- Generalidades
- Funciones de la laringe
- Patologia laringea: cuadros clinicos relevantes
- Patología infecciosa crónica
- Tumores benignos
- Lesiones glóticas de origen funcional vocal
- Lesiones quísticas y pseudotumorales
- Parálisis laringea
- Estridor laringeo
- Estenosis subglótica adquirida
ANATOMÍA
La laringe es un órgano impar, constituido por una estructura fundamental cartilaginosa, que le sirve de esqueleto. Está mantenida en su posición por los músculos extrínsecos e intrínsecos, y cubierta en su lumen por una membrana mucosa con repliegues característicos, que se describen mas adelante.
Su parte media se sitúa a nivel de la cuarta o quinta vértebra cervical en el adulto, comunicándose hacia arriba con la faringe y hacia abajo con la tráquea.
Cartílagos :
Tiroides: Tiene forma de escudo, de donde viene su nombre. Está compuesto por dos alas unidas anteriormente con cierta inclinación. Hacia posterior cada ala tiene un cuerno superior y uno inferior que se articula con el cartílago cricoides.
Cricoides: Está ubicado debajo del tiroides. Tiene forma de anillo de sello con la parte ancha hacia atrás. Se ubica a nivel de C6-C7 en el adulto, y a nivel de C3-C4 en el lactante. Constituye el único anillo completo de toda la vía aérea. Se articula hacia arriba con el cartílago tiroides y ambos aritenoides, y hacia abajo con la tráquea.
Aritenoides: Cartílago par que tiene forma piramidal. Se encuentra sobre el borde superior de la lámina del cricoides.
Corniculado: Cartílago par que se ubica sobre el aritenoides.
Cuneiforme: Pequeño cartílago par en el espesor de los repliegues aritenoepiglóticos
Tritíceo: Pequeño cartílago elástico par inconstante ubicado en la parte lateral del ligamento tirohioídeo.
Membranas y ligamentos de la laringe:
Extrínsecos: Unen los cartílagos a las estructuras adyacentes y a los otros cartílagos, además cierran la estructura de la laringe. Se consideran:
Membrana tirohioídea
Membrana cricotiroídea
Ligamentos cricotraqueales
Ligamentos tiroepiglóticos
Intrínsecos: Unen a los cartílagos de la laringe entre sí, juegan un rol importante en limitar la diseminación del cáncer laríngeo:
Membrana elástica: Estructura fibrosa debajo de la mucosa, dividida en una parte superior o membrana cuadrangular, y una inferior o membrana cricovocal, llamada también cono elástico
Ligamento cricotiroídeo o mediano: Corresponde a un engrosamiento del cono elástico.
Ligamento vocal: Borde superior del cono elástico
Estructura interna de la laringe:
Desde el punto de vista anatómico, la cavidad de la laringe se divide en tres partes por dos repliegues de la mucosa (las cuerdas vocales y las bandas ventriculares o cuerdas vocales falsas) en:
vestíbulo laríngeo
ventrículo (cavidad entre ambos repliegues) y
subglotis.
Por interés clínico se ha establecido una subdivisión distinta que guarda relación con la patología:
Supraglotis: Desde la punta de la epiglotis hasta la unión de la pared lateral y piso del ventrículo.
Glotis: Entre ambas cuerdas vocales. Representa la zona que posee epitelio escamoso pluriestratificado no cornificado. Se extiende desde el piso del ventrículo hasta 5 milímetros por debajo de las cuerdas vocales, que es donde vuelven a cambiar las características del epitelio
Subglotis: Desde la región glótica hasta el borde inferior del cartílago cricoides.
Músculos intrínsecos:
Se pueden clasificar de acuerdo a su función en relación al desplazamiento que producen del proceso vocal del aritenoides, que determina la apertura o cierre de la glotis:
Abductor:
Cricoaritenoídeo posterior
Aductores:
Tiroaritenoídeo
Interaritenoídeos
Cricoaritenoídeo lateral
Cricotiroídeo
Inervación:
Proviene del vago a través de dos de sus ramas:
Nervio laringeo superior: Da inervación sensorial a la supraglotis y motora al músculo cricotiroídeo.
Nervio laringeo inferior o recurrente: Da inervación motora a todos los músculos intrínsecos del mismo lado, excepto al cricotiroídeo. El músculo interaritenoídeo recibe inervación de ambos recurrentes.
Irrigación:
Arteria laríngea superior: rama de la arteria tiroídea superior
Arteria laringea inferior: rama de la arteria tiroídea superior
Arteria laringea posterior: rama de la arteria tiroídea inferior
Las venas siguen el trayecto de las arterias homólogas drenando hacia la vena yugular interna o subclavia.
Linfáticos:
La supraglotis es rica en drenaje linfático, que se dirige en el 90% hacia los ganglios yugulares superiores siguiendo el trayecto de los vasos tiroídeos. El 10% restante va hacia la cadena espinal.
La subglotis tiene 3 pedículos linfáticos, de los cuales 2 posteriores se dirigen hacia los ganglios cervicales inferiores profundos. El pedículo anterior de mayor importancia drena en los ganglios prelaríngeos de Delfian.
Histología:
La supraglotis y la subglotis están tapizadas por epitelio cilíndrico ciliado seudoestratificado de tipo respiratorio.
En las cuerdas vocales existe epitelio escamoso estratificado no queratinizado. La submucosa profunda de la cuerda se engruesa formando el ligamento vocal, que se ubica encima del músculo vocal. Por sobre el ligamento vocal y por debajo de la mucosa se encuentra el espacio de Reinke.
Las 3 funciones fundamentales de la laringe son: protección, respiración y fonación
Protección: Actúa como un esfínter evitando la entrada de cualquier cosa a la vía aérea, excepto el aire, a través del cierre del vestíbulo laringeo y de la glotis.
Respiración: Dilatación activa de la apertura laríngea.
Fonación: Vibración de las cuerdas vocales que es modulada por el aparato articulatorio y la caja de resonancia: nariz, boca y faringe.
Patologia laringea: cuadros clinicos relevantes
Patología infecciosa aguda
Laringotraqueitis aguda:
Enfermedad infecciosa aguda del tracto respiratorio superior, que se observa con mayor frecuencia en niños de 1 a 3 años, comprometiendo desde la laringe hasta las pequeñas subdivisiones bronquiales, afecta con más intensidad a la zona del cono elástico. La etiología es viral, principalmente virus parainfluenza I al IV. Ocasionalmente, se ha comprobado sobreinfección bacteriana por: hemophilus influenzae, estreptococo, estafilococo, y neumococo.
Clínicamente el comienzo es indistinguible del resfrío común, a menos que sea evidente la tos disfónica que puede estar presente al inicio del cuadro. Posteriormente aparece estridor e insuficiencia respiratoria. En esta etapa una radiografía lateral del cuello revela estrechamiento subglótico ( signo de la punta de lápiz).
Cuando el paciente está gravemente comprometido debe hospitalizarse, asegurando la vía aérea por intubación endotraqueal o traqueostomía, según sea necesario. Se efectúa tratamiento con: hidratación parenteral, corticoides endovenosos y antibióticos betalactámicos como amoxicilina-ácido clavulánico, ampicilina-sulbactam, cefuroxima o ceftriaxona. La adrenalina racémica por presión positiva se ha demostrado de gran utilidad en el manejo del edema de la subglotis.
Epiglotitis aguda:
Se trata de una laringitis aguda de rápida progresión que afecta en forma preferencial a la epiglotis, que se ve con mayor frecuencia en niños de 2 a 7 años.
El agente etiológico es el hemophilus influenzae B
Se presenta como disnea de comienzo brusco y rápidamente progresiva, constituyendo una emergencia médica. Además se manifiesta con odinofagia y alteración de la resonancia de la voz, adquiriendo la característica de "voz de papa caliente".El paciente respira mejor sentado y ligeramente inclinado hacia adelante. El signo más importante es el aumento de volumen y gran enrojecimiento de la epiglotis que ocluye la faringe a nivel de la base de la lengua.
El hemophilus influenzae puede encontrarse en secreción faríngea y en los hemocultivos.
La radiografía lateral del cuello es de gran importancia para el diagnóstico.
Por lo general se requiere de intubación endotraqueal y manejo en U.C.I. Una vez estabilizado el paciente se debe efectuar una revisión en pabellón por laringoscopía directa, tomando cultivos de la epiglotis y comprobando el grado de obstrucción de la vía aérea. Se repite el procedimiento a las 48 hrs., para verificar la evolución del edema de la supraglotis y decidir eventualmente la extubación.
El tratamiento antibiótico incluye: amoxicilina-ácido clavulánico, ampicilina-sulbactam, cefuroximo o ceftriaxona.
No existe consenso sobre la utilidad del uso de corticoides.
Constituyen normalmente cuadros clínicos que son diagnosticados y resueltos por especialista; sin embargo deben tenerse presente en el diagnóstico diferencial de la patología tumoral y disfonías de larga evolución. Son de muy baja frecuencia por lo que sólo se mencionan, junto a su agente etiológico:
Laringitis tuberculosa: Bacilo de Koch
Laringitis sifilítica: Treponema pallidum
Escleroma de la laringe: Klebsiella rinoescleromatis
Lepra: Bacilo de Hansen
Micosis laringeas: Blastomicosis, Histoplasmosis, Candidiasis, Actinomicosis y Coccidiomicosis
De acuerdo a su origen histológico, pueden ser de tejido epitelial, tejido neural, cartílago, tejido muscular, tejido fibroso o vasculares.
Tumores de origen epitelial: Son los tumores benignos más frecuentes que se encuentran en la laringe:
Papilomas: Son de etiología viral ( Papovavirus ). El 25% de los casos se presenta desde la infancia o adolescencia, y en el 75% se adquiere la enfermedad como adulto. Se observan lesiones exofíticas en pequeños racimos que comprometen fundamentalmente la glotis.
La principal característica es la alta tasa de recidiva. Se presenta con disfonía de larga evolución, disnea y estridor.
El tratamiento de elección es la extirpación vía laringoscopía directa con láser CO2 o con microcirugía endolaringea. No se ha demostrado utilidad del uso de antivirales ni de interferón. La radioterapia está contraindicada por su efecto carcinogénico.
Tumor mixto o Adenoma pleomórfico: Habitualmente pequeña masa única con mucosa de aspecto normal en el examen, que se produce a expensas de glándulas salivales menores de la laringe. Pueden ocasionar cierto grado de obstruccíon respiratoria, por lo que se extirpan por vía endoscópica.
Oncocitoma: Tumor único derivado de glándulas mucosas de la laringe. Se tratan quirúrgicamente por vía endoscópica.
Tumor de Whartin: Corresponde al Cistoadenoma papilar linfomatoso de glándulas salivales menores. Su tratamiento es quirúrgico.
Adenoma: Tumor de muy baja frecuencia que afecta principalmente a cuerdas vocales falsas. Según el tamaño y grado de obstrucción de la vía aérea se extirpan por vía endoscópica o laringofisura.
Tumor de origen cartilaginoso:
Condroma: Muy poco frecuente. Es de crecimiento lento, compuesto por cartílago hialino. El sitio de origen habitual es la cara posterior del cricoides, luego el tiroides, aritenoides y epiglotis.
El tratamiento es quirúrgico, la vía de abordaje se elige de acuerdo a su localización.
Tumor de origen muscular:
Rabdomioma: Se presentan como aumentos de volumen en relación a los músculos intrínsecos de la laringe. Son muy poco frecuentes.
Tumores de origen vascular:
Hemangioma: Se distribuyen en 90% de hemangiomas infantiles y 10% de hemangiomas del adulto.
El hemangioma subglótico congénito, forma parte del diagnostico diferencial del estridor del lactante. Por su localización produce estridor bifásico, a partir de los 3 meses de edad en promedio. Es de buen pronóstico de resolución espontánea.
Cuando se decide efectuar tratamiento, fundamentalmente por el grado de obstrucción respiratoria que provoca, la elección es la cirugía por láser CO2 o Yag láser. El uso de corticoides sistémicos es controvertido.
En el adulto, se localiza a nivel de las cuerdas vocales o en la supraglotis. Producen disfonía de larga evolución. Se tratan quirúrgicamente.
Linfangiomas: Generalmente se trata de una expansión hacia la laringe de un higroma quístico del cuello, en menor proporción son lesiones intrínsecas de la supraglotis o ventrículos.
Tumores de origen neural:
Neurilemoma o Schwanoma: Habitualmente provienen del nervio laríngeo superior.
Son tumores capsulados de fácil enucleación
Neurofibromas: Son raros en la laringe. Se originan en la vaina de los nervios laringeos. No son capsulados. Se pueden presentar como masas múltiples como en la enfermedad de Von Recklinhausen.
Tumores de origen fibroso:
Fibroma
Histiocitoma fibroso
Faceitis nodular.
Lesiones glóticas de origen funcional vocal
Los nódulos vocales son la causa mas frecuente de disfonía crónica en el niño. En el adulto, existe un espectro mas variado de causas de disfonía de larga evolución dentro del cual los nódulos ocupan un lugar importante. Se considera una laringitis crónica localizada traumática, que se origina en la capa de Reinke, como un edema crónico, que se organiza formando un pequeño aumento de volumen nodular, en la unión de l tercio anterior con los dos tercios posteriores, que es el punto de mayor amplitud vibratoria de la cuerda vocal, porque corresponde a la zona media de la cuerda membranosa.
El abuso vocal es el principal factor involucrado en la producción de nódulos vocales. En los niños, se asocia a una actitud de hiperactividad y tendencia al grito excesivo. En el adulto, se relaciona frecuentemente con actividad profesional que implica uso excesivo de al voz con mala técnica vocal.
Si no se forma una lesión nodular localizada, el edema puede invadir todo el espacio de Reinke, produciendo un característico aumento de volumen difuso de la cuerda vocal. En otros casos muy poco frecuentes este edema, puede representar infiltración mixedematosa en un paciente hipotiroídeo o estar vinculado a reflujo gastroesofágico.
En la medida en que los nódulos vocales y el edema de Reinke son producidos por alteraciones vocales, el tratamiento fundamental es foniátrico, pero en determinados casos se necesita de tratamiento quirúrgico. En ambas situaciones se deben controlar algunos factores asociados como el reflujo y tabaquismo.
En un grado extremo de inflamación edematosa de la cuerda vocal, aparecen pólipos vocales, que ya no responden a tratamiento de foniatría exclusiva, por lo que se tratan quirúrgicamente de partida, y se hace el diagnostico diferencial histológico con tumores de cuerda vocal.
Las úlceras de contacto parecen ser causadas por abuso vocal o traumatismo laríngeo no lingüístico como: tos recurrente y carraspeo habitual. También se cree que estén relacionadas con el reflujo.
El sitio más común de aparición es la apófisis vocal de los aritenoides. El tratamiento es eminentemente foniátrico y la erradicación de factores predisponentes.
Lesiones quísticas y pseudotumorales
Quistes de retención: Aparecen en los sitios en que existen glándulas mucosas: bandas, ventrículos, epiglotis y repliegues aritenoepiglóticos.El tratamiento es quirúrgico por extirpación o marsupialización
Prolapso ventricular: Es la protrusión de la mucosa del ventrículo entre las bandas y las cuerdas vocales. Se tratan por extirpación endoscópica.
Laringocele: Es una dilatación del ventrículo llena de aire. Puede ser externo, si se extiende al cuello, o interno si permanece dentro de los límites del cartílago tiroides.
El laringocele, externo se presenta como una masa cervical, que aumenta de tamaño al comprimir la laringe. El interno produce disfonía y disnea, visualizándose una masa intralaríngea. La tomografía computada o a la resonancia magnética son de gran ayuda para el diagnóstico.
En general la laringe está hecha para la función esfinteriana, considerando que el único músculo intrínseco abductor (cricoaritenoideo posterior) al contraerse, hace girar la apófisis vocal del aritenoides, abriendo la glotis; mientras que todos los otros músculos, aducen o tensan las cuerdas.
La inervación que proviene del vago, recibe fibras de la corteza bilateral.
El nervio laringeo superior da una rama interna sensitiva que se dirige hacia la supraglotis, glotis y parte de la subglotis. Si se produce parálisis de esta rama, el paciente tiene tendencia a aspirar por abolición del reflejo de la tos. La rama externa es motora e inerva el músculo cricotoroídeo, por lo que su parálisis produce: hipotonía cordal en fonación. Además la contracción de fibras oblicuas del cricotiroídeo contralateral, producen rotación de la comisura posterior hacia el lado opuesto a la lesión.
El nervio recurrente es una rama del vago exclusivamente motora, que inerva todos los músculos intrínsecos excepto el cricotiroídeo. En el lado derecho nace a nivel de la base del cuello, mientras que en el izquierdo lo hace dentro del tórax, dando la vuelta por debajo del cayado aórtico, por lo cual lesiones toraxicas o mediastínicas pueden afectar la movilidad de las cuerdas vocales.
Cuando existe una lesión unilateral de recurrente, observamos una parálisis de cuerda vocal en posición paramediana, por acción del músculo cricotiroídeo, que tiende a llevar la cuerda hacia la línea media. Cuando la lesión es mas alta e involucra al laringeo superior, la cuerda está en posición intermedia.
La parálisis bilateral de recurrentes, produce disnea importante y disfonía severa. En este caso existe un alto riesgo de oclusión total de la vía aérea al menor acumulo de secreciones, que obliga a efectuar una traquestomía urgente.
La causa más frecuente de parálisis unilateral de recurrente, es la cirugía de cuello, principalmente de tiroides, en la que puede ocurrir traumatismo o sección neural. Estas lesiones son de buen pronóstico de recuperación, con tratamiento conservador (foniatría). Si fracasa esta alternativa, no antes de 10 meses se puede realizar fonocirugía.
Por el trayecto del vago y los nervios laringeos, una parálisis de cuerda vocal puede ser explicada por una lesión ubicada desde la base del cráneo hasta el mediastino, lo que plantea el desafío de efectuar el diagnostico etiológico, debido a que puede tratarse de patología potencialmente grave para el paciente.
El estridor, se define como la respiración ruidosa por obstrucción de la corriente de aire en la vía aérea superior. Puede ser causada por alguna lesión a nivel de la supraglotis, subglótis o traquea de origen congénito, que no necesariamente se expresa desde el nacimiento; Si no hasta que alcanza un tamaño crítico o cuando se presenta un proceso inflamatorio intercurrente, habitualmente antes de los tres meses.
La fase del ciclo respiratorio en que se presenta el estridor es importante para la localización del problema. Así el estridor inspiratorio, se produce en patología de la supraglotis, el estridor espiratorio en patología de la traquea y el estridor bifásico en patología de la subglotis.
Deben considerarse como diagnostico diferencial, algunas alteraciones extralaringeas que pueden producir síntomas de obstrucción de la vía aérea como: malformaciones cráneo faciales, atresia parcial de coanas, macroglosia, quiste del conducto lacrimonasal, e hipertrofia del anillo de Waldayer entre otras. Así también se debe tener presente que un 20% de los niños con estridor presentan mas de una causa que puede estar involucrada en el síntoma.
Laringomalacia: Es la patología congénita más frecuente que provoca estridor en el recién nacido y lactante menor, que representa el 60% al 70% de las causas. En estos casos existe una inmadurez del esqueleto cartilaginoso de la laringe, que se hace más evidente en la supraglotis , por lo que el esfuerzo inspiratorio produce que la epiglotis, los aritenoides, y los repliegues aritenoepigloticos, se movilicen hacia el lumen de la laringe, produciendo un estridor de tipo inspiratorio. Ocasionalmente estas estructuras, son inspiradas hacia la glotis, colapsando la vía aérea. En general el llanto es sin disfonía, el estridor aumenta en decúbito dorsal o cuando el niño se alimenta. El reflujo gastroesofágico puede exacerbar el síntoma en esta patología así como en otras causas de estridor.
Mas del 90% de los casos no requiere de ningún tratamiento. En un pequeño número se debe efectuar reseccíon parcial de la epiglotis y de los repliegues aritenoepiglóticos con cirugía convencional o con láser. En situaciones extremas se debe realizar traqueostomía.
Parálisis de cuerdas vocales: Habitualmente causadas por traumatismos del parto o menos frecuentemente por patología del sistema nervioso central con hipertensión endocraneana o por el Síndrome de Arnold Chiari.
Hemangioma subglótico: Se asocia a hemangiomas de otras localizaciones y es de buen pronóstico de resolución espontánea. En general se resuelve antes de los dos años.
Estenosis Subglótica Congénita: Se produce por hipoplasia del cartílago cricoides: Se plantea el diagnóstico cuando se comprueba que el diámetro de la subglotis es igual o menor a 3,5 mm.en un recién nacido. En general requiere de tratamiento quirúrgico, que es habitualmente de mejor pronóstico que en la estenosis adquirida.
Membranas laríngeas: Causadas por falla en la canalización del lumen laríngeo, afectando fundamentalmente a la glotis en los dos tercios anteriores. Se tratan por vía endoscópica o por cirugía abierta, según cada caso.
Otras causas menos frecuentes son:
Quistes congénitos
Atresia laríngea
Hendiduras laríngeas
Compresión por anillos vasculares
Síndrome del grito de gato
La evaluación del niño con estridor, incluye la recolección detallada de los antecedentes perinatales, examen físico completo y evaluación endoscópica con fibra óptica: Nasofibrolaringoscopía; que debe realizarse en todos los casos de estridor laríngeo que no corresponden a un cuadro inflamatorio agudo y pasajero de la vía aérea superior. En casos seleccionados se efectúa fibrobroncoscopía, para el diagnostico de patología de la vía aérea inferior. En forma creciente está adquiriendo importancia el estudio de la vía aérea infantil por endoscopía rígida, especialmente en aquellos casos en que se cree que se deberá realizar tratamiento quirúrgico
Es de gran importancia considerar que el estridor es un síntoma y no un diagnóstico, que nos obliga a agotar los medios para establecer su etiología, por la relevancia que tiene para el pronostico y tratamiento.
Estenosis subglótica adquirida
La intubación endotraqueal prolongada es sin duda la causa mas frecuente de estenosis subglótica. Su incidencia varía de acuerdo a los diferentes autores entre un 1% al 5%, dependiendo fundamentalmente de la calidad del manejo del paciente en U.C.I., las causas que motivaron la intubación, la patología asociada y el período de tiempo que el paciente permanece intubado. Otras causas menos frecuentes son: trauma laringotraqueal, neoplasias e irradiación.
El principal factor que favorece la aparición de estenosis en un paciente intubado es la infección de la vía aérea que condiciona la aparición de edema, condritis y posteriormente reparación cicatrizal retráctil. Por esta razón es importante estar atento a la aparición de signos de infección de modo de tratar oportuna y adecuadamente estos cuadros. No se ha demostrado utilidad de antibioticoprofilaxis.
El cricoides es el único anillo completo de toda la vía aérea por lo que no es capaz de disipar el aumento de la presión intraluminal ocasionada por la presencia del tubo con alta presión, reaccionando con edema de la mucosa que puede ser el comienzo de la cadena de eventos que desencadenan una estenosis. Asimismo, el traumatismo intraluminal que representan la intubación traumática, intubación repetida o la movilización del tubo en la vía aérea, pueden producir reacción inflamatoria con cicatrización estenótica.
Se ha comprobado que la presencia de reflujo gastroesofágico en el paciente con intubación endotraqueal es significativamente mayor que en la población general, y que se potencia con los otros factores en la génesis de la estenosis.
Es posible concluir entonces que lo más importante es la prevención, tomando en consideración:
Tubos de buena calidad
Intubación con buena técnica, no repetidas ni traumáticas
Mínima movilidad del tubo con paciente adecuadamente sedado
Mínima presión del tubo capaz de sellar la vía aérea
Diagnostico y tratamiento precoz de las infecciones
Profilaxis antirreflujo
Existen controversias acerca de la necesidad de efectuar traqueostomía profiláctica en pacientes intubados, por cuanto hay autores que sostienen que con un estricto control de las variables descritas, no es necesario efectuarla en el 90% de los casos. El concepto clásico es que cuando tenemos un paciente con intubación endotraqueal prolongada es mejor realizar traqueostomía profiláctica cuya morbimortalidad es significativamente menor que la de los problemas asociados a la estenosis subglótica. Sin embargo no existe pleno acuerdo sobre cuando se considera intubación prolongada. Existen estudios que hablan de 7, 10, 14 o más días. Lo habitual es definir el límite en 10 días de intubación como para realizar la traqueostomía si no existen probabilidades ciertas de extubar dentro de las siguientes 48 horas.
En el niño la situación es diferente por cuanto la laringe soporta mayor tiempo de intubación, sin que se produzcan reacciones de la misma magnitud que en el adulto. De esta forma, se considera intubación prolongada en el recién nacido y lactante menor, a partir de los 20 días. Por otro lado la traqueostomía en el niño, tiene una morbimortalidad que puede llegar al 30%, pese a que existen trabajos que concluyen que la morbimortalidad asociada al procedimiento es de sólo 3% a 4 %, y que lo que excede a esta cifra, es atribuible a la patología de base, habitualmente grave, que llevó al niño a la U.C.I.
En general en el adulto, los síntomas de estridor y disnea aparecen desde los dos meses de extubado, y en general cuando el paciente está de alta. En el niño la complicación aparece mas precozmente, incluso en el recién nacido y lactante puede manifestarse por intensa disnea y estridor inmediatamente después de extubado el paciente.
El tratamiento es quirúrgico, para ello se han descrito diversos tipos de laringotraqueoplastías.
Enviado por: Ing.+Lic. Yunior Andrés Castillo S.
"NO A LA CULTURA DEL SECRETO, SI A LA LIBERTAD DE INFORMACION"®
Santiago de los Caballeros, República Dominicana, 2016.
"DIOS, JUAN PABLO DUARTE, JUAN BOSCH Y ANDRÉS CASTILLO DE LEÓN – POR SIEMPRE"®
Autor:
Dr. David Jofre Pavez.