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Literatura argentina: notas y entrevistas (página 3)


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– Porque lo he compuesto con retazos de vida, he ahí la razón de su titulo. Son episodios escolares presentados por orden cronológico, casi con rigorismo de historia.

Deducimos que, tratándose de "retazos de vida", los personajes no serán creación suya.

– No. Todos los personajes que intervienen en él son reales y ocupan, con nombre y apeIlido, sendas páginas en los libros de estadísticas. La imaginación ha entrado, únicamente, como auxiliar de forma para dar alguna plasticidad y colorido a la factura literaria.

La obra se abre con la evocación de esa jornada memorable en la que usted rindió su último examen y se graduó de maestro. ¿Cómo la recuerda. pasados más de cincuenta años?

– Esa emoción sólo pudo ser igualada, años más tarde, por la que me proporcionó el Rectorado de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, al nombrarme "Profesor Honoris Causa" de dicha casa de altos estudios.

¿Cuándo sucedió esto último?

– El 23 de octubre de 1985, siendo Rector el Ingeniero Civil Enrique A. López.

De modo que ser maestro y ser profesor son las actividades que mas alegría le proporcionaron.

– Sí, fueron para mí momentos de honda significación: el momento en que la Escuela Normal me hizo maestro, anhelo abrigado desde mi niñez, y aquel en el que la Universidad Nacional de Santiago del Estero, por la generosa decisión de sus miembros, me nombró Profesor Honoris Causa.

Su labor tuvo mucho que ver con la incorporación del quichua como materia universitaria. ¿Cómo se denomina esta asignatura?

– La materia ha sido incorporada por la Universidad a sus programas de enseñanza bajo el titulo de Lingüística Regional Quichua Santiagueño-Castellano, dentro de la amplitud de la Lingüística General, donde funciona como valioso tema el bilingüismo castellano-quichua de nuestra provincia.

¿Cuáles son los aspectos que se estudian?

– El contenido de la materia recoge las esencias del terruño que nos llegan como mensaje de eternidad desde los hontanares profundos de la raza, desde más allá de la historia, desde el fondo del tiempo. Santiago del Estero tiene el privilegio de recoger ese mensaje, y nuestra Universidad, de llevarlo a la cátedra en el documento vivo de la lengua, porque el vehículo natural de la comunicación de la cultura de un pueblo es su idioma.

Pero usted también es poeta. Hablemos de Visiones, su último libro de poemas. ¿Cómo lo definiría?

– Es algo así como el cuaderno de bitácora de las sensaciones producidas en mi ánimo por los cambiantes giros que ofrece la bidimensión de mi mundo: el interior, que se encuentra dentro de mí, y el exterior, en el cual me encuentro inmerso yo.

Los temas de sus poemas son sumamente variados. ¿Cómo surge su lírica?

– Ninguno de mis temas ha sido buscado deliberadamente. Todos vinieron a mi universo en espontáneo movimiento de seres y de cosas. Por eso mis versos no tienen pretensión alguna. Nacieron en mí y salieron del ámbito bidimensional de mi mundo con el espontáneo movimiento del alma herida por una emoción; hoy, cobrando alas en las páginas de un libro, tienden su vuelo hacia otros mundos.

(EL TIEMPO, Azul, 18 de septiembre de 1988)

Ernesto Monteavaro, fotógrafo de escritores

Los lectores de "La Cultura en EL TIEMPO" conocen las fotos de Monteavaro, ya que aparecen en los reportajes que se publican domingo a domingo. Ernesto se ha definido como "el fotógrafo de los escritores" y, en verdad, su presencia es una grata costumbre en los acontecimientos culturales de la Capital. Sobre la especialidad a la que se ha dedicado a instancias de la escultora Eva Klewe, conversamos para este Suplemento.

¿Cuándo empezó a sacar fotos?

– Saqué mi primera foto a los cuatro años, en un viaje que hice con mi madre, en el primer aniversario de la muerte de mi padre. Fuimos a Lujan y, como el camino era de barro, se encajó el coche; yo les saque una foto con la maquina Kodak que llevaban, cuando trataban (mis familiares) de desencajarlo. Desde ese momento, siempre anduve con una camara en la mano.

¿Cuales fueron los temas que eligió?

– Antes era paisajista, porque me gustaba hacer audiovisuales y tenia el propósito -que llevé a la práctica- de hacer conocer el pais, porque me daba cuenta de que las fotos de turismo que había eran fotos de turista del asfalto.

¿Qué significa eso?

– Hay cosas que están lejos del asfalto que tienen una belleza muy importante. Yo veía una repetición en los temas fotográficos ya que, con distintas variantes, eran lo mismo para Tucumán, para Salta o para Jujuy. Y las cosas que no estaban en el asfalto no salían, porque los turistas sacaban fotos superficiales.

¿Cuál fue su innovación?

– Yo viajaba con un auto y un remolque, en el que llevaba una carpa para hacer alto en cualquier lugar del camino, yendo en la dirección que nos llevara la gente del lugar. Entonces, para hacer noche se nos ocurrió buscar una escuela, un destacamento de policía o de vialidad, donde nos quedábamos después de haber pedido permiso a la gente. Dos personas armaban la carpa, otras dos preparaban la cena y después, con un vaso de vino o de ginebra para convidarlos, nos acercábamos y les contábamos de qué se trataba. Entonces la gente se volcaba y nos ayudaba diciéndonos qué nos convenía fotografiar. Así hemos descubierto cosas maravillosas, como una iglesia hecha por Don Juan Miranda con el dinero que ganó como integrante de un circo. EI vivía de las sobras y. cuando el circo se quema y se funde, hace un teatro de títeres con el que sigue juntando plata para su iglesia.

¿Qué hizo con esas fotos?

– Armé audiovisuales para llevar cuando me invitaban a una reunión, o a un asado. Mucha gente decía: "Este año no voy a Brasil; me voy a conocer Salta. Nunca me imaginé que fuera asi". Lo mismo con Jujuy y otras provincias.

La imagen y el espejo

¿Cómo pasa de paisajista a fotógrafo de escritores?

– En un determinado momento me di cuenta de que el paisaje solo no conformaba una visión completa de mi pais; entonces decidí agregarle la flora y la fauna, y el hombre, inmerso en el paisaje. En el norte no se puede fotografiar a la gente, ni al burro ni al loro…

¿Preguntó por qué?

– Porque tienen miedo de que les robe el alma. Entonces. tuve que inventar la forma de fotografiarlos sin que se dieran cuenta: me hice traer del exterior un lente que se llama "cazabobos", que permite fotografiar algo distinto de lo que se está enfocando aparentemente, pero me di cuenta de que eso tampoco servia.

¿Por qué no servía?

– Porque la persona se movía y yo me volvía loco, ya que necesitaba la velocidad de la toma inmediata y no la podía hacer. Entonces se me ocurrió sacar con velocidad y hacer que le estoy sacando a otro, la gente no se da cuenta y le puedo sacar todas las fotos que quiero.

¿Quien fue el primer escritor al que fotografió?

– Fue una foto en la que no estaba la cara: las manos de Borges. Weiland me presentó a Borges; en esa oportunidad, lo primero que me preguntó fue qué conocimiento tenia yo de Antonio Monteavaro, el que fue amigo de Evaristo Carriego. Era mi tio abuelo. Borges me dijo que podía sacarle todas las fotos que quisiera y como quisiera. Asi empecé.

Hace poco.

-En el año 1981. El segundo fue Marco Denevi, otro de mis admirados. Denevi se puso furioso, hasta que intervino Weiland y le explicó que yo no cobraba las fotos, que lo hacía por amor al arte; el escritor me pidió disculpas, y así nació una solidaria amistad.

Una vez nos contó una anécdota de Ernesto Sabato, ¿quiere repetirla?

– Hice que Falú le contara a Sabato un cuento muy gracioso y lo enfoqué muy disimuladamente. Pude sacarlo riendo; cuando se las mostré me dijo: "Usted destruyó la imagen de escritor atormentado que yo tenía". Pero no las publiqué, porque no lo representaban.

¿Qué sucedió con Bioy Casares?

– Le hice unas fotos que le gustaron mucho, y eso me abrió las puertas de su casa. El me llamó para hacerme unas serie de preguntas, pues quería actualizar sus conocimientos de fotografía, para mandar a pruebas de galera su libro Historia de un fotógrafo en La Plata y no quería errarle en lo que habia puesto.

¿Quién es la mujer mas fácil de fotografiar?

– Yo descubri que Martha Lynch, que era muy latina, se golpeaba la frente; le tomé una foto y se la llevé. Ella me dijo que era la mejor foto que le habían sacado en su vida; la puso sobre las rodillas y me la firmó.

¿Tuvo problemas con alguna escritora?

– No son problemas, pero por ahí me dicen que esa toma no las favorece, o que saque otra nueva. pero al cabo de un tiempo terminan por aceptarla y cuando les llevo otra me dicen: "Me terminó de gustar la primera. ¿Por qué? Porque tenemos la visión que nos da el espejo, y esos no somos nosotros. Lo mismo sucede cuando escuchamos nuestra voz en un grabador. Mis retratos no son reconocidos de entrada por el propio retratado, porque yo no le he dado tiempo para armar la imagen que para él es la continuidad de gestos que lo identifican, que está acostumbrado a ver en el espejo.

Diarios, editoriales, exposiciones

¿Cuál fue la primera fotografía que le publicó un diario?

– ¿La primera? No tengo la menor idea.

¿En qué medios está colaborando?

– Me pide fotos con mucha frecuencia la gente de La Prensa; algunas veces también los de Clarin y de diarios del interior: La Gaceta de Tucuman, El Tiempo de Azul y un diario de Mendoza. Como las fotos me las piden los periodistas, a veces ni sé a que medio las destinan.

Hablemos de las muestras que realizó en las Ferias del Libro.

– Expuse dos series de retratos de escritores, entre los que te puedo mencionar a Antonio Requeni, Roberto Tálice, Borges y Emesto Schóo. La muestra de Borges, que aqui se llamó simplemente "Borges", va para Holanda, donde se titulará "Homenaje a Borges" y parece que tambien le interesa a Ricardo Adúriz, cónsul argentino en Barcelona. Es posible que exponga allá. También hay algo conversado con Javier Fernandez, cónsul argentino en Paris.

¿En qué trabaja, mientras?

– Estoy pensando en una exposición que se titulará "EI mensaje de las manos en el retrato espontáneo"; son retratos en los que las manos tienen preponderancia para definir qué es lo que está pasando por la mente del fotografiado. Tengo más de quinientas fotos de esta clase.

¿Con qué editoriales trabaja?

– Con Sudamericana, Planeta y Emece, principalmente; tambien Corregidor y Plus Ultra. Las editoriales me piden las fotos, y si no las tengo, o no les gustan las que tienen, mandan al escritor a que se saque una conmigo. Esto me conviene mucho, porque yo vivo de mi trabajo. Emece va a reeditar próximamente las obras completas de Borges. y me ha pedido una foto para la cubierta de papel brillante; yo a las editoriales les cobro las fotos que van en la tapa o en la cobertura, no las de contratapa o solapa. Tengo un arreglo con todas, y me dan un par de ejemplares de prensa a cambio; pretendo que dentro de diez años, si no la totalidad, por lo menos el noventa por ciento de los libros que se editen en el país tenga la foto de escritores hecha por Monteavaro.

(EL TIEMPO, Azul, 12 de febrero de 1989)

 

Trabajo enviado por

María González Rouco

Licenciada en Letras UNBA / Periodista

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