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Diabetes (página 2)

Enviado por Melisa Podest�


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Diabetes por vida sedentaria

Esta constituye otra de las causas fundamentales de la diabetes. Ya es sabido que las personas obesas y muy glotonas suelen pasar la mayor parte de las horas del día, cómodamente sentadas en un sillón; la vida sedentaria constituye a hacer mas perjudiciales todavía los efectos nocivos de la alimentación antinatural.

Diabetes debida a la intoxicación por sustancias perturbadoras

La causa de la diabetes, radica en la sobrecarga general del organismo por sustancia perturbadoras y que sin la liberación de estas sustancias dañinas y el aporte de bastante sustancias vitales la diabetes, persiste, y no se llega a recuperar la salud total.

En el organismo se produce normalmente ciertas sustancias tóxicas, que no son más que los residuos de los procesos de la digestión y la asimilación de los alimentos, estas sustancias tóxicas tienen que eliminarse completamente a través de los diversos mecanismos que el cuerpo humano posee para su eliminación.

En las diabetes debidas a una falta de actividad de la insulina conviene distinguir dos modalidades. Uno cuando la insulina fabricada por el páncreas es muy escasa; entonces, la enfermedad suele corregirse fácilmente administrando la cantidad necesaria de insulina artificial para llevar a cabo la combustión total de los azucares. La otra cuando no se debe a una ezcases de insulina, sino a la existencia de una insulina muy poco activa o totalmente inactiva, por haber sufrido las consecuencias del exceso de sustancias nocivas.

Diabetes de origen infeccioso

Las infecciones constituyen también una cusa muy importante de diabetes. Hemos de distinguir dos casos distintos:

  1. Diabetes que se presenta en el curso de una enfermedad infecciosa aguda (pulmonía, gripe, hepatitis, paperas, etc.). Se trata de una diabetes originada por un mal funcionamiento del hígado o del riñón o también por el páncreas u otras glándulas.
  2. Diabetes consiguientes a una enfermedad infecciosa aguda, prosiguiendo posteriormente su curso en forma de enfermedad crónica. Las enfermedades que con mas frecuencia se complican con una diabetes son: sífilis, tuberculosis, paludismo, infecciones crónicas del hígado (hepatitis), inflamaciones del páncreas (pancreatitis) entre otras.

Ocurre con frecuencia que la infección aguda o mal curada no produce una diabetes por si sola pero deja al páncreas, hígado y glándulas, en un estado de endurecimiento y escasez de defensa, es decir en condiciones de menor capacidad y resistencia en sus funciones normales.

Diabetes originado por un estado de excesiva tensión nerviosa y emociones desagradables

El sistema nervioso y el sistema de las glándulas, intervienen de un modo directo y decisivo sobre el aprovechamiento de los azucares.

Las emociones perjudiciales como la tristeza, depresión y angustia actúan en forma desfavorable sobre las glándulas de secreción interna; cuando estos trabajan en condiciones anormales altera el estado psíquico, mental y emocional de las personas. Cuando estas emociones se producen en alguien diabético, producirá una agravación de la enfermedad.

Así pues queda claro que la tensión nerviosa, las emociones, la depresión y la angustia no producen por si sola a la diabetes pero actúan como desencadenantes en personas predispuestas a padecerla.

Diabetes por alteraciones del páncreas

En los casos en que la causa de la diabetes reside exclusivamente en el páncreas, es posible la existencia de uno de los factores siguientes: arteriosclerosis, degeneración por intoxicaciones con sustancias nocivas, infecciones no curadas o mal curadas, y otras causas que disminuyen o anulan la elaboración de insulina.

También puede desencadenar otras enfermedades en glándulas de secreción interna, como la hipófisis las suprarrenales y el tiroides.

Diabetes por alteración del hígado

El mecanismo por el cual aumenta la cantidad de azúcar en la sangre de estos diabéticos es el siguiente: el hígado pierde su capacidad normal de almacenar azúcar, y entonces en lugar de almacenarlo lo envía a la sangre, lo que determina la aparición de la enfermedad.

Esto suele tratarse en hígados excesivamente grandes, congestionados a consecuencia del sobre esfuerzo debido a la alimentación antinatural.

Este exceso de azúcar en sangre no puede ser utilizado debidamente para la producción de energía. Esta es la causa fundamental de su debilidad.

INSULINA

A pesar de la eficacísima acción de la insulina, esta sustancia no basta por si sola para curar la diabetes, ni tampoco para regenerar el organismo y conseguir que este vuelva a fabricar su insulina como en condiciones normales. De todas formas, hay que tener presente que, cuando se haga lo necesario para suprimir las causas fundamentales de la enfermedad, el paciente necesita para lograr una regeneraciones de las funciones y del metabolismo de la azúcar.

Pero la insulina es indispensable en todos los casos de diabetes avanzada, que no ha sido tratada debidamente y en las que se comprueba un aumento por encima de lo normal de la cantidad de azúcar en sangre. La insulina debe aplicarse siempre bajo el control del medico. Es preciso que la persona que inyecte la insulina, lo proceda con sumo cuidado, a fin de evitar algún error en la medición de la dosis. Por consiguiente en todos los casos es indispensable un régimen natural, vitalizante y que sea lo suficientemente alimenticio.

El uso excesivo en la cantidad de insulina llevan a la distintas consecuencias:

  1. Exceso de perdida de grasas (adelgazamiento)
  2. Habituación del medicamento, pudiendo llegar a padecer una intoxicación crónica
  3. Aparición de urticarias y otras reacciones alérgicas
  4. No es infrecuente que un exceso de insulina determine debilidad sexual, impotencia o frigidez
  5. Coma insulínico, por la baja brusca de la cantidad de azúcar enb la sangre.

COMA INSULÍNICO

Cuando este se presenta lo hace inmediatamente después de la inyección de cierta cantidad de insulina, pero previamente aparecen unos síntomas iniciales, y son los siguientes:

  1. Sensación repentina de hambre.
  2. Agotamiento muscular súbito.
  3. Sudoración abundante.
  4. Pulso rápido y débil.
  5. Abundante secreción de saliva y lagrimeo.
  6. Vértigo.

COMA DIABÉTICO

El diabético que no sigue un tratamiento adecuado, o en quien la enfermedad, por el motivo que sea, a sufrido una seria agravación, puede entrar en un momento de coma, es decir, en una fase grave de la enfermedad, caracterizado por la perdida de conocimiento.

Por lo general, el coma diabético se debe a un envenenamiento ácido de la sangre; puede presentarse de una forma rápida, o bien despacio con algunos síntomas o bien el coma diabético puede ser consecuencia de:

  1. Una supresión repentina de los azúcares en la alimentación.
  2. Trastornos digestivos agudos.
  3. Una infección aguda

Tipo de diabetes:

Hace varios siglos que se definió la diferencia entre lo que hoy se conoce como DIABETES TIPO I y DIABETES TIPO II. Diabetes tipo I: También es conocida como diabetes insulinodependediente o diabetes infarto juvenil. Por lo general aparece entre la infancia y la adolescencia pero, con menos frecuencia, puede presentarse a cualquier edad. – En los niños primero se manifiesta como un retardo en el crecimiento al que luego se suman los síntomas clásicos. Muchas veces el desencadenante tiene que ver con algún factor emocional. – En muchos casos los síntomas generales no son tenidos en cuenta por los familiares del niño, y si se llega al estado de coma diabético. – Para desarrollar la diabetes tipo I, se deben tener los genes de esta enfermedad, sin embargo la presencia de estos genes no implica que una persona llegue a se diabética, de hecho, hay muchas mas personas con los genes que condicionan este tipo de diabetes que diabéticos tipo I. – El hecho de tener el gen no basta para ser diabético, además deben confluir otros factores, como las infecciones virósicas frecuentes en la infancia y otras menos frecuentes. – La diabetes tipo I se trata con un plan adecuado, ejercicio y normas de educación diabetología, y fundamentalmente con insulina. En síntesis, la diabetes tipo I- insulinodependendiente: – Afecta al 10% de la probación con diabetes, el 99% son adolescentes y jóvenes. – Son delgados o de peso normal. – Muy sintomática. – Se necesitan os dos factores, ambiental y genético, para que la enfermedad se manifieste. Diabetes tipo I: este tipo de diabetes también conocido como diabetes del adulto o no insulinodependiente, es el tipo mas frecuente. Afecta al 90% de los diabéticos comienza generalmente después de los 40 años pero puede presentarse a cualquier edad, incluso en la infancia. A diferencia de la diabetes tipo I que tiene un inicio explosivo con síntomas de descompesanción que pueden llevar al coma, la diabetes tipo II tiene un comienzo insidioso con síntomas leves que aumentan muy lentamente. El diagnostico puede ser tardío, de modo que la enfermedad puede levar años de evolución y tener alguna complicación en desarrollo. Así como a diabetes tipo I se orina por la falta de secreción  insulina por el páncreas, la diabetes tipo II presenta un fenómeno conocido como resistencia a la insulina caracterizado por una mala unión de la insulina a los receptores de la células del organismo, al punto que en las primeras etapas de la enfermedad l nivel de insulina en sangre puede ser superior al de una persona no diabética. El factor genético también es importante en este tipo de diabetes, pero los hábitos del paciente juegan un rol fundamental. Por ello, aun con carga genética, una persona con adecuada alimentación y una actividad física consecuente puede evitar o al menos postergar la aparición de la enfermedad. En síntesis la diabetes tipo II- no insulina dependiente – Afectan 85 a 90% de la población con diabetes, el 50% ignora que la padece – Aproximadamente el 60% son obesos – Asintomático o con muy poco síntomas. – Causa: fundamentalmente hereditaria de ambos padres, y factores desencadenante como la obesidad y el embarazo.

PREVENCIÓN

La prevención es fundamental en este tipo de diabetes. Las personas obesas deben reducir su peso y adquirir un plan alimentario adecuado; de esta forma, generalmente logran un buen control metabólico. Si estas medidas fueran insuficientes, es necesario sumar un tratamiento farmacológico con hipoglucemiantes orales e insulina, en algunos casos. El empleo de insulina en un diabético tipo II no significa que este paciente (insulinorequeriente) se haya convertido en diabético tipo I (insulinodependiente), pues son dos entidades diferentes. Por otro lado, a diferencia del diabético tipo II, si al tipo I no se le suministra insulinaza cetoácidosis y coma diabético. La suspensión de la insulina en un diabético tipo II insulinorrequeriente, si bien produce hiperglucemia y mayor riesgo de desarrollar complicaciones crónicas, en general no llega a la descompensación severa que tiene el diabético tipo I.

TRATAMIENTO

El tratamiento de la diabetes se basa en cuatro pilares fundamentales, que en orden de importancia son: – Educación diabetología: es una herramienta esencial, pues se sabe que aquellos pacientes que conocen la enfermedad son los que menos probabilidades tienen de padecer una complicación importante. – Ejercicio físico: debe ser supervisado, reglado y gradual, preferiblemente aeróbica. – Plan alimentario: contempla la adición paulatina de una propuesta nutricional hasta la creación de un hábito alimentario nuevo y definitivo que favorezca la conservación de la salud y que incluya los 4 principios básicos de la alimentación: calidad, cantidad, armonía, adecuación. – Medicación: está a cargo de los médicos y consiste en que éste le receta a su paciente fármacos de vía oral que regulen los niveles de glucosa en sangre. También el uso de insulina, recomendado por un médico a diabéticos tipo I, contribuye a regular las complicaciones que se presentan cuando ésta falta: hay aumento de glucosa en sangre y falta de glucosa dentro de las células, a las que les falta energía.

CONCLUSIÓN

Llegamos a la conclusión de que la diabetes es una enfermedad que tiene múltiples causas, como lo es, fundamentalmente, la mala alimentación y la predisposición genética a dicha enfermedad. También, puede tener graves consecuencias, como el coma diabético, complicaciones cardiovasculares, renales, oculares, cerebrales y de los miembros inferiores. Es importante prevenirla a través de una dieta adecuada que incluya seis comidas diarias, evitando los ayunos prolongados, realizando actividad física, en los obesos es fundamental que bajen de peso. En cuanto a su tratamiento, quienes la padecen deben consultar a un médico diabetólogo, quien les recetará los fármacos adecuados y un plan alimentario para combatirla. Además, en ciertos casos, es fundamental que el diabético se inyecte insulina, para controlar los niveles de glucosa en la sangre. Para finalizar, creemos que es importante tomar conciencia sobre esta enfermedad, ya que está muy difundida y todos corremos riesgos de contraerla aunque no tengamos predisposición genética a ella, ya que actualmente, existen alimentos modificados genéticamente, y otros alimentos que si son consumidos en exceso, pueden acercarnos a dicha enfermedad.

 

Alumnos:

Mayra Venegas

Julieta Blanco

Belén Mondes de Oca

Filippa Sindoni

Melisa Podestá

Bruno Naldini

Darío Martínez

3° Polimodal Ciencias Naturales

Año 2006

Mendoza, Argentina

 

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