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Elaboración de un modelo de enemigo, el caso de la guerrilla en Guatemala


Partes: 1, 2

  1. Objetivo del Trabajo Práctico
  2. Introducción
  3. Modelización del enemigo – el caso guatemalteco
  4. Reflexiones
  5. Conclusiones
  6. Fuentes

Objetivo del Trabajo Práctico

Aplicar los elementos teóricos adquiridos en el desarrollo de la cátedra a cargo del Profesor Guillermo Campos, al análisis de la construcción de un modelo de enemigo, basándonos en lo visto durante el desarrollo de la asignatura y aportando los elementos teóricos de las fuentes Teoría del partisano y El enemigo como sistema.

Introducción

De la lectura del material fuente, luego de analizar los contenidos teóricos abordados en el desarrollo de la cátedra, se abordó la producción del siguiente trabajo práctico, en el cual se desarrollan los criterios solicitados en función de las consignas recibidas.

Para poder definir el modelo de enemigo desde la percepción como analista de inteligencia, se debe aclarar que, ante todo, el enemigo es definido por el decisor. En este caso, el decisor político del más alto nivel. Basándonos en esa premisa, la construcción del enemigo como sistema surge de la aplicación de los elementos teóricos que se vieron durante el transcurso de la cátedra. Como trabajo en equipo con otros analistas, se han consensuado los criterios para aportar el análisis respecto de un enemigo que opera en el continente americano habida cuenta de la experiencia aportada por William Santizo. El enemigo, dentro de este marco teórico, es la guerrilla guatemalteca.

Modelización del enemigo – el caso guatemalteco

Desarrollo

Al comenzar a desarrollar el material de análisis, lo primero que resaltó la atención del equipo de trabajo es la postura del autor del texto el enemigo como sistema. Este autor enfatiza una estructura de anillos para definir al enemigo. También aportamos esta noción a nuestra propia estructura.

Dentro de este concepto podemos buscar modelizar a un enemigo que reúna ciertos criterios tomados de la Teoría del Partisano, de Carl Schmit; para ello consideramos conveniente que este modelo de enemigo, reúna por lo menos cinco características para que se adapten a lo que el grupo considera importante. Nuestro modelo de enemigo debe contener las siguientes dimensiones:

  • 1. Irregularidad del Guerrillero,

  • 2. Que tenga por objetivo: "La Revolución Comunista en todos los países",

  • 3. Que Opere y haga uso de "El aspecto del Espacio",

  • 4. Que para alcanzar sus fines tenga que recurrir a la "Destrucción de las Estructuras Sociales",

  • 5. Y que posea una "Relación Internacional".

Pasaremos a analizar cada uno de estos aspectos

1. IRREGULARIDAD DEL GUERRILLERO: Para una Teoría del Guerrillero, tal como aquí se la entiende, no hay que perder de vista algunos criterios para que el tema no se esfume en una generalidad abstracta. Estos criterios son: irregularidad, incrementada movilidad del combate activo e incrementada intensidad del compromiso político.

En las situaciones de la guerra fría se convierte en un técnico del combate invisible, en saboteador y en espía. Ya durante la Segunda Guerra Mundial existieron unidades de sabotaje con adiestramiento guerrillero.

El guerrillero es precisamente alguien que evita portar armas en forma ostensible, alguien que combate con emboscadas, alguien que utiliza tanto el uniforme del enemigo como signos de identificación fijos o removibles y toda clase de ropas civiles como camuflaje. El ocultamiento y la oscuridad son sus armas más potentes a las que honestamente no puede renunciar sin perder el espacio de la irregularidad; esto es: sin tener que dejar de ser guerrillero.

Clausewitz conoció al guerrillero a partir de los planes insurreccionales prusianos del año 1808/13. Dio conferencias entre 1810 hasta 1811 en la Escuela General de Guerra en Berlín sobre la guerra a pequeña escala y fue uno de los especialistas militares más destacados de esta clase de guerra no sólo en el sentido profesional de la utilización de tropas ligeras y móviles. Para él, al igual que para los demás reformadores de su círculo, la guerra de guerrillas se convirtió "de modo principal en una cuestión eminentemente política de carácter directamente revolucionario. La aceptación de las ideas de pueblo en armas, insurrección, guerra revolucionaria, resistencia y sublevación frente al orden constituido – aún cuando el mismo esté representado por una fuerza de ocupación extranjera – todo eso es una gran novedad para Prusia, algo "peligroso", algo que parecería caer fuera de la esfera del Estado basado en el Derecho."

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