Los valores estéticos presentes en la obra martiana (página 2)
Enviado por Maria del Carmen Hernández
alma, hablo, ellos, están, fila, las manos,
piedra, beso, abren, los ojos, mueven, los
labios, tiemblan, las barbas, empuñan, la
espada, lloran, vibra, la vaina, mudo, beso, la mano.
2. Traición. Dicen, que, beben, hijos, propia sangre, copas,
venenosas, dueños, hablan, lengua, podrida,
rufianes, comen, el pan, oprobio, la mesa,
ensangrentada, pierden, lengua, inútil, último,
fuego, ya, muerto, raza.
3. Reacción. Échame, tierra, bote, el héroe, que, abrazo,
ase, cuello, barre, la tierra, cabeza, levanta,
el brazo, luce, lo, mismo, sol, resuena, la piedra,
buscan, el cinto, las manos, blancas,
soclo, saltan, los hombres, mármol.
Todas las redes de palabras se relacionan. La primera se refiere a la llegada del visitante a los claustros, la segunda a lo que el visitante informa a uno de los héroes, y la tercera a la reacción que provoca la noticia, primero en el héroe elegido y luego en los demás.
El título del poema: "Sueño con claustros de mármol", inicia el primer verso, lo que prepara al lector para la lectura, obviamente referida a un sueño. Sueño se deriva del verbo soñar y este del latín sumnus que significa acto de dormir, con el cual se confundió en castellano el latín sumnium que significa, a su vez, representación de sucesos imaginados durmiendo; sin embargo, el empleo del verbo en presente de indicativo con valor de presente actual revela que el sueño no ocurre durante el acto de dormir, pues se hubiera empleado el pretérito soñé, pero aquí la acción significa también el desiderátum (objeto y fin de un último deseo) y la significación que el propio autor le confirió a este vocablo " el deseo es el sueño" (Martí, José: 1884), se puede decir que es su voluntad, su deseo, el encuentro llega como su anhelo.
El sintagma nominal claustros de mármol, ubica al lector en el lugar donde se desarrolla la acción, claustros son galerías cerradas por muros en las que hay mármoles cuyo color conocemos por la expresión las manos blancas (verso 37). De lo anterior se infiere que son estatuas, el sustantivo mármol está en lugar de estatuas, además el mármol estatuario es de color blanco. Por la significación del sustantivo claustro se intuye que es un recinto sagrado, reafirmado por la expresión silencio divino, el empleo de este adjetivo refuerza la significación de su sustantivo, que ya de por sí implica falta de ruido, excluye toda relación de sonidos, es un silencio absoluto. Queda descartada la posibilidad de que sean bustos, pues el complemento preposicional de pie, intencionalmente utilizado a modo aclaratorio por el uso de las comas, hace referencia a estatuas, las que el autor ha colocado en fila, en formación para significar que son estatuas de guerreros, de militares, son héroes de la guerra.
En la primera estrofa aparece la metáfora la luz del alma, empleada por el autor en textos:"Todo, o casi todo, se sabe ya de la luz de la tierra. ¿Y quién sabe algo nuevo sobre la luz de la luz del alma? (Martí, José: 1882) o "Ni en el alma se acaba la luz " (Ibídem 1875). Para comprender la significación de esta metáfora es necesario conocer la etimología del vocablo alma, viene del latín anima que significa aire, aliento que en una de sus acepciones significa vigor del ánimo, voluntad, deseo. Entonces se comprende que Martí se refiere a la claridad que brota de su voluntad, del deseo de que el encuentro suceda. Aparecen otras metáforas pero de muy fácil comprensión. En esta misma estrofa en el sintagma de noche advertimos una marcada intención de destacar cuando se produce el sueño, pues así comienza la tercera oración / ¡De noche, a la luz del alma, hablo con ellos:/(versos 4-5) a la que yuxtapone otra oración formada solamente por el complemento, pues el verbo hablar está implícito, es decir, hay elipsis de este verbo (verso 5). Las dos oraciones forman una enunciativa con matiz exclamativo. Aquí llama la atención el uso del signo de puntuación utilizado para abrir, pues no ocurre así en otras exclamativas del texto, en las que solamente aparece el del cierre.
En las oraciones las manos de piedra les beso (versos 7-8) y mudo les beso la mano (verso 14), el uso de la referencia personal anafórica les se refiere a ellos, a los héroes. En ambas oraciones la acción verbal recae sobre, pudiera decirse, el mismo objeto directo; pero uno es plural (las manos) y el otro singular (la mano). En la primera oración la acción de besar está dirigida a una de las manos de cada uno de los héroes, lo que sucede al pasar junto a cada uno de ellos, como muestra de respeto por lo que ellos simbolizan para el autor. A partir de aquí las acciones provocan reacciones que se dan en forma de cadena, pues el acto de besar provoca el despertar, evidenciado por las prosopopeyas: abren los ojos, mueven los labios, tiemblan las barbas, empuñan la espada (de piedra) y vibra la espada. Este despertar sorprende al visitante, expresado por el adjetivo mudo que funciona como complemento predicativo. Hasta aquí se infiere que ha sucedido lo que no esperaba el visitante, de ahí la mudez que le provoca la acción de besarles, ya no las manos, sino que las ha reunido todas en una: la de la disposición, la de la voluntad de continuar vivos. Si bien en la primera oración el acto de besar es un hecho concreto dirigido a cada héroe, en la segunda es un acto imaginado, está en la mente del autor como premio a la voluntad de los héroes.
El adjetivo lloroso, que está también funcionando como complemento predicativo, nos muestra los profundos sentimientos de amor que le provoca al autor la presencia de un héroe en particular al que se abraza en gesto preferencial, lo que nos hace pensar en una figura relevante, un jefe, alguien a quien Martí valoró por sus actos y al que considera el idóneo para escuchar lo que sucede a sus espaldas, la traición de sus sucesores, que el autor muy sabiamente cambia por hijos para dar la connotación de que nacieron por él, por este héroe, y son el fruto de lo conquistado por él. La traición cometida por estos hijos se expresa a través de epítetos, en los que se nota la selección de vocablos que significan cosas malas, repugnantes y feas, como son: copas venenosas, lengua podrida, mesa ensangrentada. También utiliza otros que, aunque no tienen la significación antes mencionada, sí expresan claramente lo peligroso que resulta la traición. Con idéntico propósito utiliza la metáfora pan del oprobio, con la que refuerza todo lo expresado anteriormente. Al profundizar en esta metáfora nos damos cuenta que lo que comparten no es precisamente pan, sino lo amasado, lo formado por la ignominia y la deshonra.
Ya comentamos que el sueño no era más que el deseo de Martí de encontrarse con estos héroes, motivado por las preocupaciones que tenía en relación con la nueva situación que amenazaba a América. En la tercera estrofa hay una reacción agresiva del héroe a quien se ha abrazado, esto es el reflejo del tormento que el autor siente y la necesidad de hacer algo. Pudiera pensarse que este héroe al que el autor abraza sea Simón Bolívar, pues existen otros textos escritos por Martí en los que utiliza un léxico similar:" Pero cuanto dijéramos, y aún lo excesivo, estaría bien en nuestros labios esta noche, porque cuantos nos reunimos aquí, somos los hijos de su espada " ( ); " ! parece que los héroes todos de la libertad, poblaban apiñados aquella bóveda hermosa ( ); "¿ A dónde irá Bolívar ? ¡Al brazo de los hombres para que defienda de la nueva codicia la tierra donde será más dichosa y bella la humanidad. La identificación de Martí con Bolívar se aprecia también en el texto Tres héroes contenido en La Edad de Oro, cuando expresó:" y cuentan que el viajero, solo con los árboles altos y olorosos de la plaza, lloraba frente a la estatua, que parecía que se movía, como un padre cuando se le acerca a un hijo "; " El viajero hizo bien porque todos los americanos deben querer a Bolívar como un padre. A Bolívar, y a todos los héroes que pelearon como él porque América fuese del hombre americano ( ). Constituyen estas citas muestras de intertextualidad con el poema XLV "Sueño con claustros de mármol".
En la estrofa mencionada anteriormente la acción nos llega, en este fragmento del poema, a través de los verbos echar (en su acepción de lanzar), asir, barrer, como resultado de lo que el autor cree merecer; y levantar, resonar, buscar y saltar como el regreso de los héroes a la batalla, con lo que expresa el cese de su tormento y su paz espiritual. Entonces ahora sabe lo que debe hacer.
Martí emplea en la tercera estrofa del poema dos sustantivos, que a nuestro juicio, son dignos de análisis, son: bote y soclo. Bote significa golpe de lanza, pero él lo ha utilizado como sinónimo del verbo tirar, es una sustantivación de botar, por lo que en el texto bote significa tirón. Después de consultar varios diccionarios de la lengua española y de no encontrar el vocablo soclo, llegamos a la conclusión de que no pertenece a nuestra lengua; sin embargo, sí aparece en los diccionarios de lengua inglesa como sinónimo de pedestal que significa en español zócalo. Por supuesto que en inglés la palabra no se escribe tal y como aparece en el texto, sino socle, de ahí la suposición de que Martí haya españolizado un término de una lengua que conocía tan bien como la suya. El cambio consiste en la sustitución de la e de socle (en Inglés no existen los morfemas de género) por la -o y así coincide con el género, en español, de pedestal y zócalo (término de arquitectura).
La mayoría de las formas verbales son simples, y corresponden al presente de indicativo con valor de presente actual, lo que le permitió al autor la coexistencia de la acción con el acto del habla. La única forma verbal compuesta aparece como núcleo de la subordinada / ¡que ya se ha muerto tu raza! / la que por su gran significación en el texto, se analiza. La forma verbal ha muerto es una frase verbal de participio, en la que el verbo perfectivo morir indica proceso acabado, pero además está modificada por el adverbio temporal ya en su referencia al pasado, lo que nos muestra la intención del autor de significar la conclusión del proceso, pues el adverbio refuerza la acción verbal. Por otra parte el reflexivo de participación se, al no precisar la verdadera actividad del sujeto hace que el proceso verbal tenga valor medio, impreciso. Esto nos conduce a la interrogante ¿se mató? o ¿la mataron? Lo segundo encierra más veracidad que lo primero. Es precisamente esta acción la que provoca la furia del héroe.
En el texto hay predominio de la yuxtaposición, de las 34 oraciones que lo forman, veintiséis responden a esta clasificación y solo ocho son subordinadas, lo que hace que la sintaxis sea emotiva. Si hacemos un recorrido por el texto nos percatamos de que esta causa un efecto de acción que comienza lento (primera estrofa) y se va haciendo más rápido, se produce una pausa (segunda estrofa) y vuelve a hacerse rápido en la tercera estrofa.
Todo el poema evidencia una gran poesía y un sentido plástico, dados por la forma y la línea que conducen a lo trágico. La presencia de numerosos recursos expresivos (metáforas, epítetos, prosopopeyas) en el texto demuestra la esteticidad de su obra. El uso de la mayúscula al inicio de cada verso y el signo de exclamación de cierre y no de apertura, son algunas características que identifican al Martí escritor. Todo lo expresado anteriormente nos muestra la existencia de un estilo que tipifica la literatura martiana, en la que se destaca su valor estético.
El poema nos muestra cómo a través de un sueño el poeta enfrenta al hombre (lo animado), a la piedra (lo inanimado), a la grandeza y lo cotidiano, a lo móvil y a lo estático en el escenario donde ha ido a rendirles culto y más que eso a buscar consuelo a su alma perturbada. Nos presenta a los héroes que lucharon ayer, convertidos en héroes de piedra, piedras solemnes que representan la historia de los pueblos, piedras que deben ser admiradas.
José Martí fue un escritor de talla singular, futuro y presente y, además, uno de los despertadores de los nuevos tiempos, en la América Nuestra y en el mundo.
Grass Gallo, Élida. Textos y Abordajes. La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 2002.
Roméu Escobar, Angelina. Teoría y práctica del análisis del discurso. La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 2003.
____________________. El enfoque Cognitivo, Comunicativo y Sociocultural. La Habana: Editorial Pueblo y Educación, 2007.
– Valdés Galárraga, Ramiro. Diccionario del Pensamiento Martiano.
La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 2007.
– Martí, José. Obras Escogidas Tomo II. La Habana, Editora Política, 1978
– ____________________. "Três héroes" en La Edad de Oro. Ciudad
de La Habana, Editorial Pueblo y Educación, 1995
Anexo 1
XLV-SUEÑO CON CLAUSTROS DE MÁRMOL…
Sueño con claustros de mármolDonde en silencio divinoLos héroes, de pie, reposan:¡De noche, a la luz del alma, Hablo con ellos: de noche!Están en fila: paseoEntre las filas: las manosDe piedra les beso: abrenLos ojos de piedra: muevenLos labios de piedra: tiemblanLas barbas de piedra: empuñanLa espada de piedra: lloran:¡Vibra la espada en la vaina!Mudo, les beso la mano.
¡Hablo con ellos, de noche! Están en fila: paseoEntre las filas: llorosoMe abrazo a un mármol: "¡Oh mármol,Dicen que beben tus hijosSu propia sangre en las copasVenenosas de sus dueños!¡Que hablan la lengua podridaDe sus rufianes! ¡Que comenJuntos el pan del oprobio,En la mesa ensangrentada!¡Que pierden en lengua inútilEl último fuego! ¡Dicen,Oh mármol, mármol dormido,Que ya se ha muerto tu raza!"
Échame en tierra de un bote El héroe que abrazo: me aseDel cuello: barre la tierraCon mi cabeza: levantaEl brazo, ¡EI brazo le luceLo mismo que un sol!: resuenaLa piedra: buscan el cintoLas manos blancas: ¡del socloSaltan los hombres de mármol!
Autor:
Lic. María del Carmen Hernández Díaz
Lic. Gueldys Pupo del Castillo
UCP "Enrique José Varona"
Taller Martiano de Carreras Pedagógicas para
Estudiantes Chinos
Curso 2010-2011
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