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Ley de Educación Superior (página 3)

Enviado por Arturo Clery


Partes: 1, 2, 3

René Ramírez es un economista de 35 años. Tiene  maestrías en Economía del Desarrollo, en Gobierno y Asuntos, y un diplomado en Metodología Cuantitativa, Actualmente es Secretario Nacional de la Senplades, antes era Subsecretario general de la Secretaría.

Fue el encargado de la formulación, implantación, aplicación, seguimiento y evaluación del Plan Nacional de Desarrollo 2007-2010.

La norma universitaria transformará a la sociedad, a través de un nuevo modelo educativo.

Para el titular de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), René Ramírez, la nueva Ley de Educación Superior es un triunfo para el país.

Aunque el presidente de la República, Rafael Correa, anunció que la vetará parcialmente y que cambiará varios artículos propuestos por diversos sectores para su aprobación, Ramírez puntualiza que la ley original, enviada desde el Ejecutivo,  no cambió en su esencia, pese a los ajustes que se hicieron  desde la Academia y la oposición.

Destaca que el cuerpo legal, aprobado con 63 votos, respetará la autonomía universitaria y que el objetivo primordial es que las universidades cambien al país. Detalla que a diferencia de la anterior normativa que regía a los establecimientos de educación superior, esta ley evitará que aparezcan universidades de "garaje"; así como se realizará una evaluación continúa de maestros, estudiantes, universidades y carreras.

De ahí que insiste en que el nuevo cuerpo legal es un triunfo para la educación superior. Cree que su aplicación transformará no solo a las universidades, sino al país, al contar  con carreras del futuro y mejoras en la formación profesional.

"La ley va a permitir dar un salto cualitativo en la educación superior, generar grandes cambios"

Usted presentó alguna vez las estadísticas en las que las universidades ecuatorianas empiezan a aparecer desde el puesto 1.900 en un ranking mundial, ¿cambiará esa realidad con la nueva ley?

La ley no hace milagros. De la noche a la mañana nosotros no vamos a cambiar  la universidad. Lo que sí permite esta ley es tener los incentivos y mecanismos de regulación para cambios cualitativos. Esto es el inicio, va a depender de la voluntad de cambio de las universidades. Es un triunfo de la democracia y del país, por todo el proceso de debate de la educación superior que hubo. Tuvo que venir un actor externo para interpelar a la universidad ecuatoriana.  El Gobierno señala que la Ley de Educación Superior es un triunfo para el país, ¿es tan buena como se dice, o tan mala como señala la oposición?Es una ley que va a permitir dar un salto cualitativo en la Educación Superior. Calificarla de excelente, buena, o no, es algo subjetivo. Esta ley permitirá dar grandes transformaciones y ya dependerá de las universidades incorporarse a estos cambios. El gran problema de los detractores es que no satisface sus intereses y privilegios.

¿Qué tipo de privilegios?

Como por ejemplo, ser rectores ad infinitum; gerentes propietarios a cargo de universidades con lucro sin fin, y  que no respetan lo que señala la Constitución, que las universidades sean fundaciones sin fines de lucro. Lo que ha importado ha sido  tener utilidades. Buscamos universidades para el bien común.¿Cuáles son las bondades de esta ley?  

 Permite  tener los incentivos y mecanismos de regulación para cambios cualitativos. Esto en el inicio va a depender de la voluntad de cambio de las universidades, es un triunfo de la democracia y para el país. La ley no busca transformar a la universidad sino a la sociedad. Hay que preguntarnos ¿qué universidad necesitamos para cumplir el pacto de convivencia que es el que aprobó el Ecuador con la Constitución de 2008?

¿La ley respeta la autonomía universitaria?

Sí, el cuerpo legal no se mete en la autonomía, para nada. Es un tema que implicaba un debate amplio que debió nacer desde las universidades. Insisto, no queremos transformar a  las entidades de educación superior ecuatorianas  sino a la sociedad en sí.

Los detractores de la ley hablan de que el Ejecutivo asumirá los órganos de control y acreditación que se contemplan en la normativa, ¿cuál es su respuesta?     En todos los países del mundo hay un Ministerio o una Secretaría para el campo de la Educación Superior. Ecuador es el único del mundo, o uno de los pocos, en donde un ministro del Ejecutivo no regula a las universidades. Ese es  un tema que se politizó y no se generó un debate a la altura, hubo un debate pobre. La crítica de la Secretaria de Educación no tiene razón, pues en la Constitución, aprobada en 2008, se establece un órgano coordinador entre el Ejecutivo y el sistema educativo.

 ¿Cuál fue el aporte de la Senplades a la ley?

 Si se hace una comparación con el proyecto inicial presentado por el Ejecutivo no se cambió ningún artículo de trascendencia. Hay que hacer análisis a profundidad, reconozco que deben haber cambios, pero la ley no cambió en su esencia. ¿Entonces no hubo cambios sustanciales?

El proyecto aprobado por la Asamblea es bastante similar en alrededor del 80 por ciento a la propuesta de  Ley de Universidades que presentó en principio el Ejecutivo. Por tal motivo, el resto del porcentaje  será el que se estudiará para realizar los posibles cambios al proyecto. No creo que sea más del 20 por ciento de cambios.

En la ley se contemplan nuevos requisitos para ser docentes y rectores, ¿cómo beneficiará esto a la Educación?

Este cuerpo legal exige que para ser profesores de la universidad tengan  una maestría y para ser profesores titulares un doctorado. Eso va en beneficio de los alumnos, pues tendrán docentes con mayor capacidad.¿Hay en el país la cantidad necesaria de másters o doctores para impartir cátedra?Digamos que no hubiera, tendría que haber todos los incentivos para que todos los profesores tengan nivel de maestría. También hay que premiar los libros, los  seminarios y redes de investigación a las que pertenecen los docentes. Algunos rectores calificaron a  la ley en 6 sobre diez, ¿qué criterio le merece esa calificación?

 Yo creo que es una buena ley y perfectible,  si se compara con la que existe y con lo que manda la Constitución.

Se dice que este cuerpo legal elimina el control político de las universidades, ¿cambiar al MPD, por Alianza PAIS?Eso no se evita con la ley. La norma  da los incentivos y mecanismos necesarios para mejorar la Educación Superior. Ahora para ser presidentes de las asociaciones se necesitan méritos. Las universidades deben vivir sus procesos internos. La política no está mal, sino como se ha manejado, en detrimento de la calidad de la educación. No podemos hablar de una ciencia no neutral.

¿Cuándo se podrá hacer una evaluación de esta ley?Es continua la evaluación. Lo que señala mucho esta ley es  que hay que evaluar sistemáticamente a las universidades, a las carreras, y a los profesores. Se establecen procesos de categorización de las universidades, para que la ciudadanía y el país conozcan cuáles son las mejores. Es prioritario evaluar periódicamente a las universidades.

¿Cuando se habla de evaluar las carreras se estima que van a crearse otras?Con las universidades que tenemos en la actualidad en el Ecuador no podemos hacer la transformación económica, política y social que necesita nuestro país. No necesariamente las carreras de mercado son las que necesita el Estado. Hay que pensar en un país de la era pospetrolera. El gran capital del país es la biodiversidad y no tenemos las carreras y la investigación para anclarnos al futuro.  Por eso es necesario crear carreras de futuro: energía solar, biomecánica, biosalud, etc.

"La ley va a permitir dar un salto cualitativo en la educación superior, generar grandes cambios"

Usted presentó alguna vez las estadísticas en las que las universidades ecuatorianas empiezan a aparecer desde el puesto 1.900 en un ranking mundial, ¿cambiará esa realidad con la nueva ley? La ley no hace milagros. De la noche a la mañana nosotros no vamos a cambiar  la universidad. Lo que sí permite esta ley es tener los incentivos y mecanismos de regulación para cambios cualitativos. Esto es el inicio, va a depender de la voluntad de cambio de las universidades. Es un triunfo de la democracia y del país, por todo el proceso de debate de la educación superior que hubo. Tuvo que venir un actor externo para interpelar a la universidad ecuatoriana.  El Gobierno señala que la Ley de Educación Superior es un triunfo para el país, ¿es tan buena como se dice, o tan mala como señala la oposición?Es una ley que va a permitir dar un salto cualitativo en la Educación Superior. Calificarla de excelente, buena, o no, es algo subjetivo. Esta ley permitirá dar grandes transformaciones y ya dependerá de las universidades incorporarse a estos cambios. El gran problema de los detractores es que no satisface sus intereses y privilegios.

¿Qué tipo de privilegios?

Como por ejemplo, ser rectores ad infinitum; gerentes propietarios a cargo de universidades con lucro sin fin, y  que no respetan lo que señala la Constitución, que las universidades sean fundaciones sin fines de lucro. Lo que ha importado ha sido  tener utilidades. Buscamos universidades para el bien común.¿Cuáles son las bondades de esta ley? 

 Permite  tener los incentivos y mecanismos de regulación para cambios cualitativos. Esto en el inicio va a depender de la voluntad de cambio de las universidades, es un triunfo de la democracia y para el país. La ley no busca transformar a la universidad sino a la sociedad. Hay que preguntarnos ¿qué universidad necesitamos para cumplir el pacto de convivencia que es el que aprobó el Ecuador con la Constitución de 2008?

¿La ley respeta la autonomía universitaria?

Sí, el cuerpo legal no se mete en la autonomía, para nada. Es un tema que implicaba un debate amplio que debió nacer desde las universidades. Insisto, no queremos transformar a  las entidades de educación superior ecuatorianas  sino a la sociedad en sí.

Los detractores de la ley hablan de que el Ejecutivo asumirá los órganos de control y acreditación que se contemplan en la normativa, ¿cuál es su respuesta?     En todos los países del mundo hay un Ministerio o una Secretaría para el campo de la Educación Superior. Ecuador es el único del mundo, o uno de los pocos, en donde un ministro del Ejecutivo no regula a las universidades. Ese es  un tema que se politizó y no se generó un debate a la altura, hubo un debate pobre. La crítica de la Secretaria de Educación no tiene razón, pues en la Constitución, aprobada en 2008, se establece un órgano coordinador entre el Ejecutivo y el sistema educativo.

Esta ley permitirá dar grandes transformaciones y ya dependerá de las universidades incorporarse a estos cambios. El gran problema de los detractores es que no satisface sus intereses y privilegios.

Ley de Educación Superior aprobada con 63 votos

 Agosto 10-2010

Fuente/Autor: Opinion

 Con 63 votos afirmativos, 47 en contra, uno blanco y 12 abstenciones se aprobó ayer la Ley Orgánica de Educación Superior.

Alianza País (AP) contó con los votos de 53 de sus 54 asambleístas pues César Gracia estuvo ausente de la votación. Después de varias votaciones fallidas en semanas pasadas, la expectativa se centraba hoy en si Alianza País (AP) lograba conseguir los votos.

La normativa también tuvo el apoyo de Silvia Salgado, Marisol Peñafiel, Pedro de la Cruz y Eduardo Encalada (socialistas), Scheznarda Fernández (expulsada del PSC y ahora independiente), Leandro Cadena (ex ID, hoy independiente), Guillermina Cruz (PSP), Rocío Valarezo, Galo Vaca y Ramón Cedeño (los tres que quedan del ADE).

Se abstuvieron Gerardo Morán, Paco Moncayo, Marco Murillo, Rafael Dávila (Alianza Libertad), Alfredo Ortiz, Nivea Vélez, Hugo Quevedo (alterna de Gabriela Pazmiño, PRE), Saruka Rodríguez (PRE) y Christian Garzón (Alterna Dalo Bucaram, PRE), Jimmy Pinoargote (independiente), María Molina (MPD) y Gioconda Saltos (ex PSP).

El voto en blanco fue de Marlene Castro (alterna de Lourdes Tibán, de Pachakutik).  

Con y gritos de legisladores de la oposición, la sesión 46 se instaló cerca de las 12:45 de ayer. "Paco (Moncayo) no se vende", "Paco no los creas, Correa no los deja",  corearon los legisladores de Sociedad Patriótica en el Pleno. Moncayo era uno de los legisladores que hasta ayer no definía su voto.

Conclusiones

  • En este sentido, se cuestiona que no se haya socializado previamente el proyecto emanado del Gobierno, a fin de apuntar los correctivos que sean necesarios, en base a la realidad de la educación superior ecuatoriana, sin copiar burocráticamente de otras experiencias de legislación universitaria.

  • La universidad no puede ser ajena a la realidad y a las necesidades de desarrollo de la sociedad en que se ubica y debe conocer y coordinar con las instancias que planifican el desarrollo, pero sin perder su autonomía porque su papel es, debe ser, siempre ir más allá de la realidad actual.

  • Buscar el conocimiento en todas las áreas de la ciencia para preparar el futuro, recordando que las circunstancias no cambian solo por el aporte de la ciencia y la tecnología, sino que el verdadero agente de cambio es la interacción entre los sistemas de pensamiento que conciben la sociedad y la aplicación de tecnologías nuevas.

  • La labor de las universidades, siempre ha sido, encontrar, producir, transmitir, renovar, transformar conocimiento, pero en el mundo de hoy es de especial importancia porque el conocimiento cambia tan rápidamente que solo tendrán posibilidades de desarrollo autónomo los países que desarrollen una capacidad constante de aprender y responder a situaciones nuevas e inesperadas con métodos nuevos y creativos.

  • En conclusión hacen falta recursos, la infraestructura y el equipamiento necesario para que la universidad no sea solo una repetición de lo dicho por el maestro, cuya preparación pedagógica es indispensable.

Recomendaciones

  • Elevar el nivel académico de docentes, es recomendable desde cualquier aspiración que el cuerpo de profesores y autoridades deberán registrar el máximo nivel de postgrado: el de Doctorado o PHD.

  • Interpretar y redactar con propiedad el texto del proyecto puesto que, tal como aparece en la dimensión virtual, es de muy difícil comprensión por ser un lenguaje enrevesado, repetitivo e inentendible.

  • Ampliar la difusión de la propuesta, ponerla al alcance de todos los sectores ligados con la educación que enriquecerán el proyecto y convertirán a la nueva Ley en medio expedito, idóneo, del cambio que la Universidad requiere para guiar con acierto los destinos del país,

  • Fijar sus grandes metas y formar, con este objeto, los recursos científicos, tecnológicos, humanos que labrarán su porvenir.

  • Defender la autonomía de la ciencia, buscar la verdad, llevarla a la práctica y generar pensamiento que permita organizar la sociedad.

 

 

Autor:

Cristina Celi

Jenny Gonzabay

Viviana Solano

Sandra Rodríguez

Tutor:

Arturo Clery

Año Lectivo: 2010 -2011

Partes: 1, 2, 3
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