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La terapia de apoyo espiritual

Partes: 1, 2

    1. La visión antropológico-cristiana de la persona humana
    2. La perspectiva del ser humano desde las fuentes de la revelación
    3. La terapia de apoyo espiritual
    4. Conclusiones
    5. Bibliografía

    ÉTICA Y TERAPIA II

    0. Introducción

    Basta acudir a cualquier medio de comunicación, ya sea prensa escrita, radio televisión o internet para constatar que la homosexualidad es un tema de gran actualidad, asunto al que no es ajeno la Iglesia. Por ello este estudio va a tomar como hipótesis de trabajo la preocupación de la Iglesia por la homosexualidad en el seguimiento pastoral y en el acompañamiento espiritual de la persona homosexual.

    Como este bombardeo de noticias relacionadas con la homosexualidad es tan intenso, se ha visto la necesidad de un pronunciamiento que clarifique la postura que todo cristiano debe seguir ante este espinoso asunto. Para llevarlo a cabo es necesario acudir a las Sagradas Escrituras y al Catecismo de la Iglesia Católica, así como a las notas y cartas emitidas al respecto desde la Jerarquía de la Iglesia Universal y de España.

    Se debe impulsar una investigación rigurosa y valiente que exprese con firmeza que la homosexualidad es un transtorno que se puede curar. Son miles los casos que lo demuestran: antiguos homosexuales que hoy viven una heterosexualidad plena y feliz, muchos de ellos casados y formando familias.

    Por ello se puede afirmar, que ante personas con este problema, la mejor ayuda será sin duda el mostrarle la posibilidad de que, desde el acompañamiento espiritual, se siga un camino de curación que pueda devolverle la felicidad de su autentico género.

    Hoy sigue existiendo un gran desconocimiento acerca de las causas emocionales de la inclinación y conducta homosexuales, con una mayor laguna en el papel que puede desempeñar la combinación de las modernas terapias psicológicas y la espiritualidad católica en la curación de la homosexualidad donde no existe casi difusión de escritos que traten sobre el valor de la fe católica y de los sacramentos para la curación de la homosexualidad.

    En este trabajo se proponen unos medios para llevar a cabo la ayuda espiritual de las personas homosexuales, que partirán del estudio de la homosexualidad desde una visión cristiana, que conducirá a una posibilidad de atención a estas personas mediante el acompañamiento espiritual.

    A pesar de la constante actualidad del asunto, el tema se ha visto rodeado de una gran polémica desde la antigüedad. Igualmente antiguo es el sistema que se recomienda, la dirección o acompañamiento espiritual, eso sí, con la peculiaridad de señalarse que éste sea especifico para las personas homosexuales.

    Para ello se tomará como apoyo una bibliografía basada en autores conocidos y estudios especializados que ayuden a asentar la hipótesis de trabajo.

    El presente estudio se dividirá en la presente introducción, seguida de distintas visiones de la homosexualidad: una visión antropológico-cristiana, seguida de una visión desde fuentes de la revelación. A continuación se trata el acompañamiento espiritual de estas personas, finalizando con unas conclusiones y la bibliografía empleada.

    1. La visión antropológico-cristiana de la persona humana

    Nadie puede rebatir que el hombre y la mujer tienen una constitución complementaria que los hacen el uno para el otro. Obviamente, esa complementariedad no existe entre dos hombres o entre dos mujeres.

    Lo que llama la atención es que todos los pronunciamientos en el ámbito público, ya sean a favor o en contra, son para expresar el acogimiento y profundo respeto que todo homosexual tiene como persona. Nada que objetar a lo anterior, pero habría que ir un poco más allá y plantear porqué nadie se pronuncia sobre la posibilidad de que se invite a las personas homosexuales a que intenten abandonar esa condición, y también a que vivan una vida plena en la complementariedad del hombre y la mujer. Hoy se está tratando de adoctrinar a las masas en el sentido de intentar que la gente acepte el mito de que la homosexualidad es un modo de ser natural, normal e innato. Esto no es cierto. No hay ninguna evidencia científica que pruebe esta teoría, sino como citan Fontana, Martínez y Romeo, existen estudios que indican la mayor tendencia a sufrir afecciones psicológicas en personas homosexuales.

    Aún así se han realizado estudios para tratar de buscar una base biológica a la homosexualidad, intentando demostrar que ésta es una orientación sexual normal, incluso una especie de "tercer sexo". Lo cierto es que todos estos estudios carecen de consistencia y de verificación, siendo sus resultados no concluyentes y la mayoría son especulaciones.

    Es lo que ha ocurrido acerca de la visión cultural hacia la homosexualidad. No hace mucho producía una injusta incomprensión e incluso persecución. Pero hoy se ha pasado a considerar la homosexualidad como una orientación sexual normal y natural.

    Habría que partir adentrándose en el estudio de la homosexualidad desde una visión valiente y cuestionadora de las tesis dominantes, pudiéndose afirmar que la homosexualidad es una patología y como afirma el ex-homosexual Richard Cohen, es un desorden de atracción hacia las personas del propio sexo. Prueba de ello son las terapias que se presentan para estos casos en los manuales de modificación de la conducta, citando la homosexualidad entre los problemas de la orientación sexual, como se diagnostica en el libro de texto, de uso común en numerosas facultades de psicología, de los doctores Olivares y Méndez.

    Como se ha dicho, la falta de conocimiento sobre las causas de la homosexualidad abarca todo el abanico de la sociedad, incidiendo notablemente sobre terapeutas y educadores, siendo muy mayoritarios los psicólogos que apuestan por la errónea idea de que la doctrina de la Iglesia Católica sobre la homosexualidad es insensible hacia los homosexuales, poco científica y errónea. Éstos suelen aconsejarles que se acepten como personas creadas homosexuales por Dios. Y es éste el camino hacia conflictos emocionales inherentes a la homosexualidad.

    Un punto de partida puede establecerse al poner la confianza en Dios como el pilar sólido del tratamiento, sin menoscabar la ayuda de la terapia psicológica. Y establecer una relación de ayuda, en palabras de Jesús Sastre, centrada en la persona a la que se quiere orientar y ayudar, no en los problemas que tenga ni en el saber del orientador.

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