Descargar

De la terapia cognitiva de los trastornos depresivos (página 2)

Enviado por Felix Larocca


Partes: 1, 2

El cuadro clínico con el cual, generalmente, se presenta el adulto deprimido es el siguiente:

  • Una disposición sostenida de un ánimo melancólico, deprimido o triste, asociado a un sentimiento de infelicidad constante
  • Sentimientos de duda, de culpa y de pesimismo persistente, son predominantes
    • El paciente se percata de la presencia de emociones opresivas y de miedo, que antes estuvieran ausentes
    • A muchos los invade una premonición angustiante de que algo desafortunado va a suceder — a menudo acompañado de deseos de llorar sin razón aparente
    • La persona deprimida, llora, sin razón aparente
    • La víctima de esta condición, a menudo, se torna, asimismo, irascible sin provocación o sin justificación, resultando en sentimientos secundarios de culpa
    • La sensación opresiva de tener "un nudo en la garganta", es un fenómeno común, asociado con sentimientos de aprensión y de angustia
  • Percepción del temor de quedar solos, de resultar indefensos o de terminar por todos abandonados — son percepciones comunes
  • Emociones de culpa por pecadillos menores o por errores pasados y ya olvidados, anuncian su retorno poco grato
  • Sentirse viejo, feo, gordo o marginalizado — a pesar de la persona estar en plena flor de vida, salud y productividad
  • Preocupaciones desagradables acerca de inferioridades imaginadas, de fracasos personales y de la falta de logros, son comunes — como lo son también, inquietudes acerca de la salud personal, o acerca del significado mismo de la propia existencia
  • Variación diurna del ánimo. Sintiéndose mejor durante una parte del día y peor durante el resto del mismo — generalmente se siente uno peor por las mañanas y mejor al fin del día
  • Pesadillas, especialmente con temas de dolor, discapacidades, pérdidas y muerte
  • Anhedonia (pérdida de la habilidad de sentir placer) (Véase nuestra ponencia, por el mismo título en la sección de psicología en monografías.com).
  • Pérdida de la capacidad de hacer decisiones, aunque estas sean pequeñas.

Niño deprimido

Comienzo de ataques inexplicables de ansiedad y de pánico

  • Signos vegetativos, o de expresión física (que pueden ser):
  • Trastornos del sueño: dificultades conciliando el sueño. Y si se logra dormir, se duerme muy poco o demasiado — especialmente con la tendencia a despertar intermitentemente durante la noche — o a despertar muy temprano y, con cansancio residual, por las mañanas
  • Somnolencia durante el día, que puede interferir con el rendimiento laboral
  • Retraimiento físico, desidia y aislamiento emocional son predominantes
  • Trastornos del apetito. Aumentado o disminuido. Generalmente de suficiente magnitud para resultar en la pérdida, o en el aumento ostensible, del peso
  • Rehusar todo — o casi todo — alimento. O comer, en exceso, por "ansiedad", sin tener hambre y sin disfrutar o apreciar lo ingerido
  • A veces, sequedad y mal sabor en la boca
  • Fatiga fácil, o falta de resistencia y de energía
  • Dolores de cabeza, de estómago, tensión premenstrual y una variedad profusa de síntomas vagos, con una sensación insidiosa de presión en el pecho
  • Miedos de sufrir enfermedades serias con una preocupación exagerada acerca de las funciones del cuerpo (hipocondría) — (Véanse mis ponencias al respecto).
    • Estreñimiento
    • Además de:
  • Pérdida o disminución del interés sexual
  • Pérdida de goce en todas las actividades placenteras acostumbradas
  • Pérdida de la concentración, de la memoria y disminución en la velocidad de los pensamientos (bradipsiquia).

Esta presentación sintomática puede aparecer de un modo diferente —dependiendo, a veces, en la intensidad del episodio o en la edad del paciente.

Para mayor entendimiento, DSM-IV, ofrece criterios diagnósticos estandarizados.

Evolución

La historia natural de la enfermedad presenta una tendencia particular y característica de remisión sintomática para que, inesperadamente, los síntomas tiendan a retornar — como punición o condena.

Pausa

Una observación de importancia, aquí es necesaria, y ésta es: que la depresión es trastorno usual de todas las edades, incluyendo la infancia, la niñez, la adolescencia y la vejez. (Véanse nuestras ponencias al respecto).

Las diferencias sintomáticas entre las edades son función del período de la vida y del desarrollo individual, como antes dijéramos

Continuación

Muy a menudo, el paciente deprimido puede tolerar en soledad y en silencio una de las condiciones más agobiantes conocidas a la naturaleza del ser humano. (Véase mi ponencia: La Sonrisa de Dios).

Ese aislamiento típico, sólo logra empeorar una situación que ya es perniciosa. (Léanse las notas biográficas acerca del poeta Dante Gabriel Rossetti y de su desafortunada esposa, en nuestros artículos).

La persona quien está deprimida no está simplemente triste — la persona quien está deprimida no ve un fin o una salida para ésta, su, interminable, miseria.

Para impresionar al lector con la naturaleza infernal de esta condición, aquí hacemos referencia al poeta William Blake (1757-1827) que en su poema en el que alude a la Divina Comedia (Commedia) de Dante, inscribe en las puertas del infierno: "All hope abandon, ye who enter here"). (Léanse mis notas al respecto de Las Visiones del Poeta William Blake).

Historia

La historia de la depresión como parte inseparable de la condición humana es muy larga, siendo algo que hemos cubierto en otras de nuestras ponencias.

La depresión se menciona dentro del marco esencial de casi todo libro sagrado; siendo motivo inspirador para poetas, músicos, dramaturgos, arquitectos, filósofos y todos aquellos quienes integran la gama de nuestro pensamiento artístico.

Uno de los libros más famosos y de inmortalidad histórica es el que Robert Burton (1577-1640) publicara bajo el título de: Anatomy of Melancholy — aquí lo recomendamos.

Edvard Munch

Prosigamos con la lección

La persona quien está deprimida llora porque no sabe cómo reducir y cómo confrontar el dolor psíquico que le roba el derecho a ser feliz, y que le reemplaza la iniciativa del vivir con la apatía y la pasividad.

La persona quien está deprimida no ríe porque no puede gozar de nada y de nadie. La persona deprimida, muy menudo contempla la muerte como alternativa preferible a una vida de calidad tan amarga y miserable.

"Ridi pagliaccio e ognun t’applaudirà"… Ruggiero Leoncavallo.

El suicidio siempre es posible — si la depresión es profunda

En otras palabras:

La depresión es una enfermedad psiquiátrica que puede culminar en la muerte de sus víctimas. (Véanse nuestras ponencias relacionadas al suicidio y al para-suicidio, así como la muerte en las anoréxicas, como dificultad médica/psiquiátrica).

La evolución de la depresión es un continuo que progresa: de afecto è a reacción è de reacción è a conflicto è de conflicto a enfermedad — cuando se la conceptualiza, en el sentido estricto de la palabra que la define…

Hasta hace muy poco tiempo, la depresión se concebía como la expresión de conflictos reprimidos e inconscientes que debían de ser psicoanalizados para que el paciente lograse el objetivo elusivo y anhelado de su cura. Hoy, la depresión se entiende como un trastorno hereditario que afecta el metabolismo de ciertas substancias en el cerebro que controlan los afectos y los ánimos de todos los seres humanos — y posiblemente de otros seres vivientes. (Véase mi ponencia acerca de las endorfinas y la serotonina).

Por ello, los factores individuales-personales, los del entorno y el efecto de ciertas enfermedades físicas, que pueden coexistir con las reacciones emocionales, son posibilidades diagnósticas. (Aquí recomendamos los trabajos seminales de S. Freud y de K. Abraham acerca de la melancolía y el propio: De los trastornos de la tiroides, artificiosos: El caso de Roselia, que aparece en monografías.com).

El tratamiento

La terapia de la depresión requiere que al paciente y a sus seres cercanos se los instruyan en las realidades de la situación que los confronta. La educación debiendo de ser un proceso detallado y minucioso con el esmero requerido para lograr las metas esperadas.

A veces, los grupos de soporte y de apoyo mutuo, conducidos por profesionales calificados, constituyen un adjunto importante para la estrategia terapéutica. (Véanse mis ponencias al respecto).

Medicinas

El uso de medicinas indicadas y específicas. Debe de ser conducido y supervisado de modo circunspecto y con las debidas explicaciones suministradas al paciente acerca de lo que se le estará administrando. (Consúltense artículos que, al respecto hemos publicado, o entren al Internet para una actualización de este tema en evolución constante).

Este último aspecto del tratamiento es el más moderno, el más complicado, el más exitoso — y el que nunca debe de relegado a personas sin entrenamiento riguroso.

Es necesario que ahora se inserte una nota de prudencia:

El suicidio…

Tomen en cuenta que un paciente, a veces, respondiendo favorablemente — durante las fases tempranas del tratamiento — puede sumar el coraje, durante esta mejoría incipiente. para decidir terminar sus miserias tomándose una dosis excesiva y letal de las medicinas recetadas.

La psicoterapia de la depresión

Actualmente, en los Estados Unidos de América, las estrategias terapéuticas conocidas como la Terapia Cognitiva de la Depresión (desarrolladas por el Profesor Aaron Beck) han adquirido gran popularidad y confirmación entre la clase profesional. Esta recepción se debe en gran parte, porque estas maniobras se adaptan de un modo práctico, flexible y que proveen apoyo a la condición del paciente, haciendo caso omiso a fórmulas y teorías esotéricas que pueden (y que a veces no pueden) ser de aplicación al caso de individuos cuyos estados de ánimo a menudo adquieren proporciones críticas.

Pero, el tiempo ha demostrado que, si bien, es verdad que estos métodos son útiles, que no son la panacea por tantos ansiada…

Las bases, muy simples, que forman las fundaciones teoréticas del método desarrollado por Beck, proponen tres cosas:

  • Que la persona deprimida posee una percepción distorsionada y negativa de sí misma
  • Que la persona deprimida concibe e interpreta sus contornos ambientales de forma igualmente negativa, y
  • Que la persona deprimida tiene una visión pesimista de su futuro.

Basados en estos principios, y asistidos por un profesional con pericia, es mucho lo que se puede lograr para aliviar y remediar la carga tan amarga, agobiante y miserable que puede constituir una depresión.

En una mayoría de los casos, la psicoterapia médica usada en conjunto con las medicinas específicas ofrece al paciente deprimido, el mejor recurso para su tratamiento. Es éste el método que conocemos como el "tratamiento clásico" y el que resulta siendo el más efectivo. (De relevancia especial a esta lección es mi artículo: La Obesidad: Indefensión ¿Aprendida o Innata?)

Bibliografía:

  • S. C. Vaughan: The Talking Cure (1997 G.P. Putnam’s NY)
  • F. M. Mondimore: Depression: The Mood Disease (1990 The Johns Hopkins University Press Baltimore)
  • D. K. Cassell & F. E. F. Larocca: The Encyclopedia of Obesity and Eating Disorders (1994 Facts on File NY)
  • F. E. F. Larocca: New Directions for Mental Health Services (1986 Jossey-Bass San Francisco)

 

Dr. Félix E. F. Larocca

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente