Gestionar los sentimientos frente a los demás para no tener conductas agresivas o pasivas. Al saber cómo es quien tengo delante, puedo comprender cómo le va a sentar aquello que yo le diga.
Ponerse en el lugar del otro y tratarlo asertivamente, aunque él no se comporte de igual manera. No entrando en juegos ni dinámicas que nos alejen de nuestro objetivo.
La persona asertiva es socialmente habilidosa, de agradable trato, segura de sí misma, no hiere a los demás con su comportamiento, pero tampoco permite que los demás le hieran, controla su conducta buscando la eficacia y la obtención de las metas fijadas manteniendo con firmeza sus convicciones y expresando públicamente sus ideas sin menoscabo de las opiniones, sentimientos o derechos de otras personas, aunque sean contrarios o no coincidentes con los suyos.
Algunas personas evitan ser asertivas porque temen desagradar a otros y no ser aceptados por esto. Sin embargo, aunque se podría evitar una desavenencia inmediata al evitar ser asertivos, a la larga podría lastimarse la relación. Las personas deben estar preparadas para manejar inteligentemente los conflictos interpersonales. Estos surgen naturalmente, debido a que los individuos poseen creencias, sentimientos y deseos variados. De no manejarse con cuidado, estos conflictos pueden causar sentimientos de inseguridad, exclusión, irritación y frustración.
El hecho es que el comportamiento de las personas fluctúa entre la pasividad y la agresividad, y el comportamiento asertivo se ubica entre esos dos extremos. La asertividad se basa en valores humanos que sólo pueden ser beneficiosos para la comunicación interpersonal. Una vez que las personas comprenden realmente las metas, derechos y comportamientos asertivos, aprecian con prontitud su valor en promover el desarrollo de conceptos saludables de la autoestima y la habilidad interpersonal efectiva.
Ser asertivo implica:
Tener una comunicación intra personal muy efectiva consigo mismo:
Ser conscientes de nuestros pensamientos, sentimientos, motivaciones, necesidades y deseos sin juzgarlos, administrar nuestras emociones y asumir la situación de manera responsable.
Encontrar el valor que se tiene por quien se es, la consciencia de ser tan importantes como cualquier otra persona en este planeta. No más importantes, pero tampoco menos, ni el mejor ni el peor, todos igual de importantes.
Es administrar nuestras emociones y asumir la situación de manera responsable. Asegurarnos que todas las partes involucradas encuentren satisfacción a sus necesidades tanto como sea posible.
Rasgos de una Persona Asertiva
Las personas asertivas son personas comunes y corrientes y pasan desapercibidas hasta que se encuentran ante una situación en la que es necesario negociar, es entonces cuando se diferencian por:
Saber lo que quieren.Asegurarse de ser justos.Solicitar lo que desean con claridad.Mantenerse calmados.Aceptar la crítica y el elogio con ecuanimidad.Expresar elogios y afecto abiertamente.Ventilar constructivamente sus emociones negativas.
Actitudes Asertivas No Verbales
Postura relajada.Mirar a los ojos. (No demasiado fijamente: se interpreta como agresividad)Sonreír levemente.No acercarse excesivamente a la otra persona. (Invade su terreno personal, lo que puede incomodar).
Técnicas para aprender a ser asertivos
Para ayudarnos a ser asertivos es importante tener una visión positiva de la vida y un sentido de nuestro valor como seres únicos, tener claros nuestros derechos y responsabilidades. Resulta útil expresar algo positivo a cada persona con quien trate en el día, aunque sean sólo pequeños detalles, recuerde que éstos pueden hacer grandes diferencias.
Para facilitarle ser asertivo, es importante identificar sus derechos. Como ser humano usted tiene derecho a:
Alcanzar sus metas.Decidir el rumbo de su vida.Sus propias opiniones.Mejorarse a si mismo.Privacidad.Cometer errores.
Lenguaje asertivo
Llamar a la persona por su nombre.Expresar la petición claramente.Explicar las razones.Invitar a hacer comentarios.Preguntar si necesita algo para cumplir la petición.Acordar los detalles de cuándo se necesitará lo solicitado.
Comunicación asertiva.
Haga valer sus derechos. Insista en ser tratado de manera justa. Sea tan claro y específico como pueda al expresar lo que quiere, piensa y siente.
Disentir Pasiva y Activamente
Cuando usted no esté de acuerdo con alguien, no es recomendable fingir estarlo sólo por "mantener la calma" sonriendo, asintiendo o prestando atención. Sería más beneficioso a largo plazo cambiar el tema o expresar nuestro desacuerdo más activamente.
Preguntar ¿Por qué?
Si una persona le solicita hacer algo que le parezca poco razonable o desagradable pregunte "por qué" debe hacerlo. Como adultos merecemos una explicación y es nuestro derecho insistir en una explicación convincente.
Hablar de uno mismo.
Si ha hecho algo que considera deseable compartir, hágalo. Permita que los demás se enteren. También permita que los demás conozcan su opinión y sus sentimientos sobre cualquier cosa que le parezca de interés. No se trata de monopolizar las conversaciones, pero sí de participar cuando sea apropiado.
Podemos decir que una persona asertiva ante una situación difícil o de conflicto, es capaz de: describir claramente el problema, expresar sus sentimientos, comprender al otro al ponerse en su lugar, solicitar lo que requiere para cubrir sus necesidades de manera segura, con la claridad que le proporciona conocer los objetivos que pretende lograr a través del mensaje, ofrecer alternativas y dar a conocer las consecuencias que tendrá el receptor, de acuerdo con su respuesta. Todo ello con sinceridad, de una manera abierta, receptiva, equilibrada y con armonía.
Acción Asertiva por Empatía.
Demuestra sensibilidad hacia la otra persona. Usualmente contiene dos partes: un reconocimiento de la situación de la otra persona o sus sentimientos, seguida de una exposición que hace valer nuestros derechos.
Aprenda a emplear los diferentes tipos de acciones asertivas y técnicas mencionadas anteriormente.
Emplee sus mejores técnicas de comunicación.Mantenga contacto visual directo.Adopte una postura abierta y relajada.Asegúrese que su expresión facial coincide con su mensaje.Mantenga un tono de voz bien modulado y estable.Escuche a los demás y demuéstreles que les escuchó. De ser necesario haga preguntas para aclarar dudas.Trate siempre de encontrar una solución "Ganar – Ganar" y muy importante, elija un buen momento para ser asertivo.
Comparación de conductas asertivas, pasivas y agresivas
La comparación de los patrones de comportamiento asertivo, agresivo y pasivo, provee una visión sobre los beneficios personales, profesionales y organizacionales que aporta el conocimiento asertivo responsable.
El comportamiento pasivo ocurre cuando la persona renuncia a sus derechos por complacer a los demás. Los derechos de los individuos pasivos son violados, bien sea porque ignoran sus propias necesidades o porque permiten que otros abusen de sus derechos. Estas personas usualmente justifican su comportamiento con el supuesto deseo de no querer crear problemas o involucrarse en situaciones desagradables. Generalmente aceptan toda crítica, sintiéndose culpables y se disculpan aun cuando la crítica sea injusta.
Cuando surgen conflictos interpersonales inevitables, típicamente, las personas pasivas no expresan sus opiniones o sentimientos tratando de ocultarlos. Nuestra cultura promueve la pasividad al enseñar a los individuos a no expresar sentimientos por el miedo de ofender a otros. En realidad, tal comportamiento motiva a otros a aprovecharse de la situación y a infringir los derechos de la persona pasiva.
Aún cuando la pasividad ayuda a evitar los conflictos, las personas pasivas usualmente se sienten explotadas, no tomadas en cuenta, indefensas, molestas o resentidas. No sólo pierden el respeto de otros, sino, aún más importante, el respeto propio.
Los efectos de la continua pasividad son acumulativos y en último término, devastadores. La pasividad continúa erosionando la autoconfianza y, en algunos casos, causa depresión severa y un sentido general de minusvalía. Los deseos de las personas pasivas son obviados en la mayoría de las situaciones y rara vez logran su pleno potencial.
Los individuos pasivos, pocas veces aceptan la responsabilidad por la calidad de sus vidas. Algunas veces, cuando se les presiona demasiado hacia una situación desagradable, pierden el control sobre sus emociones y reaccionan explosivamente. Sin embargo, lo más común es que jueguen al mártir silencioso, culpando secretamente a los demás por su falta de autoestima. Rara vez se dan cuenta de su cuota de responsabilidad por su situación infeliz.
A diferencia del comportamiento pasivo, el comportamiento agresivo ocurre cuando las personas pelean por sus derechos de tal manera que llegan a violar los derechos de los demás. Los individuos agresivos con frecuencia se comportan ofensivamente y utilizan el sarcasmo y la intimidación para dominar a otros. Tienden a emitir señales sutiles de que crean climas de comunicación defensiva y provocan discusiones y hostilidades en lugar de promover la cooperación. Independientemente de cómo se manifieste, el comportamiento agresivo desmoraliza a los demás.
El comportamiento agresivo puede promover un círculo vicioso. Las personas agresivas discuten a menudo para defenderse de las críticas que ni siquiera han sido emitidas. Ello se debe a su vulnerabilidad ante amenazas (reales o imaginarias). A su vez, el comportamiento promueve una reacción de antagonismo en los demás.
En efecto, las personas agresivas intentan destacar a costa de la autoestima de otros. El propósito de esta agresión es dominar o humillar a otros en lugar de expresar los sentimientos honestamente. En los encuentros agresivos, los participantes se ven forzados a adoptar posiciones antagónicas.
El comportamiento agresivo se manifiesta de muchas maneras, todas improductivas. Al igual que las personas pasivas, los individuos agresivos se preocupan por su incapacidad de establecer relaciones amistosas y resolver conflictos satisfactoriamente. A largo plazo, el comportamiento agresivo sólo produce consecuencias desfavorables: nadie gana, todos pierden.
El comportamiento asertivo ocurre cuando los individuos defienden sus derechos sin que ello implique violar los derechos de los demás. La asertividad implica expresiones directas, honestas y apropiadas de nuestras creencias, necesidades y sentimientos. Significa auto respeto, es decir, valorarse a uno mismo y tratarse con tanta inteligencia y consideración como merece cualquier ser humano.
Debido a que las personas asertivas consideran que todos los individuos tienen iguales derechos a expresarse honestamente, demuestran que respetan a los demás tanto como a sí mismos. Por lo tanto, el comportamiento asertivo aumenta la autoestima, conlleva al desarrollo del respeto mutuo y al logro de las metas propias sin sacrificar la de otros.
Las personas asertivas pueden escuchar las críticas, evaluarlas si son pertinentes y luego negociar los cambios de comportamiento deseables.
Mientras que el comportamiento agresivo sacrifica los derechos de un individuo para que otro se beneficie, el comportamiento asertivo se enfoca en negociar cambios de comportamientos razonables y mutuamente beneficiosos.
Conclusión
Para que podamos mejorar nuestro quehacer, es necesario considerar aspectos básicos para que lo que hagamos sea lo mejor posible. Hay funciones que de una u otra forma nos caracterizarán como profesionales, así como también una serie de habilidades y cualidades que podemos cultivar, como la asertividad.
Desde luego el hecho de trabajar con las personas y para las personas, en sí nos entrega un sentimiento de realización personal muy especial.
Ser asertivo contribuye al enriquecimiento personal, se fortalece la autoestima, es una defensa psicológica que otorga seguridad, facilita la libertad emocional y ayuda a resolver problemas.
La asertividad es mucho más que la capacidad de decir "no" cuando nos interesa. Es la capacidad de expresar sin temor las opiniones y los sentimientos propios, con seguridad y sin manipular ni dejarse manipular.
En el contexto de esta habilidad vinculada al Trabajo Social, se puede concluir que, sin lugar a dudas, llegar a ser una persona asertiva será un valioso instrumento que mejorará la comunicación con los demás y nos ahorrará una serie de inconvenientes que pueden provocar un quiebre en la relación con las personas, y/o retrasar la solución de una problemática cualquiera.
En definitiva, es uno mismo quien tiene en sus manos la posibilidad de hacer bien las cosas, no hay fórmulas secretas, por lo tanto, mientras más habilidades sociales podamos manejar, se llegará a tener la capacidad de tomar decisiones adecuadas en los distintos ámbitos de la vida diaria.
"Educar es formar personas aptas para gobernarse a sí mismas, y no para ser gobernadas por otros".
Herbert Spencer
Autora:
Lorena Caro Sandoval
Asignatura: Introducción al Trabajo Social
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
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