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El engorde a corral (página 2)

Enviado por Dionel Kimmich


Partes: 1, 2

Cuando se es el productor de sus propios alimentos, debe sembrar híbridos que produzcan altos rendimientos y aplicar la más alta tecnología para bajar los gastos de alimentación.

Si la zona es marginal para el maíz, lo conveniente es sembrar sorgo granífero y procesarlo para aumentar su digestibilidad. El heno de alfalfa, es un buen recurso como aporte de proteínas y fibra. Es decir cuando se elige la zona hay que dar a los animales el alimento más barato y más fácil de conseguir y dentro de estos los de más alta energía. Para obtener una alimentación barata hay que lograr altos índices de conversión.

D. Venta de hacienda

Con respecto al destino de la hacienda gorda terminada, tendría tres posibilidades:

  1. Venderla directamente a los frigoríficos locales, ya sean exportadores o proveedores de mercado interno, hay que realizar con ellos negocios de largo plazo, ya que al frigorífico le conviene, por la calidad, la continuidad, la homogeneidad de las reses y por obtener mejores rindes al gancho. Todos estos factores hacen a la rentabilidad del frigorífico
  2. Vender directamente la carne en carnicerías o supermercados, teniendo que pagar el servicio de faena a un frigorífico. Esto requiere tener una organización y control de todo el negocio.
  3. Vender la hacienda a través de firmas consignatarias.

E. Zona donde se instala el feedlot

No siempre se da el caso de que se pueda elegir la zona para instalar un engorde a corral, ya que nuestro establecimiento puede o no estar ubicado en la zonas más aptas para hacerlo.

Lo importante es que el animal se sienta confortable dentro del corral para que pueda expresar todo su potencial de engorde, porque lo que se busca es el aumento de peso sin obstáculos que puedan retrasar su desarrollo. Un animal que camina y duerme sobre el barro difícilmente pueda tener muy buenos aumentos de peso.

Las condiciones ideales para establecer un corral de engorde:

El suelo tiene que ser lo más compacto posible y con pendiente natural, para que el agua de lluvia drene y escurra rápido y no se acumule en el corral formando barro. Debe asegurarse que la zona no tenga problemas de inundaciones.

La zona debe tener un clima seco, con bajas precipitaciones, especialmente en invierno. Estas condiciones además de favorecer la no formación de barro en los corrales, ayuda a tener una mejor sanidad general de los animales dentro del feedlot.

Alta humedad combinada con altas temperaturas y lluvias frecuentes con acumulación de barro, son factores que hacen disminuir el consumo del animal y por consiguiente su ganancia diaria. La temperatura media de la zona debería ser la temperatura confort, que para las razas británicas y continentales es de 0 a 21 ºC y para las índicas y sus cruzas es de 5 a 25 ºC. Por arriba o por debajo, el animal pone en funcionamiento sus mecanismos de termorregulación con el consiguiente gasto de energía.

La calidad y provisión de agua es un factor básico para la instalación de un feedlot, tener pozos con buen caudal de agua y que esta sea física y químicamente apta para el consumo de la hacienda

Es importante que el feedlot esté cerca de los campos de cría, ya que se disminuyen los gastos de flete y se asegura la reposición. Por otro lado es mejor si está alejado de las zonas de invernada así se elimina la competencia que ejercen por los terneros.

Otra cosa a tener en cuenta es estar cerca de las zonas que producen granos, que por una cuestión de flete, no les conviene llevar los granos a los puertos, esto asegura un alimento más barato.

FIGURA 1

ZONAS MÁS APTAS PARA FEEDLOT

CAPÍTULO III

INSTALACIONES

Las instalaciones no necesariamente tienen que ser costosas. Un feedlot puede funcionar correctamente con instalaciones que sean prácticas y de bajo costo. Lo importante es que deben estar bien diseñadas para que, una vez que empiezan a funcionar, no aparezcan sorpresas que no se puedan solucionar rápidamente o sean costosas de arreglar. Es muy importante entender que el animal debe estar cómodo para poder expresar toda su capacidad de engorde. Todos los errores que se cometan por abaratar costos en las instalaciones y en el manejo van a provocar una disminución en el consumo y de la eficiencia de engorde.

A. Características de los corrales

La superficie del corral depende de la cantidad de cabezas, si la zona es seca entre 15 y 25 m2 por cabeza, si es húmeda entre 30 y 50 m2 por cabeza. Uno de los puntos a tener en cuenta es que los corrales deben estar lo más cercanos a la manga posible, ya que los animales tendrán que trasladarse menos. El piso es un factor muy importante, el barro no va de la mano con el engorde, el animal no se siente confortable dentro de un corral con barro y esto lo expresa en su ganancia de peso diaria. Los corrales deben hacerse en terrenos con pendiente hacia el lado opuesto al de los comederos para que el agua de lluvia escurra y no se acumule en el corral.

Se puede recomendar que en el feedlot haya un corral de readaptación, ya que generalmente entre el 5 y 7% de los animales no se adapta a la ración y no comen. Estos animales hay que llevarlos a una pastura y al cabo de unos días ingresarlos nuevamente a los corrales para su readaptación o si no se justifican por su número venderlos.

Los alambrados pueden ser de cinco o seis hilos, con postes de madera cada 10 o 12 metros y con varillas cada 2 metros. También se puede adquirir en el mercado otras opciones. Lo importante cuando se instala alambrados es que no sea demasiado costosos pero que tenga una buena durabilidad. La altura del alambrado debe estar entre 1,20 y 1,40 metros. La línea del corral que da contra el comedero, puede llevar de dos a tres hilos con cinco varillas por claro, por donde el animal pasará su cabeza para alcanzar el comedero.

B. Comederos

Los comederos se colocan por fuera del corral y su tamaño dependerá del peso y dimensión de los animales. Lo ideal es que sean de hormigón y abiertos en las puntas para que el agua de lluvia escurra. Es conveniente que el lado que da contra la calle sea más alto que el lado que da contra el corral, para evitar la caída del alimento del lado de la calle. Todos los bordes del comedero deben ser redondeados, sin hendiduras ni vértices rectos, para evitar que se acumulen restos de alimentos y que estos se descompongan, previniendo así la disminución del consumo por emanación de malos olores y rechazo por parte del animal del nuevo alimento que se distribuye. Tampoco deben tener lugares huecos en sus lados externos por las mismas razones. No sólo la descomposición del alimento provoca una baja en el consumo sino que permite la proliferación bacteriana, que puede bajar la calidad sanitaria de la hacienda.

FIGURA 2

ESQUEMA DE UN COMEDERO

C. Bebederos

Los bebederos deben ser chicos, ya que en el corral, los novillos, van tomando a medida que necesitan y no como en el campo que lo hacen todos juntos. Al ser chicos permiten mantener el agua siempre limpia y fresca por la gran circulación que hay en la misma y además se evita tener que limpiarlos todos los días. Es importante que los bebederos estén cerca de los comederos para estimular el consumo de alimento. El camino del bebedero al comedero debe estar seco y transitable. Los bebederos deben tener un desagote para poder vaciarlos, con el fin de limpiarlos.

Los tipos de bebederos quedan a elección del productor, pueden ser de hormigón o chapa galvanizada, dependerá del precio de estos y la facilidad de limpieza de los mismos.

La reserva de agua es muy importante, ésta debe garantizar un caudal suficiente como para que la reposición sea la adecuada y garantizando su limpieza y frescura.

CAPÍTULO IV

MANEJO DEL FEEDLOT

Cuando un animal ingresa al feedlot lo hace estresado, debido al viaje y al cambio de hábitat. Por el efecto del estrés está más expuesto a las enfermedades y a una disminución del consumo. Por lo tanto cuando llega al feedlot se lo debe llevar a un corral de recepción, con adecuada disponibilidad de agua de calidad, para que se hidrate previo a realizar el plan sanitario. Debe tener los comederos con buena cantidad de heno (rollo o fardo desmenuzado) para que comience a acostumbrarse al lugar donde luego tendrá su alimento. Luego de 48 a 96 horas, los animales ya descansados e hidratados, están aptos para someterse a la identificación, al plan sanitario correspondiente y al acostumbramiento del rumen a altas concentración de granos.

A. Acostumbramiento del rumen a altas concentraciones de grano

Una vez que se hizo una correcta llegada de los animales al feedlot y su correspondiente tratamiento sanitario, se los adapta para que el rumen modifique su flora y fauna de manera que pueda digerir dietas con grandes cantidades de granos.

Este acostumbramiento tiene varias etapas, lo importante es entender que no por dar mucho grano de golpe, se van a obtener altas ganancias de peso, si no por el contrario se puede perjudicar el sistema digestivo del animal.

En los primeros cinco días de adaptación, la alimentación debe contener un 75 % de fibra y el 25 % de balanceado o grano. En caso de pequeños encierres, donde la fibra la van a buscar los animales al campo, en verdeos o pastizales naturales. En esta etapa, el tiempo de pastoreo debe ser de aproximadamente 7 horas. Lo recomendado para este caso es racionar con balanceado a la mañana, luego largar todos los animales al campo y cerrar la tranquera, de manera que ninguno pueda regresar a comer balanceado, y luego del pastoreo, todos al corral. Es decir que el portón debe estar siempre cerrado y los animales todos adentro o todos afuera.

Luego del 6º al 10º día de adaptación la alimentación debe comprender un 50 % de fibra y un 50 % de balanceado. En el caso de encierre, donde la fibra la levantan del campo, el tiempo que los terneros deben estar todos afuera es de 5 horas para esta etapa.

A partir del 11º al l5º día del acostumbramiento, la fibra sólo es del 25 %, siendo el restante 75 % el balanceado. Para los terneros que salen a buscar la fibra en esta etapa es de 3 horas de pastoreo y a partir de este momento se tiene que ir controlando que la bosta se mantenga en grado 1 ó 2 (ver lecturas de la hacienda). En caso que pase a un grado 3, se le adicionará tiempo de pastoreo.

Rápidamente el l6º día la dieta estará compuesta por un 90 % de balanceado y un 10 % de fibra efectiva, y una a dos horas de pastoreo para los animales que regularán el consumo de fibra a campo.

En el caso de querer que la ingesta de fibra se haga con rollos enteros, nunca se le debe colocar adentro de los corrales para consumo a voluntad. Hay que seguir el mismo criterio que los terneros que regulan la fibra a campo, es decir que se colocan los rollos en piquetes de manera que todos tengan acceso a los mismos en forma simultánea, y se los mantiene siete horas a puerta cerrada, es decir que no puedan acceder a los comederos con balanceado para el primer período, cinco horas para el segundo, tres horas para el tercero y una hora y media una vez adaptado.

B. Lecturas de la hacienda

Lectura de la bosta.

Es de mucha ayuda esta lectura, porque permite detectar cómo están digiriendo los animales el alimento.

Para ese fin se clasifica en 6 clases desde -2 a 4.

Bosta -2: es cuando bostean en boñigas como los equinos, generalmente indicador de muy altas cantidades de fibra.

Bosta -1: es una bosta más alta y de menor diámetro que la normal, más dura que la bosta -2, pero del color usual. Generalmente se debe a alimentación con alto contenido de fibra o falta de agua.

Bosta 1: es la normal, perfectamente formada, de color típico y donde se puede notar bien el botón que queda formado en el lugar donde termina de bostear.

Bosta 2: es la que tiene forma y coloración normal, pero no se puede notar dónde terminó de bostear.

Bosta 3: es la bosta de color normal pero sin forma, ya en una bosta diarreica. Esta es indicadora de acidosis subclínica y pérdida en la conversión.

Bosta 4: es cuando el animal bostea en forma diarreica y de color gris. Es indicadora de acidosis clínica.

Lectura del comedero.

La lectura de los comederos se clasifica en 4 grados:

Grado 0: comedero vacío.

Grado 1: es el estado ideal. Es cuando se redistribuye comida nuevamente y le queda el 10 % o casi nada del alimento que se les ofreció en la pasada anterior.

Grado 2: es cuando a la hora de la redistribución se han comido el 90 % de lo ofrecido, pero no lo comieron en forma pareja, generalmente están vacíos en el centro y con comida en los costados. Esto es indicativo de que los animales no están cómodos en el corral.

Grado 3: es cuando se suministra la nueva ración y estos tienen más de un 25 % de la oferta anterior. Esto se debe generalmente a errores en los cálculos de consumo o a dietas con bajo contenido de MS (menor al 75 %).

Lectura del barro

El barro es el peor enemigo del engorde a corral

Nivel 1: piso seco.

Nivel 2: el animal entierra la pezuña.

Nivel 3: el barro cubre parte de las patas y dificulta su desplazamiento.

Los animales que tengan en su corral un nivel 2 de barro, incrementan aproximadamente en un 50 % el tiempo de engorde en ese período y el 18 % su conversión, mientras que los que están en corrales con un nivel 3 de barro, incrementan el período de engorde en un 100 % y la conversión en un 39 % con respecto al piso seco (nivel 1).

Lo importante de estas lecturas es estar siempre alerta e informados de lo que le pasa a la hacienda, ya que permitirá solucionar el problema más rápidamente, con lo cual evitará perdidas, ya sea de ganancia de peso o problemas sanitarios.

C. Rutina diaria de un feedlot

Un feedlot requiere de ser muy rutinario y ordenado para que funcione. Además hay que tener un sistema en donde todos deben saber qué hacer sin preguntar, si se rompe algo, si nota un cambio de comportamiento de la hacienda, saber qué hacer y sobre todo prever que todo funcione. Tomar los tiempos de cada uno de los trabajos, cuánto se tarda para preparar los alimentos, mezclado y distribución.

El primer trabajo a la mañana sería la lectura del comedero. A la hacienda es mejor tenerla siempre con un poco de hambre. El racionamiento hay que hacerlo siempre a la misma hora tanto a la mañana como a la tarde. La cantidad a ofrecer se calcula en relación a la lectura del comedero.

Otro trabajo a realizar todos los días es recorrer los corrales, observar y detectar enfermedades, hacer la lectura de bosta correspondiente.

D. Manejo del agua

Es muy importante que el animal tenga agua en cantidades suficientes, por que además de influir en otros factores, lo hace sobre el consumo de alimento y su productividad. El contenido de agua corporal es mayor en animales jóvenes y disminuye con la edad y con el contenido de grasa corporal. Cuando el animal tiene restricciones severas de consumo de agua, hay una rápida pérdida de peso a medida que se va deshidratando. El consumo de agua va a estar determinada principalmente por la temperatura ambiente y por el consumo de materia seca. Cuanto mayor contenido de sal y proteínas, mayor será el consumo de agua. Un novillo de 360 Kg. puede llegar a consumir entre 28 y 66 litros de agua diarios, según la temperatura ambiente. Si se coloca el agua cerca de los comederos, y además el agua está fresca y limpia, el novillo se va a sentir estimulado para consumir más alimento.

Un tema a tener en cuenta es la calidad de agua. Los rumiantes son capaces de soportar mayor salinidad que los humanos. Cuando el agua es de baja calidad provoca un bajo consumo de agua que repercute directamente sobre el consumo de alimento, además de tener problemas sanitarios como diarreas. Es fundamental en un feedlot hacer un análisis de agua.

E. Forma de pesar la hacienda

Se la pesa solamente a la entrada y a la salida del feedlot, porque mientras menos se la trabaja o mueve mejor será el consumo de alimento. Para medir la producción o ganancia de peso real, se toma como peso de entrada, el peso lleno sin desbaste y como peso de salida, el peso destino con desbaste. La razón por la cual se usa este criterio para pesar la hacienda, en lugar de pesar los dos pesos llenos o los dos vacíos, es que nos brinda una la ganancia real de carne.

CAPÍTULO V

MANEJO SANITARIO EN FEEDLOT

Los sistemas de engorde a corral, constituyen un ambiente de alto riesgo de enfermedades infecto contagiosas, fundamentalmente por el hacinamiento o amontonamiento que los animales sufren durante su estadía en el feedlot.

De todas formas, el problema comienza antes en el campo de cría, los animales están expuestos a ambientes diferentes. Característica del terreno, clima, alimentación, manejo, agentes infecciosos circulantes en el rodeo, esto determina que cada lote que ingresa al feedlot se comporte de manera diferente.

Otro factor es el destete o salida del establecimiento de origen, que muchas veces está alejado del feedlot, lo cual hace que la hacienda tenga que viajar muchas horas. Todos estos factores acompañados del cambio de alimentación, temperatura y precipitaciones, pone a los animales en una situación de estrés de intensidad variable. Este estrés hace bajar la inmunidad del rodeo lo cual los deja más susceptibles a los agentes causantes de enfermedades, ya sean de origen viral o bacteriano.

Se aconseja que los animales que ingresan al feedlot tengan un descanso de 48 a 96 horas que sirva para adaptación, con oferta de alimentación rica en fibra y agua para lograr una buena recuperación del viaje y luego comenzar el control sanitario correspondiente.

Otros tipos de agentes, los parásitos, tanto externos como internos, están también altamente difundidos en muchas zonas del país, produciendo infestaciones en la mayor parte de los animales que llegan al corral de engorde.

Los animales jóvenes, menores de 18 meses constituyen una de las categorías más susceptibles a las enfermedades ocasionadas por parásitos gastrointestinales y pulmonares. Es conocido que las parasitosis internas responden a una interacción pasto-animal-parásito. Esta cadena en el feedlot está interrumpida, por no existir el vehículo de los parásitos, que es el pasto. De todas formas, los animales que ingresan llegan con parasitosis de distinta intensidad, y por lo tanto, expuestos a los efectos de los mismos. Por esta situación se recomienda una desparasitación al ingreso de la hacienda.

A. Acidosis

La acidosis es una enfermedad que se presenta cuando se cambia bruscamente una dieta con alto contenido de fibra a otra con alto porcentaje de grano. Cuando el animal está comiendo fibra, las bacterias predominantes en el rumen son las celulósicas, es decir aquellas que son capaces de degradar la celulosa. Esta degradación de celulosa tiene como producto de la fermentación el ácido acético. Si en forma brusca se cambia la alimentación, proporcionando una dieta rica en concentrados (granos) con alto contenido energético (almidón), no se da suficiente tiempo para que se desarrollen las bacterias capaces de degradar almidón (amilolíticas), produciendo otros tipos de ácidos, como el ácido láctico que provoca una disminución del pH ruminal, paralizando todo el proceso microbiano. Esa producción de ácido además afecta a las papilas de las paredes del rumen, alternándolas, reduciendo su tamaño y provocando úlceras que dificultan el normal funcionamiento. Un síntoma a tener en cuenta, es encontrar animales hinchados, con disminución del consumo o consumo desparejo, con días de alto consumo, con algunas diarreas y salivación excesiva. Estos síntomas reflejan una acidosis de tipo subclínica. Para que esto no ocurra es necesario pasar por el período de acostumbramientos a altas concentraciones de granos en la dieta.

CAPÍTULO VI

PRINCIPALES COMPONENTES QUÍMICOS DE LA DIETA

Para obtener altas ganancias diarias de peso, se debe lograr que los animales consuman raciones con alto contenido de energía, ya que a pesar de la capacidad que tienen los rumiantes de obtener energía a partir de la digestión de la celulosa y hemicelulosa contenidas en los forrajes, ésta no es suficiente para alcanzar ganancias de peso, debido a que produce un rápido efecto de llenado que limita el consumo de forraje y energía.

Cuando a un alimento se le quita toda el agua, se está en presencia de la materia seca, que está compuesta a su vez de materia orgánica y minerales. La materia orgánica se compone básicamente de cinco grupos de moléculas, hidratos de carbono, proteínas, lípidos, vitaminas, ácidos orgánicos.

A. Hidratos de carbono

La principal función de los hidratos de carbono, es la de constituir la primera fuente de energía. Se caracterizan por su alta digestibilidad, dependiendo del tipo de hidrato de carbono que se analice, por ejemplo: los hidratos de carbono que contienen las plantas son básicamente celulosa y hemicelulosa cuya función es de dar estructura a la planta y son parcialmente utilizados por el animal.

El almidón cuyo aprovechamiento por parte del animal, es casi completo, está contenido en el grano como principal componente energético. También son importantes y necesarios para el aprovechamiento de las proteínas y de las grasas y contribuyen a la palatabilidad de los alimentos.

Los principales productos de la digestión de los hidratos de carbono son los ácidos grasos volátiles, los cuales son capaces de ser absorbidos por la membrana de la pared ruminal al torrente circulatorio.

B. Proteínas

Las proteínas en la dieta son la única fuente de aminoácidos con que cuenta el organismo para formar sus propias proteínas. Es decir, las proteínas tienen una función estructural, que es la de formación de tejido animal. Los animales jóvenes, por una cuestión de crecimiento, requieren mayor cantidad de proteínas que los adultos, puesto que todavía no han generado todo su potencial en tejido.

La proteína que va a ser absorbida en el intestino proviene de la proteína microbiana sintetizada en el rumen y de la proteína verdadera que no fue sintetizada en el rumen y pasa directamente al intestino. En el organismo no hay reservas de proteínas por lo cual es importante que se las suministre periódicamente para poder sintetizarlas. Cuando el animal no posee una fuente de energía y hay exceso de proteína, las puede utilizar como fuente de energía, para lo cual en el organismo se produce una desaminación de los aminoácidos para utilizar la cadena carbonada con eliminación de amoníaco. En este proceso se forman cetoácidos y glucosa. El amoníaco es una sustancia tóxica que debe ser eliminada, para lo cual sufre una serie de trasformaciones hasta llegar a urea, que es eliminada por la orina.

Las proteínas son la fuente principal de nitrógeno, tanto para el rumiante como para los microorganismos. En la digestión de las proteínas se dan dos procesos simultáneos, formación de proteína microbiana y muerte de los microorganismos, los que pueden ser usados a nivel intestinal.

Los microorganismos pueden degradar la proteína en aminoácidos y utilizarlas para la formación de su propia proteína microbiana. También puede utilizarse la proteína como fuente de energía. En este proceso hay liberación de amoníaco, el que puede ser utilizado por los microorganismos para sintetizar nuevos aminoácidos y luego proteína microbiana. Por esta razón, es posible dar a los rumiantes sustancias nitrogenadas no proteicas, como la urea, ya que los microorganismos son capaces de sintetizarlas.

C. Lípidos

Los lípidos son sustancias formadas por ácidos grasos y glicerol. Su principal función es proveer de ácidos grasos esenciales. También son fuente de alta concentración energética. Contribuyen a la palatabilidad de los alimentos.

Las grasas formadas a través de los lípidos de la dieta, se depositan principalmente en cuatro partes, en el tejido subcutáneo, en el tejido intramuscular, en el hígado y en la cavidad abdominal. El contenido de grasa en el organismo aumenta con la edad y está relacionado con el contenido de agua del cuerpo, cuanto más grasa menos agua y viceversa.

D. Minerales

Los minerales no pueden ser sintetizados por el cuerpo, por lo tanto deben ser incorporados a la dieta. Hay 18 minerales esenciales que cumplen funciones comprobadas en el cuerpo del animal, los macroelementos son: calcio, fósforo, potasio, magnesio, sodio, cloro y azufre. Los microelementos son: manganeso, yodo, hierro, zinc, cobalto, cobre, selenio, molibdeno, fluor, cromo y silicio.

El requerimiento de estos minerales es muy bajo, en el porcentaje total de la dieta menos del 0,1 %. Cantidades mayores de algunos minerales pueden resultar tóxicos para el animal y muchos de ellos es muy difícil no encontrarlos en suficiente cantidad en alguno de los componentes de la dieta.

CAPÍTULO VII

FIBRA, GRANOS Y SUBPRODUCTOS

A. Fibra

Cuando se suministra fibra a dietas con alto contenido de concentrados, se busca obtener un rumen funcional. A los bajos niveles de pH producidos por la fermentación de los concentrados en el rumen, la digestibilidad de la fibra y su aporte de energía son prácticamente nulas.

El porcentaje de fibra en la dieta debe ser lo mínimo e indispensable para mantener el rumen funcional. Un aumento en el suministro de fibra disminuye la densidad energética de la ración provocando directamente una reducción de la ganancia diaria de peso y la eficiencia de conversión, especialmente en dietas que contienen maíz o sorgo. Como la fibra en dietas con alto contenido de concentrados no se digiere, su presencia estimula la rumia, la insalivación y la tasa de pasaje del grano al intestino, modificando los sitios de digestión del almidón, lo que puede provocar, en dietas con granos de maíz o sorgo, una disminución de la digestión total del grano.

En algunas zonas donde no se puede sembrar alfalfa, se puede obtener la fibra en base a otros cultivos, como pasturas. También parte de la fibra se puede conseguir suministrando cáscara de maní al 30 a 40 % del total de fibra.

En el caso de la imposibilidad de hacer rollos, el aporte de fibra se puede suplir , enviando a los animales a pasturas de calidad, de dos a tres horas.

B. Granos

Es importante saber en la composición de los granos la cantidad, la estructura y tipo de almidón que contiene, para conocer el porcentaje de degradabilidad en el rumen. Hay granos cuyo almidón contiene gránulos con una estructura que dificulta su degradabilidad en el rumen, lo que hace que parte de ese almidón, que no fue atacado en el rumen, pase directamente al intestino, donde será digerido en forma enzimática. El almidón digerido en el rumen por las bacterias dará, como producto intermedio de la fermentación, glucosa, para terminar en ácidos grasos volátiles que serán absorbidos por las paredes del rumen. Luego, en el hígado a partir del ácido propiónico producto de esa fermentación, dará nuevamente glucosa. El almidón que pasa directamente al intestino y es degradado como glucosa por acción enzimática. Los productos de esta degradación serán absorbidos por el intestino delgado y pasarán al torrente circulatorio. Por lo tanto este último proceso es más eficiente obteniéndose más energía disponible para el animal. Sin embargo las bacterias del rumen necesitan el almidón como fuente de energía, para que junto con el amoníaco disponible formen sus propias proteínas.

En cuanto al tipo de grano, el trigo y la cebada contienen un almidón de alta degradabilidad a nivel ruminal. El almidón del maíz y sorgo está rodeados por una estructura proteica dura, que los hace menos digestibles a nivel ruminal. A su vez el grano de sorgo contiene menos energía porque las proteínas que recubren el gránulo de almidón son menos digestibles que las del maíz.

Por lo tanto el grano de trigo y cebada proveen más energía a nivel del rumen favoreciendo, si hay suficiente cantidad de amoníaco, la formación de proteína bacteriana que luego pasa al intestino para ser digerida y absorbida y por otro lado pudiendo provocar más fácilmente trastornos digestivos, como la acidosis. El maíz y el sorgo, en cambio, producen una mayor digestión del almidón a nivel del intestino, lo cual los hace menos peligrosos.

Hablando más específicamente del grano de maíz, éste proporciona la mejor fuente de energía, y su contenido de proteína cruda varía entre 8 y 11 %. La zeína es una proteína que se encuentra en el endosperma del grano y constituye la mitad de la proteína total. Esta proteína no tiene una digestibilidad muy alta (50 % en el rumen) debido a que carece de muchos aminoácidos. Es un grano muy digestible debido a su bajo contenido en fibra y a la alta digestibilidad de su almidón y es muy palatable. Tiene suficiente contenido de grasa, por lo que produce menos polvillo en su molienda y no resulta pastoso en la masticación. A causa de su gran contenido en grasa, cuando se lo muele, se pone rancio rápidamente y no conviene almacenarlo por más de dos o tres días.

Si la zona es favorable, el maíz es el cultivo más óptimo para obtener altos volúmenes de grano de alto contenido energético.

Otra posibilidad, cuando la zona es marginal para el maíz, el sorgo se convierte en la alternativa más conveniente para obtener alta cantidad de energía por hectárea.

Su contenido energético es menor que en el maíz, el contenido de proteínas cruda varía entre un 6 a 16 % y su digestibilidad es muy variable, debido a que los taninos contenidos en el grano forman sustancias complejas no asimilables con la proteína bloqueando su digestión.

La fermentación del sorgo en el rumen es más lenta por lo que, con dietas de alto contenido de sorgo, la incidencia de la acidosis suele ser menor que con el maíz. El grano de sorgo al molerlo desprende mucha cantidad de polvillo, lo que lo hace menos palatable que el maíz.

Otra elección podría ser el grano de cebada, ya que se puede suministrar una ración 100 % de grano, puesto que contiene suficiente fibra en sus envolturas para obtener altas ganancias de peso y conversión. Su contenido de energía es similar al maíz. Tiene un 13 % de proteína con un mejor contenido de aminoácidos.

El trigo tiene un contenido energético igual o superior al maíz con un 12 a 14 % de proteína, con una muy buena distribución de aminoácidos. Es un grano muy digestible y muy palatable. Hay que suministrarlo con mucho cuidado porque puede producir indigestión aguda en los animales que no están acostumbrados a consumirlo. Para mejorar su utilización es necesario prensarlo o molerlo. Durante la molienda y distribución genera mucho polvo.

C. Subproductos

Los subproductos de los cultivos pueden ser incorporados como parte de la dieta , no deben ser considerados como la única fuente de alimento sino como un complemento de la ración.

El afrecho de trigo está formado por la extracción de las cubiertas externas y más gruesas del grano de trigo. Contiene buena cantidad de proteína y energía.

También el afrechillo de trigo que está conformado por las cubiertas intermedias o internas de la cáscara del grano de trigo, separadas durante el proceso de la molienda gradual del grano. Incluye partículas finas del afrecho, algo de harina y a veces algo de germen de trigo. Contiene, al igual que el afrecho, buena cantidad de proteína y energía.

Otra opción es la semilla de algodón, se la considera un suplemento proteico y se la puede dar sin moler. No es conveniente dar más del 4 a 5 % de la ración porque da mal gusto a la carne. Tiene aproximadamente 20 a 25 % de proteína.

También se puede suministrar expeller de girasol o maní que es el subproducto de la molienda. Ambos tienen grandes cantidades de proteínas.

CONCLUSIÓN

Dado por concluido este trabajo, es visible darse cuenta del nivel tecnológico que se ha alcanzado en materia de producción ganadera. El sistema de engorde a corral es una muestra clara de esta tecnología aplicada a la producción intensiva de carne. Ésta fábrica de carne no sólo permite obtener altas ganancias de peso diario sino también acorta los plazos de engorde.

Es importante destacar ciertos puntos antes de instalar un feedlot, tales como el lugar de asentamiento del corral y su facilidad para conseguir alimento barato y de alta energía. No debe pasarse por alto tener un seguro suministro de terneros de buena genética y sanidad. La instalaciones, si bien se pueden adaptar al nivel adquisitivo y comodidad del productor, no dejan de ser un tema relevante, tener un piso siempre seco, facilidad para repartir la ración y una renovación constante del agua son las principales características a no olvidar. El manejo que se le da a la hacienda a la entrada y durante todo el período de engorde debe ser el correcto para no dañar el aparato digestivo. Siempre observar los animales y los cambios que en ellos se producen, evitará problemas sanitarios y pérdida de ganancias.

Completando este cierre, los pilares fundamentales de cualquier sistema ganadero y también del engorde a corral son la alimentación, manejo, sanidad y genética, no necesariamente en ese orden y sin realzar ninguno, todos son importantes y uno se apoya sobre el otro para lograr el objetivo de producir carne de calidad y de una forma rentable.

 

 

Autor:

Dionel Kimmich

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