Estas Petrópolis cortan el cordón umbilical entre ellas y sus zonas de influencia local para convertirse en centros económicos y de transporte de carácter mundial. Este proceso ha socavado las economías locales, ya que los nuevos modos de transporte han hecho cada vez más fácil el suministro de alimentos, materias primas y productos fabricados en sitios distantes a las Petrópolis, dando lugar al fenómeno de la globalización.
Las Petrópolis no son asentamientos urbanos sino de movilización, aspecto intrínseco que requiere del uso intensivo del automóvil para el cual se han creado espacios para su circulación y estacionamiento. Las funciones claves de estas ciudades – producción, consumo y transporte – son impulsadas por inyecciones masivas de petróleo y otros combustibles fósiles. Pero hay cada vez más creciente evidencias de que su dependencia resulta ecológica, económica y geopolíticamente insostenible, sobre todo porque los suministros de combustibles fósiles son, en definitiva, finitos.
A pesar de que sabemos que vivimos en un planeta finito, existe un crecimiento infinito en lo económico y urbano. Mientras la población mundial se ha cuadruplicado en el siglo XX, la población urbana y el consumo de recursos globales han aumentado 16 veces y siguen aumentando. Tomó alrededor de 300 millones de años para que el petróleo, gas y carbón se acumularan en la corteza terrestre y estamos en camino de utilizar gran parte de estos en sólo 300 años.
El esquema de las ciudades actuales son particularmente responsables de esto: a pesar de ocupar sólo de 3 a 4 por ciento de la superficie del mundo, utilizan aproximadamente el 80 por ciento de sus recursos y en proporciones similares la descarga de residuos. Estas cifras siguen aumentando. Actualmente, la urbanización y la globalización económica y financiera están estrechamente relacionadas. Las ciudades se han convertido en centros de globalización de la producción y el consumo, con utilización de cantidades, sin precedentes, de recursos y productos industriales, y son la norma en los países más desarrollados. En los países emergentes, también, la urbanización está estrechamente asociada con cada vez mayor uso per cápita de combustibles fósiles.
Cada vez más métodos extraordinarios aparecen en la faz de la tierra para extraer combustibles fósiles de la corteza de la Tierra, para refinar y para entregarlos en nuestras ciudades y hogares. Nuevos tipos de métodos de extracción problemáticos, desde el punto de vista ambiental, han llegado a sostener la existencia de nuestros sistemas urbanos. Así tenemos: operaciones mineras a cielo abierto de carbón. En Alberta, la minería de arena de alquitrán contamina grandes cantidades de agua que se utiliza para derretir el alquitrán contenido en las arenas. Las plataformas petroleras Off-shore avanzan cada vez más en aguas profundas y hostiles.
Por otra parte, ciudades modernas a menudo han sido establecidas en los bosques antiguos y tierras de cultivo. Esto tiene un doble impacto ambiental como lo es la destrucción de los sumideros naturales del CO2 y la limitación en la producción de alimentos. Hay muchas pruebas que indican que el consumo de bienes y servicios para mantener las ciudades socavan los ecosistemas en todo el mundo, y sobre cuya integridad las ciudades dependen en última instancia. Así mismo, lo que entra tiene que salir, los efluentes sólidos, líquidos y gaseosos comprometen cada día más el sistema natural de regeneración. Todos tenemos una vaga idea hacia donde van los residuos pero desconocemos la composición de ellos.
Las emisiones de gases de efecto invernadero que afectan el clima global implican un cambio de interés por los impactos en la salud humana y los impactos sobre la salud del planeta que es mucho más importante para nosotros. La huella ecológica global de nuestras ciudades es un concepto más abstracto, más allá de la experiencia personal de la mayoría de los ciudadanos. El reto ahora es asegurar que vamos a hacer frente a los impactos ambientales de la vida urbana antes de que empiecen a golpearnos en forma de problemas de salud, el aumento de precios de los alimentos o la energía, las tormentas y el aumento del nivel del mar.
La sección más grande de una huella ecológica es la superficie necesaria para la producción de alimentos. Un problema clave con el suministro de sistemas de cultivo, la mayor parte para alimentos, y en particular de cereales, a las poblaciones urbanas es que tanto el carbono como los nutrientes de las plantas son retirados de las tierras de cultivo como alimento en cada cosecha, y estos no son devueltos de nuevo a la superficie de la tierra de donde provienen.
Las tierras agrícolas se mantienen productivas por las aplicaciones de fertilizantes artificiales que han demostrado tener efectos negativos tanto en la estructura del suelo como en los organismos del suelo. Mientras tanto, los nutrientes contenidos en las aguas residuales urbanas se vacían en los ríos y aguas costeras, o interceptados en los sistemas de aguas residuales, para no ser devueltos a la tierra. Esta situación requiere un replanteamiento fundamental en el diseño de sistemas urbanos, dando lugar a las ciudades regenerativas.
Debemos afrontar el hecho de que las ciudades son sistemas dependientes. Esta dependencia de insumos externos para su sustento es probable que se convierta cada vez más precaria. El proceso de entropicación – de combinar los recursos en productos y la producción de desechos mucho más rápido de lo que pueden volver a convertirse en recursos útiles – tiene que ser objeto de medidas deliberadas de políticas publicas y de gestión. El planeta no puede hacer frente a la acumulación cada vez mayor de desechos y la degradación de los recursos naturales en nuestras ciudades, sin medidas adecuadas para reponer la biosfera global y para reducir nuestros impactos sobre el ambiente
Un cambio rápido hacia la alimentación de nuestras ciudades con las energías renovables es un punto crucial de partida importante para desistir en la urbanización tipo Petrópolis.
En tal sentido se requiere que las tecnologías y las políticas públicas estén en armonía de tal manera de alcanzar el objetivo de sustitución de los combustibles fósiles. Esto requiere el diseño de tarifas, incentivos a los productores y usuarios de energías renovables, mercados abiertos sobre todo en el área eléctrica. Este conjunto de medidas y acciones son las que nos llevaran a las nuevas ciudades: Ecópolis.
Una de las tareas principales en el siglo 21 es buscar formas para que las ciudades funcionen de manera diferente de como lo hacen hoy en día, sin aumentar los costos y garantizando la continuidad financiera de estas. La nueva tarea que enfrentan los urbanistas, ingenieros civiles y los administradores, en estrecha cooperación con el público en general, es la creación de estructuras espaciales que satisfagan las necesidades de la gente y de la ciudad al mismo tiempo, y que se garantice su capacidad de recuperación ecológica y económica.
Hay que proporcionar un hábitat seguro que permita movernos en nuestras ciudades de manera eficiente. Esto conlleva a ofrecer espacios agradables para el trabajo, la recreación y la interacción humana. Asimismo, en necesario que los entornos urbanos estén libres de contaminación y acumulación de residuos. Pero también es necesario poder familiarizarse con los impactos de las ciudades más allá de sus fronteras.
Este es el concepto de "ECOPOLIS", ciudades que pueden regenerarse desde el punto de vista ecológico y económico sin comprometer el hábitat y la calidad de vida de sus habitantes.
Las políticas públicas para crear ciudades regenerativas deben consagrar un urbanismo consono con la protección del ambiente y un uso eficiente de los recursos que se utilizan en la conformación de la calidad de vida de sus habitantes. Algunas ideas y conceptos para alcanzar el status de este tipo de ciudades se mencionan a continuación:
Elaborar políticas nacionales que definan el marco para el desarrollo urbano regenerativo
Establecer a nivel local como principio de organización urbana el concepto de "regeneración"
Reducir los desechos o residuos, reciclar los materiales utilizados y reducir costos a todo nivel
Facilitar el desarrollo de nuevos negocios y trabajos relacionados con la protección del ambiente y su restauración, si es el caso
Invertir en conocimientos técnicos, empresariales y manos de obra asociados al concepto de "Ecópolis"
Usar como política y principio operativo la "sociedad de 2000 vatios"
Modificar y adecuar códigos y normas de construcción de tal manera de hacer los inmuebles mas eficientes energéticamente
Establecer como política el uso intensivo de la energía solar en los diferentes inmuebles que conforman el urbanismo citadino
Establecer el marco legal que prioritice un sistema de energías renovables e incentivar en este la actuación del "prosumer"
Soportar el desarrollo de la industria de las energías renovables
Buscar el balance del uso del agua entre los ciudadanos, la agroindustria y el sector comercial e industrial de tal manera que beneficie a todos
Incentivar el uso y almacenamiento del agua de lluvia
Establecer políticas para la regeneración del agua utilizada
Desarrollar nuevas tecnologías y empresas para el procesamiento de desechos orgánicos
Capturar los nutrientes existentes en las aguas servidas
Implementar la gestión económica de la actividad de reciclaje
Utilizar la política de "Cero Residuos" para crear nuevas empresas y fuentes de trabajo
Incentivar la producción de alimentos en zonas aledañas a las ciudades
Establecer los asentamientos que soporten la producción local de alimentos
Utilizar abonos derivados de los residuos orgánicos de las ciudades
Crear zonas peatonales
Establecer una red vial para bicicletas que atraviese a la ciudad
Incentivar el uso del transporte publico, el cual debe proporcionar flexibilidad y frecuencia
Estimular el desarrollo y uso de vehículos que no utilicen combustibles fósiles
Incentivar el concepto de "compartir el automóvil"
Fomentar la plantación de árboles alrededor de la ciudad para el control de la biodiversidad y de la erosión de los suelos
Establecer como norte de la siembra de árboles, la captura del carbono
Desarrollar iniciativas para ayudar a establecer programas de reforestación
Incentivar la creación de "empresas verdes" para la contratación por parte del gobierno
Fomentar el uso eficiente de los recursos en todas las actividades productivas
Establecer el marco regulatorio ambiental en todos los nuevos negocios y empleos
Utilizar las redes globales y la experiencia local en el desarrollo de ciudades regenerativas
Asegurar en el sistema educativo el concepto de "Ecópolis"
Asegurar e incentivar la participación ciudadana en el diseño, desarrollo y operación de las ciudades regenerativas
El reto es iniciar un aprendizaje mutuo del proceso en el que ciudades de todo el mundo puedan intercambiar experiencias e información sobre las mejores políticas y prácticas del urbanismo regenerativo. La Comisión de Ciudades y Cambio Climático del Consejo Mundial del Futuro y Hafencity Universidad de Hamburgo (HCU), tiene la intención de hacer una importante contribución a este proceso de vital importancia.
Autor:
Nelson Hernández
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