Procedimientos mágicos, recetas de brujería benéfica o nociva, secretos de una alquimia elemental que ha caído, poco a poco, en el dominio público: todo esto designa en adelante una impiedad difusa, una falta moral y como la posibilidad permanente de un desorden social.
Es el gran sábat de la naturaleza; las montañas se derrumban y se vuelven planicies, la tierra vomita los muertos y los huesos asoman sobre las tumbas; las estrellas caen, la tierra se incendia, toda la vida se seca y muere.
El fin no tiene el valor de tránsito o promesa: es la llegada de una noche que devora la vieja razón del mundo.
Michel Foucault, Historia de la locura en la época clásica
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo tratará de dar cuenta acerca de un tipo de subjetivación muy particular acontecido durante la Edad Media. Me refiero a las brujas, mujeres sobre las cuales se han ejercido las más feroces de las cacerías constituyéndose este accionar en uno de los tantos aberrantes sexocidios acontecidos durante la historia de la humanidad.
De acuerdo al imaginario social de la época mencionada, brujas eran las mujeres que cometían actos de herejías y que iban en contra de la moral y las buenas costumbres de la sociedad eclesiástica-medieval en la cual vivían. Oponerse de tal manera a lo estatuido para dicha época no era poca cosa, en medio de tanta ceguera y oscuridad. una mujer pagaba con su propia vida por semejante osadía. EL Orden eclesiástico no pasaba por alto estas cosas. la hoguera de la Inquisición era el medio para castigarlas y demostrarle así al pueblo que La Iglesia y su poder pastoral eran inconmovibles.
Me pregunto: si la brujería fue practicada tanto por hombres como por mujeres: ¿por qué han sido más perseguidas ellas que ellos? ¿Por qué más brujas que brujos? ¿Por qué eran tan "peligrosas"? ¿Qué manifestaban sus cuerpos convulsos y sus conductas presumidamente demoníacas? ¿Eran mujeres feas y viejas como se las describe en los cuentos infantiles?
Intentaré responder algunas cuestiones basándome en escritos de autores como: Ana María Fernández, Michel Foucault, J. Le Goff y N. Truong , Robert Muchembled , Norma Blázquez y Mabel Burin.
DESARROLLO
En la Edad Media los discursos médicos se superponían a los discursos religiosos y en esa trama de poderes vigentes de la época, era la Iglesia la que hegemonizaba para sí las prácticas médicas y los saberes verdaderos. Lo que no entrara en estos canones, lo que fuera diferente de pensar era motivo de persecución y exclusión.
Eran los momentos del maniqueísmo, o se estaba con la iglesia o por fuera y en oposición a ésta. Los tonos medios o grises no se tenían en cuenta a la hora de valorar una acción o un pensamiento.los versículos bíblicos estaban unicamente en las manos de los sacerdotes y demás autoridades religiosas, eran utilizados a los fines del poder imperante. Entonces "o se estaba con Dios y a favor de él, o en su contra y a favor del diablo".
Demonios o ángeles, mal o bien, casto o impuro, santo o hereje, puro o profano, fiel o apóstata: categorías desde una lógica binaria que organizaban y determinaban el mundo medieval.
Se pensaba a la mujer a la manera de los antiguos filósofos como Platón y Aristóteles y estos discursos vendrían luego de las manos de san Agustín y santo Tomás.Entonces la mujer era un "macho fallado", un humano imperfecto e incompleto que no había alcanzado la completud del desarrollo como los hombres, los cuales eran el modelo de perfección. . De Hipócrates se sostenía que ellas eran esencialmente inferiores: húmedas y frías, en tanto los hombres eran de esencia seca y caliente: superiores.
Retomando la filosofía maniqueísta de la época se observaba que en esta cosmovisión cristiana era el hombre el único que tenía alma y estaba hecho a semejanza e imagen de Dios. Por lo tanto, la mujer representaba lo instintivo, lo irracional, lo animal.El hombre: un ser razonante, la mujer era lo sin razón y esto daría lugar a justificar el dominio y el control del primero por sobre la última.El hombre era íntegro, temeroso de Dios, sabía controlar sus deseos, perseguía la perfección divina mientras que la mujer era un cuasi animal sexual que trataba de apartarlo de ese designio divino.por lo tanto había que hacer algo con ellas.
Ellas representaban la puerta de entrada al demonio ya que al ser incompletas e irracionales eran débiles, frágiles.habitadas por el mal! Su cuerpo femenino perdía al hombre, lo desviaba de ese camino santo asignado por Dios para él. Ellas eran sexualmente insaciables porque sus úteros contenían vaya a saber que tipo de bestias.
Página siguiente |