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Identidad del mediador

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    1. Empezando a mediar
    2. De donde venimos
    3. Donde se pone el mediador
    4. Omnipotencia del mediador
    5. Breve manual de autoayuda para fracasar en mediación

    "Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. La identidad no es una pieza de museo, quietecita en la vitrina, sino la siempre asombrosa síntesis de las contradicciones nuestras de cada día".

    (Eduardo GALEANO, "El libro de los abrazos")

      A) EMPEZANDO A MEDIAR:

    Hace aproximadamente un año y medio se acercaba la vigencia de la ley de mediación obligatoria previa al juicio (Nº 24.573). Eran tiempos de entrenamientos intensivos, pasantías aceleradas, voraz lectura de toda la bibliografía disponible, mucha movilización interior, grandes expectativas, ofertas de cursos aquí y en el exterior, urgencias por montar la infraestructura, COMENZAR A MEDIAR…PREPARADOS, LISTOS, YA…!

    Y DE PRONTO NOS ENCONTRAMOS "MEDIANDO". DEMASIADO PRONTO, TAL VEZ. Casi sin tiempo interior para articular los nuevos conocimientos, para internalizar el rol mediador ni para pensar/nos como mediadores. Carentes de modelos identificatorios, por tratarse de una disciplina nueva, – tan nueva – que varias ciencias del hombre se disputan su paternidad. Los casos asignados desde Tribunales comenzaron a llegar inmediatamente y nos encontramos haciendo experiencia a un ritmo más veloz del que imaginábamos. Nos encontramos, de pronto, en la necesidad de explicar quiénes éramos los mediadores y qué hacíamos. Tuvimos que explicar más de una vez que la mediación no era ni:

    ¨       La privatización de la justicia.

    ¨       Una consejería.

    ¨       Una terapia familiar.

    ¨       Algo similar al tele – arbitraje que realiza Luis Moreno Ocampo en el programa Forum.

    ¨       Una actividad de intercesión religiosa.(sí, aunque parezca mentira).-

    Ahora bien, explicar en qué consiste la mediación o qué es ser mediador, es más difícil que decir lo que no es.¿ A qué se deberán las dificultades para definirnos en términos no académicos?

    B) DE DONDE VENIMOS:

    Quienes ejercemos como Mediadores, venimos de otra profesión de base (en mi caso Abogacía y Psicología Social; en otros, Psicología Clínica). Llegamos a la mediación con una identidad profesional conocida, por venir de carreras incorporadas hace mucho tiempo a la cultura. Partimos desde nuestra profesión de origen, para contruir una nueva actividad y transcenderla. Sin embargo, todo ese bagaje cultural está en nosotros, también es nosotros. Así se producen ciertos entrecruzamientos entre todo lo que fuimos aprendiendo, trabajando y siendo durante nuestra vida, un proceso interior que nos permite hoy en día ser también mediadores.

    En una ocasión le preguntaron a Pavlovsky (médico psiquiatra, psicodramatista,dramaturgo y demás vocaciones) por qué siendo un profesional "Psi" era actor. – Porque puedo, contestó.

    En el caso de los mediadores que venimos del ámbito jurídico, es frecuente encontrarnos con colegas que desde hace tiempo nos fuimos corriendo del rol del "abogado típico" (netamente litigante) pasando a privilegiar un rol más "negociador". Quienes trabajamos en Derecho de Familia, hace tiempo que fuimos ampliando nuestra formación, incorporando elementos de psicología de distintas orientaciones (sistémica, psicoanalítica, social).

    Hace aproximadamente diez años una psicoanalista que intentaba hacernos pensar acerca de nuestra identidad profesional en el Colegio de Abogados de San Isidro, dijo que "dos abogados litigando son como dos hermanos que se pelean por el amor del padre" (El Juez, a quien hay que convencer que uno es quien tiene razón).(Mami, mi hermano empezó, yo no fui…- recordé.)

    Todavía recuerdo el impacto que me produjeron esas palabras. Tal vez, casi sin darme cuenta, allí haya empezado el corrimiento del que hablaba más arriba.

    c) DONDE SE PONE EL MEDIADOR:

    La urgencia de los primeros tiempos de la mediación pasó. Ahora tenemos más tiempo para pensar en nuestra tarea y en nosotros mismos realizándola/realizándonos en ella.Entonces surge la pregunta:

    ¿Quiénes somos los mediadores? ¿Cuál es nuestra identidad?

    ¿Por qué algunos abogados y psicólogos elegimos ser mediadores? ¿Qué significa mediar? ¿Cuál es – en esencia – nuestro rol profesiónal ? ¿Qué características en común tenemos los mediadores?

    Los interrogantes comenzaron a exigirme algunas respuestas el día en que Agustín – mi sobrino de 8 años – al escucharme hablar de mi nueva actividad, me preguntó ingenuamente:

    TIA: SER MEDIADOR QUIERE DECIR "ESTAR EN EL MEDIO"?

    Le respondí que esa no era la definición exacta de mi trabajo, pero que en esencia se le asemejaba bastante… Bastante más de lo que hubiera querido.Y aquí sufrí otro impacto como aquel de hace tantos años.

    ESTAR EN EL MEDIO DE QUE O DE QUIEN…?

    Cada mediador sabrá, de acuerdo a su historia, en qué lugar se está poniendo… (¿ no pretenderá, estimado lector, que publique mi respuesta, verdad? )

    Acudo al diccionario para buscar la definción más común de mediación.Allí se dice que mediar es "llegar a la mitad. Interceder, rogar por alguien. Interponerse entre los contendientes, procurando reconciliarlos".

    Acaso no es eso "estar en el medio"?

      ESTAR EN EL MEDIO CON UN ANHELO PROFUNDO DE REPARAR SITUACIONES Y RELACIONES

      Esta característica que no es exclusiva del rol mediador, sino común a otros roles profesionales asistenciales: Psicoterapeuta, Psicólogo Social, Asistente Social.-

      ESTAR EN EL MEDIO PARA ESCUCHAR, PREGUNTAR, CONTENER, PACIFICAR, FACILITAR…

    El mediador se propone para esto y mucho más.

    d) OMNIPOTENCIA DEL MEDIADOR:

    Es aquí donde me pregunto, si la actividad del mediador (comparable – en mi opinión – a la coordinación de grupo operativo centrado en la tarea de resolver un conflicto sin litigio) tiene algo (o mucho) de omnipotencia…

    Encuentro un autor que lo explica perfectamente, por eso tomo prestado su texto en este artículo.

    Dice Nicolás CAPARROS que "…el hecho de que un individuo o un pequeño grupo de individuos se dirija con ambiciones de control, ordenación, redistribución, saber, o se ofrezca como lugar de acomodo, parapeto, orientación, descanso, etc. a un grupo que se presenta o se diseña en el lugar de la necesidad, la demanda o el deseo, implica y eso parece obvio, una cierta "vocación", dígase inclinación, impelida por una cierta personalidad de base. A esa tendencia quiero llamarle omnipotenciaSucede después, que como todo rasgo del carácter o como con cada tendencia de la conducta, esta omnipotencia tiene su faceta intrumental y por lo tanto fomentable y al mismo tiempo, su lado oculto incluso a los ojos del propio sujeto, lo que Freud habría llamado latente y que justamente se ejerce y se actúa en el sentido antiinstrumental del término en la contratransferencia.No quiere decir esto que lo contratansferencial sea negativo per se.Lo único peligroso y por lo tanto potencialmente negativo de este proceso, es la inadvertencia del mismo.Poder "estar ahí", es la condición sine qua non…Tal vez, entonces, sea necesaria una cierta dosis de omnipotencia para acceder al "estar ahí" grupal."(CONTRATRANSFERENCIA Y GRUPOS", autor citado, publicado en "Lo grupal 6", Ediciones Búsqueda).

    E) CONCLUSION:

    Somos mediadores porque podemos serlo … o porque no podemos dejar de serlo. Qué más da.

      BREVE MANUAL DE AUTOAYUDA PARA FRACASAR EN MEDIACION (publicado en EL OTRO, Revista del Ambito Psi, mayo de 1997)

      Existen muchos manuales que enseñan cómo ser mediador y no morir en el intento.

    Ante tanta oferta bibliográfica disponible, renuncio a la tentación de recopilar distintos conceptos teóricos entrecomillados y presentarlo en la editorial. Elijo transitar una vía menos solemne (pido perdón a mis colegas del  ámbito judicial por semejante osadía) pero que me divierte más la ironía.

    Porque creo que no todo lo importante debe decirse seriamente (ni todo lo que se dice seriamente es importante).

    Pero como nunca nada es totalmente original, reconozco que la lectura del artículo de Celia Elzufan y Hugo Hirsch, "Como equivocarse en terapia breve" (publicado en el libro "Estrategias Terapeuticas Institucionales – La Organizacion del Cambio"), obró como disparador de la escritura de este pequeño manual (¿o debería llamarlo "antimanual"?).

    Solicito la participación cómplice del lector:

    1) NO TENGA EN CUENTA LA MOTIVACION y APTITUD DE LOS PARTICIPANTES: Considere con idéntico grado de motivación a quien solicitó voluntariamente una mediación privada que a aquel que acude a mediación por obligación legal, como requisito indispensable para poder iniciar una demanda judicial. Trátelos por igual. Dé por sentado que todas las personas que tienen un conflicto tienen disposición y aptitud para llegar a un acuerdo favorable y que a nadie le gusta delegar la autoridad en sus abogados o jueces.

    2) INTERCALE LAS MEDIACIONES ENTRE SUS OTRAS ACTIVIDADES PROFESIONALES: llegue al lugar de reunión sobre la hora, no tenga preparado el espacio físico con la cantidad de sillas necesarias, no se tome un descanso entre una mediación y otra, atienda llamados telefónicos mientras está  reunido y permita que los participantes mantengan encendidos sus teléfonos celulares. Favorecer , de este modo, el clima de trabajo.

    3) OMITA ESTABLECER CLARAMENTE EL ENCUADRE: Elimine el discurso inicial del mediador, con el que tanto le insistieron en los entrenamientos. Ud. está  aburrido de decirlo todos los días y los abogados de escucharlo. Dé por sentado que los participantes ya saben qué‚ es una mediación. Si comprueba que no es así, vaya agregando normas de procedimiento sobre la marcha( acaso la mediación no es un procedimiento flexible?).

    4) DEJE QUE CADA UNO SE SIENTE DONDE QUIERA: así es muy probable que alguno de los presentes quiera liderar la reunión, se siente en su silla y Ud. se evite el trabajo de coordinar. El se ocupará  de ello.

    5) CONSIDERE QUE ES LO MISMO MEDIAR EN UNA CUESTION PATRIMONIAL QUE EN UN CONFLICTO FAMILIAR: si Ud. es mediador, considérese instrumentado por igual para intervenir en un reclamo de indemnización por daños y perjuicios derivados de un accidente de tránsito, en un conflicto de derechos de autor, la fijación de un régimen de visitas o en un tenencia de hijos.

    6) SEA PERMISIVO: no corra el riesgo de ser tildado de autoritario o parcial. Deje que los participantes discutan en voz alta, se ofendan y descalifiquen. Facilíteles un  ámbito donde hacer catarsis. Sólo intervenga cuando hayan empezando a golpearse, para evitar que le desordenen la oficina.

    7) SOSTENGA EL PROCESO DE MEDIACION A CUALQUIER PRECIO: Parta de la premisa que todos los casos son mediables. Si la mediación se cae, siempre ser  responsabilidad suya. No evalúe la productividad de la tarea realizada por los participantes, ni las posibilidades reales de llegar a un acuerdo; no se preocupe por detectar si las personas están en condiciones emocionales de hacerse cargo personalmente de la búsqueda de solución al conflicto; insista en los beneficios de la mediación a un punto tal que el que no logre arribar a un acuerdo necesite acudir a un psicoanalista para superar la culpa de haber acudido a la v¡a judicial.-

    8) NO AMPLIE SU ESQUEMA CONCEPTUAL PARA OPERAR EN MEDIACION: piense que lo que Ud. no sepa lo sabrá  el comediador y que el trabajo interdisciplinario lo acercar  a la esperada completud. Después de todo, Ud. hace 15 años que es psicoanalista o abogado y no va olvidar de golpe todo lo aprendido.No haga cursos de psicolog¡a si es mediador-abogado, ni se acerque al derecho de familia si es mediador-psi.

    9) EMITA OPINION PROFESIONAL: si es abogado recuérdeles a las partes sus derechos en la disputa (sus propios abogados podrían olvidarse de asistirlos); si es psicoanalista,diagnostique rápidamente y etiquete a la partes, interprete todo lo sucede a nivel inconsciente. Verbalice todas sus interpretaciones.

    10) INTERVENGA EN UNA SOLA AREA DEL CONFLICTO: Si es abogado, escuche a las partes sólo desde el reclamo explícito (por ej.: dinero).Olvídese de los obstáculos vinculares que dificultan el acuerdo. Si es psicoanalista, no escuche el problema concreto de los participantes. Recuerde que para un "psi", todo lo que se dice siempre es otra cosa.

    Este sencillo manual es una obra abierta. Se ampliar  con el tiempo, la experiencia y los aportes que le solicito a Ud., lector.Se anima a compartir sus reglas básicas para fracasar en mediación?

     

     

    DRA. MIRTA SUSANA NUÑEZ

    Mediadora, Reg. M.J.N. Nro. 551

    Abogada especialista en Derecho de Familia, Psicóloga Social, Formación en Terapia Familiar Sistémica

    Posgrado en Psicodrama Psicoanalítico (U.B.A.), Psicodramatista (Centro de Psicodrama Psicoanalítico Grupal),

    Consultora en Planificación Personal, Patrimonial y Sucesoria. Miembro integrante del CAPS (Consejo Argentino de Planificación Sucesoria).

    Directora del Newsletter "Familia, Patrimonio y Planificación"

    http://ar.groups.yahoo.com/group/familiayplanificacion/

    Web site: www.familiaysucesiones.com.ar

    E-mail:

    Buenos Aires, Argentina