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La visión endogámica de la tecnología

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    1. El cuento

    2.

    Muchos alumnos de mis cursos de dirección de proyectos se quedan sorprendidos cuando visitan este Web y encuentran una inmensa mayoría de tutoriales altamente técnicos relacionado con Java…  cuando lo que cuento está mucho más relacionado con la disciplina, productividad, metodología, estrategia empresarial y cosas similares ….

    Creo francamente que convencer a un técnico de la realidad del entorno empresarial es mucho más sencillo cuando se lo cuenta otro técnico que periódicamente vive su día a día colaborando en proyectos a su mismo nivel.

    Hoy, os voy a contar una historia de mi invención que espero que os ayude a entender por qué  la dirección de tecnología muchas veces no nos consulta como desearíamos para decidir sobre el las nuevas orientaciones tecnológicas. También espero que ayude a estos responsables a aplicar el sentido común a la hora de tomar decisiones.

    1. El cuento

    En una tribu muy muy lejana, aislada del resto del mundo, vivían una vida bastante tranquila y prospera.

    Poco a poco la población de tribu se fue incrementando, haciéndose necesaria cada día más agua para satisfacer las necesidades de la comunidad.

    Las demandas del cliente y la presión de la competencias son siempre mayores.

    El sistema tradicional de extracción de agua era muy sencillo. Un especialista aguador, con dos cañas huecas, localizaba un punto cercano a vegetación, introducía una caña sobre la otra y hacía un agujero en la tierra. Posteriormente retiraba la caña fina y succionaba agua por la gorda, escupiéndola en un recipiente.

    Los sistemas tradicionales funciona bien durante un tiempo ….

    La técnica había sido utilizada durante cientos de años y siempre había sido suficiente para aprovisionar al grupo. Ahora era insuficiente.

    El cambio es inevitable

    El jefe de la tribu, decidió reunir al grupo de extractores porque sospecha que o el método no es adecuado o están relajados y por eso no eran capaces de satisfacer las necesidades demandadas.

    Las dudas sobre los procedimientos actuales surgen.

    Cada uno de ellos expone su visión de la situación, echándole la culpa al grupo, al despilfarro de recursos, a la mala técnica de alguno de los miembros, etc..

    Normalmente no existen métodos normalizados y los problemas suelen ser combinados.

    Inicialmente, bajo el desconcierto inicial, se establecen medidas de supervisión para medir cual es el rendimiento de cada individuo.

    Se empiezan a demandar indicadores.

    El equipo, cada vez se siente más controlado por lo que aumenta el estrés general, cosa que nunca habían conocido. No acaban de entender porque se duda de los principios fundamentales del poblado.

    La sensación de que nos controlan no es grata.

    Poco a poco se detecta que hay miembros más efectivos que otros.

    La falta de procedimiento generalizado, aunque exista en cada individuo provoca que los procedimientos no sean óptimos.

    El jefe de la tribu les solicita que entre ellos compartan el conocimiento para tratar de mejorar el rendimiento.

    Los sentimientos  idealistas y la confianza en la buena voluntad no es mala pero poco práctica

    Al cabo de unos días, parece que la pro actividad no da el resultado esperado por lo que se decide reorganizar jerárquicamente el grupo, poniendo a los máximos ejecutores como responsables de los menos productivos.

    Poco a poco se detecta que todo el mundo no colabora por igual y se decide delegar el control.

    Con esto, cada día hay más jefes, más controles y encima, los mejores realizadores cada día invierten menos tiempo en producir, por lo que poco a poco la situación es peor.

    Cuanto más controles se ponen, menos gente queda para trabajar

    El jefe de la tribu, presionado por otros ancianos del grupo, entre la frustración y la desesperación, decide reorganizar varias veces el grupo para tratar de conseguir mejores resultados.

    Muchas veces la inexperiencia y la frustración provocan cambios de rumbo

    La situación, cada día es más desesperada y desesperante e invita a cambios más viscerales e irreflexivos

    La frustración se puede convertir en ira contenida

    Un día, uno de los jefes de grupo es avisado del fallecimiento de un viejo familiar por lo que se ve obligado a abandonar el poblado y viajar a un pueblo cercano. Además de participar en las ceremonias, tiene la oportunidad de hablar con otros aguadores y compartir experiencias.

    El salir de un entorno endogámico favorece la comparación de métodos de trabajo

    Los aguadores del pueblo de al lado se encuentran en una situación muy similar, entre la frustración, apatía e ira con la situación y su jefes.

    Los problemas son siempre muy parecidos.

    El viaje ha tenido algo de constructivo, por lo menos se tiene la sensación de que en todos los sitios pasa poco más o menos lo mismo y además se ha aprendido alguna variación de la técnica que no se conocía.

    La comunicación con colegas ayuda a mejorar las técnicas de trabajo.

    A la vuelta al poblado, se comentan las experiencias y técnicas aprendidas en el pueblo cercano.

    Si la comunicación fluye, el grupo se beneficia

    Existen sentimientos de rechazo, incredulidad, apatía, etc. y cuando alguien un poco más proactivo pone en marcha algún mecanismo novedoso  y se comprueba que no soluciona el problema, aunque mejore ligeramente la situación, se promueve  la vuelta de los principios tradicionales, añorándose la simplicidad de la vida anterior.

    La resistencia al cambio es algo intrínseco al ser humano.

    Bajo esta situación, el jefe de la tribu, asesorado por uno de los más ancianos del poblado, decide marcharse lejos para ver cómo se ha solucionado en otra partes.

    Las soluciones locales es posible que nublen nuestra visión

    Por el camino, se encuentra a un viajero y al comentarle informalmente el motivo del viaje, éste le ofrece la solución a sus problemas. Por casualidad es un "experto aguador" distribuidor de una empresa de molinos de viento capaces de extraer todo el agua necesaria actualmente y en el futuro.

    Nos podemos dejar influenciar por asesores con fines particulares

    El jefe del pueblo, tan perplejo como entusiasmado, decide volverse al poblado para dar las instrucciones adecuadas para acoger el material y poner en marcha la solución.

    Muchas veces necesitamos creernos las cosas, aunque en el fondo no estemos muy convencidos

    Todos los aguadores del pueblo muestran su rechazo a la innovación y muestran públicamente su incredulidad y falta de apoyo a la idea. El cambio es muy grande y puede provocar la pérdida de su estatus, cosa que nunca había preocupado.

    Existen los denominados poderes ocultos o reinos de taifas que no desean el cambio

    Cuando llega el material, costando gran parte de los recursos del poblado, con más obligación que ganas se ponen manos a la obra a montar el molino, en paralelo a las actividades cotidianas. Muchos de ellos, incluso aliados con los usuarios,  se excusan en la necesidad de continuar dando servicio para no participar en la instalación.

    Es relativamente fácil que como rechazo al cambio se busquen alianzas con los usuarios finales

    La formación sobre la solución es nula, y con muchas horas de trabajo y la voluntad de unos pocos, se pone en marcha.

    Siempre existe alguien que asume el problema y ayuda a que las soluciones salga adelante.

    Tras varias horas de espera, el agua obtenida es completamente insuficiente. Se revisa la instalación, se llama al vendedor y se llega a una conclusión….. el viento es insuficiente. Y lo que es aún más preocupante, normalmente tampoco hace más viento.

    Muchas veces las soluciones adquiridas no son las necesitadas. No hemos escuchado a las personas adecuadas.

    La situación es cada día más insostenible. Los equipos aguadores están desmotivados, los usuarios descontentos, los ancianos irascibles,  los recursos son cada vez más reducidos y las necesidades cada día más grandes.  Se empiezan a pensar en soluciones más drásticas para garantizar la supervivencia.

    La dirección es consciente de la necesidad de cambio y, cueste lo que cueste, este se llevará a cabo.

    El jefe del pueblo ya no confía en su equipo ni tampoco en los vendedores de soluciones milagrosas. No sabe que hacer.

    Muchas veces existe desorientación

    Un día, apareció por casualidad en el poblado un joven e inexperto viajero y, agradeciendo una comida caliente, contó  la motivación de su viaje: Su maestro, un sabio y anciano viajero, que vivía alejado de todo lo material en lo alto de una montaña no muy lejana, le había encargado a él y a otros aprendices visitar distintos territorios durante un año para aprender todo lo posible, como el había hecho durante toda su vida.

    Solo el que ha visto muchos contextos distintos puede tener una buena visión.

    Cuando el jefe del poblado escucho estas palabras, decidió emprender viaje a encontrase con el anciano y plantearle su problema.

    Hay que escuchar a aquellos que han visto mundo.

    El anciano como toda persona sabia, escucho el problema y, tras reflexionar unos momentos, envió a dos de sus aprendices a obtener unas informaciones concretas e invitó al jefe del poblado a esperar un par de días.

    El mundo evoluciona y hay que actualizar el conocimiento.

    Pasados los días y tras la vuelta de sus aprendices comentó:

    No hay que precipitarse

    "Yo he visitado cientos de lugares y he visto éste mismo problema en muchos sitios y la solución adecuada, no es siempre la misma."

    Hay pocas verdades absolutas

    "Tras realizar una pequeña comprobación de su poblado y consultar a distintas personas,  preguntar a algunos de los antiguos amigos, a los que enseñe al igual que ellos a mi me enseñaron, creo que la mejor solución sería el instalar unas "bombas portátiles de mano"".

    Solo con una visión amplia, un contexto concreto e información actualizada se pueden hacer recomendaciones

    "Yo te recomiendo que, con uno de mis aprendices, exentos de toda contaminación, utilicéis una de las bombas por un tiempo y comprobéis su efectividad. Si la solución fuera adecuada, la podríais extender a todo el poblado".

    Se deben realizar inversiones reducidas y pruebas antes de aplicar una solución de un modo masivo

    "Si la solución no es buena, el riesgo habrá sido reducida. En cualquiera de los casos, mi ayudante tratará de ayudarte a encontrar la solución…. siempre hay opciones".

    No hay que desistir

    Tras la prueba inicial, la instalación de bombas de mano resultó ser una buena solución, por lo menos, por un razonable periodo de tiempo.

    Las soluciones no son válidas para siempre

    2. Conclusión

    ¿Creéis que algún día se hubiera encontrado la solución si solamente se hubiera consultado a los aguadores propios?

    Muchas veces, bajo este planteamiento, es probable que sea más aconsejable utilizar a una consultora externa que participa en muchos proyectos en muchos entornos para ayudar a encontrar una buena solución.

    Otra pregunta a hacerse es ¿la consultora va a ser todo lo imparcial que necesitamos?  Si crees inequívocamente que sí, me parece que necesitas experimentar un poco más el mundo de los negocios

    ¿Creéis que tenéis la visión adecuada cuando criticáis las decisiones de la dirección? Es posible que solamente si has trabajado en distintas empresas en los últimos años, vas de vez en cuando a alguna convención, lees revistas periódicamente y tienes unos contactos a los que consultar ….. tu criterio sea lo suficientemente enriquecedor……

    Como siempre repito, no hay verdades absolutas y podéis cuestionar y/o enriquecer este artículo escribiéndome a

    Roberto Canales Mora

    www.adictosaltrabajo.com