Representación o percepción de Seguridad
El aparato psíquico funciona según dos procesos: uno que llamamos primario, caracterizado por el sistema Inconciente, y un proceso secundario, en el que opera el sistema conciente-preconciente.La conciencia es la cara subjetiva de una parte de los procesos, especialmente los procesos perceptivos. "El acceso a la conciencia va unido ante todo a las percepciones que nuestros órganos sensoriales reciben del mundo exterior" (2)De este modo, se estructura lo que llamamos percepción .La representación remite o designa aquello que uno se representa, lo que forma "el contenido concreto de un acto de pensamiento y especialmente la reproducción de una percepción anterior" (3)De esta manera, todo aquello que llega a nosotros proveniente del mundo que nos rodea, y por diversos medios, se constituye en representación, en huella mnémica, inscribiéndose bajo complejas cadenas asociativas, propias del proceso primario.(2),(3) Diccionario de Psicoanálisis de Laplanche y Pontalis.Vemos que la realidad material, objetiva, adquiere un sentido particular según la historia de cada sujeto, lo cual se designa en psicología con el nombre de realidad psíquica, que es aquello que, en cada psiquismo, adquiere valor de realidad.De este modo, la realidad material influye y es a la vez influída por la realidad psíquica del sujeto, lo cual ha de ser tenido en cuenta a la hora de referirnos a la seguridad, ya que la percepción de seguridad será propia de cada individuo, estructurada por los datos provenientes del exterior, y por la historia individual.Esta realidad psíquica está ligada a los procesos inconscientes, por lo cual el sujeto no puede dar cuenta de un conocimiento pleno, total, de aquello que én está regido por el proceso primario.Un ejemplo claro de esto son las fobias, entre ellas, la "aerofobia", o miedo a volar en una aeronave: este temor se halla constituído por desplazamientos y condensaciones inconcientes que remiten a un temor mas primitivo. Podríamos decir que "el miedo al avión" tiene sus raíces inconcientes, como toda fobia, que operan por desplazamiento, de un objeto o situación temidas que se depositan o desplazan a otra, que se manifiesta concientemente.Esta es la tarea de la Psicología: la de ocuparnos de aquello que es del órden de la singularidad.Nos enseña Henri Ey en su "Tratado de Psiquiatría": "La Psicología es una de las ciencias del hombre que tiene por objeto su vida de relación, es decir, las relaciones que le ligan, en tanto que Sujeto o Persona, a su mundo. Es, en otros términos, la ciencia de las funciones, operaciones, Comportamientos, ideas y sentimientos, cuyo desarrollo y organización Constituyen las modalidades de su adaptación al medio físico, social y Cultural en el que transcurre su existencia"Y agrega: "La organización de la vida psíquica, la estructura de la consciencia, la construcción de la personalidad, las operaciones situadas en la base y en la culminación de nuestro conocimiento del mundo objetivo y de nuestra comunicación con los otros, todos nuestros sentimientos, todas nuestras acciones son a la vez dependientes de nuestro organismo y del medio exterior. De tal manera que, a propósito de la inteligencia, del carácter, de los sentimientos, de la concepción del mundo y de las relaciones con el universo que nos rodea, en psicología no cesa de plantearse el problema de saber lo que es innato, preformado, constitucional, instintivo, y lo que es adquirido, consecutivo a la experiencia y a la acción del medio" Henri Ey, Tratado de Psiquiatría, Ed. Masson, 1989. Pags. 3 y 5. Vemos de éste modo que la percepción de seguridad-inseguridad, remite a una pluralidad de factores que la determinan, siendo la resultante de múltiples causas sociales, políticas, culturales y psíquicas, tanto conscientes como inconscientes.Hay una realidad social con valores y normas que regulan el comportamiento, del mismo modo que una realidad psíquica propia del individuo y sus vicisitudes personales.Pongamos un ejemplo: Si un individuo ha sufrido algún acontecimiento traumático, esto por sí solo no basta para poder explicar porqué se ha estructurado en él una percepción de inseguridad, ni para mantenerla. Será suficientemente explicativo para aquél que apunte sólo a una mirada simplificadora de los hechos, pero hay que tener en cuenta que lo que llamamos "factores predisponentes" son exactamente eso: predisponentes, pero no agotan la explicación, ni son por sí solos causales, ni por sí solos, explicativos.Otro individuo, con una experiencia similar del órden de lo traumático, forjará una representación distinta.Llamaremos "sobredeterminación" a este entrecruzamiento de factores en la etiología de la representación de seguridad-inseguridad, quedando claro que no nos referimos a un paralelismo, sino a un entrecruzamiento.
En la definición de seguridad citada, en la que estamos basando nuestro análisis, se hace referencia a "la percepción de un espacio exento de riesgos reales o potenciales".Frente a un peligro exterior que constituye para el individuo una amenaza real puede surgir la angustia, la cual puede estar presente también ante una amenaza de orígen interno.Algunos autores utilizan el término "miedo" para referirse a la reacción frente a un peligro o amenaza exterior, proveniente de un objeto determinado, y reservan el término "angustia" para hacer referencia a la emoción desvinculada de un objeto o amenaza real exterior.Esta diferenciación ha dado lugar a algunas críticas por parte de ciertas corrientes teóricas en psicología, pero considero que lo fundamental, mas que centrarnos en este debate conceptual, es desarrollar la importancia que adquiere en este punto del análisis la fantasía.Sin duda hay aquí un punto central para el desarrollo y análisis del tema.¿Qué lugar ocupa en la constitución y diferenciación entre un "riesgo real" y un "riesgo potencial", la fantasía?Fantasía: "Guión imaginario en el que se halla presente el sujeto y que representa, en forma más o menos deformada por los procesos defensivos, la realización de un deseo y, en último término, de un deseo inconsciente"."La fantasía se presenta bajo distintas modalidades: fantasías conscientes o sueños diurnos, fantasías inconscientes que descubre el análisis como estructuras subyacentes a un contenido manifiesto, y fantasías originarias" (Diccionario de Psicoanálisis, Laplanche y Pontalis, op.cit.)En su texto "Formulaciones sobre los dos principios de funcionamiento psíquico"(1911), Sigmund Freud contrapone al mundo interior, que tiende a la satisfacción por ilusión, un mundo exterior que impone progresivamente al sujeto, por mediación del sistema perceptivo, el principio de realidad.Aquí vemos la diferenciación intrapsíquica en la estructuración de un sentimiento de temor fundado en un miedo real, o bien, en uno potencial: el primero responde al Principio de Realidad, el segundo, a fantasías inconscientes del sujeto.Como vimos en la definición citada del concepto de fantasía, la misma se diferencia en tres tipos: a- conscientes. b- inconscientes c- originarias.A los fines del presente análisis me interesa centrar al lector en la idea de que, aquello que para un sujeto constituye un riesgo, puede basarse en una fantasía inconsciente, o bien, en el principio de realidad.Las fantasías que estructuran esta visión del mundo, en tanto habitable (por ser seguro), o amenazador y persecutorio, son inconscientes, aunque el individuo pueda sostener sus argumentos en forma consciente.Por ejemplo: sería entendible que un individuo tema viajar en avión luego del atentado ocurrido el 11 de septiembre en Nueva York, él podrá darnos millones de argumentos razonables sobre ese temor, basados en un hecho real. Ahora bien, si dicho temor se extendiera en el tiempo mas allá de lo razonable, y si constituyera un obstáculo importante para el sujeto en su vida de relación, profesional, etc, entonces cabría preguntarnos si este temor no está "ocultando", alguna fantasía inconsciente que se sustenta en un hecho real para hacerse manifiesta. Todo temor, tiene una raíz inconsciente, y al sostener esto, no me alejo de la realidad en el análisis, sino mas bien, me centro en ella.Será lógico y entendible que un turista no elija hoy, como destino, un país en situación de guerra, como Medio Oriente, pero si éste temor se generaliza a TODOS los destinos, si le impide embarcarse en una aeronave, si le impide conocer destinos seguros, entonces, queda claro que la percepción de riesgo se halla estructurada sobre bases imaginarias, que se han servido, por decirlo de algún modo, de hechos reales, generalizándolos, por medio de los mecanismos psíquicos de proyección, condensación y desplazamiento.
De la definición de Seguridad que tomamos como referencia al iniciar el presente trabajo, nos resta referirnos a la idea de conflicto.Yo subrayé, de la citada definición, la frase "la falta de seguridad genera un conflicto" por considerarla de importancia para el análisis.La falta de seguridad genera un conflicto, esto es indudable, lo dicen las cifras indicativas del descenso que ha experimentado la actividad turística, en este período del año 2002,y que la Organización Mundial del Turismo estima que puede prolongarse, por lo menos, durante todo el primer semestre del año, esperando con mucho optimismo, un repunte hacia finales del 2002.En mi calidad de analista del fenómeno desde el punto de vista psicosociológico tengo el compromiso y el modo de mirar el fenómeno, propio de las Ciencias que me sirven de guía y sustento metodológico y teórico, y debido a esto me permito convertir la afirmación en un interrogante, e invertirla: ¿No deberíamos pensar, tal vez, que es el conflicto lo que genera la falta de seguridad?.Con esto no estoy cuestionando la definición citada, a la que he tomado como base por considerarla apropiada, sino que, en éste punto, me permito, desdoblar el análisis, afirmando por un lado, que: -la falta de seguridad genera un conflicto. -La existencia del conflicto puede ser anterior a la estructuración de la percepción de inseguridad.La noción de conflicto a la que hacemos referencia se estructura por el entrecruzamiento de factores personales, sociales y político-culturales, tal como venimos señalando al proponer una mirada multifocal del fenómeno analizado.Conflicto:"En psicoanálisis se habla de conflicto cuando, en el sujeto, se oponen exigencias internas contrarias. El conflicto puede ser manifiesto, o latente, pudiendo expresarse éste último de un modo deformado en el conflicto manifiesto…""El psicoanálisis considera el conflicto como constitutivo del ser humano desde diversos puntos de vista…." (Diccionario Laplanche y Pontalis, op.cit.)En relación a lo que hemos dado en llamar "percepción de seguridad", el conflicto es siempre anterior, en el sentido que no debemos interpretarlo tanto como una consecuencia, sino mas bien, como un orígen.No elijo viajar a Nueva York luego del atentado, o a Medio Oriente, porque el conflicto es anterior a la "percepción del destino" como inseguro, o porque al percibirlo como inseguro se genera un conflicto?Yo me inclino por responder afirmativamente al primer interrogante que les planteo, esto es: en el orígen de la percepción de inseguridad está el conflicto.
Luego de habernos referido a la "representación" o "percepción de Seguridad", de un modo general, iniciaremos el análisis del concepto de Seguridad en Turismo.Iniciar un análisis de este tipo conlleva a PENSAR NUESTRO TIEMPO, rever la historia, ver cómo hemos llegado a este punto de incertidumbres, guerras, terrorismo, amenazas constantes al hombre, su integridad y dignidad.En este sentido cabría preguntarnos, siguiendo a Nicolás Casullo (4) ¿Cómo era el mundo no hace tanto?Este mundo que hoy nos sumerge en genocidas realidades diarias, ¿cómo pensar el fenómeno turístico?, con este fondo de barbarie desintegradora, ¿qué ofrecer a la demanda?, ¿desde qué lugar, y con qué argumentos, invitar al viaje?.El turista, ha asistido a un banquete donde todo estaba a su alcance, con una puesta en escena propia de los códigos de un "paisajismo cultural" y un estetización de lo social-histórico que hoy parece haber colapsado.Ya no hay banquete, el paisaje cambió a partir de un derrumbe, le vimos la cara a la devacle.Aquél banquete, tal vez, impidió reconocer en su mas plena dimensión el tiempo que habitamos. Es lógico: cuando uno está invitado a una fiesta no suele interrogarse quien se termina haciendo cargo de los costos.Países que otorgan visas a terroristas, con posterioridad al atentado, como ocurrió recientemente en Estados Unidos, donde compararon al Ratón Mickey con el Departamento de Migraciones, disculpándose luego, como correspondía, con el pobre Mickey Mousse.Esta es la cara mas cruel del derrumbe, junto a la cual cae el tradicional optimismo del viajero.Por cierto, no es sencillo abordar este tema, y por cierto no estoy aquí pensándolo con el fin de implementar nuevas políticas de márketing turístico, no hay márketing posible que permita reiniciar un banquete, cuando el invitado ya no concurrirá confiado como antes.Lo que me convoca es intentar un análisis del fenómeno sin más fines que el de invitarlos al replanteo, sin ingenuidades, la realidad ya no nos autoriza a ello. La emergencia obliga a arriesgar una reflexión, aunque mas no sea, provisoria.Creo que queda claro que no me refiero a las circunstancias por las que atraviesa hoy nuestro país, me refiero, a una realidad de la época, en la cual parece que llegamos a interrogarnos por la vida y su preservación, a partir del significado que cobra la misma al verse amenazada por esta realidad bélica mundial, donde lo que aconteció ayer, se mezcla con lo que acontece ahora y la incertidumbre por lo que pueda acontecer mañana: ¿llegará la "lluvia de aviones" prometida?.Analizar la Seguridad Turística ya no es solo una cuestión social, política, jurídica, sino que es una problemática de la dignidad humana. Las compañías de aviación comercial se enfrentan cada vez mas,a casos del llamado "miedo a volar" o aerofobia, y esto descoloca, deja sin referentes, puesto que la aviación comercial suele dedicarse, históricamente, al traslado de pasajeros, no a crear programas de seudo-tratamientos psicológicos.Este presente de profunda crisis política mundial impide discernir. En esta trampa he intentado no caer, por respeto a la profesión que ejerzo.No daré recetas (porque no las tengo, ni las busco) para "vender seguridad turística", mi afán es otro, el de encontrar sentido.Volviendo a Nicolás Casullo ("Modernidad y Cultura crítica", Ed. Paidós, 1*edición, 1998):"Las pérdidas, ese tormento del mundo que no atañe tanto al intelecto como al sentimiento, puede ser traducido como temática….."
Seguridad Turística: Definición
"Entendemos por Seguridad turística, la protección de la vida, de la salud, de la integridad física, psicológica y económica de los visitantes, prestadores de servicios y miembros de las comunidades receptoras" (Arq. Luis Grünewald, "La seguridad en la actividad turística. La percepción desde la óptica de la demanda",op.cit.)El análisis de la seguridad en el sector turístico, debe basarse en REALIDADES, esto es, en el conocimiento de la situación del Turismo en el momento actual.A mi entender, resulta evidente que el factor mas preocupante es este escenario bélico que inauguró el nuevo milenio, con lo cual la seguridad, tanto del turista como del residente, en muchos países está fuertemente debilitada, generando un grave trauma social y económico que repercute sobre el sector turístico, viendose el mismo gravemente afectado, como lo indican las cifras y proyecciones realizadas para el presente año 2002 por la OMT.La inseguridad que han generado la ola de atentados, guerras y actos de terrorismo tanto en Estados Unidos como en Medio Oriente, y otros países latinoamericanos, nos enfrenta a una realidad que no parece alentadora.Según datos de la OMT, los viajes-vacaciones representan el 60% o mas de las llegadas, frente al 30% de los viajes de negocios. De este modo, la aportación que el turismo realiza a la economía de algunos países, es importantísima. La Demanda, hoy, no solo exige variación en las ofertas, destinos novedosos, aventuras, sino fundamentalmente, seguridad.En este punto parece crucial, a mi entender, la seguridad vinculada al transporte aéreo de pasajeros. El esplendor que ha mostrado el turismo en las últimas cuatro décadas del siglo XX, cuando dejó de ser una actividad elitista, para ser accesible a la mayoría, lo que se ha dado en llamar "turismo de masas", (y a lo cual hemos hecho referencia ya en estudios anteriores), toma hoy otro matiz.El turista del nuevo milenio, exige seguridad, porque ya ha conocido el confort, ha conocido la innumerable variedad de ofertas, de modalidades de hacer turismo, ya ha realizado su "protesta" frente al turismo masivo, ya ha saciado, en parte, su "sed" de turismo.Ahora, el viajero que en décadas pasadas reclamaba destinos inexplorados, no saturados, el que rechazaba el "paquete", hoy nos pide seguridad, esta es la expresión de la tendencia actual, lo cual es lógico si pensamos el escenario conflictivo de la nueva sociedad actual.A partir de aquí, interpreto que la tendencia será la de preferir los viajes dentro del territorio del país de residencia, o países limítrofes.Quizá sea en mi opinión algo aventurada, pero creo que ésta será la proyección para este 2002, y quizás para años sucesivos, si la seguridad mundial sigue viéndose amenazada. A mi criterio, el turismo nacional, superará al internacional como tendencia mundial.No podemos olvidar el telón de fondo mundial, y mantener la ilusión de que ofreciendo políticas de protección, seduciremos al viajero. Y esto es así, porque los analistas del fenómeno, a menudo piensan tanto en términos de "turista" como entidad diferenciada, que olvidan que el turista anida en un sujeto: esto que parece obvio, a menudo obnubila la mirada del fenómeno.El turista, a grandes rasgos, atraviesa tres momentos:a- la búsqueda de información previa al viaje.b- Una cierta exigencia de adaptación durante la realización del viaje.c- Se torna un referente para viajeros potenciales, según la experiencia que haya tenido en el destino.El agente de viajes, suele ser quien brinda la información, pero hoy, la saturación diaria de noticias que provienen de los medios masivos de comunicación, lo han desplazado. Tenemos sobresaturación de información, y la misma refleja una realidad que no es del todo alentadora, por un lado, y por otro, desplaza al agente de viajes como medio de información.Podríamos decir que hoy, no se vende turismo, el individuo está tan "sobreinformado" que es él quien compra. La Demanda ha revertido el proceso. La oferta solo realiza operaciones comerciales. Esto repercute sobre el punto b), en la medida en que la adaptación al destino, se traduce hoy en una serie de interrogantes que otrora no se formulaban. Tal vez podríamos decir, que la realidad actual coloca al sujeto frente al interrogante de si tendrá que adaptarse o cruzar los dedos para salir ileso.
Para una gran mayoría, a la hora de viajar, el factor de decisión más importante es la seguridad.
En los días en que escribo este texto, se ha difundido la decisión de los Estados Unidos acerca de bajar la calificación que tiene nuestro país con respecto a la seguridad aérea.Sí, leyó bien: Estados Unidos opina y califica la seguridad aérea de otros países, luego de haber otorgado la visa a los autores materiales del atentado a las Torres, con posterioridad al hecho.Yo me detengo especialmente en estos titulares, debido a mi actividad profesional, pero les aseguro que hay "porciones de la realidad", que me dejan sin argumentos explicativos, o lo que es peor, anula toda lógica de procesamiento de los datos. Imagino entonces a un turista potencial frente a estos titulares, y me pregunto ¿qué interrogante se formulará al respecto? ¿cómo influirá esta medida en su toma de decisiones? ¿hallará alguna lógica explicativa? ¿cuál?.
1. La tendencia será la de preferir el turismo nacional o interregional al internacional, a nivel mundial.2. Aquéllos países que queden al márgen de alianzas políticas frente a conflictos bélicos, no presentarán decrecimiento del turismo receptivo internacional.3. La percepción de seguridad en el viajero, deberá ser reforzada en el ámbito del transporte aéreo, mas que en ningún otro4. De lo dicho en el punto 3, se desprende, la necesidad de implementar una campaña de difusión orientada a brindar seguridad al viajero en vuelo.
Autor:
Lic. Silvia Morales.
silviamorales[arroba]uolsinectis.com.ar
Psicóloga.
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