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Narcisismo y organizaciones de la personalidad: una mirada psicoanalítica

Enviado por Martín Sánchez


Partes: 1, 2

    1. Resumen
    2. Fundamentos teóricos
    3. Una aproximación a la ecología psíquica
    4. Narcisismo: marchas y contramarchas
    5. Conflictiva narcisista y organizaciones de la personalidad
    6. Una reflexión a modo de cierre
    7. Bibliografía consultada

    RESUMEN

    Esta reseña teórica ha sido producida en el marco de un seminario de profundización de Psicopatología Clínica de cuarto ciclo, Facultad de Psicología, Universidad de la República.

    Para comenzar, se mencionarán algunos fundamentos teóricos y filosóficos desde los que partimos, y que estarán incidiendo en la totalidad del trabajo. Luego procuraré producir un acercamiento a los conceptos de ecología psíquica y self, incluyendo a su vez los diversos aspectos por los que el self está constituido.

    En la sección "Diversas Organizaciones" se dará cuenta del concepto de organización, enfatizando la naturaleza cambiante de ésta, en oposición al obsoleto concepto de "estructura" de la personalidad.

    Posteriormente realizaré un breve recorrido histórico del concepto de narcisismo, tomando aportes de diversos autores, y también asumiendo una actitud crítica al respecto. En la sección llamada "Conflictiva narcisista y organizaciones de la personalidad" se intentará articular el narcisismo y las organizaciones de la personalidad, y se incluirán además algunas consideraciones sobre la terapéutica de los pacientes con esta conflictiva.

    FUNDAMENTOS TEÓRICOS

    Para poder comprender los conceptos que trataremos de explicar, mencionaremos algunos fundamentos filosóficos y teóricos desde los cuales partiremos. Claro está que hablaremos desde la teoría psicoanalítica. No desde la tendencia del Psicoanálisis ortodoxo o fundamentalista que se aferra fuertemente a Freud, pretendiendo resguardar la inmutabilidad de los divinos principios revelados por el maestro. Tampoco partiremos de la pretendida desideologización posmoderna, que en el Psicoanálisis tiene a Lacan como su más encumbrado exponente.

    Lo subyacente a este trabajo será por tanto, la concepción filosófica de la escuela raggiana, con esto aludimos a sólidos fundamentos filosóficos basados en el materialismo, la dialéctica, el análisis de la realidad y las extremadamente amplias posibilidades de conocimiento que desde aquí se abren. En lo que respecta al punto de vista filosófico materialista, este refiere a una doble materialidad. Por un lado la evolución de la materia del ser humano, especialmente en lo que respecta al SNC. Por otra parte encontramos a la sociedad como polo de la materialidad. Los vínculos interpersonales y el trabajo son formadores de la esencia humana.

    UNA APROXIMACIÓN A LA ECOLOGÍA PSÍQUICA

    Trataremos aquí de explicar lo que ocurre en el mundo interno. Debe tenerse en cuenta que hay un permanente intercambio entre el mundo interno y el "afuera" psíquico, que incluye la realidad, la historia, la ideología y la sociedad en la que el sujeto está inmerso. Por lo tanto, es conveniente pensar a la ecología psíquica como una constante interrelación entre las dos dimensiones mencionadas.

    El self comprende al yo (que se puede definir como el aspecto propiamente nuestro), a las fantasías inconscientes, las defensas, los objetos introyectados, y también al cuerpo. La interrelación constante entre el self y la realidad se da a través de los mecanismos de proyección e introyección. Esta permeabilidad hace que podamos definir a la ecología psíquica como un sistema abierto.

    Formando parte del self, se puede identificar la parte psicótica de la personalidad -que está presente en todos- en la que predominan ansiedades psicóticas, que por momentos tomarán el comando del self. A su vez, como parte constitutiva de la parte psicótica de la personalidad se puede distinguir en el análisis de casos clínicos, al núcleo aglutinado, que sería una parte distinta de la locura "común" del paciente, aspectos más trascendentes que pueden provocar más temor y cuestiones contratransferencialmente más fuertes. Este concepto, que ha sido tomado de Bleger, refiere a un "(…) verdadero precipitado de fantasías inconscientes que imaginan un mundo interno habitado por objetos parciales indiscriminados (…) todo ello, exteriorizado por la erupción de sentimientos tormentosos e irrestrictos en un caldo de cultivo de odio, destrucción y muerte (…)".

    También el self alberga objetos superyoicos que están incidiendo sobre el yo. Estos objetos no son otra cosa que relaciones objetales que han sido introyectadas. Los objetos introyectados constituyen asimismo las fantasías inconscientes, estos objetos interactúan con otras instancias internas y también externas, como por ejemplo personas reales.

    Las defensas cumplen un papel de gran relevancia en su intento de proteger al yo de las ansiedades psicóticas, que por momentos intentarán apoderarse de él.

    Esto no significa que la personalidad esté constituida por diferentes partes, sino que es una explicación para comprender los diferentes momentos por los que puede pasar la personalidad, en el transcurso de la vida de cualquier persona.

    A lo largo de nuestro pasaje por la Facultad de Psicología hemos visto semiología psiquiátrica y hemos estado considerando a la psicopatología en términos de estructuras de la personalidad. Sin embargo, al hablar de una estructura, se piensa en algo fijo, compartimental, y que está fuertemente vinculado a la concepción de diagnóstico como una etiqueta de por vida.

    Esto no compatibiliza en absoluto con la concepción dinámica del psiquismo antes expuesta. Por lo tanto el término "estructura", necesariamente debería continuar su curso de extinción dentro de la psicopatología y ser reemplazado por "organización".

    La organización refiere a un estado puntual del psiquismo, que no es permanente, sino que está en constante cambio. El par dialéctico organización – desorganización permite representar de una mejor forma la realidad tan dinámica y compleja del mundo interno, y permite, en la clínica, pensar al paciente como una configuración provisoria, sujeta a cambios, transformaciones y fluctuaciones de todo tipo. El self, que puede estar organizado de una manera, puede registrar ciertos cambios que hagan que se organice de otra manera distinta. Los cambios son habituales.

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