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Sociología e Historiografía


  1. El papel de la historiografía
  2. La tarea propia de la sociología
  3. Dificultades en la tarea historiográfica
  4. Recapitulación y conclusión
  5. Notas bibliográficas

El presente ensayo tiene por tesis que "los historiadores anhelan recuperar la dimensión narrativa de la historia desde una perspectiva sociológica". El cual, tiene por objetivo analizar el papel de la historiografía en la tarea propia de la sociología, determinando las dificultades que enfrenta hoy la actividad historiográfica.

Además, para alcanzar el propósito propuesto, se plantearon las siguientes preguntas de investigación: ¿Cuál es el papel de la historiografía en la tarea propia de la sociología?, y ¿cuáles han sido las dificultades que enfrenta hoy la actividad historiográfica?, interrogantes que permitieron guiar de mejor forma la elaboración del mismo.

El papel de la historiografía

Antes de iniciar el análisis del papel de la historiografía, definiremos el concepto de historiografía, el cual proviene del término historiógrafo del griego ?st???????f??, de ?st???a, historia y -???f??, de la raíz de ???fe?? escribir), vale decir el que escribe la historia, entendida como el registro escrito de la memoria de la humanidad.

La historia en tanto, es una disciplina que se basa, generalmente, en las formas indirectas de conocimiento, de allí que en el trabajo de los historiadores estos dependan de lo que otros han considerado trascendental, de las formas que otros han preferido para almacenar dichos conocimientos en la memoria, y de los vehículos que esos testigos han elegido para entregarnos sus evidencias y testimonios.

Asimismo, la historia como disciplina que se dedica al estudio de lo acaecido en el pasado más que de lo imaginado, es común que, encontremos enfrentados los términos de realidad y de ficción como dimensiones opuestas, y que se hacen más que evidentes en ella.

Sin embargo, Rolle en su escrito sobre "La ficción, la conjetura y los andamiajes de la Historia", señaló que la historia "es considerada como una forma de saber fragmentario… que puede utilizar con eficacia y provecho las verdades de la ficción para construir lo que se supone es la verdad de la historia" (1), de lo que se desprende que, a partir de los testimonios de otros se puede dar cuenta de los hechos del pasado, y que como no existe un testigo totalmente neutral en dicha narración, por lo general, indistintamente en ella se emplea una parte de realidad y otra de ficción, implicando que el lector no siempre cuenta con las herramientas suficientes para distinguir tal sutil la diferencia.

De lo anterior, se desglosa el tema de la objetividad y subjetividad en la obra histórica, sin embargo, no es fácil poder distanciarlas. Pues, todo intento de separación sería sólo desde una perspectiva "lógica", ya que es objetiva por cuanto su objeto de estudio es el pasado humano, en cuanto es auténticamente aprehendido por el historiador. En cambio, ella también es subjetiva, por cuanto, el pasado humano aprehendido, es el pasado captado por el ojo del historiador, el cual tiene toda una carga cultural, ideológica y valórica de la que no se puede plenamente desprender, por más objetivo que pretenda ser.

En tanto, Ahumada sostiene que la tarea propia del historiador consistirá en "lograr que emerjan del y en el documento histórico, aquellos inteligibles históricos pero en acto" (2). Vale decir, al documento le corresponde ser la conexión objetiva entre el pasado del hombre, el objeto del historiador, y el presente desde el cual el historiador examina a su objeto de estudio.

El papel, a la sazón, de la historiografía será realizar un estudio crítico de los diferentes escritos y autores, contemplando el mayor número de fuentes bibliográficas posibles acerca de la temática histórica en análisis, con el propósito de alcanzar la máxima objetividad permisible en el estudio de la realidad, sin embargo, el lector y los estudiosos debieran estar en conocimiento que siempre en la historia escrita estará presente el prisma del historiador en sus narraciones.

La tarea propia de la sociología

Previamente al análisis de la tarea propia de la sociología, es conveniente primero definir conceptualmente el término sociología, el cual proviene del latín socius-socio, y del griego ?o???-tratado o estudio, vale decir corresponde al estudio de la sociedad.

Para el sociólogo Fichter, la sociología es el "estudio científico del comportamiento humano normal y común" (3), que surgió en Europa a raíz de las convulsiones sociales y políticas, particularmente de mediados del siglo XIX, y también de las distintas teorías que durante esa época trataron de explicar el cambio social.

Asimismo, el término "sociología" fue acuñado por primera vez en 1838 por el francés Comte, en su obra de Filosofía Positiva, quien además, suele ser considerado como el "padre de la sociología", dado que sostenía que la ciencia sociológica debía apegarse en la observación y clasificación sistemática de los hechos, junto con ser considerada como la disciplina más joven de las ciencias sociales.

Por su parte, es la ciencia que versa acerca de la estructura, entendida como un sistema de relaciones sociales reguladas y pautadas, que prevalecen a los individuos concretos y los anteceden, y al funcionamiento de las sociedades humanas, definidas como unidades sociales formadas por personas que tienen algún tipo de relación social entre si; que se caracterizan por poseer una cierta estabilidad y por el establecimiento del sentido de pertenencia a quienes se identifican como miembros, preocupada por el estudio de las diversas formas de conducta de los grupos humanos que han sido moldeados por la cultura. Sin embargo, de preferencia se preocupa de fenómenos colectivos que existen dentro de las partes de la sociedad.

También, es relevante señalar que, la sociología no es una ciencia social de carácter autónoma, de hecho ninguna ciencia social lo es, porque para alcanzar el rigor científico depende de los métodos, logros y experiencias de disciplinas afines, puesto que, en el desarrollo de su estudio, necesariamente requiere del apoyo de la antropología, la psicología, la demografía, la etnografía, la economía, y obviamente de la historia, entre otras.

La sociología entendida así, juega un rol fundamental en la historiografía, por cuanto la sociabilidad, cualidad por la que el ser humano vive positivamente su relación con los demás, es considerada una tendencia natural. Sin embargo, la sociabilidad como tal debe desarrollarse de manera intencional, vale decir, debe ser educada, por el gran papal que juega en el desarrollo de las sociedades.

Por otro lado, Giddens señala que el "ámbito de la sociología es extremadamente amplio y va desde el análisis de los encuentros efímeros entre individuos en la calle hasta la investigación de los procesos sociales globales" (4).

Lo que permitiría establecer entonces que, la tarea propia de la sociología es el estudio de la vida social humana, de los grupos y sociedades, que tiene como objeto de análisis nuestro propio comportamiento como seres humanos.

Dificultades en la tarea historiográfica

Al realizar el análisis acerca de las dificultades que presenta la tarea historiográfica, es preciso señalar que Rubio en su artículo sobre "La semántica del discurso histórico" señaló que, algunos autores postularon que "el objeto de investigación en Sociología, Ciencias Políticas o Historia son fenómenos sociales, comportamientos y estructuras en continua evolución" (5), por tanto, a partir de dicha cita se podría establecer que las ciencias sociales comparten un mismo objeto de estudio, esto es el hombre y sus comportamientos.

No obstante, el análisis que se realiza a partir del mismo objeto de estudio es diferente, por cuanto la historiografía se preocupa de realizar una investigación crítica de los diferentes escritos y autores, en cambio la sociología se ocupa del estudio de la vida social humana, del fenómeno social el cual presenta algunas dificultades, por cuanto el mundo social es muy complejo y contempla dos dimensiones: una existencia material-real u objetiva, vale decir, son fenómenos sociales objetivos: los actores, la acción, la interacción, las estructuras burocráticas, el derecho y el aparato del estado, los cuales pueden verse, tocarse o describirlos, y una existencia no material-ideal o subjetiva, que correspondería al mundo o reino de las ideas: como los procesos mentales, la construcción social de la realidad, las normas, los valores, y muchos elementos de la cultura.

De lo anterior, es posible apreciar que el análisis de un mismo objeto de estudio presenta una gran complejidad, por cuanto existen fenómenos sociales que se mueven entre lo objetivo y lo subjetivo, a nivel micro por ejemplo, podemos apreciar que, la familia posee una existencia objetiva-real y una existencia subjetiva-ideal, especialmente, en lo relacionado con "los entendimientos mutuos, normas y valores subjetivos" (6) existentes en cada sociedad o cultura en particular.

Entonces, las dificultades que se presentan en la tarea historiográfica son múltiples y variadas, por un lado, la sociología y la historiografía están estrechamente vinculadas puesto que cuentan con el mismo objeto de estudio, dado que ambas analizan al hombre y sus comportamientos, aunque de perspectivas distintas.

Por otro, la dualidad de la existencia del fenómeno social objetivo/subjetivo al mismo tiempo, complica a ambas ciencias, dado que así como lo expresaba Bloch en su gran obra "Introducción a la Historia", "la realidad humana, como la del mundo físico, es enorme y abigarrada" (7), pues el límite entre una u otra dimensión en ocasiones es bastante difícil de establecer, implicando un gran desafío tanto para la historiografía como para la sociología en sus respectivos análisis.

Se observa, que la dificultad que presenta la historiografía como disciplina científica es la falta de reflexión, insuficiencia de interrogantes sobre el qué, el cómo y el por qué de cada investigación histórica, el desinterés por la introspección entre los historiógrafos. Se advierte entonces, el imperativo de la imparcialidad historiográfica en el análisis de los diversos autores y fuentes que han escrito la historia, junto con señalar la aspiración de contemplar objetivamente el pasado.

Recapitulación y conclusión

A partir del análisis realizado en el ensayo referente al papel de la historiografía en la tarea propia de la sociología, es posible mantener la tesis planteada en que se establecía que "los historiadores anhelan recuperar la dimensión narrativa de la historia desde una perspectiva sociológica".

Por su parte, el papel de la historiografía será siempre realizar un estudio crítico de los diferentes escritos y autores, debiendo tener presente que el propósito es alcanzar la máxima objetividad posible en el estudio de la realidad, área en que la sociología tiene mucho que aportar con sus investigaciones acerca del comportamiento del ser humano en sociedad.

Con relación al objetivo propuesto en este ensayo, es posible señalar que la gran dificultad que presenta la historiografía al parecer es la falta de reflexión crítica entre los historiógrafos.

Sin embargo, la situación en los últimos años ha estado cambiando, puesto que actualmente existe gran interés por la historia de la historia, que se desarrolla como consecuencia de la crisis de las grandes escuelas, por el regreso de géneros tradicionales, por el predominio de otras ciencias sociales, por el cambio de paradigmas, y especialmente, por el sentimiento de incertidumbre sobre el futuro de la historia, provocado principalmente por la denominada filosofía política, y por las publicaciones que han surgido acerca el "fin de la historia".

Notas bibliográficas

  • (1) Rolle, C. Claudio. "La ficción, la conjetura y los andamiajes de la Historia". Documento N° 2. 2001. P. 9.

  • (2) Ahumada, D. Rodrigo. "Problemas y desafíos historiográficos a la epistemología de la Historia". Revista Communio. N° 3. 2000. P. 83-125.

  • (3) Fichter, H. Joseph. "Sociología". Introducción. 1966. P. 16.

  • (4) Giddens, Anthony. "Sociología". En Texto Digital. Sesión N° 1. Introducción a la Sociología. 1998. P. 27-28.

  • (5) Rubio, L. María Cruz. "Semántica del discurso Histórico". Capítulo I. CINDOC. 1999. P. 326.

  • (6) Ritzer, George. "Teoría Sociológica". Tercera Parte. Desarrollo recientes en teoría sociológica: integración y síntesis. P. 609-612.

  • (7) Bloch, Marc. "Introducción a la Historia". Capítulo IV. El análisis histórico. P. 112.

BIBLIOGRAFÍA

Ahumada, P. Hermes. Curso de Sociología. Santiago de Chile: Jurídica de Chile. P. 7-15.

Ahumada, D. Rodrigo. "Problemas y desafíos historiográficos a la epistemología de la Historia". Segunda Parte. En Revista Communio. Santiago. Chile. N °3. 2000. P. 83-125. En línea en: http://www.ugm.cl/institutos/ced/articulos/2004/J-RAD_Epistemologia_Historia-2.html [17, mayo, 2008, a las 22:15 horas]

Bloch, Marc. "Introducción a la Historia". Capítulo IV. El Análisis histórico. Novena Reimpresión. México D.F.: Fondo de Cultura. P. 112.

Fichter, H. Joseph. Sociología. Tercera Edición. Barcelona: Herder. 1966. P. 16.

Giddens, Anthony. "Sociología". En Texto Digital. Sesión 1. Introducción a la Sociología. 1998. P. 27-28. En línea en http://docencia.udea.edu.co/IntroduccionSociologia/unidad_uno_que_es_sociologia.html [18, mayo, 2008, a las 21:42]

Horton, B. Paul y Hunt, L. Chester. Sociología. Segunda Edición. Bogotá: McGraw-Hill Latinoamericana S.A. 1977. P. 14.

Ritzer, George. "Teoría Sociológica". Tercera Parte. Desarrollo recientes en teoría sociológica: integración y síntesis. México D.F.: McGraw-Hill/Interamericana de España. 1998. P. 609-612.

Rolle, C. Claudio. "La ficción, la conjetura y los andamiajes de la Historia". En Textos Digitales. Instituto de Historia. Pontificia Universidad Católica de Santiago. Documento de Trabajo Nº 2. Julio de 2001. P. 9. En línea en: http://www.hist.puc.cl/Publielec/documentos/rolle1.pdf [17, mayo, 2008, a las 21:15 horas]

Rubio, L. María Cruz. "Semántica del discurso Histórico". Capítulo I. En Tesauro de Historia Contemporánea de España. Madrid: Centro de Información y Documentación Científica CINDOC. 1999. P. 326. En línea en: http://clio.rediris.es/articulos/tesauro.htm [21, mayo, 2008, a las 10:07 horas]

 

 

Autor:

Blanca Ramírez Torrejón[1]

 

[1] Blanca Ram?rez Torrej?n. Profesora de Estado en Historia y Geograf?a, Universidad de Playa Ancha (1989). Mag?ster en Gesti?n Educacional, Universidad Mar?tima de Chile (2007). Mag?ster en Ciencias Pol?ticas Integradas (2009). Docente y Jefe de la C?tedra de Historia de la Escuela Naval Arturo Prat.