reflejo de la cultura y la educación en Santa Clara del siglo XIX, en Sala de Fondos Raros y Valiosos. Biblioteca Provincial Marti. Santa Clara, 2008. Sección Gacetilla, p. 320 abril de 1866

     

     

    Autor:

    MSc Adela González Álamo.

    Especialista en Archivística.

    Archivo Histórico Provincial. Santa Clara. Villa Clara.

    [1] Berenguer Sed, Antonio. Tradiciones villaclareñas, Imprenta Bouza Rambla y Cia, Habana, 1929 pp 188-190

    [2] Referido por Manuel Dionisio González en la biografía de la maestra en la Ofrenda de gratitud de la Maestra Nicolasa , Imprenta La Época, Plaza Mayor No. 12, Villaclara, 1867

    [3] Referido en Revista infantil Ninfas, Año II, 30 de agosto de 1930, No. 39, p.5 Emulemos a los dignos

    [4] Prólogo del libro Ofrenda de gratitud a la memoria de la Señora Doña Nicolasa Pedraza y Bonachea dedicado a la maestra en 1867

    [5] Camacho, Pánfilo D. “Marta Abreu una mujer comprendida”, Editorial Trópico, La Habana, 1947, p. 43

    [6] español sociólogo, economista, botánico, escritor, político

    [7] Fondo García Garófalo, Legajo 2 Expediente 117, 4 de mayo de 1944 (mecanografiado) Carta enviada por Garófalo a Emeterio Santovenia comunicándole la posible distribución de la casa de la maestra Nicolasa Pedraza y Bonachea

    [8] Revista Bohemia La Maestra Nicolasa de Santa Clara (en el primer Centenario de su muerte) por Fausto Vilches